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Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana
versión On-line ISSN 1989-2055versión impresa ISSN 0376-7892
Resumen
GUERRERO SERRANO, Linda. Cicatriz hipertrófica y queloide: rompiendo paradigmas con el uso de Z-plastias. Cir. plást. iberolatinoam. [online]. 2020, vol.46, n.2, pp.177-186. Epub 17-Ago-2020. ISSN 1989-2055. https://dx.doi.org/10.4321/s0376-78922020000300007.
Introducción y objetivo.
La cicatriz queloide es uno de los problemas clínicos más frustrantes en la curación de heridas y un gran desafío para los médicos. Los diversos tratamientos (escisión parcial o total), inyección de drogas intralesionales, radioterapia, láser, silicona, prendas de lycra, entre otros, tienen un alto riesgo de recurrencia (10-45%).
Los desafíos que enfrenta la comunidad dedicada a la rehabilitación incluyen la investigación del proceso de curación, los efectos de los diferentes factores involucrados en la cicatrización de heridas y el desarrollo de cicatrices, y la mejor combinación de intervenciones quirúrgicas, farmacológicas y terapéuticas para maximizar el resultado. La cirugía se puede realizar para tratar los queloides de dos maneras: primero, resección radical de los queloides y, en segundo lugar, reducción de la masa queloide.
El objetivo que proponemos es mejorar las cicatrices hipertróficas y queloides mediante múltiples zetaplastias o con resección parcial más múltiples zetaplastias.
Material y método.
Realizamos un estudio prospectivo sobre un total de 335 cicatrices clasificadas según la escala de Vancouver entre febrero de 2013 y julio de 2018. Se intervinieron cicatrices lineales con zetaplastia múltiple teniendo en cuenta las líneas de menor tensión, tanto en cicatrices hipertróficas como en queloides extensos; si el tejido vecino lo permitía, la cicatriz se resecó parcialmente y se hizo zetaplastia múltiple; si el tejido vecino no permitía la resección, se seleccionaron algunas áreas para realizar la primera sesión de zetaplastia y en intervenciones posteriores se realizaron otras para poder intervenir en toda el área en función de las fuerzas de tensión.
Resultados.
Revisamos un total de 335 cicatrices, 188 (56.1%) hipertróficas y 147 (43.9%) queloides, en pacientes entre 1 y 56 años, durante un promedio de 13 años. Cara y cuello 123 (37%), extremidades superiores 85 (25,3%), extremidades inferiores 63 (18,8%), tórax 53 (15,8%) y oreja 11 (3,3%) fueron las principales áreas tratadas. De las 123 fotografías intraopoeratorias revisadas, 4 (3%) tenían solo 1 zetaplastia, 3 (2.4%) tenían 2, 27 (21.9%) tenían 3 y 89 (72.3%) más de 4 zetaplastias múltiples (promedio de 6). Con los buenos resultados obtenidos, la cirugía también se realizó en cicatrices durante el proceso de maduración, 3 o 4 meses después de la quemadura. Setenta y ocho pacientes (23.2%) con seguimiento de 5 años no presentan recurrencia, ni 35 (10.4%) a los 4 años.
Conclusiones.
La zetaplastia múltiple, con o sin resección parcial de cicatriz hipertófica o queloidea, puede realizarse en cicatrices activas inmaduras, rompiendo el paradigma de esperar hasta que la cicatriz esté madura o incluso cuando los tratamientos terapéuticos hayan fallado. La sutura continua con monofilamento es una contribución técnica que permite reducir el tiempo quirúrgico y facilita la extracción de los puntos.
Palabras clave : Queloide; Cicatriz hipertrófica; Zetaplastia; Zetaplastias múltiples; Cicatriz activa.