INTRODUCCIÓN
La telemedicina tal y como la define la Organización Mundial de la Salud consiste en “Proporcionar atención sanitaria, cuando la distancia es un factor determinante, por los profesionales sanitarios mediante el empleo de las TIC (tecnologías de la información y comunicaciones) para intercambiar información” (Definición actual según la O.M.S.). Es una realidad que actualmente la tecnología se ha desarrollado de tal modo que es posible establecer comunicaciones que permitan, en tiempo real, disponer de medios diagnósticos e incluso dirigir la ejecución de determinadas técnicas y medidas terapéuticas a grandes distancias y en entornos muy hostiles.
En el ámbito de la Sanidad de las Fuerzas Armadas (FAS) españolas, ya en el año 1990 se creó la Unidad de Telemedicina de las FAS con sede en el Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla” en Madrid. Y es en Bosnia, en los años 90 cuando se realizan las primeras consultas de Telemedicina desde zona de operaciones (Z/O)1.
Hasta la expedición del año 2006 del Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) con sede en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, los equipos de telemedicina con los que se había dotado a las diferentes formaciones sanitarias en Z/O, habían sido ubicado en instalaciones fijas, con una infraestructura considerable y dentro de una Base, Destacamento o Buque de la Armada. Sin embargo en el caso de la colaboración con el GMAM se trataba de comprobar la posibilidad de disponer de Telemedicina desde un lugar sin infraestructura, de difícil acceso y sometido a condiciones meteorológicas enormemente exigentes. Así pues se eligió para ello el campo base (5.100mts.) del pico Gashembrum II (8.035mts) en el Himalaya Pakistaní.
Se buscaba con ello obtener una experiencia que fuera trasladable posteriormente a aquellas situaciones en las que se proyecta una unidad a Z/O con una misión que implique movilidad y una mínima o ausente presencia de personal sanitario en dicha unidad, que es, en opinión del autor, cuando puede resultar verdaderamente necesario el poder contar con la mejora asistencial que proporcionan estos medios.
Por otro lado en estos últimos años se ha desarrollado tecnología que permite guiar a personal “no médico” en la ejecución de determinadas maniobras, denominadas “maniobras salvadoras de vida”, que en la EMMOE se consideró podría ser de interés probar para tratar de obtener alguna referencia sobre la viabilidad de su uso por personal facultativo y no facultativo en Z/O o en ambiente táctico.
OBJETIVOS
Con el fin de comprobar la posibilidad de efectuar Telemedicina desde lugares aislados y hostiles con una mínima o nula infraestructura, tal y como se ha expuesto anteriormente, en el GMAM desarrollamos las siguientes pruebas experimentales:
En el año 2006 y desde el campo base del pico Gasherbrum II (8.035) (Fig.1) el cual se sitúa a 5100 (msnm) sobre la morrena de un glaciar y sin ninguna edificación ni infraestructura fija, llevamos a cabo una Tele-consulta (Fig.2), sobre un paciente simulado, mediante videoconferencia, trasmitiendo en tiempo real los siguientes parámetros:
Todo ello se realizó empleando los siguientes dispositivos y equipos de telecomunicaciones (Fig.3):
El traslado de estos equipos y su conservación se efectuó en dos maletas “rugerizadas” con un peso de 17 y 19 Kg respectivamente (Fig.4a), siento transportadas mediante porteadores de la expedición durante 7 días a lo largo de la marcha de aproximación por el glaciar del Baltoro y permaneciendo posteriormente en el Campo Base durante aproximadamente un mes y medio5.
En el año 2009 y con motivo de la Expedición del GMAM a las montañas Altái en Mongolia, efectuamos una nueva prueba de Tele-consulta (Fig. 5), encaminada en esta ocasión a comprobar la posibilidad de enviar imágenes de Ecocardiografía6,7 en tiempo real a la Unidad de Telemedicina del Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla”, así como imágenes de alta resolución.
Para ello empleamos los siguientes equipos:
En esta ocasión el enlace se efectuó desde una tienda tipo “Yurta” de las utilizadas para el campo base a aproximadamente 3800 mts.
En una tercera ocasión, en febrero de 2016, desde las inmediaciones del destacamento militar de Candanchú (Jaca) y con ocasión de las prácticas que realizan los cursos desarrollados en la EMMOE efectuamos una prueba con Gafas “EPSON de realidad aumentada” con el objetivo de verificar su eficacia en condiciones de aislamiento (Fig.5).
Dichas gafas permiten efectuar un envío de imagen y sonido de forma retrógrada, así como la recepción de imagen y sonido por el operador que las lleva puestas, mediante enlace de las gafas con un Smartphone vía bluetooth o wifi, y envío por dicho dispositivo a un centro remoto a través de telefonía móvil, de tal modo que es posible guiar al operador desde un centro remoto en la selección de material sanitario así como en la ejecución de técnicas diagnósticas o terapéuticas.
En concreto, en esta ocasión y desde una ladera nevada, simulamos la “punción de emergencia” de un “neumotórax a tensión”. Para ello un soldado sin formación sanitaria alguna, siguiendo las indicaciones que recibía de un enfermero de la Unidad de Telemedicina del Hospital Militar “Gómez Ulla” realizó toda la secuencia de la técnica de punción mencionada, utilizando para ello estas “gafas de realidad aumentada”. En esta ocasión el enlace se hizo a través de la red de telefonía móvil con cobertura en la zona.
RESULTADOS
Tele-consulta desde el campo base del Gasherbrum II (Himalaya pakistaní) al Hospital Militar “Gómez Ulla”
Permitió comprobar la viabilidad de efectuar una Tele -consulta con transmisión en tiempo real de las constantes vitales y del trazado electrocardiográfico del paciente8,9.
Igualmente se demostró la posibilidad de transmisión a distancia por satélite de imágenes de vídeo de alta resolución que permitan apoyar el diagnóstico de lesiones locales por frío (congelaciones) y otro tipo de patologías10.
Es de señalar las condiciones de mínima infraestructura en las que se efectuaron estas pruebas así como el aislamiento extremo y la hostilidad de las condiciones ambientales en las que los equipos operaron. Es por lo que uno de los principales inconvenientes a la hora de emplear estos equipos fue el despliegue de cables y fuentes de alimentación.
Esta experimentación de equipos permitió el desarrollo de una maleta de Telemedicina que simplificase la instalación de estos aparatos (Fig. 4b), mejorando de este modo las dificultades señaladas en el párrafo anterior.
Consulta de Telemedicina desde el campo base de las Montañas Altái (Mongolia)
Permitió comprobar cómo con una mínima infraestructura es posible la transmisión a distancia por satélite en tiempo real de una imagen ecográfica dinámica11,12, como es la ecocardiografía, con la suficiente calidad como para poder ser valorada por un cardiólogo desde una Unidad de Telemedicina de un Hospital de referencia.
Igualmente también fue viable enviar imágenes de video de alta resolución.
Prueba de “gafas de realidad aumentada”:
Quedó demostrado que con un dispositivo como las “gafas de realidad aumentada”, personal sin entrenamiento previo y en un entorno hostil, puede efectuar una Tele - consulta de Telemedicina y ser guiado de forma remota en la ejecución de determinadas maniobras salvadoras de vida como es el drenaje de un neumotórax a tensión.
CONCLUSIONES
Si ya en el año 2006 fue posible disponer de capacidades de Telemedicina en condiciones de mínima infraestructura y entorno hostil, actualmente y con la evolución de la tecnología de las telecomunicaciones y dispositivos es claramente factible implementar dichas capacidades de forma rutinaria para el personal en localizaciones remotas y de difícil accesos.
Los resultados obtenidos por el GMAM y la EMMOE evidencian que una unidad desplegada en un entorno hostil, aislado y sin infraestructura estable, puede disponer de capacidad de Telemedicina.
Las enseñanzas obtenidas de estas experimentaciones, permiten implementar estos equipos en despliegues de pequeñas unidades de alta movilidad como los equipos de operaciones especiales.
Asimismo es viable dotar a formaciones sanitarias móviles muy reducidas como las células de estabilización de este tipo de capacidad.
Es preciso continuar experimentado con estos equipos y materiales con el fin de mejorar aspectos relativos a la seguridad en las telecomunicaciones con el fin de emplear los mismos en un ambiente táctico, asegurando siempre la confidencialidad en el tratamiento de la información sanitaria.