INTRODUCCIÓN
La organización mundial de la salud (OMS) considera a las personas entre 60 a 74 años como “individuos de edad avanzada”; entre 75 a 90 como “viejas o ancianas”, y las que sobrepasan los 90 se les denomina “grandes viejos o grandes longevos”. A todo individuo mayor de 60 años se le llamará de forma indistinta “persona de la tercera edad” y es de gran importancia proporcionar atención integral a esta población y así evitar que se vea alterada su calidad de vida (1, 2).
La cavidad bucal continuamente se encuentra sujeta a modificaciones debido a diferentes factores irritantes que actúan sobre la mucosa. Conforme aumenta la edad también se modifican los tejidos orales influyendo así en el estado de salud tanto oral como sistémico; es por esto que los signos de diversas patologías se presentan de forma distinta en las diversas etapas de la vida (3). Las patologías mas comunes que se presentan en pacientes geriátricos pueden relacionarse directamente con el proceso de envejecimiento, los cambios metabólicos, los factores nutricionales, el consumo de medicamentos, el uso de prótesis orales, los hábitos psicológicos, así como el consumo de tabaco o vicios similares. Por lo tanto, es importante el estudio de las diferentes condiciones, las cuales pueden convertirse en factores de riesgo para la aparición de lesiones en la mucosa oral (4). Sin embargo, no se puede dejar de lado las afecciones sistémicas del individuo, las cuales pueden tener gran impacto sobre la salud bucal, siendo las manifestaciones orales en algunos casos el primer signo de la instauración de la enfermedad (5).
Por otra parte, la nutrición es la base de la energía de los seres vivos. Es considerada como un requisito indispensable para todos los seres humanos y su alteración genera un estado de malnutrición que se acompaña de diversas manifestaciones clínicas las cuales alteran el estado físico, social y emocional (6, 7). Pueden presentarse diversos trastornos bioquímicos, funcionales y clínicos relacionados con la carencia o exceso de uno o varios nutrientes; dentro de estas últimas se encuentran aquellas ubicadas en la cavidad bucal repercutiendo así en el sistema estomatognático (8).
La salud oral y la nutrición presentan sinergismo. Las infecciones orales afectan las función masticatoria y, por ende, el régimen alimenticio y estado nutricional. Asimismo, el patrón nutricional influyen en la integridad de la cavidad oral y contribuyen a la progresión de las enfermedades orales (9). La dieta y la nutrición son esenciales para el desarrollo de los dientes, la integridad de las encías y la mucosa, la fortaleza del hueso y la prevención y tratamiento de las enfermedades de la cavidad oral (10).
Por lo anterior, es importante estudiar la prevalencia de lesiones en la mucosa oral, alteraciones sistémicas y condiciones nutricionales en poblaciones geriátricas. En países en vía de desarrollo, los adultos mayores son considerados como un grupo poblacional con vulnerabilidad física, social, económica y psicológica; además, no se cuenta con una cultura de prevención que permita disminuir, controlar o solucionar afecciones propias de este grupo etario. El propósito del presente estudio consistió en describir la prevalencia de lesiones orales, alteraciones sistémicas y patrón nutricional de una muestra de adultos mayores en Cartagena (Colombia).
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño y población de estudio
El presente estudio presentó un diseño descriptivo de corte transversal. El cual se desarrolló en cinco centros geriátricos (CG) en la ciudad de Cartagena de Indias (Colombia). La población objeto de estudio correspondió a adultos mayores que 59 años internos o asistentes a los centros geriátricos, Betania, San José, La Milagrosa, Alcaldía Menor y San Pedro Claver, que ofrecen cobertura en diversas zonas de la ciudad. La muestra estuvo constituida por 185 participantes que correspondieron a la totalidad de la población objeto de estudio.
Consideraciones éticas
Los sujetos de estudio aprobaron su participación mediante consentimiento informado por escrito. Esto permitió la realización del examen intraoral y acceso a la historia clínica. El presente trabajo fue aprobado por el comité de ética de la Corporación Universitaria Rafael Núñez (Cartagena, Colombia).
Evaluación del estado de salud oral y sistémico
El grupo de investigadores tuvo acceso a las historias clínicas de los participantes, de esta forma se recolectó información relacionada a las afecciones sistémicas diagnosticadas así como terapéutica farmacológica instaurada. Un especialista en estomatología y cirugía oral realizó un examen físico general e intraoral. En este último se tuvo en cuenta la presencia y ubicación de lesiones orales.
Medición del patrón nutricional
El patrón nutricional de los sujetos de estudio se obtuvo mediante un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos semicuantitativo (FFQ) (11). Noventa alimentos de consumo común se compilaron a partir de datos recogidos durante una encuesta previa sobre la dieta en las mismas comunidades. A cada participante se les pidió estimar el número de veces por día que ingerían los alimentos así como el tamaño de las porciones consumidas; a partir de esto se determinó la ingesta en gramos por semana de cada alimento.
Todos los alimentos se agruparon en 11 grupos conforme su composición física para facilitar el análisis de los datos, así: farináceos (carbohidratos complejos), carnes rojas, pescado, huevo, lácteos (leche, queso, suero y derivados), frutas, hortalizas, golosinas (snacks, dulces, galletas, etc), carnes frías (embutidos, carnes procesadas), comidas rápidas (perritos calientes, hamburguesas, etc.) y suplementos vitamínicos (vitamina C, centrum, tarrito rojo, etc.). Cabe aclarar que la dieta provista por cada centro geriátrico es generalizada para toda sus integrantes.
Análisis estadístico
El análisis estadístico de los datos consistió en un análisis descriptivo univariado mediante tablas de frecuencia (frecuencia absoluta y frecuencia relativa) y gráficos. Todos los análisis se realizaron mediante el software estadístico SPSS v20 (IBM Corp. IBM SPSS statistics for Windows versión 20. Armonk, NY. USA).
RESULTADOS
Hicieron parte del estudio 185 adultos mayores de 59 años de los cuales el 51,9% fueron de género femenino y el 48,1% del género masculino. El promedio de edad observada fue de 74,1±10,5 años (Tabla 1).
Conforme al estado de salud bucal, las lesiones orales con mayor frecuencia fueron el tumor compatible con torus en el 47,1% de los participantes, seguida de fisuras en lengua (24,9%), pseudoplaca compatible con lengua saburral (19,5%) e hiperplasia gingival (14,1%), entre otras (Tabla 2). Con respecto a la ubicación de las lesiones observadas en cavidad bucal, el paladar duro (33,5%), el dorso de la lengua (33,5%) y la tabla interna de la mandíbula (19,5%) fueron los sitios más afectados (Tabla 3).
Con respecto a las alteraciones sistémicas, se observó que el 50,8% de los participantes presentaron diagnostico de hipertensión arterial; un 38,4%, diabetes mellitus; un 16,6%, gastritis; el 14,1%, alergias y el 9,2%, artritis, entre otras enfermedades (Tabla 4).
En cuanto al patrón nutricional representado por el consumo en gramos por semana de los 11 grupos de alimentos, se observó un consumo promedio de 3.408±1.068 gr/semana de alimentos farináceos, como son: los cereales y derivados integrales (pan, pasta, arroz, etc.), tubérculos (papa, yuca, ñame, etc.) y legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles o judías, etc); junto con 1.956±1.682 gr/semana de frutas de temporada (mango, guayaba, banano, papaya, mandarina, piña, etc.) y 1.616±514 gr/semana de productos lácteos (leche, queso, suero, yogur, etc.). Los alimentos con gran aporte proteico de origen animal, como son: las carnes rojas, el pescado y el huevo, no superaron los 1.000 gr/semana (Tabla 5 y Figura 1).
DISCUSIÓN
El tamaño de la población mayor está aumentando en todo el mundo, lo que despierta un interés en estudiar y conocer el estado de salud oral de dichos individuos. Aunque la prevalencia de las alteraciones de la mucosa oral se ha encontrado ser mayor en sujetos de avanzada edad, éste no se considera que sea el único factor correlacionado con trastornos de la mucosa oral; otros factores, tales como traumatismos, enfermedades sistémicas y el estado nutricional, también pueden influir en el desarrollo de enfermedades de la mucosa oral (12).
Mozafari PM et al. reportaron la prevalencia de lesiones orales en 237 ancianos que vivían en cinco hogares geriátricos en el noreste de Irán. La lesión más común fue fisuras localizadas en la lengua (66,5%) seguida por atrofias situadas en la lengua (48,8%) (13). Estos hallazgos difieren un poco con los observados en el presente estudio cuya lesión más frecuente fue el tumor compatible con torus (47,1%) seguida con fisuras en lengua (24,9%). Esta discrepancia se podría explicar debido a que el torus es una malformación muy común en países suramericanos además de estar relacionada con factores ambientales, raciales, la edad y el género (14-16). Mientras que las fisuras en lengua son alteraciones benignas que afectan a la población mundial, pueden ser congénitas, se manifiestan en cualquier etapa de la vida y se exacerban con la edad, siendo más comunes en el adulto mayor.
Otros estudios similares han revelado resultados muy variables con relación a la prevalencia de lesiones orales, Ferreira RC et al. reportaron como lesión más frecuente a las varices sublinguales (51,6%) (17). Saintrain MV et al. reportaron a las manchas como las más frecuentes (57,7%) (18). Shet R et al. también afirman que las varices sublinguales son las lesiones con mayor frecuencia (13,68%) (19), presentado diferencias con el actual estudio en donde las varices ocupó el sexto lugar con un 10,3%, mientras que las manchas ocuparon un 13,5%.
Referente a las afecciones sistémica, Triantos D. reportó los hallazgos intraorales y las condiciones generales de salud en una población de 316 pacientes de 65 años de edad o más; en los resultados, destaca que la afección sistémica de mayor frecuencia fue hipertensión (57%) seguida por problemas cardiovasculares (41%) mientras que, en boca, el hallazgo más común fue estomatitis (20). Esto coincide con el presente estudio, la hipertensión arterial fue la alteración sistémica mas común (50,8%). Dicha coincidencia está ampliamente relacionada con la alta prevalencia de la hipertensión a nivel mundial y su asociación con el factor edad; la organización mundial de la salud (OMS) afirma que cada 30 años el número de personas afectadas se incrementará en más de 400 millones de personas, también asevera que la prevalencia creciente de la hipertensión se atribuye al aumento de la población, a su envejecimiento y a factores de riesgo relacionados (21).
En cuanto al patrón nutricional, no existen reportes previos en población adulta mayor en Colombia que evalúe el consumo en gramos por semana de estos. Sin embargo, se puede discutir el bajo consumo de alimentos con alto contenido proteico observado en los participantes del presente estudio. Esto demuestra el grado de vulnerabilidad que presenta este grupo poblacional, además de posibles alteraciones nutricionales (22).