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Farmacia Hospitalaria

versión On-line ISSN 2171-8695versión impresa ISSN 1130-6343

Farm Hosp. vol.40 no.6 Toledo nov./dic. 2016

https://dx.doi.org/10.7399/fh.2016.40.6.10567 

ORIGINALES

 

Desarrollo de una taxonomía de las intervenciones farmacéuticas en pacientes VIH+ basados en el modelo CMO

Development of a taxonomy for pharmaceutical interventions in HIV+ patients based on the CMO model

 

 

Ramón Morillo Verdugo1, Andrea Lisbeth Villarreal Arévalo2, María Álvarez de Sotomayor2 y María de las Aguas Robustillo Cortes1

1 Unidad de Gestión Clínica de Farmacia. Hospital Universitario de Valme. AGS Sevilla-Sur.
2 Facultad de Farmacia. Universidad de Sevilla. Spain.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivo: Consensuar una propuesta de intervenciones farmacéuticas y llevar a cabo su taxonomía de clasificación según el modelo de Atención Farmacéutica-CMO (Capacidad-Motivación-Oportunidad).
Método: Estudio realizado entre marzo-mayo de 2016. Se definieron dos fases de desarrollo. Inicialmente, se realizó una revisión bibliográfica. A continuación, para consensuar las intervenciones seleccionadas y definir la taxonomía se utilizó metodología DELPHI-Rand-UCLA. Se seleccionaron 15 expertos, especialistas en Atención Farmacéutica al paciente VIH+. La selección se realizó explícitamente, siguiendo un protocolo para evitar sesgos.
Se elaboró, inicialmente, una propuesta a partir de las intervenciones extraídas de la fase-1. Se clasificaron tentativamente según el Modelo-CMO en una categoría según su diseño y utilidad. Se plantearon tres preguntas a partir de la cuestión inicial: ¿Está de acuerdo con la clasificación propuesta? En caso negativo, se daba opción de recategorizar. Adicionalmente, se planteó qué importancia, prioridad e impacto en la consecución de objetivos farmacoterapéuticos le daría.
Las intervenciones se clasificaron en función del grado de acuerdo. Una vez consensuadas, se realizó la taxonomía definitiva.
Resultados: Se consideraron finalmente 18 artículos. La propuesta inicial incluyó 20 intervenciones farmacéuticas clasificadas siete en Capacidad, ocho en Motivación y cinco en Oportunidad.
Las intervenciones consideradas de mayor importancia y prioridad fueron: revisión y validación, seguridad y adherencia. Las de mayor impacto fueron: revisión y validación, coordinación, adherencia y motivación. Por contra, las de menor puntuación en importancia fueron: planificación y coordinación social y, en impacto, coordinación social.
Conclusiones: La taxonomía consensuada permitirá clasificar las intervenciones farmacéuticas realizadas con el nuevo modelo y, así, profundizar en la investigación y la mejora asistencial.

Palabras clave: Atención farmacéutica; VIH, Estratificación; Motivación; M-Salud.


ABSTRACT

Objective: To agree on a proposal for pharmaceutical interventions and establish their classification taxonomy according to the CMO-Pharmaceutical Care Model (Capacity-Motivation-Opportunity).
Method: A study conducted between March and May, 2016. Two phases of development were defined. A literature review was initially conducted. Then, the DELPHI-Rand-UCLA methodology was used in order to reach a consensus about those interventions selected, and to define the taxonomy. Fifteen (15) experts, specialists in Pharmaceutical Care for HIV+ patients, were selected. This selection was explicitly conducted, following a protocol in order to avoid any bias.
An initial proposal was developed according to the interventions extracted from Phase 1. These were tentatively classified according to the CMO Model, in a category based on their design and utility. Three issues were raised from the initial question: Do you agree with the proposed classification? If not, there was an option to recategorize. Additionally, they were asked about the importance, priority and impact to achieve pharmacotherapeutic objectives that they would assign to it. Interventions were classified according to the degree of agreement. Once a consensus was reached, the final taxonomy was established.
Results: Eighteen (18) articles were finally considered. The initial proposal included 20 pharmaceutical interventions with the following classification: seven in Capacity, eight in Motivation, and five in Opportunity.
Those interventions considered to have greater importance and priority were: Review and Validation, Safety, and Adherence. The interventions with the greatest impact were: Review and Validation, Coordination, Adherence, and Motivation. On the other hand, the lowest scores for importance were for: Planning and Social Coordination; and in terms of impact: Social Coordination.
Conclusions: The taxonomy reached by consensus will allow to classify pharmaceutical interventions with the new model, and therefore to conduct an improved research and patient care.

Key words: Pharmaceutical care; HIV; Stratification; Motivation; M-Health.


 

Contribución a la literatura científica

Una vez identificado la necesidad de reorientar el modelo de Atención Farmacéutica al paciente VIH+ en nuestro país, el presente artículo presenta un nuevo modelo de trabajo basado en tres pilares básicos como son la estratificación de pacientes en base a sus necesidades, la motivación y la oportunidad de llevar a cabo el seguimiento farmacoterapéutico independientemente del lugar donde se encuentre el paciente. Una vez identificadas las mejores intervenciones farmacéuticas publicadas a lo largo de los últimos años, el panel de expertos que ha participado en el mismo ha consensuado la taxonomía en las que se incluirían las intervenciones según los pilares del modelo.

En los próximos años, una vez que el modelo se extienda, la taxonomía diseñada y consensuada permitirá, por una parte, homogeneizar las intervenciones a llevar a cabo en este tipo de pacientes. Por otra parte, también realizar comparaciones en base a los diferentes estudios que se diseñaran al efecto en diferentes entornos asistenciales y sobre diferentes poblaciones.

 

Introducción

En los últimos años la infección por VIH ha sufrido una importante transformación, pasando de ser una enfermedad letal a considerarse una patología crónica. Fruto de las mejoras en el arsenal terapéutico y en la asistencia sanitaria, actualmente los pacientes tienen una supervivencia y calidad de vida mayor. En relación a esa mayor expectativa de vida y consecuencia, tanto del propio envejecimiento como del factor proinflamatorio que ejerce el VIH en el organismo, en la población de edad más avanzada cada vez es más frecuente la aparición de pluripatologías y comedicación, que en algunos casos llega a ser polimedicación, lo que está obligando a replantear los modelos de asistencia sanitaria1. Por otra parte, el perfil del paciente naive que se incorpora a tratamiento en los últimos años también ha ido cambiado. Siendo, habitualmente, paciente jóvenes, con un nivel educacional mas alto de lo que tradicionalmente se había tenido y un mayor y mejor manejo de las nuevas tecnologías2,3.

Para la Farmacia Hospitalaria en España el VIH ha sido y es, actualmente, una patología "troncal" en cuanto al desarrollo de la Atención Farmacéutica (AF). Ya desde la llegada de los primeros fármacos de dispensación en los Servicios de Farmacia de los hospitales, la atención a estos pacientes supuso un gran reto. La publicación, a principios de siglo, del primer "Modelo de Atención Farmacéutica a pacientes con VIH" tuvo una importante repercusión en nuestra profesión4. Por una parte, por poner las bases de trabajo para la primera década del siglo y, por otra, porque ese modelo de trabajo en VIH ha servido de referencia para otras patologías, que han tenido como espejo lo llevado a cabo por los especialistas que realizaban el seguimiento farmacoterapéutico a este tipo pacientes.

Son muchos ya los trabajos originales publicados desde entonces, nacionales e internacionales, incluidos revisiones sistemáticas y metanálisis, que demuestran la utilidad de la labor del farmacéutico de hospital en el seguimiento del paciente VIH+, dentro del equipo multidisciplinar, mejorando los resultados en salud de estos pacientes5,6. Aquel modelo nació del análisis del reto que suponía por primera vez el contacto directo y periódico con pacientes en consultas de farmacia, la deseada integración con el equipo multidisciplinar y el control de la eficiencia de los tratamientos, de hecho, el objetivo fundamental era lograr un adecuado control clínico a través del uso de los medicamentos. Ese objetivo debía alcanzarse en base a tres pilares fundamentales: la información a los pacientes, el estímulo de la adherencia y la integración asistencial.

Más de una década después de aquella publicación, con un entorno sanitario totalmente diferente, un marco normativo diverso según las diferentes comunidades autónomas y un perfil de paciente absolutamente diferente al que nos enfrentábamos en aquel momento, el grupo de trabajo de AF al paciente VIH+ de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), decidió analizar qué estaba pasando en relación a la estructura procesos y resultados del seguimiento farmacoterapéutico al paciente VIH. Los resultados de aquel proyecto, llamado "Origen", obtenidos tras la participación de 86 hospitales fueron muy reveladores respecto a que el modelo tradicional había tocado techo y la necesidad de replantear un nuevo modelo7.

El empuje y la búsqueda constante de la mejor forma de atender a este tipo de pacientes ha tenido como consecuencia un replanteamiento del modelo clásico, al que se ha bautizado como modelo "CMO", porque precisamente esas fueron las siglas de las tres características fundamentales del modelo clásico: los costes (objetivo principal del modelo primario), el medicamento (antirretroviral) como eje pivotal de nuestra actuación y la organización (episódica en la asistencia) como enlace con el paciente. Para no perder el vínculo con el pasado, que, a pesar de todo, ha proporcionado un fantástico crecimiento profesional, con una repercusión clara en la mejora a los pacientes, se ha considerado el utilizar las mismas siglas pero con unos pilares radicalmente diferentes. Así surge la Capacidad (nuestra orientación asistencial hacia aquellos pacientes que más lo necesitan para darles una mayor dedicación y prioridad), la Motivación (entendida como la capacidad que tienen los pacientes de ligar sus objetivos a corto con sus objetivos a largo plazo. Incluyendo aquí, el refuerzo de la adherencia y la identificación, prevención y manejo de los efectos adversos a los fármacos) y la Oportunidad, definida como estar cerca de los pacientes cuando los pacientes lo necesitan y no exclusivamente el tiempo que pasan por consultas de atención especializada de forma periódica.

Como concepto de AF innovadora e incipiente no existe ningún estudio que clasifique las mejores intervenciones farmacéuticas que históricamente se han publicado y llevado a cabo, en base a este modelo, así como su importancia, factibilidad y priorización.

El objetivo principal de este estudio es consensuar una propuesta de intervenciones farmacéuticas y llevar a cabo su taxonomía de clasificación en base al modelo CMO.

 

Método

Estudio realizado entre marzo y mayo de 2016. Para llevar a cabo los objetivos del mismo se definieron dos fases de desarrollo.

En primer lugar, se realizó una revisión bibliográfica de la literatura existente en PUBMED. Para ello, se utilizó una lista de palabras creadas a partir de dos dominios clave: "pharmaceutical care" y "HIV". La búsqueda se construyó utilizando a la conjugación "AND" y el disyuntivo "OR" como operadores lógicos e incluyendo [("pharmaceutical care" AND "HIV" AND "Adherence" OR "patient compliance") ("pharmaceutical care" AND "HIV" AND "Chronic diseases") ("pharmaceutical care" AND "HIV" AND "motivation")].

Como limitaciones de la búsqueda se incluyeron exclusivamente artículos de ensayos clínicos o proyectos de investigación en inglés o español desde el año 2001 hasta la actualidad que cumplieran los siguientes criterios: estudios donde se establecían intervenciones farmacéuticas para la mejora de cualquier resultado en salud al paciente VIH, estudios donde se definieron intervenciones farmacéuticas para la mejora de los resultados en salud de pacientes VIH, o estudios donde se compararan la utilidad y resultados de diferentes intervenciones farmacéuticas en pacientes VIH.

Adicionalmente, se excluyeron todos aquellos manuscritos donde las intervenciones no fueron llevadas a cabo por un farmacéutico especialista en VIH de forma parcial o totalmente.

Tras la identificación de los artículos susceptibles de ser incluidos, se extrajo, por separado, la siguiente información: diseño del estudio, número de pacientes participantes, intervenciones (tipo de intervenciones, descripción de la misma), el objetivo del estudio, duración, resultado y conclusiones de autor.

Como complemento a esta búsqueda, se incluyeron en la revisión las intervenciones farmacéuticas recogidas en el Modelo de selección y AF al paciente VIH y/o VHC de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria8.

En la segunda fase, para consensuar las intervenciones seleccionadas y llevar a cabo la taxonomía se utilizó la metodología DELPHI-Rand UCLA9. Este método basado en la síntesis de evidencia científica y en el juicio colectivo de un panel de expertos, se utilizó para establecer un consenso de las intervenciones farmacéuticas en pacientes VIH+ con el fin de homogenizar las actuaciones que más beneficien al paciente y a su entorno. Dicha metodología consistió, para los fines de este estudio, en la selección de un grupo de expertos a los que se les preguntó su opinión sobre cuestiones referidas a acontecimientos del futuro en el ámbito del VIH y las intervenciones farmacéuticas para la mejora de los resultados en salud. El método general constaba de varias rondas, en las que se enviaba un cuestionario a un grupo de expertos que respondían a las preguntas de forma anónima. Luego se tabulaban los resultados de la encuesta y se devolvían al grupo. A continuación, se le pedía al experto que respondiera de nuevo al cuestionario, con el objeto de tratar de conseguir consenso, pero con la máxima autonomía por parte de los participantes. Este proceso iterativo continuaba hasta que hubiera una convergencia de opinión sobre el tema o hasta que no se producía ningún cambio sustancial en las respuestas. Dicha metodología fue seguida estrictamente para llevar a cabo nuestro estudio.

Se seleccionó un panel de 15 expertos farmacéuticos hospitalarios a nivel nacional, implicados y especialistas en AF al paciente VIH+. Se estimó y admitió un porcentaje de pérdidas durante el proceso del 20%.

La selección de expertos se realizó de forma explícita y siguiendo un protocolo previamente establecido con el fin de limitar posibles sesgos. Los criterios fundamentales de selección fueron, por una parte, criterios objetivos: sexo (al menos un 50% de mujeres/hombres), diversidad geográfica (no más de 2 expertos por comunidad autónoma) y disponibilidad real de tiempo tras conocer la metodología de trabajo. Por otra parte, se utilizaron también criterios subjetivos: liderazgo reconocido, amplitud de conocimiento e interés en el tema, actitud y aptitud científica (al menos una publicación en el último año sobre el tema de estudio o la participación en un proyecto de investigación), capacidad de trabajo en equipo, ausencia de visiones rígidas y nivel de motivación intensa.

Se elaboró, por parte del equipo investigador una propuesta de cuestionario a partir de las intervenciones extraídas en el proceso de revisión bibliográfica. Estas intervenciones fueron clasificadas tentativamente según el Modelo CMO. Cada intervención se ubicó en una categoría correspondiente en base a su diseño y utilidad. Cada intervención se describió y ejemplificó para facilitar al entendimiento por parte del experto.

Se plantearon tres preguntas a partir de la cuestión inicial. Estas fueron las mismas para cada intervención y se respondían afirmativa o negativamente. La pregunta inicial fue ¿Está de acuerdo con la clasificación propuesta? En el caso de responder negativamente, se daba la opción de recategorizar la intervención propuesta en otro ámbito de actuación del modelo. Adicionalmente, se planteaba a los expertos para llevar a cabo un correcto seguimiento terapéutico qué importancia y prioridad le daría a esa intervención (siendo 1 la más baja y 10 la más alta). Por último, en base a la experiencia previa del revisor, qué impacto tendría esta intervención a la hora de que el paciente cumpliera sus objetivos farmacoterapéuticos (siendo 1 la más baja y 10 la más alta).

Finalmente, también se incluyó un apartado para sugerir o proponer cualquier otra iniciativa que el experto considerara de interés para esta categoría y que no hubiera quedado recogida en el cuestionario propuesto. Dicho cuestionario se envió por vía electrónica al panel de expertos seleccionado, previa aceptación de participar en el mismo. Una vez contestada la primera ronda del cuestionario Delphi por el panel de expertos se analizaron las respuestas utilizando estadística descriptiva. Las intervenciones se clasificaron en función del grado de acuerdo de las siguientes definiciones: adecuada (mediana 7-10), dudosa (mediana 4-6 o cualquier mediana con desacuerdo), inadecuada (mediana 1-3). Una vez obtenido el consenso, se procedió a realizar la taxonomía definitiva. El número de rondas propuestas quedó a expensas de alcanzar el acuerdo.

El estudio fue aprobado por el comité de ética de investigación Sevilla Sur.

 

Resultados

De la revisión bibliográfica se obtuvieron un total de 283 artículos. De ellos, 230 artículos fueron excluidos por no cumplir los criterios de inclusión y exclusión. Las razones por las que se excluyeron fueron: estudios de Farmacocinética y Farmacodinámica (21), intervenciones no llevadas a cabo por un Farmacéutico especialista (19), estudios de análisis Farmacoeconómicos (18), estudios donde no se especificaba quien llevaba a cabo la intervención (16), estudios sobre enfermedades oportunistas (13), prevención (12), estudios sobre profilaxis (9), estudios realizados en farmacia comunitaria (8), Farmacovigilancia (4), problemas psicosociales (3), Farmacogenómica (1), otras intervenciones no relevantes (47) (Figura 1).

Se realizó una preselección de 53 artículos que se consideraba dentro de los criterios de elegibilidad. De ellos, una vez evaluados por el grupo investigador, se excluyeron 13 debido a que la intervención no era llevada a cabo por farmacéuticos o no estaba claro el rol que desempeñaban, 10 debido a la falta de definición y especificación de las intervenciones, 7 en las que los resultados de las intervenciones no mostraron utilidad y 5 por otras causas. Finalmente, se incluyeron un total de 18 artículos que cumplieron los criterios de elegibilidad y estuvieron acorde con la investigación. Las características de los mismos se detallan en la tabla 1.

De esa manera, la propuesta inicial se compuso por veinte intervenciones farmacéuticas extraídas de los artículos seleccionados y clasificados de manera preliminar por el equipo investigador, según los pilares fundamentales del modelo CMO. Un total de siete intervenciones se ubicaron en Capacidad, ocho en Motivación y cinco en Oportunidad. Además cada intervención se describió y ejemplificó para facilitar al entendimiento del experto.

Finalmente, se recibió la participación de 13 expertos en la ronda Delphi.

En la figura 2 se observa el grado de aceptación de las intervenciones propuestas por parte de los expertos. Del total, 15 intervenciones fueron aceptadas por 13 expertos (100%), 4 intervenciones por 12 (92%), 1 intervención por 11 (85%) y 1 intervención por 10 (77%) de los encuestados. En una única ronda se alcanzó el consenso.

Las intervenciones reconocidas como de mayor importancia y prioridad fueron, con una puntuación de 10, la revisión y validación, la seguridad y la adherencia. Mientras que las de mayor impacto, igualmente valoradas con un 10, fueron las de revisión y validación, coordinación, adherencia y motivación. Por el contrario, las de que obtuvieron una menor puntuación en el apartado de importancia fueron las de planificación y coordinación social y en el impacto la de coordinación social, puntuadas con 7 (Figura 3).

La taxonomía finalmente desarrollada se observa en la tabla 2.

 

Discusión

Este estudio, presenta, por primera vez, una taxonomía de intervenciones farmacéuticas basadas en un novedoso modelo de AF.

La definición y desarrollo de la AF al paciente VIH+ se ha ido amoldando a los cambios existentes a nivel asistencial y farmacoterapéutico, llegando a ser a día de hoy un elemento clave en la actividad de la mayoría de centros hospitalarios en nuestro país10. Aunque el nivel actual de la AF en España, según los diferentes estudios publicados, es aceptable, aun dista de alcanzar los niveles de calidad y, sobre todo de homogeneidad deseables11.

Por ello, la reorientación del modelo de trabajo en base a los tres grandes pilares propuestos, así como lograr armonizar y consensuar las principales intervenciones a llevar a cabo y priorizar aquellas mas relevantes según la tipología de paciente atendido, resultará de gran ayuda en el futuro y permitirá maximizar los resultados en salud de los pacientes y la aportación farmacéutica en la consecución de los objetivos farmacoterapéuticos en este tipo de pacientes.

Ni que decir tiene que este nuevo modelo debe venir acompañado de nuevas fórmulas para su desarrollo. Particularmente importante es el reciente "Modelo de Selección y Estratificación de pacientes", creado por el Grupo de trabajo de AF al paciente VIH de la SEFH8. Con un enfoque piramidal, esta herramienta de trabajo nos permite estratificar a los pacientes en tres niveles, basal, intermedio y principal, en orden creciente de necesidades de AF por su riesgo de no consecución de objetivos farmacoterapéuticos. Precisamente este es otro de los grandes cambios del modelo, hablar de objetivos farmacoterapéuticos y no de la clásica terminología de Problemas Relacionados con los Medicamentos (PRM) ni de priorización de los costes farmacoeconómicos. El modelo incluye diferentes variables, no solo relacionadas con la farmacoterapia (total, no solo la antirretroviral), sino también demográficas, sociales y del estado cognitivo y funcional y de utilización de recursos sanitarios. Las intervenciones identificadas en el apartado de capacidad están basadas precisamente en el uso de esta herramienta y con este enfoque de revisión, validación y planificación de objetivos farmacoterapéuticos en los pacientes, los cuales deben ser cotejados para comprobar su cumplimiento o no en cada momento en que se realice AF. Dado que las intervenciones que más se han priorizado en este estudio en importancia son las clásicas, de revisión del tratamiento antirretroviral, seguridad y adherencia, la base del modelo tradicional ya esta asentada pero es necesario dar un enfoque diferente en la perspectiva de seguimiento, para revisar y validar la farmacoterapia completa de forma permanente, especialmente en los pacientes polimedicados, tal y como indican las recomendaciones12.

En segundo lugar, el pilar de motivación, nos obliga, igualmente a dar un salto cualitativo en nuestra relación con los pacientes. Para ello, la comunicación y fundamentalmente la entrevista es la herramienta fundamental. No obstante, es necesario avanzar ya que de la clásica entrevista clínica, ampliamente utilizadas en la búsqueda de PRM, debemos pasar a enfocar la entrevista motivacional. Esta deberá incluir dos puntos fundamentales para coordinar las intervenciones propuestas tanto de seguridad, compromiso y la clásica valoración de la adherencia. Estos puntos son la capacidad de generar "discrepancias internas" en nuestros pacientes y la de "afrontar las resistencias" respecto a la situación basal y la que se espera conseguir en este tipo de pacientes a través de la AF. En pacientes VIH+ polimedicados, particularmente, donde la adherencia a la medicación concomitante es baja y puede verse influida por el tratamiento antirretroviral13, este nuevo enfoque nos va a ser de gran ayuda en el manejo de la polifarmacia. Resulta muy llamativo, sin embargo, la escasa disponibilidad de herramientas para valorar la motivación de los pacientes, siendo el cuestionario "Patient activation Measure", que no es especifico de población VIH una de las pocas herramientas que pueden ser usadas a este respecto14. No obstante, deberán desarrollarse herramientas específicas en este ámbito para población VIH+.

Igualmente, el tradicional concepto de valoración de la adherencia, deberá ampliarse para incluir el nuevo enfoque de adherencia primaria y secundaria. Siendo, ahora, la primaria, la que ocurre desde que se prescribe el tratamiento hasta los primeros 14 días desde la prescripción y la secundaria, la que clásicamente hemos valorado, la que se analiza desde que el paciente tiene en su poder el tratamiento. El estudio de Gómez E et al. ya indica que la falta de adherencia primaria podría llegar a ser de hasta un 33% en los pacientes VIH+15.

Por último, el concepto de oportunidad, nos obliga a pensar que ya no trabajamos para los hospitales, sino desde los hospitales. O lo que es lo mismo, que la AF ya no es exclusivamente presencial y que para ello necesitaremos de las tecnologías de aprendizaje y comunicación (TIC's) y las tecnologías de aprendizaje y conocimiento (TAC's) para hacer frente a las necesidades de los pacientes y que estas se presentan también fuera de nuestras consultas. Son ya muy numerosas las experiencias que demuestran la aportación de valor que estas herramientas tienen para los pacientes en población general, también de mayor edad y, particularmente, los pluripatológicos y polimedicados. Desde experiencias mas simples con envió de SMS a móviles o Apps destinadas a la gamificación a otras experiencias mas complejas como la de "paciente experto VIH 2.0", con incipientes resultados de satisfacción de los usuarios incorporados a este modelo de aprendizaje basado en compartir experiencias entre pacientes16.

El presente estudio presenta limitaciones. En primer lugar, la sensibilidad de los resultados a la posible ambigüedad de las preguntas. Por ello, se definieron claramente los términos importancia, prioridad e impacto para que todos los expertos clasificaran las intervenciones y homogeneizaran sus respuestas al máximo. Igualmente, para establecer el grado de experiencia de los miembros del panel, se determinaron claramente cuales eran las características mínimas en cuanto a orientación profesional, publicaciones y participación en grupos de trabajo nacionales. Por último, al tratarse de un método de análisis cualitativos se podría esperar una valoración de la confianza excesiva en el juicio de los expertos, tendiendo a ser menos precisos que otros métodos cuantitativos.

Una vez obtenida la taxonomía, es prioritario llevar a cabo estudios prospectivos que demuestren la utilidad de la misma a la hora de llevar a cabo un óptimo seguimiento a este tipo de pacientes y cómo se incorporan a la asistencia integral y multidisciplinar de este tipo de pacientes. A su vez, futuros estudios permitirán conocer cuales son las intervenciones mas frecuentes y los resultados en salud obtenidos a raíz de llevar a cabo estas intervenciones de manera sistematizada. Igualmente, en caso necesario, permitirán adaptar las intervenciones a futuros cambios asistenciales que se vayan llevando a cabo. Igualmente es prioritario, llevar a cabo una validación y adaptación de la taxonomía en otro tipo de patologías.

Por todo ello se propone una nueva línea de investigación, como es la de incorporar la taxonomía de intervenciones farmacéuticas en Pacientes VIH según el modelo CMO en la asistencia sanitaria y evaluar la importancia, relevancia y factibilidad de las mismas en el seguimiento a pacientes VIH+ en la práctica clínica real. Asimismo, con los matices propios de otras patologías, valorar la utilidad de esta metodología de trabajo en otras áreas de la farmacia.

En conclusión, la taxonomía consensuada y presentada, permitirá clasificar las intervenciones farmacéuticas realizadas con el nuevo modelo de AF a pacientes VIH+ y, de esa manera, profundizar en la investigación y mejora asistencial a este tipo de pacientes.

 

Financiación

El presente documento no ha recibido ninguna financiación para su diseño y desarrollo.

 

Conflicto de interés

Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés relacionado con la publicación de este artículo.

 

Agradecimientos

Este estudio no habría sido posible sin la colaboración desinteresada de todos los farmacéuticos especialistas que formaron parte del panel de expertos para el desarrollo de la metodología Delphi. A cada uno de ellos queremos agradecerle su esfuerzo: Herminia Navarro Aznárez (Servicio de Farmacia - Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, Aragón), Aitziber Illaro Uranga (Servicio de Farmacia - Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Santander, Cantabria), Purificación Cid Silva (Servicio de Farmacia CHUAC - Xerencia Xestión Integrada A Coruña, Galicia), Emilio Molina Cuadrado (Servicio de Farmacia - Hospital Torrecárdenas, Almería, Andalucía), José Manuel Martínez Sesmero (F.E.A Farmacia Hospitalaria. Pharmacy departament - Outpatient and Ambulatory Care - Complejo Hospitalario de Toledo, Castilla-La Mancha), Javier Sánchez-Rubio Ferrández (Farmacéutico Adjunto- Servicio de Farmacia, Hospital Universitario de Getafe, Madrid), Sergio Fernández Espinola (FEA Servicio de Farmacia - Hospital de Antequera, Málaga, Andalucía), Raúl Ferrando Piqueres (Jefe de Sección Servicio de Farmacia Hospitalaria - Hospital General de Castellón, Valencia), Luis Carlos Fernández Lisón (Jefe de sección. Servicio de Farmacia Hospitalaria - Complejo Hospitalario de Cáceres, Extremadura), Ma Paz Valverde Merino (Servicio de Farmacia - Hospital Universitario de Salamanca, Castilla y León), Ma José Huertas Fernández (Farmacéutica Unidad de Atención a Pacientes Externos - Hospital Universitario Puerta del Mar, Cádiz, Andalucía), Alicia Lázaro López (Servicio de Farmacia - Hospital Universitario de Guadalajara, Castilla-La Mancha), Gador Callejón Callejón (Servicio de Farmacia - Hospital Universitario La Candelaria, Tenerife, Canarias).

 

 

Dirección para correspondencia:
Correo electrónico: ralejandro.morillo.sspa@juntadeandalucia.es
(Ramón Morillo Verdugo).

Recibido el 24 de junio de 2016;
aceptado el 14 de septiembre de 2016.

 

 

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