Transportar un ataúd infantil. Albert Edelfelt, 1879
Albert Edelfelt (1854-1905) nació en Porvoo, un pueblo finlandés de cuento: casas de colores, tejados puntiagudos, nieve blanquísima en los meses fríos… Estudió en Amberes, París y San Petersburgo. Pronto alcanzó fama universal, y hoy se le recuerda por muchas obras, pero especialmente por el retrato del microbiólogo Louis Pasteur.
Esta vida de fábula y lujo, que incluyó el matrimonio con la baronesa Ellan de la Chapelle, contrasta con el presente cuadro, que no es precisamente la alegría de la huerta. Pero que tuvo el acierto de sacar, por vez primera, la pintura finlandesa a un entorno de exteriores.