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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología

versión impresa ISSN 0365-6691

Arch Soc Esp Oftalmol vol.80 no.10  oct. 2005

 

CARTA AL DIRECTOR


Claritromicina oral en el tratamiento de la endoftalmitis sacular
Oral clarithromycin for saccular endophthalmitis treatment

Sr. Director:

Hemos leído con gran interés el artículo «Claritromicina oral como opción terapéutica en endoftalmitis post-quirúrgicas tardías» del Dr. Pellegrino y cols. (Arch Soc Esp Oftalmol 2005; 80: 339-344), en el cual describen su experiencia con respecto a dicha entidad clínica. En el mismo se hace referencia a publicaciones que proponen «terapias combinadas» (capsulectomía parcial sin extracción de la LIO o total con extracción de la LIO más vitrectomía-vancomicina intravítrea) entre las que se incluye una nuestra (1), si bien en la misma comunicábamos que desde el año 1998 en que conocimos la publicación del Dr. Warheker y cols. (2) hemos optado por un tratamiento conservador con claritromicina.

Entendemos que los autores en la discusión no reflejan de manera suficientemente clara que el empleo de la claritromicina en este tipo de endoftalmitis fue sugerida en 1998 por el grupo del Dr. David Seal (2), lo que podría dar origen a confusión a la hora de recopilar antecedentes respecto al tema para futuras investigaciones.

El empleo de la claritromicina para el tratamiento de las endoftalmitis crónicas saculares se basa en el hecho de que dicho antibiótico no sólo es efectivo para los gérmenes causales de dichos cuadros sino que tiene una buena penetración ocular, llegando al saco capsular y concentrándose en el interior de las células polimorfonucleares y macrófagos donde los microorganismos se acantonan, cualidad esta última que no poseen los aminoglucósidos y las cefalosporinas.

Nosotros hemos propuesto (3) un algoritmo diagnóstico y terapéutico (fig. 1) que seguimos en la actualidad —y que ha sido adoptado por diferentes autores— que comprende la toma de 0,1 ml de cámara anterior: 0,075 ml para cultivos de bacterias y hongos prolongados 4 semanas, y 0,025 ml (una gota) para investigar la presencia de bacterias por PCR (polymerase chain reaction). En el mismo sugerimos cuando el cultivo es negativo y la PCR es positiva (situación más frecuente en esta patología dado el tamaño de la muestra y lugar de acantonamiento de los gérmenes) el uso de la claritromicina. Si no obtenemos la resolución del cuadro pasamos a un tratamiento quirúrgico más agresivo (normalmente una vitrectomía con capsulectomía parcial, intentando eliminar la placa blanquecina, aunque puede ser necesario la extracción de todo el complejo saco capsular-LIO). En este período de tiempo hemos tenido cinco casos de endoftalmitis saculares en los cuales fueron negativos los cultivos y positiva la PCR, tratados con claritromicina vía oral, con resolución del cuadro inflamatorio y recuperación funcional, confirmando la curación al realizar una nueva determinación de PCR tras el tratamiento con resultado negativo. Inicialmente sólo disponíamos de una PCR con cebadores «universales» que detectaban cualquier bacteria, pero sin identificarla de forma específica, aunque en la actualidad mediante secuenciación o PCR con cebadores específicos podemos confirmar la bacteria responsable (4).

Fig. 1: Algoritmo diagnóstico y terapéutico propuesto 
para el tratamiento de la endoftalmitis sabular

La endoftalmitis post-quirúrgica tardía en la literatura recibe diferentes denominaciones («endoftalmitis crónica», «endoftalmitis localizada», «endoftalmitis tórpida», «endoftalmitis de bajo grado», etc.) dando lugar a cierto grado de confusión entre los lectores, por lo que la propuesta de unificarlas bajo el nombre de «endoftalmitis sacular» (5) (dado que la aparición de esta situación clínica en la cirugía de las cataratas tiene como requisito la presencia del saco capsular lugar de acantonamiento de los gérmenes) tiene ventajas y ha hecho que insistamos en esa idea, siendo utilizado dicho término actualmente en diversas publicaciones (2).

Finalmente deseamos felicitar a los autores por disponer de una importante casuística y experiencia en el tratamiento de este tipo de endoftalmitis de tan difícil manejo, ayudando su publicación a consensuar un protocolo que oriente la actuación del lector que sufre este tipo de complicación.

Atentamente,

Abreu-Reyes JA, Cordovés-Dorta LM
Servicio de Oftalmología.
Hospital Universitario de Canarias
La Laguna. Tenerife. España
E-mail: jabreu@oftalnet.nu

 

BIBLIOGRAFÍA

1. Abreu JA, Cordoves Dorta LM. Endoftalmitis sacular. Arch Soc Esp Oftalmol 2001; 76: 5-6.

2. Warheker PT, Gupta SR, Mansfield DC, Seal DV. Successful treatment of saccular endophthalmitis with clarithromycin. Eye 1998; 12: 1017-1019.

3. Abreu JA, Cordoves L. Chronic or saccular endophthalmitis: diagnosis and management. J Cataract Refract Surg 2001; 27: 650-651.

4. Lohmann CP, Linde HJ, Reischl U. Improved detection of microorganisms by polymerase chain reaction in delayed endophthalmitis after cataract surgery. Ophthalmology 2000; 107: 1047-1052.

5. Abreu JA, Cordoves L, Mesa CG, Mendez R, Dorta A, De la Rosa MG. Chronic pseudophakic endophthalmitis versus saccular endophthalmitis. J Cataract Refract Surg 1997; 23: 1122-1125.

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