INTRODUCCIÓN
A propósito de dos casos con serología positiva a Mycoplasma pneumoniae y resolución con azitromicina oral, exponemos dos manifestaciones de este agente patogénico no tan frecuentes, pero para tener en cuenta.
RESUMEN DE LOS CASOS
Niño de dos años con fiebre de hasta 40 °C de tres días de evolución, que asocia tos y mucosidad escasa y dolor abdominal. En la exploración destaca un exantema maculopapular en el tronco y la raíz de ambas extremidades, sin edema ni petequias. No hay afectación de mucosa; orofaringe hiperémica sin exudado. Se realiza test rápido de detección de antígeno estreptocócico que es negativo, hemograma anodino, marcadores de infección negativos y se extrae hemocultivo que es negativo y serologías con IgM Mycoplasma positiva. Se administra tratamiento con azitromicina oral a 10 mg/kg/día con mejoría clínica.
Niña de nueve años que acude por presentar episodios recurrentes de fiebre, cefalea, dolor abdominal y tos escasa de 2-3 días de duración, mensuales, en los últimos seis meses. No presenta antecedentes familiares ni personales de interés. No ha tenido contacto con animales ni ha ingerido leche cruda. En la exploración tiene buen estado general, está eupneica en reposo, sin signos de distrés, auscultación cardiopulmonar con normoventilación, sin ruidos sobreañadidos; el resto de la exploración por aparatos normal. Se solicita una radiografía de tórax en la que no se observan alteraciones reseñables y se realiza una prueba de tuberculina, con resultado negativo. No presenta alteraciones en el hemograma ni en la bioquímica básica y los marcadores de infección son negativos. En las serologías, la IgG Mycoplasma pneumoniae es negativa y la IgM dudosa. Se inicia tratamiento con azitromicina oral durante cinco días con resolución del episodio actual y sin repetición de los episodios febriles.
COMENTARIOS
La infección por Mycoplasma pneumoniae es una de las causas más frecuentes de infección respiratoria, su diagnóstico es habitual ante cuadros de clínica compatible con neumonía atípica o tos persistente. Hasta en el 25% de los casos pueden aparecer manifestaciones extrarrespiratorias, en prácticamente cualquier órgano y de aparición antes, durante o después de la clínica respiratoria o incluso en ausencia de ella.
Las manifestaciones dermatológicas son de naturaleza pleomórfica, desde una afectación leve con un exantema maculopapular o con aparición de vesículas o mucositis hasta la aparición de eritema multiforme o síndrome de Stevens-Johnsons.
Su presentación como cuadros recurrentes o de larga evolución de fiebre o faringoamigdalitis es infrecuente, debería incluirse a este agente en el diagnóstico diferencial.