INTRODUCCIÓN
La piroplasmosis equina es una enfermedad parasitaria que afecta a todas las especies de équidos y está causada por dos protozoos intra-eritrocitarios, Theileria equi (T. equi) y Babesia caballi (B. caballi), que incluso pueden coexistir en un mismo animal. Es una enfermedad distribuida por todo el mundo y transmitida a través de la picadura de garrapatas parasitadas. La sintomatología es diversa, pudiendo aparecer fiebre, anemia, hematuria, ictericia, linfadenopatía, pérdida de peso crónica, o con una simple intolerancia al ejercicio. Por otra parte, los animales pueden no expresar signos clínicos, y por lo tanto permanecer como portadores de la enfermedad.
La presencia de los parásitos causantes de la piroplasmosis en los animales de una explotación equina, o la mera presencia de anticuerpos en sangre que refleje un contacto previo con estos parásitos, no solo limita el movimiento internacional de los equinos a países libres de la enfermedad, sino que también implica un serio coste económico, dada la necesidad de aplicar los tratamientos adecuados y de alejar a los animales de las competiciones deportivas por la patente disminución en su rendimiento.
En España, la piroplasmosis equina es una enfermedad endémica1 que está conquistando nuevos terrenos en la misma medida que sus vectores (garrapatas) encuentran nuevos nichos ecológicos, muchas veces debido al cambio climático2. Sin embargo, no existe mucha información con respecto a la situación en la región cántabra, y más concretamente en relación a la piroplasmosis causada por T. equi, clásicamente encuadrada en las zonas más meridionales1, pero que recientemente ha sido encontrada en áreas más septentrionales, territorio habitual de B. caballi. Resultaría muy interesante conocer la evolución para cada especie de piroplasma y su vector para establecer medidas de prevención y tratamiento adecuadas.
En el Centro Militar de Cría Caballar (CMCC) de Mazcuerras, la política de manejo implica una cría en semilibertad de las yeguas y de estabulación para los machos a partir de los 3 años de edad. Debido a este diferente manejo, las yeguas presentan un mayor riesgo de picadura por garrapata, y por ende de contraer la enfermedad. La situación del CMCC de Mazcuerras puede proporcionar una información útil sobre la distribución de T. equi y B. caballi a lo largo de los años en Cantabria, pudiéndose comportar como un buen observatorio epidemiológico para la piroplasmosis equina de la región.
Existen distintos procedimientos para diagnosticar la piroplasmosis equina. Se puede utilizar la observación al microscopio de muestras de sangre; técnicas serológicas, como la prueba de fijación del complemento (IFAT) o el ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (cELISA); técnicas moleculares, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) recomienda como método de elección las técnicas serológicas para el diagnóstico de los portadores crónicos3.
El objetivo de este estudio es obtener datos de seroprevalencia y su evolución en el tiempo de B. caballi y T. equi en yeguas del CMCC de Mazcuerras.
MATERIAL Y MÉTODOS
El análisis se realizó en la totalidad de yeguas del CMCC de Mazcuerras (Cantabria), pertenecientes a las razas Bretona, Pura Raza Española y otras de deporte, sin especificar raza concreta (Tabla 1). Las muestras de suero fueron extraídas en los años 2010, 2014 y 2018 y almacenadas en el Laboratorio de Investigación Aplicada de Córdoba. Las yeguas de raza PRE proceden del CMCC de Jerez de la Frontera y llegaron al CMCC de Mazcuerras en el mismo año en que son incorporadas al estudio. La tasa de recambio de yeguas durante los ocho años del estudio ha sido muy elevada, de forma que solamente cuatro yeguas de las 96 analizadas han estado presentes durante todo el periodo de 2010 a 2018, mientras que otras 14 lo estaban en dos de los años analizados (Tabla 3).
RAZA | 2010 | 2014 | 2018 | TOTAL |
---|---|---|---|---|
Bretón | 10 | 9 | 15 | 34 |
Deporte (sin especificar) | 12 | 10 | 21 | 38 |
Pura Raza Española | 7 | 10 | 2 | 20 |
Total | 29 | 29 | 38 | 96 |
La técnica empleada es el enzimoinmunoensayo por competición (cELISA), que detecta anticuerpos contra T. equi y B. caballi. Esta técnica está recomendada por la OIE, por ser altamente específica3. Se utilizaron dos kits comerciales específicos, Theileria equi Antibody test kit y Babesia caballi Antibody test kit (VMRD,Pullman, WA 99163 USA) siguiendo las instrucciones del fabricante.
Para el análisis de los datos, se calcula el porcentaje directo de seroprevalencia, ya que se incluye la totalidad de yeguas que se encontraban en el CMCC en cada uno de los años estudiados.
RESULTADOS
El estudio muestra que un 84,37% de los animales analizados son seropositivos a uno o ambos agentes etiológicos de la piroplasmosis equina. Además, se observa un incremento importante de seropositivos entre el 2010 y el 2014, siendo en 2010 un 65,51%, en 2014 un 95,56% y un 89,48% en 2018 (Tabla 2). La seroprevalencia para T. equi ha ido aumentando progresivamente, mientras que para B. caballi se observa un incremento para el periodo 2010-2014, con un ligero descenso en 2018.
Seropositivos | 2010 (%) | 2014 (%) | 2018 (%) |
---|---|---|---|
T. equi | 48,27 | 75,86 | 76,68 |
B. caballi | 48,27 | 96,55 | 78,94 |
T. equi & B. caballi | 34,4 | 75,86 | 63,15 |
En el análisis por razas, hay que destacar cómo en el año 2010 la presencia de T. equi está asociada a B. caballi en la raza Bretón. Sin embargo, en 2014 se observa un repunte de resultados seropositivos exclusivos a B. caballi para que finalmente, en 2018, se detecten algunos ejemplares positivos exclusivamente a T. equi. En el tipo de caballos de deporte existen más seropositivos para B. caballi, pero se observa un incremento en la presencia de T. equi con los años. El caso del PRE es diferente, ya que las siete yeguas proceden de Jerez de la Frontera, siendo todas ellas seropositivas a T. equi, con tres de ellas también positivas a B. caballi. En definitiva, T. equi ha ido incrementando su contacto con las yeguas durante este periodo de ocho años (Tabla 3).
Los resultados de incidencia de seropositivos en los dos periodos de tiempo (2010-2014 y 2014-2018) indican también la existencia de una seroconversión con respecto a T. equi, con excepción de las cinco de la raza PRE, que son seropositivas desde el principio (Tabla 4).
DISCUSIÓN
Los resultados de este estudio indican que la seroprevalencia de T. equi ha aumentado progresivamente durante los años 2010, 2014 y 2018 en el CMCC de Mazcuerras, resultados coincidentes con otros estudios realizados previamente en otras regiones de España1,4,5. De ello se deduce que la enfermedad está territorialmente muy extendida, dados los altos valores de seroprevalencia. Una de las razones de esta progresión en el incremento de seropositivos se encuentra en el ciclo biológico de T. equi. Y es que, previamente a la infección de los eritrocitos, el parásito invade los linfocitos. De este modo, la respuesta inmune no es totalmente eficaz eliminando al parásito, permaneciendo de por vida en el organismo6. También se asocia la elevada seroprevalencia de T. equi en el CMCC a la procedencia de las yeguas PRE de Jerez de la Frontera, donde predomina T. equi.1.
La evolución de la seroprevalencia de B. caballi está en consonancia con su modelo de respuesta inmunitaria, dada la desaparición de los anticuerpos a los cuatro años de la parasitación, ya que el agente es eliminado completamente del organismo7. A pesar de todo, en determinados casos, aun cuando no se detecte en sangre, puede estar presente en tasas muy bajas6.
La seroprevalencia de T. equi, progresivamente mayor que de B. caballi, se ha descrito de forma similar en otros países endémicos, como Suiza, Italia e Irán8,9,10, no siendo así en otros países como Venezuela, en los que la seroprevalencia a B. caballi es superior6. De todos modos, estos datos comparativos son orientativos, dado que no solo hay que tener en cuenta la técnica de diagnóstico empleada en los estudios, sino también el número de animales analizados y el manejo y control llevado a cabo.
La exposición a las garrapatas por el sistema de explotación en cercados también es motivo de un aumento de la seroprevalencia de la piroplasmosis equina para ambos parásitos10, aunque también los animales estabulados pueden ver aumentada su seroprevalencia cuando se les pone en contacto con los vectores a través del forraje11. Por otro lado, se ha observado que caballos que no siguen los programas de vacunación contra otras enfermedades presentan una mayor seroprevalencia de piroplasmosis equina5. Sin embargo en el CMCC de Mazcuerras, no se puede asociar un aumento de la seroprevalencia de la piroplasmosis equina con una deficiencia en la vacunación.
También se han observado diferencias notables en relación a la seroprevalencia con otras regiones de España5. Esto puede deberse a la diversidad de climas, a la temperatura, la humedad, la vegetación e incluso a la diferente altitud de las regiones. Se ha demostrado que a más altitud, mayor población de garrapatas9, con lo que es de esperar un significativo incremento del porcentaje de seropositivos en regiones entre los 250-600 m de altitud, donde hay una mayor variedad de especies de Ixodes7. Por lo tanto, Cantabria, que es una región húmeda, con una altitud entre 200 y 600 m y con condiciones climáticas que favorecen la supervivencia, presencia y distribución de la garrapata en el medio ambiente, reúne las condiciones idóneas de habitabilidad del principal vector implicado en la transmisión de la piroplasmosis equina. Por otra parte, se ha observado que la población de garrapatas, concretamente Ixodes ricinus, se ha expandido, hecho que se puede relacionar con el cambio climático: inviernos más suaves, duración mayor de las estaciones y altas temperaturas, que favorecen la supervivencia de la garrapata2. De hecho, se ha descrito específicamente cómo Ixodes ricinus se extiende hacia latitudes más altas debido al cambio climático2. Aunque estas garrapatas no sean vectores habituales de piroplasmosis equina, sí permiten inferir que el cambio climático está afectando a la distribución geográfica de las garrapatas más habitualmente implicadas en la transmisión de la piroplasmosis equina, como Dermacentor spp, Rhipicephalus spp e Hyaloma spp.
CONCLUSIONES
La piroplasmosis equina, una enfermedad mundialmente extendida y endémica en España, está presente en Cantabria. T. equi ha visto favorecida su presencia en general en las latitudes más septentrionales de nuestro país, lo que ha provocado un aumento progresivo en su seroprevalencia a lo largo de los años de estudio en el CMCC de Mazcuerras en Cantabria. Una de las posibles razones podría girar en torno al cambio climático, que permite a los vectores de T. equi desarrollarse en áreas donde antes su supervivencia se veía comprometida.
La Diputación de Córdoba ha contribuido prestando sus instalaciones para realizar los análisis.