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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología

versión impresa ISSN 0365-6691

Arch Soc Esp Oftalmol vol.79 no.10  oct. 2004

 

SECCIÓN HISTÓRICA


EL OIDEO
 ¿UN CASO DE CHARLATANISMO OFTALMOLÓGICO?

LÓPEZ DE LETONA C1

 

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, define al charlatán y por extensión al charlatanismo como a aquella persona que habla mucho y sin sustancia aplicándose de modo especial a curanderos y proyectistas .

La Oftalmología no ha sido ajena a este fenómeno, sustanciándose sobre todo a través de una serie de anuncios aparecidos en la prensa de comienzos del siglo XX en los que se ofrecía toda clase de remedios más o menos secretos para la curación de diversas afecciones oftalmológicas.

Ha llegado hasta nosotros un curioso folleto que nos proponemos comentar a continuación, el opúsculo en cuestión no ofrece ni el año en que fue impreso ni ningún dato que pudiera orientarnos en este sentido.

Sus medidas son exactamente doce por diecisiete centímetros y consta de un total de veinticuatro páginas más la portada y la contraportada . En la primera de ellas podemos advertir el siguiente enunciado: O I D E O (Premiado y patentado). REGENERADOR Y VIGORIZADOR DE LA VISTA. Más adelante se indica el lugar de venta, tras hacernos saber que la «Dirección general» en España corrió a cargo de Bernardini y Cia, calle Zabaleta 4 (Hotel Prosperidad) apunta un número de teléfono sin indicar la ciudad pero todo apunta a que se trate de Madrid .

En la actualidad la calle Zabaleta arranca de la calle de Cartagena y probablemente lo de Hotel Prosperidad se refiera a que dicha zona era conocida bajo la denominación de «Barrio de la Prosperidad». Curiosamente Juan de Zabaleta fue un autor teatral del siglo XVII que quedó ciego los últimos años de su vida.

A lo largo de todo el texto se ofrece arriba y abajo de cada página una serie de cortas sentencias, recogemos algunas: «El oideo es una panacea para los ojos», «Cada gota de oideo es una perla líquida», «Los resultados del oideo», «Nada aclara la vista como el oideo».

En la primera página y encerrado en un recuadro va desgranando una serie de postulados, comienza refiriéndose al cuidado de los ojos, la existencia de vista defectuosa, la miopía, de la que afirma que el hecho de elegir lentes es complicado ya que los cristales suelen fabricarse de modo defectuoso, caso parecido ocurría con la presbicia ... y es aquí cuando propugna el uso del Oideo.

Pero ¿Qué es exactamente el Oideo? más adelante afirma que es un específico que se puede aplicar frotándolo en las sienes, debe tratarse pues un líquido.

Debemos recurrir de nuevo al Diccionario de la Real Academia para aclarar el concepto de «específico», tiene dos acepciones: «El medicamento eficaz para curar alguna enfermedad determinada» y también: «Medicamento fabricado por mayor y forma y con envase especial y que lleva el nombre científico de las sustancias medicamentosas que contiene u otro nombre comercial patentado».

En cualquier caso en nuestro folleto no se indica la composición del tal Oideo, solo lo ya apuntado del líquido para aplicar en las sienes en casi todas las afecciones oculares.

Otro epígrafe se titula «Algunas opiniones de ilustres profesores y científicos, de médicos españoles y de clientes agradecidos». Así un Dr. Rafael Tejero afirma que «Tengo el gusto de comunicarle que he experimentado un frasco del Oideo sobre una señora, mi clienta, obteniendo desde su inicio resultados verdaderamente satisfactorios, ruégole remitirme otro frasco, para continuar otras experiencias ... por lo que les autorizo para hacer uso del presente certificado».

Otro Dr. Santafé (¡¡¡¡) asegura que el Oideo, por la sencillez de su uso externo, es remedio científico de reputación mundial para tratar con él las afecciones de la vista y a presbitas y miopes conviene seguramente esta medida excepcional.

Se ofrecen también cartas espontáneas de clientes agradecidos, así Faustino García de la localidad bilbaina de las Arenas asegura que «Usó su medicamento cada veinticuatro horas notando cada día una mejoría grandisima, he conseguido por medio de este maravilloso Oideo la completa desaparición del lagrimeo y el picor de los ojos».

Hay cartas de diversos puntos de la geografía nacional, Alicante, Medina de Pomar, Córdoba, Cáceres... todos coinciden en lo mismo: han usado el preparado con gran éxito.

Continúa más adelante el folleto señalando que las causas de las enfermedades de los ojos se originan por las irregularidades en la circulación de la sangre, excepción hecha, claro está de las afecciones infectivas.

Asegura igualmente que es necesario restringir el uso de la cirugía «Por que este (el bisturí) corta y destruye sin poder llegar la mayoría de las veces a donde está el origen del mal cuando no causa gravísimos daños».

Para concluir, el Oideo se presentaba en frascos «De elegante estuche con detalladas y claras instrucciones para el modo de usarlo». Cada uno costaba once pesetas y dos de ellos veinte.

Se vendía en Madrid en diversos lugares, casi todos situados en el centro de la capital, así plaza de Santo Domingo número cuatro, calle del Arenal dos y la misma Puerta del Sol, número cinco.

También en una farmacia llamada «De Borrell» que curiosamente cita D. Ramón María del Valle Inclán en alguno de sus escritos. Del mismo modo en la de Gayoso que un existe.

Barcelona contaba con otros dos lugares de venta, uno de ellos en la Rambla de las Flores y Valencia dos.

Tras la lectura del folleto podemos afirmar que el Oideo era algo que probablemente no tenía la menor efectividad y que tal vez todo obedecía a una propaganda orquestada de antemano dudando mucho de todos los buenos resultados que afirmaban haber obtenido.


1 IOBA. Valladolid. España

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