INTRODUCCIÓN
El calcio es el mineral con mayor presencia en el organismo. El 99% queda localizado en huesos y dientes y el 1% restante se distribuye en el plasma sanguíneo, líquidos intersticiales, líquido cefalorraquídeo y el interior de las células. Cumple múltiples funciones metabólicas como por ejemplo la estabilización de las membranas celulares, como cofactor de algunas enzimas e interviniendo en el metabolismo del glucógeno, la contracción muscular y en la coagulación y proceso de la cicatrización. No obstante, desde un punto de vista cuantitativo, su función principal es la mineralización ósea1.
La disponibilidad del calcio está sujeta a factores tanto de tipo genético como de tipo exógeno. Se ha de tener en cuenta que la mayor o menor absorción de calcio va a estar modulada por factores individuales como la edad, estado fisiológico (embarazo, lactancia, etc.), niveles estrogénicos, funcionamiento gastrointestinal, actividad física, niveles de vitamina D, el estado hormonal, el genotipo y otros como el consumo de tabaco y alcohol.
Una ingesta adecuada de calcio en la dieta, desde la infancia hasta la tercera década de la vida, permite alcanzar un pico óptimo de masa ósea, disminuye la predisposición a padecer osteoporosis en edades futuras y por tanto la incidencia de fracturas. Por todo ello es evidente la importancia que representa la evaluación de la ingesta de calcio a lo largo de todas las etapas de la vida para determinar qué personas pueden ser susceptibles de una intervención dietética efectiva.
El consumo de calcio es fundamental para la preservación de la masa ósea y por consiguiente para la prevención de la osteoporosis. La vitamina D es esencial en la regulación del calcio y en el mantenimiento de la fuerza muscular2 . Ambas constituyen la base para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis y de las fracturas, junto con la realización de actividad física. A nivel nacional, la prevalencia de osteoporosis determinada por densitometría en la población femenina española mayor de 50 años estimada ha sido de 22,8% en columna lumbar y del 9,1% en cuello femoral. De forma global un 12,7% de mujeres españolas (entre 20 y 80 años) tienen osteoporosis en columna vertebral o cuello femoral, lo que representa alrededor de 1.974.400 mujeres; y un 2,7% de la población femenina total presenta osteoporosis en ambas localizaciones3 .
En la ciudad de Valencia se ha estimado una prevalencia poblacional de osteoporosis para mujeres postmenopáusicas de 50 y más años, utilizando los criterios densitométricos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)4 , del 32% (IC95%:27,8-35,7) y de osteopenia del 50% (IC95%:5,9-54,3)5 .
Los requerimientos diarios de calcio dependen de la cantidad necesaria para mantener el balance de calcio. El mantenimiento de un nivel adecuado de calcio en sangre (homeostasis) obliga a establecer un equilibrio entre el calcio plasmático y el calcio del hueso regulado por el sistema endocrino a través de las glándulas tiroides y paratiroides6 .
A nivel poblacional, el Institute of Medicine (IOM)7 revisó en el año 2010, las cantidades diarias de calcio recomendadas por grupos de edad y sexo. Estas cifras han servido de base para la elaboración de las Dietary Reference Intakes (DRI) de Estados Unidos y Canadá, tratándose de valores de referencia expresados como estimaciones cuantitativas de la ingesta de nutrientes útiles en la planificación y evaluación de la ingesta dietética de personas sanas. Comprende cuatro valores: ingesta diaria recomendada (RDA, por sus siglas en ingles), ingesta adecuada (AI, por sus siglas en ingles), nivel de ingesta máxima tolerable (UL, por sus siglas en ingles) y requerimiento medio estimado (EAR, por sus siglas en ingles) que se trata de un valor de ingesta diaria media de un nutriente que cubre las necesidades del 50% de un grupo homogéneo de población sana de igual edad, sexo y con condiciones fisiológicas y de estilo de vida similares8 .
Con respecto a las principales fuentes de calcio en nuestro entorno, destacamos los productos lácteos como la leche, el queso o el yogur. Sin embargo, también existen otros alimentos que aportan cantidades importantes de calcio como el pescado cuando se consume con restos de espinas (anchoas, sardinas en escabeche, boquerones fritos), los frutos secos (avellanas, almendras y nueces), los vegetales de hoja verde, como las espinacas, y hortalizas, como el brócoli, e incluso los cereales y las legumbres, tal y como se describe por la Internacional Osteoporosis Foundation (IOF)9 .
Dada la oportunidad que ha supuesto la realización de la Encuesta de Nutrición de la Comunitat Valenciana 2010-2011 (ENCV2010-2011)10 y que ofrece datos referidos a la ingesta de calcio, el presente estudio ha perseguido dos objetivos: conocer los patrones de ingesta media de calcio de la población adulta (de 19 y más años) de la Comunitat Valenciana y estimar la prevalencia poblacional de ingesta insuficiente de calcio en dicha población.
MATERIAL Y MÉTODOS
Para el presente estudio se han utilizado los datos nutricionales de la ENCV2010-2011, estudio poblacional transversal, recogidos mediante recordatorio dietético de 24h.
La conversión de alimentos en nutrientes fue procesada de forma individualizada mediante el programa Alimentación y Salud v.2.0 que utiliza las tablas de composición de alimentos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada11 .
El estudio, origen de los datos, pasó el correspondiente comité ético regional y siguió procedimientos conformes a la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki. La muestra se obtuvo por muestreo aleatorio estratificado por conglomerado. Obteniéndose previamente a la realización de las encuestas el consentimiento informado de los participantes10 .
La muestra participante considerada para el presente estudio fue de 1.206 individuos, 597 hombres (49,5%) y 609 mujeres (50,5%). La distribución por grupos de edad fue de 192 personas (15,9%) para el grupo de 19 a 30 años, de 460 individuos (38,1%) para el de 31 a 50 años, 395 efectivos (32,8%) para el de 51 a 70 años y 159 personas (13,2%) para los mayores de 70 años, agrupación realizada para adecuar los grupos a las consideraciones para las DRI del IOM 20105 .
La muestra fue representativa para el conjunto total a estudio (error muestral 2,82%, con un intervalo de confianza al 95% [IC95%]), y por sexo (hombres 4,01% y mujeres 3,97%). Al fraccionar la muestra por grupos de edad esta representatividad se vio influenciada obteniéndose para los grupos de 19 a 30 años y de mayores de 70 años, un error mayor del 5%.
Para los análisis estadísticos se utilizó el paquete estadístico SPPS plus v.17.0. El análisis descriptivo contempló la variable calcio como una variable continua cuantitativa, caracterizando su consumo por la media, la desviación estándar y los rangos. Además, se describieron los valores de los percentiles 3, 5, 10, 15, 25, 50, 75, 85, 90, 95 y 97 considerando los grupos de edad y sexo. Para la comparación de medias se utilizaron los test de T-Student y ANOVA, considerando como significativo las pruebas estadísticas con un p-valor menor de 0,05.
Para la estimación de las prevalencias de ingesta inadecuada de calcio se consideró como patrón de ingesta recomendada los EAR y las RDA, presentados por el IOM en el año 20105. Siguiendo estas recomendaciones, el límite de consumo inadecuado de calcio, según los EAR, se estableció en 800mg/persona/día para ambos sexos en edades de 19 a 50 años y para los hombres de 51 a 70 años. En mujeres de 51 a 70 años y sujetos mayores de 70 años el límite se estableció en 1.000mg/persona/día. En función de las RDA el límite de ingesta inadecuada de calcio se presentó en los 1.000mg/persona/día en ambos sexos de 19 a 50 años y hombres de 51 a 70 años, mientras que en las mujeres de esta edad el límite se estableció en los 1.200mg/persona/día, al igual que en los mayores de 70 años de ambos sexos.
La variable ingesta inadecuada se trató como una variable dicotómica cualitativa (consumo inadecuado frente a consumo adecuado) calculando las prevalencias de consumo inadecuado con sus respectivos intervalos de confianza (IC95%), calculados por el método binomial exacto. Para establecer las diferencias entre proporciones (grupos de edad y sexo) se utilizó la prueba Chi-Cuadrado (χ2).
RESULTADOS
En la Tabla 1 se presentan los valores de la ingesta media de calcio para los 1.206 sujetos estudiados, agrupados por grupos de edad y sexo. Se estimó la media de ingesta de calcio en 741,4mg/persona/día (DE=334,9), con un valor mínimo de 50,1mg/persona/día y un máximo de 2.830,2mg/persona/día.
Total (n=1.206) | Hombres (n=597) | Mujeres (n=609) | ||
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Grupo de edad (n) | Ca mg/día (DE) | Ca mg/día (DE) | Ca mg/día (DE) | p-valor |
19 a 30 (192) | 734,4 (330,1) | 776,1 (339,9) | 696,8 (318,1) | 0,096 |
31 a 50 (460) | 749,0 (339,1) | 781,2 (370,9) | 716,9 (301,5) | 0,042* |
51 a 70 (395) | 734,2 (342,4) | 734,6 (359,1) | 733,8 (325,5) | 0,982 |
>70 (159) | 746,0 (311,4) | 726,6 (262,1) | 764,3 (352,2) | 0,447 |
Total (1.206) | 741,4 (334,9) | 757,8 (350,0) | 725,4 (319,0) | 0,092 |
n: Tamaño de la muestra; Ca: calcio; DE: Desviación estándar; *: Diferencia de medias entre sexos con p-valor ≤0,05.
Para los hombres la ingesta media de calcio fue de 757,8mg/persona/día (DE=350,0) observándose un mínimo de ingesta de 62,8mg/persona/día y un valor máximo de 2.410,1mg/persona/día. En cuanto a las mujeres la ingesta fue de 725,4mg/persona/día (DE=319,0) con un consumo mínimo de 50,1mg/persona/día y un máximo de 2.830,2mg/persona/día. No se observaron diferencias estadísticamente significativas por sexo (p-valor=0,09) ni por grupos de edad (p-valor=0,91). Sólo para el grupo de 31 a 50 años se estimó que el consumo medio de calcio fue mayor en mujeres que en hombres (p-valor=0,04).
Los valores de percentilación de la población con respecto al consumo de calcio se presentan en la Tabla 2. En todos los grupos de edad y sexo, la mediana (P50) fue menor que la media, estimándose la máxima diferencia entre ellas para los hombres de 19 a 30 años y la mínima entre las mujeres de 70 y más años. Para todos los grupos de edad según sexo, el valor del P85 estuvo por encima de 1.000mg de calcio/día a excepción de los hombres de 70 y más años y las mujeres de 19 a 30 años que el valor queda incluido en el P90. Sólo en el grupo de hombres de 19 a 30 años quedó incluido este valor en el P75.
Edad (años) | P3 | P5 | P10 | P15 | P25 | P50 | P75 | P85 | P90 | P95 | P97 |
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Hombres | 238,3 | 290,8 | 378,2 | 433,5 | 528,7 | 707,2 | 929,6 | 1.071,5 | 1.219,5 | 1.417,7 | 1.605,9 |
19-30 | 276,7 | 317,5 | 389,6 | 438,9 | 534,6 | 684,7 | 1.037,3 | 1.158,1 | 1.260,5 | 1.472,1 | 1.597,2 |
31-50 | 231,8 | 290,0 | 378,0 | 428,4 | 540,2 | 718,2 | 984,2 | 1.149,7 | 1.316,3 | 1.465,4 | 1.706,9 |
51-70 | 165,6 | 238,3 | 366,0 | 424,6 | 503,0 | 688,3 | 868,4 | 1.032,1 | 1.151,7 | 1.439,3 | 1.731,3 |
>70 | 292,1 | 324,8 | 351,8 | 457,1 | 546,2 | 683,0 | 893,8 | 982,3 | 1.037,0 | 1.284,0 | 1.368,3 |
Mujeres | 254,8 | 298,4 | 372,6 | 414,6 | 504,0 | 687,2 | 902,1 | 1.032,5 | 1.125,4 | 1.292,2 | 1.490,7 |
19-30 | 187,0 | 288,7 | 365,5 | 396,5 | 487,4 | 671,5 | 824,4 | 943,1 | 1.150,9 | 1.240,2 | 1.699,2 |
31-50 | 255,0 | 308,8 | 377,2 | 424,2 | 510,4 | 677,3 | 917,6 | 1.032,4 | 1.097,1 | 1.345,1 | 1.507,7 |
51-70 | 250,9 | 278,9 | 363,7 | 389,4 | 509,5 | 692,1 | 917,1 | 1.066,2 | 1.172,7 | 1.366,0 | 1.510,1 |
>70 | 224,1 | 328,4 | 423,3 | 454,6 | 537,5 | 756,3 | 907,2 | 1.039,3 | 1.144,3 | 1.251,8 | 1.412,6 |
Total | 253,8 | 293,3 | 375,8 | 423,3 | 515,2 | 695,2 | 914,4 | 1.054,4 | 1.159,9 | 1.377,6 | 1.508,5 |
19-30 | 271,9 | 294,6 | 378,7 | 404,3 | 511,5 | 674,1 | 879,8 | 1.071,1 | 1.179,8 | 1.356,4 | 1.596,7 |
31-50 | 254,0 | 302,5 | 378,0 | 424,9 | 518,6 | 694,8 | 937,7 | 1.076,2 | 1.169,5 | 1.427,0 | 1.513,7 |
51-70 | 230,5 | 259,5 | 363,9 | 408,1 | 508,0 | 690,9 | 888,0 | 1.040,9 | 1.158,7 | 1.392,7 | 1.538,7 |
>70 | 276,2 | 327,9 | 399,0 | 455,6 | 542,9 | 731,5 | 900,5 | 987,6 | 1.048,3 | 1.258,7 | 1.383,4 |
P: Percentil X.
Los datos por grupos de edad y sexo según los EAR se describen en la Tabla 3. Respecto a los resultados de prevalencia de ingesta inadecuada de calcio referido al requerimiento medio estimado, se observó que un 70,6% (IC95%:68,0-73,2) de la población no alcanzó los valores EAR establecidos por el IOM. La prevalencia de ingesta inadecuada fue mayor en mujeres que en hombres, un 75,4% (IC95%:72,0-78,2) frente a un 65,7% (IC95%:61,9-69,5), diferencia estadísticamente significativa (χ2=13,7; p-valor<0,001). Al analizar por grupos de edad, la mayor diferencia y estadísticamente significativa observada por sexo fue para el grupo de 51 a 70 años (mujeres 83,2% [IC95%:78,0-88,4] frente a hombres 62,3% [IC95%:55,6-69,0]).
Ingesta inadecuada EAR | Ingesta inadecuada RDA | |||||
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Edad (años) | n | % | IC95% | n | % | IC95% |
Hombres | 392 | 65,7 | (61,9-69,5) | 481 | 80,6 | (77,4-83,8) |
19-30 | 58 | 63,7 | (53,8-73,6) | 66 | 72,5 | (63,3-81,7) |
31-50 | 143 | 62,2 | (55,9-68,5) | 176 | 76,5 | (71,0-82,0) |
51-70 | 124 | 62,3 | (55,6-69,0) | 166 | 83,4 | (78,2-88,6) |
>70 | 67 | 87,0 | (79,5-94,5) | 73 | 94,8 | (89,8-99,8) |
Mujeres | 459 | 75,4 | (72,0-78,2) | 530 | 87,0 | (84,1-89,9) |
19-30 | 74 | 73,3 | (64,7-81,9) | 87 | 86,1 | (79,4-92,9) |
31-50 | 153 | 66,5 | (60,4-72,6) | 189 | 82,2 | (77,3-87,1) |
51-70 | 163 | 83,2 | (78,0-88,4) | 177 | 90,3 | (86,2-94,4) |
>70 | 69 | 84,1 | (76,2-92,0) | 77 | 93,9 | (88,7-99,1) |
Total | 851 | 70,6 | (68,0-73,2) | 1.011 | 83,8 | (81,7-85,9) |
19-30 | 132 | 68,8 | (62,3-74,4) | 153 | 79,7 | (74,0-85,4) |
31-50 | 296 | 64,3 | (59,9-68,7) | 365 | 79,3 | (75,6-83,0) |
51-70 | 287 | 72,7 | (68,3-77,1) | 343 | 86,8 | (83,5-90,1) |
>70 | 136 | 85,5 | (80,0-91,0) | 150 | 94,3 | (90,7-97,9) |
%: Prevalencias; IC95%: Intervalo de confianza al 95%; EAR: Requerimiento medio estimado; RDA: Ingesta diaria recomendada.
Por grupos de edad, la prevalencia de consumo inadecuado fue similar entre los 19 y 70 años entre 64% y 73%, sin embargo, fue mayor para el grupo mayores de 70 años, 85,5% (IC95%:80,0-91,0), χ2=26,9; p-valor<0,001. Un patrón similar para la edad fue observado en los hombres estimando la máxima prevalencia para los mayores de 70 años, 87% (IC95%:79,5-94,5). Entre las mujeres se estimaron cifras de prevalencia de ingesta inadecuada superiores al 83% a partir de los 50 años.
Los datos referidos a las prevalencias de ingesta inadecuada de calcio por grupos de edad y sexo, según los valores RDA, se describen en la Tabla 3. Un 83,8% (IC95%:81,7-85,9) de la población a estudio no alcanzaban las ingestas recomendadas. La prevalencia en hombres fue de un 80,6% (IC95%:77,4-83,8) y en mujeres de un 87% (IC95%:84,1-89,9), siendo esta diferencia estadísticamente significativa (χ2=9,3; p-valor=0,002).
Por grupos de edad, se observó una mayor prevalencia de ingesta insuficiente según RDA conforme aumentaba la edad a partir del grupo de 31-50 años (χ2=24,8; p-valor<0,001). Para el grupo de mayores de 70 años, se estimó la mayor prevalencia, 94,3% (IC95%:90,7-97,9), aunque no se observaron diferencias estadísticamente significativas por sexo. En los hombres, la proporción de ingesta insuficiente pasó de 72,5% (IC95%:63,3-81,7) en el grupo de 19-30 años hasta alcanzar la máxima prevalencia en los mayores de 70 años, 94,8% (IC95%:89,8-99,8). En las mujeres, la mínima prevalencia se encontró en el grupo de 31-50 años, 82,2% (IC95%:77,3-87,1) y la máxima en el grupo de 70 y más años, 93,9% (IC95%:88,7-99,1). Ambas diferencias obtuvieron significación estadística (p-valor<0,05).
DISCUSIÓN
Los valores de consumo medio de calcio en la población adulta de la Comunitat Valenciana son inferiores a las ingestas recomendadas de EAR y RDA presentadas por el IOM, lo que se traduce en una elevada prevalencia de ingesta insuficiente de este mineral.
En este estudio se han obtenido valores de ingesta media de calcio ligeramente inferiores a los estimados por otros estudios de ámbito nacional, como los del estudio INDICAD llevado a cabo sobre una muestra representativa de la población española en 200412 (991mg de calcio/persona/día), los del panel de consumo alimentario de España13 de 2008 (874mg/persona/día) o los del estudio realizado en 201214 sobre una muestra también representativa de la población española (910,3mg/persona/día; 903,7mg en hombres y 916,1mg en mujeres). Los resultados aquí presentados han sido ligeramente superiores a los referidos por el estudio poblacional ANIBES15 , realizado en 2013, para segmentos semejantes de edad (adultos de 18 a 64 años: 689mg de calcio/persona/día; personas entre 65-75 años: 645mg/persona/día) y también en ambos sexos.
Los valores estimados son semejantes a los estudios realizados en la comunidad autónoma del País Vasco en 198916 (772mg/persona/día), en Cataluña en el año 199317 (762mg/persona/día) y en las Islas Baleares en el año 200018 (793mg/persona/día), pero inferiores de ingesta de calcio a los obtenidos en Murcia en el año 199019 (924mg/persona/día), en Andalucía en el 200020 (831mg/persona/día), Cataluña en 200321 (837mg/persona/día), Andorra en 200522 (826mg/persona/día) y Galicia en el año 200723 (1039mg/persona/día). Si bien todos ellos son estudios poblacionales realizados mediante encuesta y los resultados derivados de recordatorios dietéticos de 24 horas, la heterogeneidad de la edad de los sujetos participantes pueden estar afectando las medias (Cataluña21 contempla edades entre 10 y 80 años), así como también el año de realización (medias más altas cuanto más recientes) o la zona geográfica y accesibilidad a lácteos como es el caso de la encuesta de Galicia23 que alcanza la media más alta.
En el contexto geográfico de la Comunitat Valenciana, los resultados de ingesta de calcio obtenidos en el presente estudio deben compararse con otros tres llevados a cabo en la Comunitat Valenciana anteriormente. La Encuesta de Nutrición y Salud de la Comunitat Valenciana (1994)24 realizada sobre una muestra de 1.813 personas mayores de 15 años estimó una media de ingesta de calcio de 882mg/persona/día siendo en hombres de 937mg/persona/día y en mujeres de 830mg/persona/día; en un estudio realizado en la ciudad de Orihuela (Alicante) en 1993-9425 , en el que se trabajó con una muestra de 262 sujetos mayores de 13 años se obtuvieron unos valores de ingesta de calcio de 858mg/persona/día (hombres 901mg/persona/día, mujeres 822mg/persona/día) y, otro estudio realizado en Castellón (2011)26 con una muestra de 1.548 personas mayores de 15 años, obtuvo estimaciones de ingesta de calcio de 834mg/persona/día (hombres 861mg/persona/día frente a mujeres 822mg/persona/día). Observándose una tendencia a la disminución de las medias de consumo de calcio en los 16 años transcurridos desde los primeros estudios poblacionales referidos.
Los resultados de este estudio han puesto en evidencia que un 70,6% de la población presenta una ingesta inadecuada de calcio con respecto a los EAR y más de un 80% según las RDA y en ambos casos con una mayor proporción en mujeres que en hombres y en los grupos de edad más avanzada.
En referencia al grupo de edad de 51 a 70 años cabe destacar las diferencias que se han observado por sexo, siendo mayor la ingesta inadecuada para los EAR en mujeres que en hombres. Para el conjunto de la muestra la prevalencia de consumo inadecuado fue mayor en el grupo de los mayores de 70 años tanto en referencia a los EAR como a las RDA. Se ha de tener en consideración, a la hora de interpretar estos datos, que las recomendaciones de la IOF son diferentes, mayores, en mujeres que en hombres para esa edad, y también son mayores para las personas mayores de 70 años, aunque en este caso iguales entre hombres y mujeres.
Los resultados obtenidos en el estudio proporcionan información de interés que permite perfilar la situación nutricional respecto al calcio en la población de la Comunitat Valenciana observándose un consumo insuficiente para un elevado porcentaje de la misma. El consumo de calcio resulta preocupante y crítico, al ser considerado como uno de los principales factores que contribuye a la osteoporosis y, por lo tanto, asociado con un mayor riesgo de fractura, tal y como se describe en un Informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU.27.
Las recomendaciones sobre el consumo de calcio deben ser realizadas sobre población diana con ingesta insuficiente, dado que un consumo elevado indiscriminado de calcio puede presentar problemas de salud. Asimismo, se deben primar las recomendaciones de aumento de ingesta de calcio procedente de la dieta y de los alimentos que contienen dicho mineral de forma natural en su composición frente a su aporte mediante suplementos ricos en calcio. Según el IOM, la ingesta máxima admisible de calcio no debe superar los 2.500mg/persona/día5. En un estudio sobre una cohorte prospectiva de 61.433 mujeres nacidas entre el 1914 y el 1948 de la Swedish mammography cohort28 , seguidas durante 19 años, se estimó que una ingesta alta de calcio diario por encima de las recomendaciones (mayor de 1.400mg/día) proveniente tanto de la dieta como de suplementos se asociaba con mayor mortalidad media por cualquier causa y por causa cardiovascular, cuando se comparaba con aquellas que realizaban una ingestión entre 600-1.000mg, rango de ingesta que correspondería a un 35% de la población presentada en este estudio.
También, entre los varones se observó que altas ingestas de suplementos de calcio se asociaba con un incremento en la mortalidad cardiovascular (riesgo relativo de 1,20) como se manifestaba en un estudio en el que se incluyeron a 388.229 varones y mujeres entre 50-71 años de la cohorte del National Institutes of Health-AARP Diet and Health Study de EE. UU.29.
Así pues, se hace necesario proveer diariamente de unas cantidades adecuadas de calcio al organismo para alcanzar las recomendaciones establecidas, pero sin superarlas, ya que el organismo posee una manera efectiva para gestionar el calcio en ausencia de excesos.
Las cifras estimadas en el presente estudio pueden haberse visto influenciadas por la metodología usada para la obtención de los datos nutricionales. El recordatorio de 24h presenta ciertas limitaciones a la hora de precisar el tamaño de las porciones y sesgo de recuerdo y olvido de ingestas, además puede no representar el consumo de alimentos a largo plazo, si bien es un método apropiado para estimar ingestas medias para grupos siendo útil para evaluar intervenciones en nutrición.
CONCLUSIONES
De los resultados del presente estudio se concluye que sería conveniente realizar estudios específicos sobre la ingesta de calcio en la población con el fin de evaluar la influencia de un consumo deficitario de este mineral en patologías asociadas como la osteoporosis y la fractura osteoporótica.