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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.18 no.1 Granada ene./mar. 2009

 

ARTÍCULOS ESPECIALES

ORIGINALES

 

Estrés en padres de los recién nacidos hospitalizados en la Unidad de Alto Riesgo Neonatal

Stress in hospitalized parents of newly born in the neonatal intensive care unit

 

 

Flor María Parra Falcón1, Zulia Moncada1, Sandra Josefina Oviedo Soto1, Mary Marquina Volcanes1

1Escuela de Enfermería, Universidad de Los Andes, Mérida, Estado Mérida, Venezuela

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Justificación: Al ingresar un recién nacido en la Unidad de Alto Riesgo Neonatal (UARN), recibimos también unos padres que se encuentran abruptamente con una realidad diferente a la deseada en el embarazo.
Objetivo: Elaborar lineamientos para disminuir el estrés en padres de los recién nacidos hospitalizados en la UARN.
Tipo y Diseño: Descriptivo; transversal.
Metodología: Se elaboró un cuestionario para identificar manifestaciones cognitivas, conductuales y afectivas del estrés en 36 padres, cuyo Alfa de Cronbach: 0,914.
Resultados: En manifestaciones emocionales, destacó la inestabilidad emocional con predisposición al llanto, con 13,6%. La dimensión conductual reflejó 13,4% para cambio de hábitos, con descuido de la apariencia personal. En manifestaciones cognitivas, el 10,1% fue para pérdida de la atención por estímulos relevantes auditivos.
Conclusiones: Se consideró disminuir las manifestaciones del estrés de los padres mediante la elaboración de lineamientos basados en técnicas cognitivas-conductuales.

Palabras clave: Estrés, Padres, Recién nacido, Riesgo neonatal.


ABSTRACT

Justification: When a newly born is admitted at the Neonatal Intensive Care Unit, there are also, along with it, a couple of parents that are blown away with this new reality which is different from the one imagined during the pregnancy.
Objective: to establish the steps to reduce the stress of the parents of the newly born hospitalized at the NICU.
Type and design: Descriptive; transversal.
Methodology: it was made a form of questions in order to identify the cognitive, behavior and affective manifestations of the stress in 36 mothers and fathers with an Alpha of Cronbach: 0,914.
Results: In emotional manifestations, the emotional instability with predisposition of wiping was outstanding with 13,6%. The behavior dimension reflects 13,4% with a change of the habits specifically in the lack of care in their personal look. The cognitive manifestations was of 10,1% with a lack of attention because of the sonorous irrelevant stimulus.
Conclusions: we considered to diminish the stress manifestations of the parents through the setting of steps based on cognitive and behavior techniques.

Key-words: Stress, Parents, Newly born, Neonatal risk.


 

Introducción

Cuando un niño necesita atención médica desde su nacimiento a causa de prematurez, enfermedades o malformaciones congénitas, se presentan de manera simultánea acontecimientos que en su mayoría son inesperados y en consecuencia abrumadores para los padres. En estos casos se agrupan dos elementos estresores importantes, como son el nacimiento, que implica para los padres un cambio en la dinámica familiar, y la enfermedad, la cual se convierte en una condición dolorosa por representar un cambio de la situación esperada durante el embarazo, en cuanto a la salud del niño se refiere. Los cambios generan estrés, y si se agrupan dos o más, es lógico pensar que se genere éste en la persona que los experimenta. A tal efecto, cada ser humano anhela una determinada calidad de vida, en la cual establece una combinación de intereses, emociones, logros y satisfacciones; así, las experiencias desagradables como tener un hijo enfermo, le proporciona un ambiente de incertidumbre.

Es así que en este momento, confluyen una serie de eventos que según la escala de Holmes,1 generan un grado de estrés que aumenta la posibilidad de sufrir enfermedades psicosomáticas; se suma al solo hecho del nacimiento o aparición de un nuevo miembro en la familia la presencia de enfermedad, dando cabida a otros eventos como: cambios en el estado financiero, si se considera los gastos monetarios que implican los cuidados especializados; cambios en la recreación, por mayor dedicación al niño; cambios en las actividades sociales; y cambios en los hábitos de sueño, la alimentación, la higiene o el acicalamiento. Asimismo, los padres pueden llegar a presentar síntomas físicos de estrés como consecuencia de la presencia de algunos factores, ellos son: la condición de salud del neonato, las características ambientales del lugar en donde se encuentra hospitalizado, y la separación del binomio padres-hijo.2

Con respecto a la condición de salud del niño, es importante mencionar que al nacer éste con un problema de adaptación, sea prematurez, síndrome de distrés respiratorio, problemas metabólicos u otra patología, los padres se ven en la necesidad de admitir que se le aplique medidas terapéuticas para estabilizar su condición física y evitar otras complicaciones; entre estas medidas se encuentran la colocación de sondas, catéteres endovenosos y tubos endotraqueales, entre otras, que representan un cambio de la imagen del niño deseado o imaginado durante el embarazo, más aún, cuando este neonato tiene características corporales de prematuridad y bajo peso al nacer.

Por otra parte, se tienen las características de ambiente físico de la Unidad de Alto Riego Neonatal (UARN), lugar donde se agrega a la enfermedad del niño el uso de equipos médicos con tecnología de alta complejidad (incubadoras, monitores, saturómetros y otros equipos), los cuales emiten sonidos y luces que, inevitablemente, se convierten en elementos extraños para los progenitores. Asimismo, en este ambiente los padres se encuentran rodeados de personas extrañas, como personal del área y otros neonatos con sus respectivos padres, quienes representan de alguna manera una diferencia significativa al ambiente de bajo riesgo que esperaban ocupar al ingresar y, al del hogar, donde presumieron que estaría su hijo, junto a ellos y otros familiares, como hermanos y abuelos.

El otro factor a tomar en consideración es la separación de los padres de su recién nacido producto de la restricción del horario de visita y aislamiento protector que deben cumplir éstos y otros visitantes, lo cual contribuye a limitar el daño físico pero que probablemente aumenta el daño emocional, siendo este último poco atendido por la ausencia de un personal entrenado que establezca un enlace entre la unidad y los padres.

Estos factores productores de estrés,3 además de la relación con el personal que labora en la unidad,4 hacen difícil la adaptación de los familiares a la unidad durante la hospitalización de su hijo, impidiéndoles cumplir su rol de atender las necesidades especiales de amor y de seguridad; es decir, que disminuye la capacidad de los padres para ajustarse a la situación, quienes deben responder a un conjunto de factores estresantes que se encuentran en este ambiente.

La población que está expuesta a los factores causantes de estrés en la UARN es numerosa, siendo que en países de América Latina, como Ecuador y Argentina, el promedio de ingresos en estas unidades es de 76 en el primero y, entre 30 y 40 en el segundo, de recién nacidos diarios.5,6 Estos valores son similares a los que se presentan en Mérida, Venezuela, ya que se estima que el promedio de ingreso a este espacio hospitalario oscila entre 21 y 29 neonatos por mes, según registro de área, por tanto el número de familias afectadas por esta problemática fluctúa entre 252 a 348 anualmente. De igual manera es importante mencionar que el promedio de estadía de estos neonatos se aproxima a doce días, tiempo en el cual los padres cambian sus actividades cotidianas: empleo, tipo y hora de comidas, atención del hogar, relaciones con sus familias y amigos, para acudir a visitar y brindar relación y cuidado a sus hijos.

Los objetivos de este estudio fueron: describir las manifestaciones emocionales, conductuales y cognitivas del estrés que presentan los padres de los recién nacidos hospitalizados en la UARN del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes, Mérida, (IAHULA); determinar la factibilidad de elaborar lineamientos para disminuir el estrés; y sugerir con base al diagnóstico, lineamientos que contribuyan a fortalecer la ejecución de un programa para disminuir el estrés en los padres de recién nacidos hospitalizados en la UARN.

 

Metodología

La investigación se apoyó en un estudio descriptivo, de campo, con diseño transversal. Se diagnosticaron en primera instancia las manifestaciones emocionales, cognitivas y conductuales del estrés, para sugerir con base a los resultados obtenidos, lineamientos que contribuyan a fortalecer la ejecución de un programa de orientación. La población estuvo representada por 31 padres cuyos hijos fueron hospitalizados en la UARN, del IAHULA, en Mérida. Para la obtención de la información, se diseñó un cuestionario. Este cuestionario consta de 36 ítems para ser respondidos con las opciones de: Siempre (S), Casi Siempre (CS), A veces (AV), Casi Nunca (CN) y Nunca (N). La aplicación del cuestionario estuvo precedida de un proceso de validación de contenidos a través del juicio de expertos. La confiabilidad fue calculada por el Alfa de Cronbach, con un valor de 0,914. Los resultados se organizaron en cuadros de distribución de frecuencias correspondientes a cada una de las dimensiones, con el propósito de realizar el análisis correspondiente, mediante la técnica de análisis descriptivo.

 

Resultados

Con respecto a la dimensión relacionada con las manifestaciones emocionales del estrés, destacó la categoría inestabilidad emocional que el mayor promedio estuvo representado por la alternativa Siempre, el 13,6% del promedio general, con porcentaje más alto en el ítem relacionado con el indicador predisposición al llanto, ya que el 58,1% de los padres que tuvieron a su hijo hospitalizado en la UARN manifestaron que dicha situación le hace llorar con facilidad al verlo. De manera similar, el 38,7% expresó Siempre que la causa por la cual su hijo se encuentra recluido en la UARN, es su responsabilidad. La categoría ansiedad, reflejó el más alto promedio en la alternativa Siempre con el 12,6, resaltando de manera específica que el 51,6% de los padres expresaron que les genera temor el hecho de que algún día al llegar a la unidad, los médicos le tengan la noticia que su hijo ha sufrido otras complicaciones, el cual es un ítem relacionado con el indicador, temor ante algo desagradable. Sin embargo, al observar los resultados del ítem relacionado con el indicador miedo ante una situación difícil el mayor porcentaje estuvo en la alternativa Nunca, con el 90,4%, con respecto al indicador que hace referencia no acudir a visitarlo si presenta alguna complicación en su estado de salud. De igual manera, los datos mostraron que en la categoría correspondiente a la pérdida de la confianza, el mayor porcentaje lo determinó la alternativa Nunca con el 17%, siendo que el 67,7% de los padres manifestaron esta opción con respecto a si la hospitalización de su hijo les generó reacciones airadas (de rabia) cuando pierden la confianza en el equipo médico que atiende a su hijo, al igual que expresar abiertamente su desconfianza ante un tratamiento terapéutico que le haya sido indicado al niño por miedo a que ocurra algo inesperado, ambos ítems correspondientes al indicador actitud defensiva.

En la dimensión conductual de las manifestaciones del estrés, resaltó con 13,4% del promedio general la alternativa Nunca en la categoría correspondiente a cambio de hábitos, encontrando un 67,7% en lo que respecta el descuido de la apariencia personal mientras su hijo estuvo en la UCIN. De manera específica, al observar los resultados relacionados con los hábitos de alimentación, éstos difieren del resultado general destacando en la alternativa algunas veces el ítem que indagó sobre la pérdida fácil del apetito como consecuencia de tener ingresado a su hijo en la UARN, con el 51,6%. Con relación a la categoría de conductas adictivas, éstas presentaron valores elevados en la alternativa Nunca, con el 21,2% de promedio general, sustentado en valores del 100% en los indicadores sobre el beber alcohol como alternativa para sobrellevar la hospitalización de su hijo en la UARN y el uso de tranquilizantes. En el ítem relacionado con el fumar, sólo se manifestó en el 3,2% de los encuestados. En cuanto a la categoría que hace referencia a las reacciones fisiológicas del estrés, el 20,7% se orientó hacia la alternativa Nunca al considerar el promedio general de la dimensión conductual. Destacó particularmente que la mayoría de los padres entrevistados manifiestan que Nunca se presentaron temblores musculares con facilidad por sentir miedo ante la situación de su hijo, el cual es un ítem correspondiente al indicador reacciones físicas, con el 51,6%; de igual manera, los indicadores de la categoría molestias corporales, como cefalea y el cansancio físico que pertenece al indicador descrito como fatiga, obtuvieron valores de 80,5% y 41,9% respectivamente. Sin embargo, es importante mencionar que 41,7% de los padres presentaron algunas veces palpitaciones cuando se encontraban visitando a su hijo en la UARN, acompañado del 29,2% que respondieron siempre sobre este aspecto. Asimismo, los resultados evidencian que el 35,4% de los padres expresaron que el tener a su hijo ingresado en la UCIN les produjo insomnio, ubicándose en la alternativa de respuesta de Siempre.

En lo que respecta a los resultados relacionados con la dimensión manifestaciones cognitivas del estrés, se estableció el mayor promedio para la categoría pérdida de la atención en la alternativa Siempre con el 10,1% del promedio general, siendo específicamente relevante el porcentaje relacionado con el indicador estímulos irrelevantes auditivos, con el 51,6%. Es decir que la mayoría de los padres encuestados manifestaron que los ruidos de alarmas y equipos de la UARN, le distraen durante la visita que realizan a su hijo.

Con respecto a la categoría reducción de la retención memorística, el promedio general que obtuvo mayor porcentaje fue la alternativa Siempre, con el 12,1%, específicamente en los ítems relacionados con la memoria semántica con los cuales se indaga sobre la dificultad de recordar la información suministrada por el personal de salud sobre la condición del recién nacido. Sin embargo, los ítems correspondientes a los indicadores memoria episódica y memoria procedimental, presentaron los mayores porcentajes en la alternativa Algunas Veces y Casi Nunca, respectivamente, destacando el ítem que indaga sobre la incapacidad para recordar sucesos relacionados con la hospitalización del recién nacido con el 58,1% y la dificultad para realizar los procedimientos relacionados con los cuidados del recién nacido en los cuales se requiere su participación, con un valor de 54,7%.

En cuanto a la desorganización del pensamiento, como categoría de la dimensión manifestaciones cognitivas, el mayor porcentaje en el promedio general estuvo constituido por la categoría Siempre con el 13,7%, siendo que el ítem relacionado con la toma de decisiones y evaluar las estrategias utilizadas obtuvo el 61,2%. En cuanto al indicador incapacidad para fijar metas, el 32,4% de los padres encuestados expresó que la hospitalización de su hijo les dificultó la planificación de actividades diarias, Siempre. De manera contraria, el ítem relacionando con el indicador incapacidad para definir el problema, obtuvo el porcentaje más alto en la alternativa Casi Nunca, con el 58,1%.

 

Discusión

Los resultados evidencian que la mayoría de los padres no presentan manifestaciones emocionales causadas por el estrés, que les impidan sobrellevar la situación de salud de su hijo y establecer relaciones interpersonales óptimas con las personas encargadas de brindar cuidados a sus hijos. Dichos resultados se diferencian con lo establecido por Kenner y Amlung,7 quienes mencionan que el nacimiento de un producto prematuro o enfermo son hechos inesperados y abrumadores, a los cuales no están preparados la persona ni la familia, en la esfera psicológica, y que se les conoce a menudo como estresores situacionales o accidentales, por lo cual es lógico pensar que dichas manifestaciones se hagan presentes. Sin embargo es importante considerar que en los resultados obtenidos se observan porcentajes más altos en algunas manifestaciones relacionadas con la modificación de la paternidad deseada durante el embarazo y la real que enfrentan cuando su hijo es ingresado en la UARN. En efecto, los procesos psicológicos que los padres experimentan tras el nacimiento de un lactante de alto riesgo, entre los que citan: la aflicción por la pérdida del supuesto hijo perfecto, la aflicción por la incapacidad de procrear un lactante perfecto y una aflicción previa por la pérdida del niño, causan desorganización en los padres porque estos no logran controlar sus sentimientos y aceptar lo que ocurrió.8

Así mismo, se estableció que los padres no presentaron en su mayoría manifestaciones conductuales producidas por el estrés, resultados opuestos a lo encontrado por Guzmán,9 quien destacó en su investigación que los padres con hijos hospitalizados evidencian manifestaciones orgánicas como: las cardiovasculares, digestivas, articulares y musculares con una proporción entre un 45% y un 10%. Sin embargo, es importante destacar la presencia de alteraciones alimenticias, las cuales además de ser un indicador del estrés, contribuye a que progrese este síndrome. En tal sentido, es importante mencionar que si una persona no está bien nutrida, su habilidad para soportar el estrés se verá realmente disminuida, por lo cual es necesario mejorar los hábitos alimenticios para que físicamente la persona se sienta mejor y fuerte para manejar el estrés. De hecho, los recursos con los cuales dispone una persona para hacer frente a situaciones o acontecimientos estresantes son muy diversos, y entre ellos se encuentran los denominados vitales, relacionados básicamente con la salud y la energía.10

Por otra parte, aunque los resultados no demuestran una frecuencia elevada de reacciones físicas producto de estrés en los padres, es evidente que las respuestas emitidas por los padres sobre esta categoría, están distribuidas significativamente en las alternativas siempre, casi siempre y algunas veces. Sin embargo, los padres en la UARN pueden llegar a presentar síntomas físicos de estrés como consecuencia de la presencia de algunos factores, como son: la condición de salud del neonato, las características ambientales del lugar en donde se encuentra ingresado y la separación del binomio padres-hijo.2 Bajo esta perspectiva cabe resaltar el indicador que presentó más alto porcentaje de aparición de esta categoría fue el insomnio, el cual es un síntoma producto de estrés y que puede presentarse como consecuencia de la interrupción del rol, ya que los padres de los bebés pretérmino a menudo se sienten privados de la satisfacción de sus expectativas de la experiencia del parto y elaboran un duelo por la pérdida de su bebé de fantasía.11

Con respecto a las manifestaciones cognitivas, de manera general, los resultados con tendencia hacia la categoría de respuesta siempre, confirman que en algunas condiciones o por algunos factores los estímulos irrelevantes obtienen prioridad atencional involuntaria, definiendo este fenómeno como captura atencional,12 lo cual se relaciona con la pérdida de la atención que producen los diferentes estímulos auditivos y visuales de la UARN. Asimismo, es conocido a través de múltiples trabajos, cómo el estrés afecta anatómicamente al hipocampo, un área cerebral de particular importancia para la memoria y un enclave central de la regulación neuroendocrina del organismo,13 lo cual explica de alguna manera la reducción de la capacidad memorística en este grupo de padres.

En lo que respecta a la desorganización del pensamiento, los resultados pueden ser comparados con lo mencionado por quien establece que el mismo se ve afectado marcadamente por la presencia del estrés, explicando que éste tiende a aumentar la probabilidad de que se produzca un número elevado de errores para solucionar un problema que requiera actividad mental,14 por lo cual dicha situación puede comprometer la capacidad de los padres para manejar los acontecimientos relacionados con el estado de salud de su hijo, considerando el papel fundamental que ejercen en su restablecimiento.

En virtud de los resultados, el profesional de enfermería debe valorar el riesgo que tienen los padres y madres de los recién nacidos ingresados en la UARN de sufrir estrés negativo, ya que los mismos se ven expuestos al impacto emocional producido por la hospitalización de su hijo y proponer lineamientos que permitan a los padres analizar, reconocer y asumir el desarrollo de las manifestaciones emocionales, cognitivas y conductuales que se presentan, y a su vez ofrecer técnicas que les permitan utilizar sus habilidades sociales para adaptarse operativamente a la situación que experimentan, sustentado en el cuidado humano como foco del ejercicio profesional.

 

Conclusiones

El estudio permitió, con base a los resultados del diagnóstico sobre las manifestaciones emocionales, conductuales y cognitivas del estrés que se presentan en los padres en la UARN, la elaboración de lineamientos que contribuyan a la disminución del mismo y que permitan orientar a los padres para contrarrestarlas. Se requiere la sensibilización del personal de enfermería que labora en la UARN, sobre la importancia de considerar como parte del protocolo de cuidados en dicha área hospitalaria la utilización profesional de técnicas cognitivas conductuales que faciliten a los padres y madres el manejo del estrés, de manera que no represente un obstáculo para el establecimiento del vínculo entre ellos y su recién nacido. Estas técnicas se enmarcan en sesiones educativas, lecturas, relajación muscular, reforzamientos positivos, jerarquización de necesidades, solución de conflictos, visualización, toma de decisiones, entre otras. La aplicación de dichas técnicas requerirá además de un seguimiento posterior a su aplicación, de manera que se determine el alcance de las mismas, su pertinencia en el contexto social y su aporte al fortalecimiento de la evidencia científica de la profesión.

 

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Dirección para correspondencia:
Flor María Parra Falcón.
Urbanización La Mata. Residencia Serranía Casa Club,
Edf. 9, Apto. B-42. Mérida, Estado Mérida, Venezuela
parraflor@yahoo.com

Manuscrito recibido el 8.06.2008
Manuscrito aceptado el 5.08.2008

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