INTRODUCCIÓN
En los últimos años, el conocimiento acerca de las heridas crónicas ha sufrido un gran desarrollo merced a investigaciones científicas de calidad, mayoritariamente lideradas por enfermeras, que ha generado un cuerpo de evidencia que sustenta su atención.
Estamos inmersos en un proceso del reconocimiento de profesionales enfermeros expertos y acreditados en la atención a personas con heridas, con importantes avances como son las enfermeras de práctica avanzada y la creación de unidades-clínicas de heridas especializadas en este ámbito de la atención. En sintonía, en estos años, ha crecido la oferta de cursos de experto y másteres universitarios centrados en esta materia, y son ya centenares los egresados capacitados y con un alto nivel de competencia en la atención de personas con lesiones cutáneas o en riesgo de padecerlas. Sin embargo, desde el seno de las sociedades científicas y de los movimientos profesionales, venimos contemplando en nuestro país y en otros de similar entorno cultural, como las enfermeras (sin aludir a otras disciplinas todavía más desprovistas) en su formación de grado, apenas acarician conocimientos sobre estas lesiones, su etiología y diagnóstico, su diversidad, su abordaje preventivo o terapéutico y, lamentablemente, en muchos casos, los conocimientos recibidos son escasos y trasnochados en el aula, y desiguales, confusos cuando no inseguros, en la formación práctica clínica ante un problema de alta prevalencia presente en todos los niveles asistenciales y que supone una alta carga de trabajo en el día a día en la práctica clínica. Una muestra de ello se encuentra en varios estudios que analizaron casi todos los planes docentes de los estudios de Grado en Enfermería en España buscando contenidos relacionados con heridas1,2,3. Se evidenció que en una tercera parte de los centros, no se mencionaba en ninguna asignatura el concepto de prevención de lesiones por presión, que solo uno de los 114 centros mencionaba el concepto de valoración del lecho de la herida o que tan solo el 22% especificaba cómo seleccionar un apósito. El tratamiento de las heridas es un tema que aparecía en el doble de centros que la prevención de las lesiones por presión.
No es necesario recordar que, al día siguiente de su graduación, esas enfermeras tendrán la responsabilidad directa sobre pacientes con o en riesgo de desarrollo de lesiones cutáneas en cualquiera de los ámbitos en los que trabajen. En un estudio realizado con médicos y enfermeras de atención primaria2, ambos colectivos reconocían que los cuidados de las personas que padecían una lesión por presión los realizaban las enfermeras. La mitad de los médicos y tres cuartas partes de las enfermeras afirman que serán estas las responsables de determinar el tratamiento adecuado. De este sentido análisis nace la presente propuesta.
PROPUESTA DE COMPETENCIAS SOBRE EL CUIDADO DE LAS PERSONAS CON LESIONES CUTÁNEAS PARA LA ENFERMERA GRADUADA
Actualmente, se puede decir que la profesión enfermera está regulada en dos niveles, por un lado, por sus asociaciones profesionales, que a nivel mundial están aglutinadas y representadas por el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) y, a nivel legal, por las distintas leyes que emanan de los diferentes países.
En cuanto a las competencias que deben adquirir las enfermeras graduadas, también denominadas generalistas, existe un marco de competencias para ellas establecido por el CIE en el año 2003, y que supone el espejo en el que se han de mirar las distintas administraciones para regular nuestra profesión.
No obstante, en nuestro país, tras los acuerdos de Bolonia, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) desarrolló el Libro Blanco del Título de Grado en Enfermería, en el que se valoran las competencias generales y específicas del Título de Grado en Enfermería.
Además, en España, como país y estado miembro de la Unión Europea, existen dos niveles de regulación de la profesión, ya que enfermería es una de las profesiones reguladas por los estados miembros. Estas son la Orden CIN/2134/2008, de 3 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de enfermero, y el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales.
De estos tres marcos competenciales, especialmente los dos últimos, que tienen rango de ley en España, son de los que las distintas universidades extraen las competencias para formar a sus enfermeras graduadas.
Si se revisan detenidamente los cuatro documentos mencionados (CIE, ANECA, Orden CIN y Real Decreto) encontraremos que no existe ninguna referencia en el campo de las lesiones cutáneas en general, ni en las heridas o úlceras en particular; por tanto, se puede afirmar que no existe ninguna regulación formal de los contenidos que sobre este tema deben adquirir las enfermeras cuando se gradúan en nuestras universidades.
Tampoco hasta la fecha, ninguna sociedad científica relacionada con las heridas ha publicado contenidos relacionados con ellas, sí en cuanto a formación posgrado o doctorado, pero no a nivel del grado, por lo que la formación de nuestras enfermeras está al arbitrio de la mayor o menor sensibilidad que cada facultad de enfermería pueda mostrar sobre el tema a sus estudiantes.
En este documento se va a proceder a configurar una propuesta de competencias-resultados de aprendizaje generales extraídas de la Orden CIN/2134, siguiendo una estructura como el resto de las asignaturas del grado de enfermería.
Se proponen un total de siete competencias, tres básicas (CB) y cuatro específicas (CE) que deben cumplir los estudiantes egresados del grado de enfermería:
CB 01. Ser capaz, en el ámbito de la enfermería, de prestar una atención sanitaria técnica y profesional adecuada a las necesidades de salud de las personas que atienden, de acuerdo con el estado de desarrollo de los conocimientos científicos de cada momento, con los niveles de calidad y seguridad que se establecen en las normas legales y deontológicas aplicables.
CB 06. Basar las intervenciones de la enfermería en la evidencia científica y en los medios disponibles.
CB15. Trabajar con el equipo de profesionales como unidad básica en la que se estructuran de forma uni-, multie interdisciplinar los profesionales y demás personal de las organizaciones asistenciales.
CE 01. Conocer e identificar la estructura y función del cuerpo humano. Comprender las bases moleculares y fisiológicas de las células y los tejidos.
CE 02. Conocer el uso y la indicación de productos sanitarios vinculados a los cuidados de enfermería.
CE 03. Conocer los diferentes grupos de fármacos, los principios de su autorización, su uso e indicación y sus mecanismos de acción.
CE 07. Conocer los procesos fisiopatológicos y sus manifestaciones y los factores de riesgo que determinan los estados de salud y enfermedad en las diferentes etapas del ciclo vital.
Entendemos que el número de competencias debe ser limitado, y que el/la estudiante desarrolla y aporta a esta asignatura otras competencias básicas y específicas que ya ha adquirido en su itinerario de grado, por lo que no es necesario volver a incluirlas.
PROPUESTA CURRICULAR PARA UNA ASIGNATURA DE CUIDADOS DE LAS PERSONAS CON LESIONES CUTÁNEAS PARA EL GRADO EN ENFERMERÍA
Siguiendo las competencias descritas, se propone una estructura pedagógica basada en unidades didácticas, en las que se señala la competencia a la que da respuesta, y un listado general de contenidos. En un documento más ampliado, que se difundirá como Documento de Posicionamiento del Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP), se presentarán también los resultados de aprendizaje.
Unidad didáctica 2. Principales lesiones cutáneas: etiopatogenia (CE 07)
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Lesiones de la piel por procesos agudos y/o de origen traumático (a considerar):
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Lesiones de la piel por procesos crónicos y/o de origen sistémico (a considerar):
Lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia (LCRD).
Úlceras de la extremidad inferior (UEI) (venosas, arteriales, neuropáticas y otras menos frecuentes).
Lesiones de origen tumoral.
Lesiones por compromiso vital grave.
Lesiones de baja prevalencia: epidermólisis bullosa, calcifilaxis, linfedema, etc.
Unidad didáctica 4. Cuidados de la persona con lesiones cutáneas (CB 01, CB 06, CE 02, CE 03)
PROPUESTA DE CARGA DOCENTE Y UBICACIÓN DE LA ASIGNATURA DE CUIDADOS DE LAS PERSONAS CON LESIONES CUTÁNEAS EN EL GRADO EN ENFERMERÍA
Entendemos, dada la importancia para la práctica clínica enfermera, que las lesiones cutáneas en general, y las heridas crónicas en particular, tienen relevancia en todos los niveles asistenciales (atención primaria, hospitalaria, sociosanitaria e incluso en otros contextos enfermeros como el militar, el penitenciario o la enfermería escolar), y que esta asignatura de cuidados a las personas con lesiones cutáneas debería ser obligatoria dentro de los planes de estudio del Grado en Enfermería.
Como se ha argumentado anteriormente, no se entiende ningún contexto asistencial enfermero en nuestro sistema de salud, en el que no se precisen conocimientos específicos, por lo que proponemos una formación de grado básica sobre esta materia para todas las/los estudiantes de Grado en Enfermería en España.
Solo en las situaciones en las que esto no fuera posible, esta formación debería ofertarse como asignatura optativa. La situación actual de las universidades españolas dista muy mucho de esta idealidad, lo que justifica más que sobradamente este documento de posicionamiento.
Tobajas-Señor et al.3 encontraron que en la mitad de los centros españoles donde se imparte el Grado en Enfermería se ofrecía una carga docente de entre 1 y 2 créditos, mayoritariamente en segundo curso (en la otra mitad no se encontraba accesible esta información). La carga docente ideal de esta debería ser de 6 ECTS (iniciales en inglés de Sistema Europeo de Transferencia de Crédito), con una propuesta de 4 ECTS de teoría (docencia en grupo grande) y 2 ECTS de práctica (docencia en grupo pequeño), manteniendo el coeficiente de experimentalidad y, por tanto, con grupos de prácticas de 15 estudiantes como máximo.
Un ejemplo de prácticas y sus objetivos de aprendizaje en grupo pequeño puede observarse en la tabla 1.
Algunas situaciones donde los espacios docentes de prácticas (grupos pequeños) puedan condicionar la docencia, se podría optar por un formato 5 ECTS de teoría y 1 ECTS de prácticas, pero esta no sería la propuesta idónea, sino la anterior.
En aquellas facultades donde no exista esta asignatura como obligatoria, y aunque exista como optativa, habrá que garantizar que los contenidos contemplados se incorporen en las asignaturas del Grado en Enfermería para asegurar unos conocimientos mínimos de todos los estudiantes.
En la tabla 2 se hace una propuesta orientativa sobre el reparto de estos contenidos, si procediera hacerse en otras asignaturas del Grado en Enfermería.
DOCUMENTOS DE APOYO AL PROFESORADO Y ESTUDIANTADO PARA LA CREACIÓN DE LA ASIGNATURA DE CUIDADOS DE LAS PERSONAS CON LESIONES CUTÁNEAS PARA EL GRADO EN ENFERMERÍA
Se recomienda al profesorado y estudiantado que valoren como documentos mínimos de interés para incluir en las guías docentes de las asignaturas y construir el temario, materiales con contrastada calidad y evidencia, por eso recomendamos consultar libros como: Atención integral a las heridas crónicas4, Cuidados de heridas en enfermería5, Science and Practice of Pressure Ulcer Management6) o Cirugía menor para profesionales enfermeros7, y guías como la de la Conferencia Nacional de Consenso sobre las Úlceras de la Extremidad Inferior8, así como los distintos documentos técnicos del GNEAUPP9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19 y de posicionamiento20,21,22,23,24, sin olvidar recomendar revistas específicas sobre la materia como GEROKOMOS, International Wound Journal, Wound Repair and Regeneration, Advances in Skin and Wound Care o el Journal of Wound Care, entre otras.