INTRODUCCIÓN
La talla depende de factores genéticos y ambientales1 y constituye uno de los indicadores que brinda información sobre el desarrollo de un país debido a que refleja las condiciones sociales en que vive la población y su repercusión en el estado de salud2. Los factores asociados con una menor o mayor talla son múltiples, tanto factores ambientales como la etnia, el nivel socioeconómico, la calidad de los alimentos ingeridos, aspectos hormonales y el estado de salud del niño3-4, o factores hereditarios como la talla media de los padres5-6.
A nivel mundial la talla difiere entre países, predominando la baja talla en los países en vías de desarrollo con niños y adolescentes malnutridos o con alta prevalencia de enfermedades infecciosas7. Por otra parte, estudios previos muestran que la población alta tiene mayor longevidad y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, o que las mujeres altas con adecuado estado nutricional tienen menos riesgo de complicaciones durante, antes y después del nacimiento de su hijo. También se ha relacionado la mayor estatura con mejor aprendizaje durante la niñez y cierto riesgo de desarrollo de algunos tipos de cánceres7.
Hasta la fecha, se han conducido más estudios para evaluar la tendencia de la talla en países desarrollados que en vías de desarrollo8. En el último siglo se ha observado una diferencia de estatura entre 19 y 20 centímetros en la población alta y baja, mejorando en los varones y manteniéndose estable en las mujeres en algunos países4. El incremento en la estatura no está correlacionado necesariamente con el índice de masa corporal (IMC). En Estados Unidos y Kiribati se ha encontrado una baja correlación entre la estatura y el IMC en varones y una correlación inversamente proporcional entre la estatura y el IMC en mujeres, y otros países como Francia, Japón y Singapur no han mostrado cambios sustanciales entre la ganancia de estatura y el IMC4.
Perú se ha caracterizado por presentar la mayor prevalencia de desnutrición crónica, situación que estaría íntimamente ligada con una menor talla en la población adulta. Sin embargo, en los últimos años, ha cambiado su situación económica, y actualmente tendría mayor probabilidad de mejorar la estatura promedio de la población peruana debido a la mejora económica presentada en los últimos años, situándose como un país de ingresos medios-altos9. Esta situación ha permitido mejorar las condiciones socioeconómicas de la población en general y consecuentemente, en la última década, el nivel de pobreza total en Perú disminuyó de 42,4% (2007) a 20,7% (2016)10. En este contexto: (i) se ha observado cambios en algunos indicadores nutricionales, por ejemplo, la desnutrición crónica en los niños menores de cinco años presenta una tendencia a la reducción11; (ii) el sobrepeso y la obesidad en los niños en edad escolar y adolescentes ha incrementado en todos los grupos etarios pero sobre todo en los niños en edad escolar12; (iii) han aumentado los estilos de vida no saludables como la baja actividad física en los jóvenes y adultos13, incluso en los niños, que dedican mayor tiempo al uso de videojuegos, internet, mirar televisión, etc.; y (iv) se ha ampliado el consumo de alimentos industrializados que se caracterizan por ser hipercalóricos (comida rápida, bocadillos dulces, salados y bebidas azucaradas).
Evidentemente la tendencia de la estatura permite comprender el impacto de la nutrición, determinantes ambientales, sociales, económicos y políticos en el crecimiento de los niños y adolescentes, inclusive de las futuras generaciones4. Es importante el desarrollo de estudios que evalúen la tendencia de la talla alta y baja en los niños y adolescentes peruanos debido a que permitirá sugerir la implementación de políticas públicas para mejorar la estatura de los niños y adolescentes peruanos y fortalecer algunos programas sociales sobre todo en las regiones más afectadas. El estudio tiene como objetivo analizar la tendencia de la talla alta y baja según edad, sexo, área de residencia y pobreza en los niños y adolescentes peruanos.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio de tendencia que analizó la talla alta y baja en 50.921 niños y adolescentes, que corresponde a la información recogida en la Vigilancia de Indicadores Nutricionales por etapas de vida que realizó el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (CENAN) del Instituto Nacional de Salud (INS) durante los años 2007, 2008, 2009-2010, 2011 y 2012-201312.
Población y muestra: Se incluyó a los peruanos entre 5 y 19 años residentes en los hogares peruanos, que fueron evaluados en la Vigilancia de Indicadores Nutricionales por etapas de vida realizada por el CENAN-INS. Las muestras utilizadas para este estudio fueron representativas y probabilísticas de hogares peruanos y fueron calculados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para la evaluación de la pobreza en hogares peruanos, la cual comparte con el CENAN-INS para la evaluación nutricional en los miembros de los hogares peruanos14-19. La tasa de respuesta fue alta (82 a 88%), y cabe precisar que algunos períodos de recolección de datos se prolongaron hasta el subsiguiente año, debido a razones logísticas porque el período de recolección de datos se inició en los últimos meses de un año y culminó en los primeros meses del año siguiente, pero pertenecen a la misma muestra que fue calculada para brindar información con inferencia nacional.
Variables: La medición de talla se realizó mediante la técnica antropométrica establecida por el Ministerio de Salud de Perú, es decir, se utilizaron tallímetros de madera confeccionados según especificaciones técnicas del CENAN20.
La talla se evaluó mediante el indicador de Talla/Edad (T/E), que se emplea para evaluar el crecimiento según la edad, talla y sexo del niño. El indicador T/E permite identificar a los niños con retardo en el crecimiento y niños altos (crecimiento excesivo). Se consideró talla alta (T/E>2 desviación estándar (DE)), normal o adecuada (T/E≥-2 a ≤2 DE), baja (T/E<-2 a -3 DE) y baja severa (T/E<-3 DE)20. Es necesario precisar que la talla baja y muy severa se recategorizó en talla baja.
La pobreza se evaluó mediante enfoque monetario y absoluto, a través de un cuestionario aplicado al hogar por el personal del INEI. Se definió, pobre extremo (no cubre las necesidades de alimentación), pobre (cubren alimentación, pero no cubre educación, salud, vestido, calzado, etc.) y no pobre (cubren todas las necesidades)10. La evaluación de la pobreza fue realizada por el INEI10.
Análisis estadístico: El procesamiento se realizó en SPSS para muestras complejas y se ajustó por factor de ponderación. Se calcularon porcentajes, intervalo de confianza y χ2 de tendencia lineal de la talla alta y baja. El análisis se realizó estratificando la talla por sexo, edad, área de residencia y pobreza.
Aspectos éticos: El estudio consideró el cumplimiento de los aspectos éticos considerados en la Declaración de Helsinki; se solicitó el consentimiento escrito de los padres o apoderados legales y el asentimiento informado verbal de los niños ≤9 años. El estudio se realizó en el marco de las actividades de vigilancia alimentaria y nutricional, por lo que no fue necesaria la evaluación del Comité de ética, sin embargo, fue aprobado en el plan operativo institucional.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se describen las características poblacionales de los participantes de estudio de acuerdo a los años de recolección de datos. Los participantes mostraron una distribución porcentual similar según la edad, sexo y área de residencia durante el período de estudio (p>0,05) excepto en pobreza. La pobreza extrema disminuyó 10 puntos porcentuales (pp) entre el 2007 al 2013 mientras que la población no pobre aumentó en 16 pp en el mismo período de estudio (p<0,05).
Características | 2007 | 2008 | 2009-2010 | 2011 | 2012-2013 | Valor p* | |||||
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N=6.041 | % | N=5.742 | % | N=22.217 | % | N=5.641 | % | N=11.280 | % | ||
Edad (años) | 0,099 | ||||||||||
5 a 9 | 1.932 | 29,2 | 1.989 | 31,7 | 7.368 | 30,7 | 1.912 | 29,0 | 3.817 | 28,7 | |
10 a 14 | 2.307 | 38,3 | 2.108 | 36,4 | 8.126 | 34,7 | 2.048 | 36,1 | 4.018 | 36,1 | |
15 a 19 | 1.802 | 32,5 | 1.645 | 31,9 | 6.723 | 34,6 | 1.681 | 34,8 | 3.445 | 35,2 | |
Sexo | 0,294 | ||||||||||
Masculino | 3.051 | 53,0 | 2.901 | 53,4 | 11.204 | 51,8 | 2.810 | 52,4 | 5.620 | 52,3 | |
Femenino | 2.990 | 47,0 | 2.841 | 46,6 | 11.013 | 48,2 | 2.831 | 47,6 | 5.660 | 47,7 | |
Pobreza | <0,001 | ||||||||||
Pobre extremo | 1.261 | 17,1 | 1.236 | 18,2 | 3.899 | 13,2 | 609 | 8,4 | 1.085 | 7,2 | |
Pobre | 1.904 | 31,3 | 1.533 | 25,6 | 6.415 | 26,5 | 1.621 | 27,3 | 3.070 | 25,5 | |
No pobre | 2.874 | 51,6 | 2.928 | 56,2 | 11.903 | 60,3 | 3.411 | 64,3 | 7.125 | 67,3 | |
Área de residencia | 0,066 | ||||||||||
Urbana | 3.484 | 62,2 | 3.167 | 61,3 | 11.716 | 68,4 | 3.185 | 69,7 | 6.213 | 69,9 | |
Rural | 2.557 | 37,8 | 2.575 | 38,7 | 10.501 | 31,6 | 2.456 | 30,3 | 5.067 | 30,1 |
N: tamaño de la muestra; *χ2 de tendencia lineal.
Como se observa en la Figura 1, el porcentaje de personas de edades comprendidas entre los 5 a los 19 años con talla alta a lo largo del período de estudio no varió significativamente (p=0,728), mientras que este porcentaje si varió considerablemente (p<0,001) para la talla baja, pasando de un 25,4% (IC95%=23,6%-27,3%) en 2007 a 18,8% (IC95%=17,6%-20,1%) entre 2012-2013.
En el porcentaje de talla alta de los peruanos para el período de estudio distinguiendo por grupo de edad, sexo, pobreza y área de residencia no se observó diferencias significativas (Tabla 2). Por el contrario, el porcentaje de talla baja sí que mostró diferencias relevantes a lo largo del período al distinguir por edad, sexo, pobreza y área de residencia (p<0,05), a excepción del grupo de pobreza que se definió como pobre (Tabla 3).
Características | 2007 | 2008 | 2009-2010 | 2011 | 2012-2013 | Valor p* | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
% | IC 95% | % | IC 95% | % | IC 95% | % | IC 95% | % | IC 95% | |||||||
Edad (años) | ||||||||||||||||
5 a 9 | 0,7 | 0,4 | 1,4 | 0,3 | 0,1 | 1,0 | 0,6 | 0,4 | 1,0 | 0,2 | 0,1 | 0,4 | 0,7 | 0,4 | 1,3 | 0,402 |
10 a 14 | 0,7 | 0,3 | 1,4 | 0,2 | 0,1 | 0,8 | 0,4 | 0,2 | 0,8 | 0,1 | 0,0 | 0,4 | 0,5 | 0,2 | 0,9 | 0,591 |
15 a 19 | 0,0 | 0,0 | 0,0 | 0,0 | 0,0 | 0,0 | 0,1 | 0,0 | 0,2 | 0,0 | 0,0 | 0,1 | 0,0 | 0,0 | 0,0 | 0,807 |
Sexo | ||||||||||||||||
Masculino | 0,5 | 0,2 | 0,9 | 0,3 | 0,1 | 0,8 | 0,4 | 0,3 | 0,7 | 0,1 | 0,0 | 0,2 | 0,5 | 0,3 | 0,9 | 0,771 |
Femenino | 0,5 | 0,2 | 1,0 | 0,0 | 0,0 | 0,1 | 0,3 | 0,2 | 0,4 | 0,1 | 0,0 | 0,3 | 0,2 | 0,1 | 0,4 | 0,840 |
Pobreza | ||||||||||||||||
Pobre extremo | 0,4 | 0,2 | 1,1 | 0,0 | 0,0 | 0,0 | 0,0 | 0,0 | 0,2 | 0,2 | 0,0 | 1,2 | 0,1 | 0,0 | 0,4 | 0,082 |
Pobre | 0,0 | 0,0 | 0,2 | 0,0 | 0,0 | 0,1 | 0,2 | 0,1 | 0,4 | 0,0 | 0,0 | 0,1 | 0,2 | 0,1 | 0,4 | 0,304 |
No pobre | 0,7 | 0,4 | 1,3 | 0,3 | 0,1 | 0,7 | 0,5 | 0,3 | 0,7 | 0,0 | 0,1 | 0,3 | 0,5 | 0,3 | 0,8 | 0,984 |
Área de residencia | ||||||||||||||||
Urbana | 0,5 | 0,3 | 1,0 | 0,2 | 0,1 | 0,7 | 0,5 | 0,4 | 0,7 | 0,1 | 0,0 | 0,2 | 0,5 | 0,3 | 0,7 | 0,557 |
Rural | 0,3 | 0,1 | 0,7 | 0,0 | 0,0 | 0,2 | 0,0 | 0,0 | 0,1 | 0,1 | 0,0 | 0,3 | 0,2 | 0,1 | 0,4 | 0,866 |
IC 95%: Intervalo de confianza al 95%; *χ2 de tendencia lineal.
Características | 2007 | 2008 | 2009-2010 | 2011 | 2012-2013 | Valor p* | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
% | IC 95% | % | IC 95% | % | IC 95% | % | IC 95% | % | IC 95% | |||||||
Edad (años) | ||||||||||||||||
5 a 9 | 21,2 | 18,8 | 23,9 | 17,9 | 15,7 | 20,5 | 16,2 | 15,0 | 17,5 | 12,6 | 11,0 | 14,5 | 12,9 | 11,4 | 14,6 | <0,001 |
10 a 14 | 21,2 | 24,6 | 29,8 | 24,9 | 22,5 | 27,5 | 21,7 | 20,4 | 23,0 | 18,9 | 16,7 | 21,3 | 17,4 | 15,8 | 19,1 | <0,001 |
15 a 19 | 27,2 | 24,6 | 30,0 | 26,0 | 23,2 | 28,9 | 25,7 | 24,3 | 27,2 | 21,7 | 19,4 | 24,2 | 25,1 | 23,0 | 27,3 | 0,001 |
Sexo | ||||||||||||||||
Masculino | 25,7 | 23,5 | 28,0 | 23,4 | 21,2 | 25,6 | 21,6 | 20,5 | 22,8 | 18,4 | 16,6 | 20,4 | 19,3 | 17,7 | 21,0 | <0,001 |
Femenino | 25,1 | 22,8 | 27,5 | 22,7 | 20,6 | 24,9 | 21,1 | 20,1 | 22,3 | 17,6 | 15,7 | 19,8 | 18,2 | 16,8 | 19,8 | <0,001 |
Pobreza | ||||||||||||||||
Pobre extremo | 49,5 | 45,5 | 53,5 | 46,5 | 42,3 | 50,7 | 42,8 | 40,2 | 45,4 | 39,4 | 33,5 | 45,6 | 38,6 | 34,3 | 43,1 | <0,001 |
Pobre | 29,4 | 26,4 | 32,7 | 27,4 | 24,5 | 30,5 | 27,3 | 25,7 | 29,0 | 26,8 | 23,8 | 30,2 | 27,3 | 24,8 | 30,0 | 0,259 |
No pobre | 15,0 | 13,0 | 17,1 | 13,5 | 11,7 | 15,4 | 14,1 | 13,2 | 15,0 | 11,6 | 10,1 | 13,2 | 13,5 | 12,2 | 14,8 | 0,002 |
Área de residencia | ||||||||||||||||
Urbana | 16,5 | 14,5 | 18,7 | 12,5 | 11,0 | 14,2 | 14,3 | 13,4 | 15,3 | 11,7 | 10,2 | 13,5 | 13,4 | 12,0 | 14,9 | <0,001 |
Rural | 40,1 | 36,9 | 43,4 | 39,7 | 36,7 | 42,7 | 36,7 | 35,2 | 38,3 | 32,7 | 29,9 | 35,6 | 31,4 | 29,3 | 33,6 | <0,001 |
IC 95%: Intervalo de confianza al 95%; *χ2 de tendencia lineal.
Concretamente se observó que la mayor reducción en el porcentaje de la talla baja se produjo en el grupo de edad entre 5 a 9 años, que pasó de un 21,2% (IC95%=18,8%-23,9%) a 12,9% (IC95%=11,4%-14,6%) entre los años 2007 y 2012-2013 respectivamente (Tabla 2). También observamos que el grupo de participantes de 5 a 19 años con una pobreza extrema pasó de 49,5% (IC95%=45,5%-53,5%) a 38,6% (IC95%=34,3%-43,1%) entre el 2007 al 2013. Asimismo, una reducción notable de la talla baja se produjo en el área rural pasando de 40,1% (IC95%=36,9%-43,4%) a 31,4% (IC95%=29,3%-33,6%). Por otra parte, la reducción en niños y niñas fue similar (aproximadamente una disminución del 4%) en el período de estudio.
DISCUSIÓN
Los resultados del estudio mostraron que no hubo cambios significativos en el porcentaje de niños de entre 5 y 19 años que tenían talla alta, ni para el total, ni distinguiendo por grupo etario, sexo, pobreza o ámbito rural o urbano. Mientras que sí se observó una reducción del porcentaje de niños con talla baja entre los años 2007 y 2012-2013, principalmente en el grupo de entre 5 a 9 años, en los pobres extremos y en el área rural, y fue similar en niños y niñas.
La quinta parte de la población estudiada presentó talla baja, siendo mayor que lo reportado en escolares chinos21, niños en edad escolar de Jordania22 y similares a lo evidenciado en niños colombianos23; situación que podría ser explicada por el mayor desarrollo económico en países asiáticos frente a algunos países latinoamericanos que están en vías de desarrollo y presentan cierta similitud en su desarrollo y perfil de salud. Por otra parte, en la última década se ha observado una disminución de la desnutrición crónica en los niños peruanos24, lo que ha contribuido en la reducción de la talla baja durante el período de estudio; situación que guarda coherencia con la literatura existente, que señala la desnutrición crónica como una de las causas que impacta en la talla baja11. Un hallazgo del estudio sería la reducción de la talla baja y altamente significativa en el grupo etario de 5 a 9 años, observándose una ligera diferencia a favor de los hombres en los que, al parecer, el inicio de la pubertad favorecería el crecimiento de la estatura, mientras que en las mujeres esta etapa coincide con el inicio de la menarquia que produciría un crecimiento más lento25.
Otro aspecto importante fue la reducción de 12,1 pp de la talla baja en los pobres extremos, sobre todo en el área rural que presentó una reducción de 7,3 pp, situación que coincide con el incremento del sobrepeso y la obesidad en los niños y adolescentes peruanos12, y que guarda coherencia con el incremento del sobrepeso y obesidad a nivel mundial26, lo que podría explicar de cierta forma el incremento de la talla en estos grupos etarios sobre todo a tempranas edades. A este respecto, la literatura existente señala que la obesidad acelera la velocidad de crecimiento y la maduración esquelética en los niños en cierto momento; y posteriormente el crecimiento es lento afectando el crecimiento normal de la persona durante la adultez3 27. Otros determinantes que influyen en el crecimiento de los niños son los aspectos genéticos y hormonales que incrementan o reducen la velocidad de crecimiento3; este panorama reflejaría, de cierta manera, una mejora de las condiciones nutricionales y ambientales de los niños y adolescentes peruanos.
También se observó que la tendencia de la talla baja fue a la reducción en los no pobres. Entre las posibles explicaciones se podría mencionar la mejora en la capacidad adquisitiva que favorecería el mayor acceso y la ingesta de alimentos ricos en proteínas de origen animal, que constituyen la alimentación clave en el crecimiento28 repercutiendo favorablemente en el crecimiento del niño y disminuyendo la baja talla.
Una limitación del estudio sería que la evaluación de la talla se realizó a los miembros del hogar, lo que podría constituir un posible sesgo de selección, sin embargo, la tasa de no respuesta es aceptable (aproximadamente 18 a 12%). Por otro lado, la muestra es aleatoria y representativa de los hogares peruanos, por lo que presentaría una estimación de la talla bastante cercana a lo real. Una fortaleza del estudio constituye el trabajo colaborativo, interinstitucional entre el INEI de Perú y el INS que brinda el soporte técnico y metodológico en el estudio; por un lado, el INEI realiza el diseño de la muestra y evaluación de la pobreza y, por otro lado, el INS realiza la evaluación antropométrica previa capacitación en técnica y precisión antropométrica a los evaluadores de la talla para la recolección de datos confiables y realiza la recolección de datos en campo.
CONCLUSIONES
La tendencia del porcentaje de niños de entre 5 a 19 años de edad peruanos se mantuvo de forma similar en el período 2007-2013, hubo una reducción de la talla baja principalmente en el grupo de edad 5 a 9 años, pobres extremos, residentes del área rural y similar según sexos. Los resultados sugieren que se debe continuar con las intervenciones educativas destinadas a promover el control de crecimiento y desarrollo de los niños y adolescentes para: identificar oportunamente las alteraciones en la talla; brindar el tratamiento; fomentar la ingesta de alimentos de fuente proteica, fruta, verduras y alimentos integrales que provean diferentes nutrientes; estimular el incremento de la actividad física y fortalecer tópicos sobre alimentación y nutrición en el currículo educativo.