INTRODUCCIÓN
El personal sanitario está incluido entre los grupos de riesgo a los que se recomienda la vacunación antigripal1. A pesar de ello, la cobertura de vacunación en el colectivo sanitario en España se sitúa entre el 15% y el 28%2,3, una cifra sensiblemente baja en comparación con el 75% que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la población susceptible de vacunación4. El Gobierno de España, para mejorar la cobertura en dicho sector, fija objetivos menores a corto plazo, habiendo instaurado como meta la inmunización del 40% de los sanitarios. Este objetivo se lo propuso también el Principado de Asturias1,4.
Los profesionales sanitarios juegan un importante papel para prevenir, diagnosticar y tratar la enfermedad gripal5, además de ser los principales promotores de la vacunación en su entorno laboral y entre el resto de grupos de riesgo1. Por ello, es especialmente relevante la actitud frente a su propia inmunización.
En España, los estudios centrados en vacunación antigripal en dicho sector fueron llevados a cabo, mayoritariamente, en centros de Atención Primaria5,6,7,9,10,11. En la actualidad, no disponemos de registros sobre el personal sanitario de la red hospitalaria asturiana.
El objetivo principal del estudio fue conocer la actitud de los profesionales sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) frente a la vacunación antigripal durante la campaña 2017-2018, al igual que determinar los motivos por los que se inmunizaron, analizar su percepción sobre la cobertura de vacunación en su entorno, e identificar si existían diferencias estadísticamente significativas entre las personas que sí se vacunaron o no respecto al resto de variables sociodemográficas.
SUJETOS Y MÉTODOS
Diseño del estudio
Se elaboró un estudio observacional, descriptivo transversal, limitado a la campaña de vacunación 2017-2018, entre los meses de enero y abril de 2018.
Participantes
La población diana fue el personal sanitario del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), perteneciente a las categorías de medicina, enfermería y los técnicos de cuidados auxiliares de enfermería (TCAE). Considerando un total de 2.000 sanitarios, con un nivel de confianza para la investigación del 95% y una probabilidad de error tipo 1 del 5%, se calculó un tamaño muestral necesario representativo de 322 participantes.
Los participantes debían cumplir los siguientes criterios de inclusión: pertenecer a las categorías profesionales anteriormente nombradas, realizar labor asistencial y participar voluntariamente. Por contra, los criterios de exclusión establecidos fueron: negativa a participar y no ejercer su profesión en el momento de la recogida de datos.
Instrumento
Se elaboró una hoja de recogida de datos dividida en 3 partes. La primera estaba compuesta por variables de carácter sociodemográfico y laboral. Las dos partes restantes recogían variables relacionadas con la vacunación antigripal y fueron confeccionadas a partir del cuestionario realizado por Pérez-Ciordia et al, con previa autorización de los autores10, siendo modificado con el fin de acotar el cuestionario al personal sanitario. Concretamente, la segunda parte se centró en datos generales sobre la vacunación antigripal (vacunación previa, lugar de vacunación, canal de información y percepción de inmunización en su entorno). Finalmente, la última sección fue dirigida a concretar las razones de vacunación o, en su defecto, de no vacunación, mediante la cumplimentación de 12 ítems. En cada caso, se ofreció opción de respuesta con escala tipo Likert de 1 (totalmente en desacuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo).
Procedimiento
En primer lugar, se obtuvo la autorización del Comité de Ética de la Investigación del Principado de Asturias y de la Gerencia del HUCA. El inicio de reparto de cuestionarios se realizó una vez concluida la campaña de vacunación antigripal. Para ello, se procedió de dos formas diferentes: mediante encuesta física en papel y mediante formato online a través de la plataforma Google Formularios. La técnica de muestreo fue mixta: se estableció un muestreo consecutivo por conveniencia para el reparto de cuestionarios presenciales y se empleó una técnica dirigida mediante efecto “bola de nieve” para la parte online.
Previamente a la encuesta física, se contactó con los supervisores de enfermería de las respectivas unidades para informarles de la finalidad del estudio, explicarles el cuestionario, concretar el inicio de la recogida de datos y establecer la forma de hacerlo que resultase más propicia y menos invasiva en su labor asistencial, ofreciéndoles para ello la colocación de urnas durante una semana en su servicio, para alcanzar así la máxima tasa de respuesta posible.
La creación del formato online del cuestionario se realizó con el fin de llegar a la población médica y a los servicios especiales de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), quirófano y urgencias. Para ello, se proporcionó a ciertos profesionales diana pertenecientes a dichos servicios la encuesta online, encargándose de divulgarla entre sus compañeros.
Análisis de datos
El análisis estadístico de los datos se realizó mediante el uso del paquete estadístico SPSS en su versión 22.0 para Windows. Para el análisis descriptivo de las variables cuantitativas se utilizó la media, la moda, la desviación típica y el rango, mientras que las cualitativas se analizaron mediante el uso de sus frecuencias absolutas y sus porcentajes.
Por último, se compararon los profesionales vacunados y los no vacunados considerando las variables sociodemográficas y variables generales sobre la vacunación antigripal. Para la comparación entre variables cualitativas se utilizó la prueba Chi Cuadrado. Se realizó el test de Shapiro-Wilk para comprobar si la distribución de dos grupos cumplía criterios de normalidad. En caso positivo (p>0,05), se utilizó la prueba de t de Student para comparar las medias de dos grupos en los que una variable es cuantitativa y la otra es cualitativa dicotómica; por el contrario, se usó U Mann Whitney si los criterios de normalidad no se cumplían.
RESULTADOS
La muestra estuvo compuesta por 518 participantes (tasa de respuesta del 26,25%). Un total de 185 cuestionarios (35,71%) se obtuvieron mediante el formato online y los 333 restantes a través de encuestas físicas (64,28%). La media de edad de los encuestados fue de 42,37 años, y hubo una mayor participación de mujeres (89,57%). En lo referente a la profesión, el 64,28% de la muestra correspondió a profesionales de enfermería.
En cuanto a las variables generales sobre vacunación antigripal (tabla 1), el 29,53% de los participantes recibieron la vacuna antigripal en la campaña 2017-2018, el 48,26% señalaron haberse inmunizado previamente y el centro de trabajo fue la alternativa elegida por el 66,53%. Respecto a los medios de información, el papel de otros profesionales sanitarios influyó en la decisión de vacunación del 32,52% de la muestra, situándola como la opción más señalada después de la referida a “otros medios” (un 50%) (tabla 1).
Las razones principales para su aceptación fueron la asimilación de su eficacia y la percepción de obligación profesional de inmunizarse, con unas medias de 4,11 y 3,88 en la escala Likert, respectivamente. En contra, la razón menos puntuada fue el convencimiento a través de los medios de comunicación (media de 2,17) (tabla 2). El motivo principal por el que los participantes no inmunizados rechazaron la vacuna antigripal fue el desinterés después de haberlo meditado (media de 3,41), seguido por el hecho de no considerarse un transmisor superior al resto de la población (media de 2,57), así como por las dudas sobre la seguridad de la vacunación (media de 2,46) (tabla 3).
El presente estudio determinó significación estadística para las variables sociodemográficas de profesión (p<0,001) y tipo de contrato (p=0,003), presentando la categoría de enfermería y el personal temporal cifras inferiores de vacunación (tabla 4). Los trabajadores pertenecientes al sector de medicina y el personal con contrato fijo se inmunizaron en mayor medida dentro de sus categorías (18,30% y 41,72%, respectivamente).
También existió relación en los profesionales que siempre se vacunaban y además lo hicieron en la campaña a estudio (p<0,001), en los profesionales que se vacunaron en su centro de trabajo (p=0,002), y en la fuente informativa sobre la vacunación, categorizada como “otras”, en las personas que no se vacunaron (p<0,001) (tabla 5).
Por último, el análisis de la percepción de la vacunación en el entorno señaló que la profesión (p=0,014) y la familia (p<0,001) resultaron influyentes en la decisión de inmunización antigripal (tabla 5).
DISCUSIÓN
La importancia de la vacunación antigripal en los profesionales sanitarios está ampliamente demostrada por la evidencia científica, siendo recomendada por la Organización Mundial de la Salud y asumida por diferentes países como una medida preventiva básica de los sistemas sanitarios.
Los datos obtenidos en la presente investigación indican una tasa de vacunación cercana al 30-35%, coincidiendo con las cifras aportadas por el Servicio de Salud Laboral del HUCA y siendo similares a las de estudios recientes realizados a nivel nacional3 e internacional12.
A diferencia de lo expuesto en otros trabajos(8.9,11), no encontramos diferencias significativas en función de la edad o el sexo frente a la inmunización antigripal. Por el contrario, hallamos asociación entre la categoría profesional y la vacunación, siendo más elevada la tasa de facultativos inmunizados en las categorías de enfermería y TCAE, lo que indica que el personal con contacto más próximo al paciente es el que menos se vacuna, al igual que señalan investigaciones previas5,7,8,13,14.
Los resultados de nuestro estudio constatan la relación entre el tipo de contrato y la vacunación antigripal, demostrando mayor adherencia a la misma el personal con plaza fija. Se trata de un hallazgo no recogido por otros autores en el entorno nacional, por lo que puede ser pertinente la inclusión de esta variable en futuras investigaciones.
Por otro lado, el análisis realizado ha podido demostrar el incentivo que supone haberse vacunado con anterioridad a la hora de aceptar vacunaciones posteriores5,10,11,15,16. Este hecho sugiere un posible eje de actuación para fomentar la adherencia a la vacunación de los sanitarios, mediante la consecución de un primer contacto y su incentivación en las campañas consecutivas5.
En la presente investigación la información aportada por otros sanitarios despunta sobre el resto de opciones para documentarse, lo que pone de manifiesto la influencia del propio personal sanitario del HUCA en la vacunación en su entorno profesional. Este resultado difiere del estudio llevado a cabo por Domínguez et al7, en el que la información aportada por el Servicio de Salud Laboral o los médicos de Atención Primaria a otros sanitarios no afectan al rechazo de la vacuna. Tal disparidad sugiere la necesidad de seguir analizando esta variable con el fin de establecer una relación con evidencia científica suficiente que ayude a establecer métodos de captación adecuados para las campañas de vacunación.
Al igual que en otros estudios7,13,17,18, las dudas sobre la seguridad de la vacuna se posiciona entre las principales razones de rechazo. Sin embargo, el personal que sí se ha inmunizado presenta como principal motivación su creencia en la eficacia de la misma y, en segundo lugar, su percepción de la obligación a la profilaxis gripal como profesionales. Este resultado difiere de otros estudios en los que la protección propia y familiar se sitúan como motivaciones principales5,8,9,13,18,19.
Como medida fomentadora de la vacunación antigripal, puede ser interesante promocionar un primer contacto con la vacuna en la etapa formativa de los profesionales sanitarios, tanto en los estudios de grado como en los de formación profesional20.
Durante el desarrollo de la investigación se han encontrado una serie de limitaciones. En primer lugar, el personal administrativo, los técnicos superiores, los celadores y los profesionales sanitarios de consultas externas no fueron incluidos en los criterios de selección debido a la dificultad de acceso a ellos y el limitado tiempo de investigación, por lo que no es descartable que haya diferencias entre el personal conformante del estudio y el que no ha participado. En segundo lugar, el número de personal médico que compone la muestra ha sido limitado (n=33), no siendo representativo del total de facultativos que trabajan en el HUCA.
Para finalizar, la tasa de vacunación de los profesionales de la salud del hospital de referencia de Asturias es similar a la de otros centros sanitarios en España. Sin embargo, sigue estando por debajo de la meta planteada por la Organización Mundial de la Salud. En base a los resultados del presente estudio y a la voluntariedad que atañe a la vacunación de los profesionales sanitarios de nuestro país, sería una herramienta clave para que el profesional decida la conveniencia de su inmunización anual contra el virus de la gripe el fomentar un entorno laboral positivo en el que los trabajadores se encuentren correctamente informados.