Presentamos el caso de un varón de 43 años con dolor e impotencia funcional de muñeca izquierda de un año de evolución, evidenciándose en la exploración una tumoración indurada y adherida a planos profundos en dicha localización. Tras hallazgos en la tomografía axial computarizada (TAC) de imágenes compatibles con osteocondroma versus condrosarcoma periférico (Figura 1), se solicitó estudio gammagráfico óseo.
El estudio gammagráfico óseo en tres fases de miembros superiores e imagen tardía de cuerpo completo (Figura 2), evidenció la llegada precoz del trazador con aumento del pool vascular de leve-moderada intensidad en porción distal de radio izquierdo (flecha), que persistió con mayor intensidad en las imágenes tardías. En el resto del esqueleto no se observaron otros hallazgos patológicos. Dichos hallazgos revelaron un aumento de la vascularización y de la actividad osteoblástica en extremo distal de radio izquierdo.
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Figura 2. Gammagrafía ósea de tres fases de miembros superiores y tardía de cuerpo completo con Tc99m-difosfonatos
Se decidió realizar biopsia, con resultado anatomopatológico de proliferación osteocondromatosa compatible con una lesión de Nora, confirmándose dicho diagnóstico tras la resección quirúrgica.
La lesión de Nora se presenta predominantemente en la segunda o tercera década de vida1,2, sin diferencias de género3, afectando principalmente a las extremidades. De etiología incierta4,5, consiste en una lesión excrecente y exofítica que se origina en la cortical ósea, formada por tejido óseo, cartilaginoso y fibroso, con atipias nucleares6,7. La gammagrafía ósea permite conocer las características metabólicas de esta lesión. Dado su carácter agresivo, debe realizarse un diagnóstico diferencial con lesiones malignas como el osteosarcoma8.