SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.102 número8Metástasis digestivas de carcinoma neuroendocrino poco diferenciado índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Revista Española de Enfermedades Digestivas

versión impresa ISSN 1130-0108

Rev. esp. enferm. dig. vol.102 no.8 Madrid ago. 2010

 

CARTAS AL DIRECTOR

 

¿On time para vetar el empleo del término apendagitis?

On time to veto the use of the word "appendagitis"?

 

 


Palabras clave: Apéndice epiploico. Epiploítis. Apendagitis.

Key words: Epiploic appendage. Epiploitis. Appendagitis.


 

 

Sr. Director:

González y cols. (1) explican en una carta al director de la Revista Española de Enfermedades Digestivas la etimología del término apendagitis, derivado del inglés appendage. Según estos autores el término appendage se podría traducir en español como colgadura, haciendo referencia a la configuración de los apéndices epiploicos. Sin embargo la traducción de esta palabra en español es la de apéndice, y no tiene ninguna acepción para colgadura o vocablo de semántica similar, ya que en ningún momento esta palabra incluye un significado asociado a la gravedad. En los libros de anatomía anglosajones utilizan el término anatómico omental o epiploic appendages con origen en la nomenclatura latina appendices epiploicae.

Personalmente, siempre había utilizado el término epiploitis para denominar la inflamación de estos apéndices, y la palabra apendagitis me pareció fonéticamente demasiado fuerte y tosca. Sin embargo, este es el vocablo empleado por autores españoles (2). Una revisión en PubMed empleando epiploitis como palabra clave extrae unos artículos cuya autoría no anglosajona hace sospechar que el término ha sido utilizado como traducción directa. Al emplear la palabra appendagitis son más numerosos los artículos resultantes, esta vez con gran participación anglosajona. Sin embargo, ninguno de los dos términos se encuentran en la base de datos de palabras clave MeSH (Medical Subjet Heading Terms). Por tanto, aún no está definida la forma que hay que emplear para definir esta entidad. La inflamación del apéndice vermiforme la denominamos apendicitis. La inflamación de un apéndice epiploico o adiposo, que son los nombres que se emplean en nuestros libros de anatomía, debería denominarse apendicitis. Como esta nomenclatura generaría gran confusión con la entidad precedente, de mayor incidencia y trascendencia nosológica, la ambigüedad quedaría subsanada al añadir el adjetivo epiploica. Si en otros países como Francia se emplea una semántica propia, appendicite épiploïque, ¿por qué en España tenemos que adoptar una etimología forzada que adapte el nombre anatómico inglés epiploic appendages?

Volviendo al artículo de González y cols. (1), en él se enumeran como factores de riesgo para la aparición de inflamación de un apéndice epliploico la obesidad porque aumenta su tamaño, el ejercicio físico intenso porque aumenta su movilidad, y las comidas copiosas porque determinan ectasia venosa esplácnica y trombosis. Los dos primeros están en clara contraposición, y si bien no son excluyentes sí aumentan la población de riesgo, hecho que no es consecuente con la baja frecuencia de esta patología. Lo cierto es que no existen trabajos basados en estudios experimentales y los datos disponibles se fundamentan en trabajos descriptivos que sólo pueden conjeturar sobre las causas de esta enfermedad. De hecho una revisión reciente descarta la obesidad como factor relacionado con la apendicitis epiploica (3), a pesar de que el volumen de los apéndices epiploicos sí está en relación con la gordura del sujeto (4). Su volumen no tiene por qué ser directamente proporcional al riesgo de presentar inflamación. La hipótesis de la torsión como etiología del proceso haría pensar que esta proporcionalidad debería ser cierta, pero será difícil encontrar evidencias para confirmar esa hipótesis. Mientras tanto no se deben establecer aseveraciones como las referidas anteriormente de no poseer alguna referencia basada en la evidencia.

El término apendagitis no parece el más correcto ni etimológicamente ni semánticamente para definir la inflamación de los apéndices epiploicos. En nuestro medio podríamos proponer como nomenclatura más exacta la de epiploitis o bien la de apendicitis epiploica, términos que tienen una fonética menos forzada, aunque esto último es más una apreciación personal.

 

F. J. Morera Ocón
Servicio de Cirugía General. Hospital General de Requena. Valencia

 

Bibliografía

1. González Vega A, García Pérez I, Álvarez Álvarez D, Rizzo Ramos A, García Muñiz JL, Pérez Ricarte P. Apendagitis epiploica como etiología de dolor abdominal agudo. Rev Esp Enferm Dig 2008; 100(12): 800-1.        [ Links ]

2. Poves Prim I, Català Forteza J, Miquel Catà S, Pernas Canadell JC, Ballesta López C. Apendagitis epiploica primaria. Rev Clin Esp 2004; 204(1): 45-6.        [ Links ]

3. De Brito P, Gomez MA, Besson M, Scotto B, Huten N, Alison D. Fréquence et épidémiologie descriptive de l'appendicite épiploïque primitive par l'exploration tomodensitométrique des douleurs abdominales de l'adulte. J Radiol 2008; 89: 235-43.        [ Links ]

4. Testut L, Latarjet A. Tratado de Anatomía Humana, volumen IV. 9a ed. Barcelona: Editorial Salvat; 1951.        [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons