La revista Farmacia Hospitalaria (FH) ha publicado un artículo que presenta una nueva definición de la Atención Farmacéutica (AF) y la correspondiente justificación tanto para redefinirla como para revisar sus objetivos y procedimientos. Los autores de este artículo1 entienden que es necesaria la actualización de la definición de la AF porque los medicamentos son más complejos y específicos, hay nuevos marcos asistenciales e incluso un nuevo marco social con pacientes más informados, a la vez que recuerdan que se deben tener en cuenta las nuevas tecnologías.
Las siglas CMO (Capacidad-Motivación-Oportunidad), aplicadas a la AF, nacen en el año 2014, dentro del proyecto MAPEX (Mapa Estratégico para la atención al paciente Externo) afirmando que “el modelo tradicional de AF a pacientes externos ya ha «tocado techo» (…) porque los pilares del modelo clásico de trabajo en consultas externas de Farmacia Hospitalaria necesitan ser replanteados”2.
La sobrecarga de trabajo en la dispensación a pacientes externos de los servicios de farmacia hospitalaria, después de 2008, generó una reorganización de procedimientos en sus servicios; pero esta necesidad organizativa no parece suficiente causa para plantear una enmienda total al cambio sustancial y paradigmático que supuso en 1990 la introducción del concepto de pharmaceutical care.
Creemos que conseguir más agilidad, eficiencia y transversalidad con los demás servicios asistenciales no exige una ruptura total en el guion asistencial con el cuerpo de doctrina acumulado hasta ahora.
Las definiciones, utilizadas y modificadas por grupos profesionales internacionales, han conservado en su redacción los pilares que sustentaron el cambio sugerido por Hepler y Strand3, que suponía cambiar el servicio profesional de “orientado al medicamento a orientado al paciente”.
El artículo afirma que a nivel internacional se ha “profundizado poco” en estos asuntos, pero ya en 2014 PCNE (Alleman y Van Mil) redefine conceptos, e igualmente en 2018 lo hace Holanda4, siempre manteniendo la base propuesta por Hepler y Strand.
Por último, es de destacar que la Resolución de marzo de 2020, del Comité de Ministros del Consejo de Europa, sobre la “implementación de la AF para el beneficio de los pacientes en los Servicios de Salud” se basa también en la definición de Hepler y Strand, y la utiliza como base para su aplicación en los diferentes servicios asistenciales, incluido el hospitalario5.
La Fundación Pharmaceutical Care nace en 1998 con el objetivo de promover actividades científicas y profesionales sobre AF; la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) es miembro fundador de ella. Aunque se afirma que el grupo de trabajo que da origen al artículo “ha estado compuesto por miembros de la SEFH y farmacéuticos de diferentes ámbitos asistenciales”, nos sorprende que la Fundación no haya recibido solicitud de adhesión al documento y, aún más, que entre las adhesiones no se cuente con ninguna del resto de las sociedades científicas asistenciales.
En nuestra opinión, las definiciones y objetivos utilizados en la actualidad por diversos grupos de trabajo en nuestro país siguen siendo válidas y únicamente los procedimientos, necesitados de una mayor aplicación de las diversas tecnologías de comunicación, podrían ser objeto de revisión de forma conjunta entre niveles asistenciales. Este, y no otro, ha sido el objetivo de las actividades que recientemente ha desarrollado la Fundación, en las que han participado también miembros de la SEFH, cuyas conclusiones establecen marcos de trabajo coordinados entre los farmacéuticos de distintos entornos asistenciales.
Desde la Fundación estaremos siempre dispuestos a valorar reenfoques de la definición y de los procedimientos para conseguir óptimos resultados de salud en los pacientes a través de la farmacoterapia que utilizan, contando con la participación de todos los agentes implicados en esa farmacoterapia, muchos de ellos representados en nuestra Institución.