INTRODUCCIÓN
El síndrome de hipotensión intracraneal espontánea presenta una clínica similar a la cefalea postpunción dural. Presenta unos hallazgos de neuroimagen 1 que confirman el diagnóstico y la realización de parche hemático epidural.
MATERIAL Y MÉTODO
Exploraciones complementarias realizadas a 14 pacientes (9 mujeres y 5 hombres), previo a la realización del PHE.
RESULTADOS
RMN craneal con galodinio (14 pacientes):
RMN espinal (14 pacientes):
Colecciones espinales extradurales: 14 de 14 pacientes (100 %).
Protrusiones discales con impronta y deformidad medular causantes de la fuga de LCR: 2 de 14 pacientes (14 %).
Quistes aracnoideos en salida de raíces espinales: 2 de 14 pacientes (14 %).
TAC craneal (12 pacientes):
Colecciones subdurales: 5 de 12 pacientes (41 %).
Disminución del tamaño de los ventrículos: 4 de 12 pacientes (41 %).
TAC normal: 7 de 12 pacientes (58 %).
Mielo TAC realizado a 3 pacientes:
Localización punto fuga (Figura 4): 2 de 3 pacientes: 66 %.
Cisternografía isotópica realizada a 2 pacientes: estudios no concluyentes.
CONCLUSIONES
La RMN craneal con galodinio y la RM espinal con efecto mielográfico (potenciada en T2) ha desplazado al resto de exploraciones más invasivas.
El TAC craneal no es tan concluyente como la RM cerebral y puede ser normal.
Se debe evitar en la medida de lo posible la realización de pruebas que causen más lesión en la impermeabilidad de la duramadre como el mielo-TAC o la cisternografía isotópica, pues podrían agravar la situación clínica del paciente y confundir el diagnóstico. Solo deberían realizarse en aquellos casos en los que los hallazgos de la RMN espinal no orientaran a la localización del punto de fuga LCR, o que no hubiera resultado eficaz un primer PHE.