INTRODUCCIÓN
La Terapia de Interacción Padres-Hijos (Parent-Child Interaction Therapy, PCIT; Eyberg, 1988, 1999; Eyberg & Funderburk, 2011; Hembree-Kigin & McNeil, 1995; McNeil & Hembree-Kigin, 2011) es una intervención que ha demostrado su eficacia con niños de 2 a 7 años con problemas de conducta. A lo largo de los años se han incrementado los estudios dedicados a medir su efectividad, eficacia, eficiencia, y se ha adaptado a diversos problemas, formatos, culturas, contextos y edades, con resultados exitosos.
La PCIT es una intervención breve que parte de que las conductas problemáticas que presentan los niños que acuden a consulta por este motivo tienen dos funciones: conseguir atención o estimulación y/o escapar de las demandas (Ferro & Ascanio, 2017), y sus dos fases están dirigidas a intervenir sobre estas dos funciones. Su objetivo es establecer una relación entre padres e hijos cálida y amorosa, en la cual los padres aprendan a decrementar las conductas disruptivas de sus hijos, y todo esto hacerlo a través de la situación más natural para un niño que es el juego (Eyberg, 1988). En la primera fase denominada Interacción Dirigida por el Niño (Child-Directed Interaction, CDI), el tratamiento se centra en enseñar a los padres a usar la atención selectiva, a través de unas habilidades (elogiar, parafrasear, imitar, describir y mostrar entusiasmo) y evitar una serie de actitudes comunes en los padres (dar órdenes, hacer preguntas y/o criticar) y esto se hace en vivo en una situación de juego. En la segunda fase, llamada Interacción Dirigida por los Padres (Parent-Directed Interaction, PDI), la terapia se centra en estrategias de disciplina. Los padres son enseñados en vivo a cómo dirigirse a sus hijos y cómo aplicar consecuencias consistentes a sus conductas, cómo dar instrucciones y hacerlas cumplir, acordar consecuencias por la obediencia y por la desobediencia, y cómo aplicar un Tiempo Fuera eficaz. Se les explica la lógica del juego y se les asignan las tareas que se han entrenado en vivo para aplicarlas en la casa.
Las principales características que diferencian la PCIT de otros programas de Entrenamiento de Padres (EP) son: 1) ser una intervención ideográfica, adaptada a cada familia, 2) llevar a cabo el entrenamiento en vivo, directamente sobre la interacción padres-hijo, permitiendo practicar las habilidades y dando un feedback inmediato a los padres, y 3) el uso del juego como situación natural en las relaciones con niños (Ferro & Ascanio, 2014).
Existen varios manuales de PCIT (Eyberg, 1999; Eyberg & Funderburk, 2011; Ferro & Ascanio, 2017; Hembree-Kigin & McNeil, 1995; McNeil & Hembree-Kigin, 2011; Niec, 2018) y también, un libro interactivo online (Jent et al., 2014). Además, recientemente se han publicado manuales adaptando la terapia a menores de dos años (Girard et al., 2018) y al Trastorno del Espectro del Autismo (McNeil et al., 2018).
Recientemente en el ámbito infantil se han modificado los criterios para considerar la evidencia de las terapias. En este trabajo se han utilizado los criterios que usa la Society of Clinical Child and Adolescent Psychology (SCCAP, 2017), que se basan en los de Southam-Gerow y Prinstein (2014). Se proponen cinco criterios metodológicos y cinco niveles de apoyo a la evidencia. Los criterios metodológicos (ver Tabla 1) son: los diseños experimentales utilizados, la definición de la variable independiente, la definición de la población a la que se aplica, una evaluación de los resultados válida y fiable, y un análisis adecuado de los datos. En cuanto a los niveles de evidencia (ver Tabla 2) se dividen en: una terapia bien establecida, probablemente eficaz, posiblemente eficaz, en vías de experimentación, y de una eficacia cuestionable, con sus criterios respectivos.
Hay varias revisiones sobre la PCIT pero no de forma sistemática ni exhaustiva, tampoco actualizadas, e incluso hay meta-análisis de la misma. Algunos de estos meta-análisis se han dedicado a problemas de conducta, demostrando buenos resultados en su efectividad pero en cuanto a su eficacia, hay más variabilidad en los resultados (Cooley et al., 2014; Gallagher, 2003; Ward et al., 2016). Hay otros dos de estos estudios sobre la eficacia en el tratamiento del maltrato infantil pero presentan resultados poco concluyentes (Euser et al., 2015; Kennedy et al., 2016).
El presente trabajo es una revisión sistemática de los estudios empíricos de la eficacia y la efectividad de la PCIT. Se ha actualizado una revisión anterior (Ferro & Ascanio, 2017) hasta el año 2019 inclusive. La revisión se ha centrado en las cinco problemáticas: problemas de conducta, Trastorno Negativista Desafiante, Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, prevención y tratamiento del Maltrato Infantil. Además, dentro de cada problemática, los estudios se han dividido en estudios de efectividad y de eficacia. Los estudios de efectividad se han clasificado en función del tipo de diseño: estudios de caso único y estudios de grupo, que agrupan diseño intra-grupo con medidas pre-post, diseños de línea base múltiple, y otros diseños de grupo que intercalan fases de intervención. También los estudios de eficacia se han clasificado en: diseño entre-grupos con medidas pre-post, entre-grupos con grupo control, entre-grupos aleatorizados y diseños factoriales. Los estudios que muestran una comorbilidad en los diagnósticos han sido considerados en varias categorías, siempre que midan de forma específica tal problemática.
1. MÉTODO
Se han revisado numerosos artículos en distintos idiomas (inglés, español, y alemán) publicados en las bases de datos de: Scopus, Web of Science, Psyclit, Google Scholar, ResearchGate, Dialnet; y otras de la propia terapia, como PCIT International, UF Health y UC Davis; y también en manuales recientes, como: Girard et al. (2018) y McNeil et al. (2018), donde aparecen trabajos inéditos. En las bases de datos se utilizaron palabras clave de búsqueda en inglés: “parent-child interaction therapy”, y “PCIT”. El principal criterio para la selección de los artículos fue que estos presentasen datos y medidas específicas sobre la efectividad o eficacia de la PCIT en las problemáticas mencionadas y en muestras de participantes de problemática definida. En primera instancia se consiguieron 225 artículos, de los cuales se excluyeron 60 porque no alcanzaban los criterios, eran teóricos o no aplicaban el protocolo completo de la terapia. Así, se seleccionaron un total de 165 estudios empíricos. Posteriormente, se excluyeron 20 de ellos porque presentaban datos negativos o sin diferencias significativas, y otros 8 se dedicaban a estudiar la eficiencia de la terapia y también fueron excluidos. Finalmente, se seleccionaron 137 trabajos empíricos con resultados postitivos. Algunos de estos estudios se consideraron en varias categorías de las problemáticas analizadas, por las razones expuestas anteriormente.
2. RESULTADOS
A continuación, se describen los resultados de los estudios empíricos de la aplicación de PCIT en distintas problemáticas en la infancia: problemas de conducta, Trastorno Negativista Desafiante, Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, prevención del maltrato infantil y tratamiento de este.
2.1. Problemas de conducta en la infancia
Los problemas de conducta disruptiva en la infancia son el área en la que más se ha aplicado PCIT. Entre los estudios de efectividad están los estudios de caso único con diferencias en las medidas pre-post, de los cuales se han encontrado 20 con resultados positivos, tal y como recoge la Tabla 3. En esta misma tabla se exponen 4 estudios de línea base múltiple con diferencias significativas en los resultados, y 28 estudios con un diseño intra-grupo y cambios estadísticamente significativos. Como se puede ver en la Tabla 3, en los estudios de eficacia en esta problemática, se han encontrado 11 con diseño entre-grupos con medidas pre-post intervención y con diferencias estadísticamente significativas. Los estudios con diseño entre-grupos con grupo control con diferencias estadísticamente significativas son 4. Estudios con diseño experimental entre-grupos aleatorizados y con diferencias estadísticamente significativas, se han encontrado 17. Estos estudios entre-grupos, comparan PCIT frente a diversos tratamientos alternativos (Chicago Parent Program, Terapia Sistémica, Psicología Positiva, consulta pediátrica estándar, psicoeducación, Terapia Cognitivo-Conductual, técnicas conductuales de disciplina), y a grupo control (no tratamiento, lista de espera).
Por otro lado, se han encontrado 12 estudios donde no hay resultados positivos en esta problemática y se han excluido. Hay un estudio de caso donde no hay diferencias entre las medidas pre-post (Fricker-Elhai et al. 2005) y un estudio con un diseño de línea base múltiple que no presenta resultados concluyentes por limitaciones metodológicas (Madigan, 2011). Tampoco obtiene resultados significativos el estudio con un diseño intragrupo de cuatro medidas repetidas (Riley, 2014). Se han encontrado 4 estudios con diseño entre-grupos sin resultados estadísticamente significativos comparando con un tratamiento usual y con la terapia completada o sin terminar (Bjørseth y Wichstrøm, 2016; Capage et al., 2001; Lieneman et al., 2019; Stokes et al., 2018), aunque sí hay diferencias significativas dentro de los grupos de PCIT. Hay 2 estudios con un diseño entre-grupos con grupo control, muestran una reducción en las conductas problemáticas pero no es significativa estadísticamente (Solomon et al., 2008; Timmer et al.,2018). Hay 3 estudios entre-grupos aleatorizados (Gross et al. , 2018; 2019; Luby et al., 2012) que no obtienen diferencias en problemas de conducta entre grupos de PCIT frente a tratamientos alternativos (tratamiento estandarizado, psicoeducación, Chicago Parent Program).
También hay 8 estudios que han sido excluidos porque no presentan diferencias significativas entre los grupos, aunque no se puede considerar que añadan datos negativos a la eficacia de la PCIT, ya que estudian eficiencia, suelen comparar diferentes adaptaciones o aplicaciones de la misma. El estudio de Nixon et al. (2004) con un diseño entre-grupos con lista de espera, compara PCIT frente a una forma breve de la terapia, no encontrando diferencias significativas en los grupos de PCIT. El estudio de Berkovits et al. (2010), presenta un diseño entre-grupos de dos adaptaciones breves de la terapia, y aunque los resultados entre ambos grupos no son significativos, sí se obtienen diferencias significativas en cada grupo en las medidas pre-post. En el estudio de Comer et al. (2017), a través de un diseño entre-grupos de dos tipos de aplicación de PCIT (vía internet y la estándar en la clínica), no se obtienen cambios significativos entre ambos grupos. Fowles et al. (2018), realizaron un estudio entre-grupos en el que comparan PCIT estándar y adaptada al hogar, y no encontraron diferencias entre los grupos. El estudio de French et al. (2018) no presenta diferencias significativas entre la terapia aplicada en casa y en clínica. El estudio de Veen-Mulders et al. (2018) compara tres grupos de forma aleatorizada (PCIT, metilfenidato y un tratamiento estándar). Los grupos de PCIT y metilfenidato tienen resultados positivos en problemas de conducta, aunque el último tiene mejores resultados en la escala de la intensidad de los problemas. Zlomke y Jeter (2019) realizan un estudio con un diseño entre-grupos comparando niños con y sin diagnóstico de autismo, en el que no hay diferencias significativas entre los grupos. También el estudio entre-grupos de Blair et al. (2019) compara los resultados en la aplicación de PCIT en los problemas de conducta de los hijos de padres que han sufrido experiencias traumáticas intensas en la infancia frente a padres que las han sufrido de forma menor, obteniendo resultados significativos solo el primer grupo.
2.2. Trastorno Negativista Desafiante (TND)
Como se puede ver en la Tabla 4, se han encontrado 18 estudios de efectividad con diseño de caso único con medidas pre-post con diferencias entre ellas. Hay un único estudio de línea base múltiple a través de sujetos con diferencias clínicamente significativas entre las medidas pre-post. Con un diseño intra-grupo con diferencias significativas se han encontrado 14 estudios. Los estudios de eficacia con un diseño entre-grupos en los que los resultados pre-post mostraron diferencias estadísticamente significativas se encontraron 5. En la misma tabla, se puede observar que hay 2 estudios con diseño entre-grupo con grupo control de lista de espera con diferencias significativas estadísticamente. También se encontraron 7 estudios con diseños entre-grupos aleatorizados con diferencias estadísticamente significativas. Se ha excluido de los estudios de efectividad, el estudio de caso único de Wallace y Sly (2018), ya que no presenta datos post.
2.3. Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)
Todos los estudios revisados en esta problemática se pueden ver en la Tabla 5. Los estudios de caso único con medidas pre-post significativas clínicamente son 10. Hay un solo estudio con diseño de línea base múltiple a través de familias, que obtiene diferencias significativas. En cuanto a los estudios con diseños intragrupo que presentan cambios estadísticamente significativos se han hallado 6. Se han encontrado 5 estudios de eficacia con diseños entre-grupos con diferencias estadísticamente significativas, un estudio entre-grupo con grupo control y 3 estudios experimentales con diseños entre-grupos aleatorizados, todos ellos con diferencias significativas estadísticamente.
Se han encontrado 4 estudios que tienen unos resultados pobres o negativos en esta problemática que no han sido tenidos en cuenta y que se han expuesto en la Tabla 5. De ellos, hay 3 estudios de caso único que, aunque presentan cambios en los problemas de conducta, se mantienen las puntuaciones en TDAH (Briegel, 2017; Garcia et al. 2016; Hosogane et al., 2018). El estudio entre-grupo aleatorizado de Veen-Mulders et al. (2018) compara tres grupos de forma aleatorizada (PCIT, metilfenidato y tratamiento estándar), y los resultados muestran que en las medidas de TDAH, el grupo de metilfenidato se aproxima a un tamaño del efecto mediano mientras que el grupo de PCIT se aproxima más a un tamaño del efecto pequeño, y el grupo de tratamiento estándar no tiene resultados positivos.
2.4. Prevención del maltrato infantil
Los estudios revisados en esta problemática se exponen en la Tabla 6. En cuanto a los estudios de efectividad en familia de riesgo de maltrato, se encontraron 2 estudios de caso único con cambios significativos en la medidas pre-post, y con un diseño intra-grupo con cambios significativos estadísticamente se localizaron 4. Se han encontrado 3 estudios de eficacia con diseño entre-grupos con cambios estadísticamente significativos. Un solo estudio se encontró con un diseño entre-grupo con grupo control en el que el riesgo al maltrato mejoró significativamente. Los ensayos aleatorizados entre-grupos de familias de alto riesgo de maltrato con cambios significativos estadísticamente, fueron 4.
Se han excluido 2 estudios por no presentar diferencias significativas, como puede observarse en la Tabla 6. Un estudio con diseño intragrupo en el que no había diferencias estadísticamente significativas. Y un diseño entre-grupos aleatorizado en el que compara PCIT con unas clases de educación parental. Los resultados mostraron cambios estadísticamente significativos en el grupo de PCIT frente al tratamiento alternativo en la mejora de habilidades parentales y en la satisfacción hacia el tratamiento, pero no hubo diferencias en la reducción del estrés parental ni en el abuso parental en ambos grupos.
2.5. Tratamiento de víctimas de maltrato infantil
La Tabla 7 recoge los trabajos empíricos revisados en el tratamiento del maltrato infantil. Respecto a los estudios con diseño de caso único que presentan diferencias significativas clínicamente, se encontraron 2. Se han localizado 6 estudios con diseños intra-grupo con diferencias estadísticamente significativas. Entre los estudios de eficacia con diseños entre-grupos con diferencias estadísticamente significativas, se han encontrado 4. Hay 3 estudios con diseño entre-grupos aleatorizados que presentan diferencias estadísticamente significativas. Hay un estudio con diseño factorial de grupo doble ciego con unos resultados significativos estadísticamente.
Solo se ha excluido de la revisión en esta problemática un estudio entre-grupos, ya que aunque presenta diferencias significativas en las mejoras de habilidades parentales positivas, sin embargo, no hay resultados significativos en las habilidades parentales negativas.
3. CONCLUSIONES
La revisión sistemática realizada de la PCIT dio un total de 225 artículos de los que algunos fueron descartados, quedando 165 estudios experimentales seleccionados, de los que 137 presentan datos positivos y 20 fueron rechazados. Además, hubo 8 que, aunque demostraban la eficacia de PCIT, no mostraban diferencias entre los grupos, ya que comparan distintas aplicaciones o en distintos contextos, etc. A la vista de los resultados, podemos decir que la PCIT es una terapia robusta en cuanto a su investigación.
La aplicación de esta terapia en problemas de conducta en la infancia es el área más productiva. Todos los estudios de esta aplicación seleccionados cumplen los criterios metodológicos propuestos por la SCCAP. Es decir, uso de diseños de grupo, la Variable Independiente bien definida, la definición de la población a la que se aplica, con una evaluación fiable y válida de los resultados, un análisis de los datos adecuado y el tamaño de la muestra suficiente. En esta área, de los 96 estudios hallados hay 52 con buenos resultados de efectividad: 20 de ellos estudios de caso único, 4 estudios de línea base múltiple, y 28 estudios intra-grupo. En cuanto a la eficacia, se han encontrado un total de 32 estudios, de los que 11 estudios son entre-grupos con buenos resultados, además, 4 entre-grupos superiores al grupo control y 17 estudios entre-grupos aleatorizados, con equipos de investigación independientes. Por otro lado, se ha encontrado un grupo de 8 estudios que comparan diferentes adaptaciones o aplicaciones de la terapia y que no obtienen diferencias significativas entre los grupos, pero que no pueden ser considerados como una amenaza para la eficacia de PCIT. También se han encontrado 12 estudios en los que no hay diferencias significativas, y algunos tienen problemas metodológicos (muestra pequeña, falta de fiabilidad en medidas, etc). Se puede concluir que la PCIT cumple los criterios de evidencia defendidos por la SCCAP para ser considerada un Tratamiento Bien Establecido para el tratamiento de problemas de conducta en la infancia.
Los estudios seleccionados como positivos de la PCIT en TND, cumplen los cinco criterios metodológicos para evaluar la evidencia, es decir, el uso de diseños de grupo, la Variable Independiente bien definida, la definición de la población a la que se aplica usando una evaluación fiable y válida de los resultados, un análisis estadístico de los datos adecuado y un tamaño de la muestra suficiente. Se han encontrado 47 estudios, 33 estudios de efectividad con resultados positivos, 18 estudios de caso, 1 de línea base múltiple y 14 estudios con diseño intragrupo. En cuanto a los estudios de eficacia se han seleccionado 14 estudios con diferencias significativas estadísticamente, 6 con diseño entre-grupos, mas 2 con grupo control, y 7 también con un diseño aleatorizado. Se ha encontrado un estudio de caso en el que no presentaban datos post-intervención que fue excluido. En los estudios con diseños entre-grupos hay equipos de investigación independientes entre ellos. Así, también se puede concluir que la PCIT cumple con los criterios de evidencia propuestos por la SCCAP para ser un Tratamiento Bien Establecido para el TND.
Los estudios seleccionados como positivos para la aplicación de la PCIT en el TDAH, cumplen los criterios metodológicos propuestos, es decir, usar diseños de grupo, definir bien la Variable Independiente, describir la población a la que se aplica, una evaluación fiable y válida de los resultados, un análisis de los datos también adecuado y el tamaño de la muestra suficiente. De los 30 estudios recogidos en este campo, cumplen los criterios propuestos 26. Se han seleccionado 17 estudios de efectividad: 10 estudios de caso único, 1 de línea base múltiple y 6 estudios con un diseño intragrupo, todos con diferencias significativas. En cuanto a los estudios de eficacia se seleccionaron 9, de los que 5 son estudios entre-grupos, uno con grupo control y 3 más con un diseño aleatorizado, realizados por varios grupos de investigación independientes. En cuanto a los que no presentan datos positivos se han rechazado 4, de los cuales 3 son de caso único en los que no hay diferencias significativas en las medidas, y un estudio entre-grupos aleatorizado, que presenta datos peores PCIT que el grupo de metilfenidato. Se puede concluir que la PCIT cumple los criterios de SCCAP para ser considerada un Tratamiento Bien Establecido para el tratamiento del TDAH. Hay que señalar que esta área tiene una fuerte comorbilidad con otras problemáticas, en especial con problemas de conducta y con TND.
Una de las líneas de investigación más interesantes encontradas es la que se dedica al estudio de la prevención del maltrato en la infancia. Los estudios seleccionados alcanzan los criterios metodológicos propuestos por la SCCAP, uso de diseño de grupos, definición de la Variable Independiente, definir la población, usar una evaluación fiable y válida y un análisis de los datos adecuado. Se han revisado 16 estudios, de los cuales 6 son estudios de efectividad, 2 estudios de caso único y 4 estudios con diseño intragrupo. En cuanto a los estudios de eficacia se han seleccionado 8, de los que 3 estudios son entre-grupos, otro más con grupo control, y 4 estudios aleatorizados. Estos estudios se llevaron a cabo por varios grupos de investigación independientes. Hubo un estudio intragrupo sin diferencias significativas y otro estudio aleatorizado que no mostró datos concluyentes, y que fueron rechazados. Con estos datos, de nuevo se puede decir que la PCIT es un Tratamiento Bien Establecido para la prevención del maltrato infantil.
En el tratamiento del maltrato infantil, los estudios de la PCIT cumplen con los criterios metodológicos definidos anteriormente, uso de diseños de grupo, tratamiento bien definido, descripción de la población, una evaluación fiable y válida y un adecuado análisis de los datos. De los 17 estudios seleccionados, 8 son estudios de efectividad, 2 de ellos de caso único y 6 con diseño intragrupo. En cuanto a la eficacia se han seleccionado 8 estudios, 4 de ellos con diseño entre-grupos, 3 aleatorizados y 1 con diseño factorial. Estos estudios han sido llevados a cabo por al menos dos equipos de investigación independientes. Hay un estudio con diseño entre-grupos que no muestra resultados significativos en las habilidades parentales negativas, pero sí en las positivas. No se tuvo en cuenta, pero creemos que no invalida la eficacia de PCIT en este campo. Se puede decir que PCIT cumple los criterios de evidencia para ser considerada como un Tratamiento Bien Establecido para el tratamiento del maltrato en la infancia.
Existen otras problemáticas clínicas en las que se está aplicando PCIT. Sería interesante más adelante hacer una revisión sistemática en estas áreas y ver qué resultados se concluyen. El área en la que más se está investigando es la aplicación de PCIT en trastorno del espectro del autismo. También hay una línea de investigación en depresión infantil, en la que existe una adaptación específica llamada Parent-Child Interaction Therapy emotion Development (PCIT-ED). Otra de las problemáticas infantiles investigadas actualmente es la ansiedad y la ansiedad por separación, y se ha denominado a la adaptación de PCIT a estas problemáticas como “protocolo CARD” (Center for Anxiety and Related Disorders) o programa CALM (Coaching Approach and Leading by Modeling). Además, PCIT se está aplicando en niños con trauma, con problemas en el lenguaje (retraso en esta área, tartamudeo, mutismo), en problemas de desarrollo, con padres que presentan diferentes problemáticas o patologías, incluso con familias que no presentan problemas pero desean prevenirlos. Aunque los estudios son más escasos, en los últimos años se está aplicando en problemas de sueño, problemas internalizantes y abuso sexual, con resultados prometedores. Estas adaptaciones y aplicaciones están descritas en Ferro-García y Ascanio-Velasco (2017). Por cuestiones de espacio, estas áreas de aplicación no han sido consideradas en esta revisión.
El Departamento de Servicios Sociales de California creó el Centro de Intercambio de Información Basado en la Evidencia de California para el Bienestar Infantil (California Evidence-Based Clearing house for Children Welfare, CEBC) y en julio de 2017 ha considerado la PCIT como un Tratamiento Basado en la Evidencia para el tratamiento de comportamiento disruptivo. También el Centro de Información sobre Servicios de Prevención (The Prevention Services Clearing house), del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU., califica en febrero del 2020 la PCIT como una Terapia Bien Establecida con un impacto favorable en el bienestar del niño (funcionamiento conductual y emocional) y en el del adulto (prácticas positivas de crianza y salud mental o emocional de los padres o cuidadores).
Se han encontrado 60 estudios que, a pesar de aparecer en las búsquedas de las páginas citadas, han sido descartados y no se hace referencia a ellos por las siguientes razones: la aplicación de PCIT está dirigida a problemáticas no tenidas en cuenta en este estudio, los objetivos eran diferentes a los tenidos en cuenta en este estudio, se trataban de artículos teóricos, o los estudios no se han finalizado en el momento de su publicación.
Los programas conductuales de EP son los tratamientos que se exponen como basados en la evidencia (SCCAP), y específicamente PCIT como se ha demostrado en esta revisión es un tratamiento de elección en las problemáticas expuestas, y con un potencial muy bueno en otras aplicaciones. Los autores de este trabajo tienen como proyecto realizar un meta-análisis de los estudios experimentales de PCIT, esperamos que pronto salga a la luz. Hace 6 años (Ferro & Ascanio, 2014), planteamos que PCIT era una terapia desconocida en nuestro país, y creemos que aún sigue siéndolo desgraciadamente, aunque ha aparecido alguna publicación en español durante este tiempo. De nuevo, esperamos que con este trabajo se reconozca su evidencia empírica y su potencial clínico.