Sr. Editor,
Aunque la sedación en endoscopia en general es incuestionable y supone un criterio de calidad, su papel en la gastroscopia no está tan definido como en otros procedimientos. Por esto, hemos realizado un estudio piloto prospectivo donde el paciente, una vez informado de las diferentes opciones, decide recibir o no sedación para la gastroscopia y, sorprendentemente, casi un 60% prefiere no recibir sedación, con un alto grado de satisfacción y sin efectos adversos en ningún grupo (Ferrer Rosique JA y cols. XXXIX Congreso de la SEED, Toledo 2017). Esto demuestra la necesidad de sistematizar la información sobre la sedación previa al procedimiento, teniendo en cuenta que si bien las benzodiacepinas aportan buenos resultados 1, el propofol sigue siendo el sedante preferido debido a la facilidad de uso, eficacia, rapidez, perfil de seguridad y recuperación corta; además, puede ser administrado por no anestesista con todas las implicaciones médicas y económicas asociadas.
Hay suficiente evidencia que avala la sedación en endoscopia con propofol por no anestesistas. Se dispone de una guía desde 2015 avalada por la European Society of Gastrointestinal Endoscopy-European Society of Gastrointestinal Endoscopy Nurses and Associates (ESGE-ESGENA) y de recientes estudios, como el metaanálisis de Gouda y cols. 2 y estudios nacionales 3. Algunos trabajos evidencian seguridad incluso durante procedimientos complejos como la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) 4 y la enteroscopia 5.
Pese a todo, el propofol sigue siendo en gran medida del dominio exclusivo del anestesista en muchos centros nacionales, a pesar de la escasa evidencia de superioridad de esta opción en ausencia de este especialista, incluso con estudios que muestran un mayor riesgo de eventos adversos con la opción de anestesista. En este punto se debe centrar el debate, en qué es lo mejor para los pacientes, apartando los intereses de una u otra sociedad científica. Urge un acuerdo entre todas las partes que beneficie a pacientes, a médicos, a la sociedad en su conjunto y a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.