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Educación Médica
versión impresa ISSN 1575-1813
Educ. méd. vol.9 no.4a dic. 2006
II SESIÓN: RETOS DE LA FORMACIÓN MÉDICA CONTINUADA
Retos de la formación médica continuada
Dr. Bernard Maillet
Secretario General de la Union Européenne des Medecins Spécialistes.
(UEMS) European Accreditation council for Continuing Medical Education)
Marco general
La Formación Médica Continuada/Desarrollo Profesional Continuo (FMC/DPC) constituye una parte importante de la práctica médica actual.
Si consideramos el período de formación para devenir especialista, comienza con la formación universitaria de pregrado y la formación postgraduada e idealmente debería comportar una estrecha colaboración entre la universidad y las organizaciones profesionales.
Pero si este panorama ha venido siendo tradicional en al pasado, en la actualidad aparece la formación a lo largo de la vida como garantía de mantenimiento de los conocimientos y las habilidades del médico. Y en este contexto, la FMC/DPC se convierte en un elemento trascendental.
Si tradicionalmente se hablaba de formación médica continuada (FMC), centrada en cursos y congresos, hoy en día se ve considerablemente ensanchada gracias a las nuevas tecnologías de comunicación e incorpora conocimientos y habilidades sociales y de gestión, focalizándose en las necesidades de cada médico y los aspectos prácticos del ejercicio profesional.
El análisis de las necesidades de FC/DPC y la forma de organizar su provisión constituye un deber de los organismos nacionales/regionales de acreditación de cada estado miembro de la UE. Dichos organismos nacionales de acreditación definen los créditos de FMC, así como los curricula de FMC exigibles para determinado período de tiempo.
Resulta obvio que un médico no pueda acumular el número de créditos requerido a través de un único formato/programa de FMC, de lo que se deriva que no suele aceptarse un curriculum formativo construido únicamente a base de programas de FMC a distancia. En este mismo sentido, es de interés enfatizar que dicho curriculum formativo debe incorporar otras modalidades de FMC tales como programas presenciales, materiales impresos, CD-ROMs, artículos, etcétera.
La UEMS (Union Européenne des Médecins Spécialistes) creó el Consejo Europeo de Acreditación de la Formación Médica Continuada (EACCME) con el objetivo de ayudar a los especialistas médicos europeos a acumular créditos de FMC a través de su asistencia a reuniones internacionales aprobadas/acreditadas por los organismos nacionales de acreditación, con objeto de evitar duplicaciones del proceso.
Así, por ejemplo, cuando yo como patólogo en ejercicio en Bélgica asisto a una reunión organizada por la División Británica de la Academia Internacional de Patología que ha sido acreditada por el Royal College of Pathologists del Reino Unido como actividad de FMC, no tiene sentido que dicho evento deba ser acreditado, a la vez, por el organismo acreditador belga.
En este sentido, EACCME está destinado a convertirse en una especie de "clearing house" europea, para los paises de la UE y sus organismos acreditadores. El objetivo fundamental es obtener un reconocimiento por parte del organismo acreditador nacional y, a la vez, por la sección de la especialidad correspondiente de la UEMS.
Ni que decir tiene que aquel organismo acreditador debe ser el del país/región en el que el evento tiene lugar. Por su parte, la sección involucrada debe ser la sección de la especialidad mas directamente relacionada con la población-diana a la que va dirigido el evento de FMC.
Dado que las secciones tienen dos delegados representando a la especialidad de cada país miembro de la UE, éstos deben aportar su opinión/colaboración en el proceso de acreditación correspondiente.
Breve historia de la UEMS
En fecha de 20 de julio de 1958, un años después de la firma del Tratado de Roma, los representantes de las organizaciones profesionales médicas de especialistas de los seis países de la nueva Comunidad Económica Europea (CEE) reunidos en Bruselas crearon la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS).
Gracias a la visión prospectiva de los fundadores, UEMS estableció contactos inmediatos con los organismos pertinentes de la CEE y llegó a definir los principios básicos en el área de la formación de especialistas médicos europeos.
Pronto la UEMS decidió afrontar los retos de la calidad, intentando obtener de la Comisión Europea y de los estados miembros el compromiso de una formación equiparable y de calidad para los especialistas médicos de los seis países de la CEE. Resultante de esta visión de futuro fue la elaboración de unos criterios comunes, aplicables a los especialistas que desearan moverse entre aquellos países.
Historia y antecedentes DE EACCME
La FMC y el DPC han sido, desde siempre, dos componentes esenciales de la UEMS en función de su influencia sobre la calidad asistencial y el nivel de formación de los especialistas. En 1993 se concretó en la adopción de la "Declaración de la UEMS sobre FMC". Desde entonces, nuevos desarrollos han tenido lugar en estas áreas de la FMC y el DPC, muy especialmente la "Declaración de Basilea" (2001) o la "Declaración de la UEMS sobre la promoción de la buena práctica médica" (2004).
Paralelamente, diversos países de la UE han tomado iniciativas con la vista puesta en la obligatoriedad de la FMC y, adicionalmente, en la recertificación/relicencia profesional, contemplando, asimismo, la introducción de diversos incentivos económicos en los contratos con las compañiás aseguradoras y los hospitales. Aún cuando la UEMS defiende la voluntariedad de la FMC, creyó necesario ayudar a los especialistas europeos en este campo y, por ello, en octubre de 1999 la Comisión de Gobierno de la UEMS decidió crear EACCME con los objetivos de:
- Facilitar el acceso de los especialistas europeos a programas cualificados de FMC.
- Contribuir a la calidad de la oferta de FMC en Europa.
- Facilitar el intercambio de los créditos de FMC a nivel de Europa.
El control de la calidad de los programas de FMC es el elemento esencial de dicho proceso. Por ello, se decidió funcionar de manera descentralizada, utilizando la experiencia y cualificación de los organismos profesionales nacionales y europeos de acreditación.
El funcionamiento cotidiano de EACCME se basa en esta estrecha relación entre los niveles europeos y nacionales. Hay que tener en mente la conveniencia de respetar la autoridad de los organismos profesionales nacionales de acreditación, puesto que dichos organismos son los responsables del registro de los médicos, de la acreditación/reconocimiento de la FMC/DPC y, por último, de conceder la licencia de ejercicio.
Estructura de EACCME
EACCME fue creado, como hemos visto, en 1999 como un organismo separado de UEMS, aún cuando el "Management Council" de UEMS es el máximo órgano de dirección. En los nuevos estatutos se propone convertir EACCME en uno de los cinco órganos genuinos de UEMS, con objeto de enfatizar su importancia.
La gestión de EACCME reposa en:
- El órgano de gobierno, que es el "Council" de UEMS, constituido por representantes de las asociaciones nacionales de los países miembros.
- Un Consejo Asesor que elabora recomendaciones sobre el proceso de acreditación y está constituido por:
. Los organismos profesionales nacionales de FMC, incluyendo los organismos de acreditación.
. Las secciones y consejos directivos de UEMS.
. Las sociedades y organizaciones profesionales de especialidades.
- El funcionamiento cotidiano de EACCME viene gestionado por la ejecutiva de la UEMS, a través de su secretariado en Bruselas.
El Consejo Asesor facilita el intercambio de conocimiento/experteza y la colaboración entre los diversos actores involucrados en la acreditación a nivel europeo. UEMS convoca la reunión de este Consejo anualmente, el cual aporta recomendaciones y propuestas a EACCME.
Desde buen comienzo se vio claro que sería altamente recomendable que los organismos profesionales nacionales reguladores se estructuraran de manera similar a la de EACCME, lo que facilitaría el intercambio de los créditos a nivel europeo. La condición básica es que tales organismos regulen la FMC de sus respectivos países y participen activamente en EACCME.
Considerando que es previsible que en los próximos años la recertificación/relicencia obligatorias sea una realidad en diversos países, sería deseable que los créditos de FMC se utilizaran como instrumento básico para dicho proceso.
Funcionamiento operativo
EACCME recibió su mandato de los organismos reguladores nacionales, pero teniendo en cuenta los siguientes condicionantes:
- Los organismos reguladores nacionales siguen existiendo. En efecto, EACCME no se constituye en un organismo supranacional, sinó en una especie de "clearing house" de los organismos nacionales
- La última palabra sobre la acreditación la tienen los organismos nacionales respectivos, en los que la actividad en cuestión tiene lugar
- La estructura administrativa de Bruselas debe ser lo menos "pesada" posible
- La determinación del número de créditos de las diversas actividades de FMC y el control de calidad correspondiente deben estar descentralizados, dando por sentado que EACCME utiliza la experteza de los distintos organismos profesionales de cada especialidad (p.e., las secciones de la UEMS o los "boards" europeos, con sus órganos de acreditación). El objetivo fundamental es evitar las duplicidades.
- Las actividades promovidas por la industria (sesgadas comercialmente) no deben ser acreditadas y, en general, todas las actividades deben ser acreditadas por un determinado período de tiempo, no debiendo ser concedida la acreditación indefinida.
- Los costes de administración de EACCME son soportados por los proveedores de actividades que las someten a acreditación. Tales costes deben limitarse al máximo, evitando las duplicaciones del proceso de acreditación.
El reconocimiento de los créditos de EACCME (ECMECs) viene garantizado por los organismos reguladores nacionales en el contexto de las condiciones anteriormente mencionadas. EACCME, por su parte, se limita a observar estas regulaciones y funciona de acuerdo con el procedimiento que se describe a continuación.
El proceso de acreditación europeo involucra a dos actores principales: de un lado, los organismos acreditadores nacionales y, de otro, las secciones de especialidades de la UEMS o los "boards" europeos de especialidades. Los organismos nacionales son los propios del país en el que se celebra el evento y las secciones de especialidades involucradas son las relacionadas más directamente con la población-diana de dicho evento.
En la práctica, el organizador-proveedor de la actividad presenta el formulario correspondiente en la oficina de Bruselas, debidamente cumplimentado. El formulario se envia a los otros dos agentes involucrados.
La sección de la UEMS o el "board" de la especialidad correspondiente valora científicamente la actividad, de acuerdo con los criterios de la UEMS contenidos en el documento D-9908. Dichos dos agentes emiten su juicio acerca de si la actividad en cuestión debe ser aceptada o rechazada y el número final de créditos lo determina EACCME.
Puesto que los organismos nacionales suelen aplicar criterios distintos para el cálculo del número de créditos, el sistema europeo (ECMEC) se introdujo con el objetivo de armonizar el procedimiento en base a:
- Una hora lectiva equivale a 1 ECMEC.
- Media jornada equivale a 3 ECMEC.
- Una jornada entera equivale a 6 ECMEC.
Los organismos nacionales pueden convertir dichos créditos en los créditos nacionales correspondientes, de acuerdo con las normativas propias.
En caso de que los dos agentes estén de acuerdo en aceptar la actividad, el organizador-proveedor recibe una comunicación oficial en este sentido. En dicha comunicación constan tres apartados:
- La comunicación de la aprobación de la actividad.
- El número de créditos ECMEC concedidos (eventualmente, el número de créditos nacionales de acuerdo con la normativa del organismo nacional correspondiente en el que va a tener lugar la actividad).
- El reconocimiento mutuo de los créditos de EACCME-UEMS por la AMA como PRA tipo 1.
La FMC/DPC: ¿Voluntaria u obligatoria?
En la actualidad, en Europa estamos asistiendo a un desplazamiento desde la voluntariedad de la FMC/DPC a su obligatoriedad. Pero, podemos preguntarnos si este desplazamiento vale la pena y si realmente va a alcanzar sus objetivos de base.
En términos generales, quienes postulan la obligatoriedad de la FMC/DPC lo hacen en base a asegurar que los médicos y los especialistas en concreto mantengan su competencia profesional en la prestación asistencial para los pacientes.
La cuestión fundamental radica en saber si los sistemas obligatorios resultan más eficientes. En algunos países europeos se prefiere la introducción de incentivos antes que la de sanciones; en otras palabras, se prefiere la zanahoria el palo. Cuando se opta por las sanciones, usualmente los profesionales encuentran vías de escapatoria; por el contrario, cuando se opta por los incentivos, suelen seguirse las normativas con más espontaneidad. Este dilema psicológico no debe ser minimizado.
Evaluación de la actividad
En la práctica resulta muy difícil, por no decir imposible, la evaluación global de una actividad en base a la documentación aportada por el organizador-proveedor de la misma. Por lo cual, en el futuro deberá implementarse un sistema de evaluación por parte de los participantes. Dicha evaluación debe ser muy sencilla dado que una evaluación compleja resulta extremadamente difícil de analizar.
Las preguntas clave de dicha evaluación de los participantes son:
- La actividad, ¿ha estado bien organizada?
- ¿Ha aprendido algo de la misma?
- Lo aprendido, ¿va a influir en su práctica cotidiana?
- ¿Ha observado algún sesgo?
La valoración puede basarse en un "completamente de acuerdo" a un "completamente en desacuerdo", con otras tres posibilidades intermedias.
El principal objetivo de dicha evaluación no estriba tanto en reconsiderar los créditos concedidos sino en estimular la mejora de la próxima oferta formativa por parte del mismo organizador-proveedor, para una audiencia similar.
EACCME se halla involucrado en la acreditación de magnos eventos internacionales que son de carácter repetitivo, por lo cual aquella evaluación puede resultar muy útil.
¿Cúal es el valor añadido?
Como hemos visto, el valor añadido de EACCME radica en la conexión entre las organizaciones profesionales, los proveedores de FMC y los organismos acreditadores nacionales.
Cualquier modificación, debe contar con la aceptación de los organismos nacionales; en caso contrario, EACCME podría resentirse y, asimismo, supondría una dificultad para el acuerdo de reconocimiento mutuo con la Asociación Médica Americana (AMA), renovado en julio de 2006 por un período de cuatro años.
Desde el punto de vista de los organizadores-proveedores de actividades de FMC, el valor añadido radica en la dimensión internacional que permite. De lo que deriva que un mayor número de potenciales participantes extranjeros puedan estar interesados en la actividad en cuestión.
Los beneficios a largo plazo derivan de la interrelación entre los organismos acreditadores nacionales. Dichos organismos están vivamente interesados en mantener sus prerrogativas a nivel nacional y adjudicar los créditos a los médicos del país. EACCME representa una institución en la que ellos participan activamente, con su autoridad correspondiente, de lo que se deriva una facilitación del intercambio de los créditos, de manera similar a como se reconocen mutuamente los diplomas de postgrado. De hecho, los organismos acreditadores nacionales trabajan con los organismos reguladores de la profesión para la concesión de la licencia de ejercicio
Un último objetivo es el desarrollo de un sistema que haga más fácil la vida profesional de nuestros colegas, ofreciéndoles un mecanismo de reconocimiento universal de los créditos de FMC que les garantice su utilización para los requerimientos que se establezcan.