Introducción
Los recursos humanos en cualquier institución son piezas fundamentales para lograr los objetivos organizacionales, sobre todo si se reconoce y apoya su desempeño [1], ya que este reconocimiento propiciará una integración efectiva y eficiente de su personal, que potenciará aún más la gestión y la productividad [2]. Estos recursos humanos podrán realizar adecuadamente sus tareas si están capacitados, motivados y con la facilidad de obtener los recursos logísticos que su puesto les demanda [2]; esto debe darse desde la contratación, mediante refuerzos constantes [3] y durante el proceso su formación técnica [4]. Es muy importante que tengan conocimientos y participen en las áreas administrativas porque, de esta manera, serán los propios trabajadores quienes puedan gestionar las mejoras y cambios en la empresa [5]. Sin embargo, existen informes que muestran que no siempre los profesionales tienen un conocimiento adecuado [6].
La investigación en recursos humanos es una de las prioridades de investigación en Perú [7] y de otras instituciones rectoras en materia de la salud [8], ya que esto es clave para fortalecer los sistemas nacionales de investigación en salud [9]. Sin embargo, en nuestro medio son numerosos los trabajos que han descrito características del personal de salud, pero la mayoría de las descripciones se ha relacionado con problemas de su salud o exposición a riesgos laborales [1]; otros abordan el tema de los conocimientos en temas específicos [10], problemas que tienen en el ejercicio profesional [11]. En nuestra búsqueda bibliográfica no se han encontrado publicaciones que caractericen a los recursos en salud según el lugar de trabajo, por lo que el objetivo de la investigación fue determinar las características y capacitaciones en administración en el personal que trabaja en el sector salud de la ciudad y periferia de Huancayo, Perú.
Sujetos y métodos
Se realizó un trabajo de tipo transversal analítico, que se basó en la realización de una encuesta al personal que trabaja en establecimientos de salud del departamento de Junín. Esta población es importante, ya que forma parte de uno de los cinco departamentos más grandes del Perú y se ubica en la serranía central de los Andes peruanos por lo que comparte características similares con los trabajadores del sector salud de muchas ciudades de los Andes. Esto hace que el personal encuestado forme parte de una de las redes de salud más importantes, ya que conecta muchas zonas por su ubicación central.
Se incluyó al personal que trabajaba en una institución de salud en octubre de 2016 y que aceptó participar. Se excluyeron 70 encuestas por ser duplicadas o por tener datos sugerentes de falsificación (un 7% de tasa de exclusión).
Se realizó el cálculo del mínimo tamaño muestral requerido para encontrar una diferencia del 5% entre las variables (con el programa Stata v. 11.1), para un intervalo de confianza al 95%, una potencia del 80% y muestra única. Con esto se alcanzó un tamaño mínimo de 784 encuestados, a lo que se le sumó el 10% en caso de rechazo. La muestra se obtuvo de forma no probabilística.
Se tomaron las variables de sexo (masculino/femenino), edad (en años cumplidos), tipo de profesión (médicos, enfermeras, técnicos, obstetras, personal administrativo, otro personal de salud y otro personal que no fuera del sector salud), lugar de trabajo (Ministerio de Salud, seguro social, primer nivel de atención o clínica/consultorio) y características del trabajo (hace cuántos años trabajaba en la institución y si tuvo un cargo administrativo). Además, se realizaron tres preguntas que indagaban la posibilidad de realizar actividades en el área de administración: si postularía a un cargo administrativo, si se sentía preparado para dicho cargo administrativo y si realizaría un curso de posgrado en el tema de administración (estas preguntas tuvieron tres posibles respuestas: de acuerdo, indiferente o en desacuerdo).
Después de la obtención de las encuestas, se realizó la transcripción a una ficha en el programa Microsoft Excel mediante una guía para la transcripción estándar. Posteriormente, se ejecutó un control de calidad de los datos en dos etapas, la primera en donde se verificaba la buena transcripción de los datos y la segunda en donde se realizaron filtros para la evaluación de la calidad de los datos (integridad y coherencia). Posteriormente, se exportó la base al programa estadístico Stata, en donde se obtuvieron frecuencias y porcentajes de las variables categóricas, así como las medianas y rangos intercuartílicos para las variables cuantitativas (esto debido a la evaluación de la normalidad con la prueba estadística de Shapiro-Wilk). Después se realizó la estadística analítica, para lo cual se usaron las pruebas de chi al cuadrado (para el cruce de las variables categóricas) y la suma de rangos (para el cruce de una variable categórica frente a una cuantitativa).
El proyecto se sometió a la evaluación de un comité de ética avalado por el Instituto Nacional de Salud del Perú. Los datos identificativos se manejaron con suma reserva, y una vez armada la base se eliminaron de ésta los datos confidenciales.
Resultados
De los 1.002 encuestados, la mayoría de mujeres trabajaba en el área rural (50,2%), en comparación de los hombres, que la mayoría lo hacía en el área urbana (60,8%). Las profesiones que tenían mayor presencia en el área rural fueron las obstetras (74,4%) y las enfermeras (53,1%); en cambio, médicos (63,9%) y administrativos (63,4%) tenían más presencia en el área urbana. Los otros valores descriptivos se muestran en la tabla I.
Rural | Urbano | p | ||
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Sexo | Femenino | 320 (50,2%) | 317 (49,8%) | 0,001b |
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Masculino | 140 (39,2%) | 217 (60,8%) | ||
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Edad (años) | 36 (30-47)a | 37 (31-51)a | 0,014c | |
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Tipo de profesión | Médicos | 117 (37,1%) | 198 (63,9%) | < 0,001b |
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Enfermeras | 111 (53,1%) | 98 (46,9%) | ||
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Técnicos | 107 (45,2%) | 130 (54,9%) | ||
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Obstetras | 58 (74,4%) | 20 (25,6%) | ||
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Administrativos | 26 (36,6%) | 45 (63,4%) | ||
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Otros de salud | 35 (50,0%) | 35 (50,0%) | ||
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Otros de no salud | 8 (44,4%) | 10 (55,6%) | ||
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Años de egresado | 9 (4-20)a | 10 (5-22)a | 0,021c |
aMediana y, entre paréntesis, rango intercuartílico;
bχ2;
cSuma de rangos
Los trabajadores de la seguridad social (EsSalud) trabajaban más en el área urbana (p < 0,001) y hace más años (p = 0,003); los que trabajaban en el primer nivel de atención lo hacían más en el área rural (p < 0,001); por último, los que trabajaban en una clínica o consultorio lo hacían más en el área urbana (p < 0,001). En todas las instituciones evaluadas, el rango de haber tenido un cargo administrativo era del 25,0-43,2%, y no hubo diferencias estadísticamente significativas dependiendo de si se trabajaba en el área urbana o rural (Tabla II).
Rural | Urbano | p | ||
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Ministerio de Salud | Trabaja actualmente | 242 (65,1%) | 282 (61,2%) | 0,249 |
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Cuántos años | 4 (2-15)a | 5 (2-16)a | 0,420 | |
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Tuvo cargo administrativo | 86 (38,1%) | 80 (31,3%) | 0,117 | |
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Seguridad social | Trabaja actualmente | 27 (8,9%) | 151 (38,1%) | < 0,001 |
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Cuántos años | 3 (2-6)a | 7 (3-16)a | 0,003 | |
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Tuvo cargo administrativo | 7 (28,0%) | 38 (29,0%) | 0,919 | |
| ||||
Primer nivel de atención | Trabaja actualmente | 256 (64,7%) | 126 (32,9%) | < 0,001 |
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Cuántos años | 3 (1-10)a | 4 (2-9)a | 0,191 | |
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Tuvo cargo administrativo | 91 (40,4%) | 48 (43,2%) | 0,624 | |
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Clínica o consultorio | Trabaja actualmente | 60 (18,8%) | 164 (41,2%) | < 0,001 |
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Cuántos años | 2 (1-5)a | 3 (1,5-7)a | 0,061 | |
| ||||
Tuvo cargo administrativo | 15 (30,6%) | 35 (25,0%) | 0,443 |
aMediana y, entre paréntesis, rango intercuartílico.
El 55% sí postularía a un cargo administrativo, el 68% se siente preparado para asumir un cargo administrativo y el 72% estaría dispuesto a participar en un curso de posgrado del tema administrativo (Figura).
Al realizar el análisis bivariado no se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas en la posibilidad de postular a un cargo administrativo (p = 0,324), en sentirse preparado para afrontar dicho cargo (p = 0,693) y en realizar un curso de posgrado en el tema administrativo (p = 0,544), o según si se trabajaba en la zona rural o urbana (Tabla III).
Zona rural | pa | |||
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| ||||
Sí | No | |||
Postularía al cargo | Sí | 259 (47,7%) | 284 (52,3%) | 0,324 |
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No | 201 (44,6%) | 250 (55,4%) | ||
| ||||
Se siente preparado | Sí | 310 (46,2%) | 361 (53,8%) | 0,693 |
| ||||
No | 154 (47,5%) | 170 (52,5%) | ||
| ||||
Haría curso del tema | Sí | 337 (47,1%) | 378 (52,9%) | 0,544 |
| ||||
No | 126 (45,0%) | 154 (55,0%) |
aLos valores p se obtuvieron con la prueba de χ2
Discusión
La importancia de la investigación radica en la necesidad de que los recursos humanos en salud tengan una adecuada y continua educación en los temas que van a realizar [12], lo que hace que haya flexibilización en su formación, para que adapten algunos programas formativos antiguos según las necesidades que su profesión les demande [13]. Esto generalmente se realiza a través de la educación clásica, que debería formarlos también en los desafíos contemporáneos que enfrentarán [14], sobre todo basándose en la experiencia [15]. Incluso hoy existen posibilidades de capacitación virtual [16] o basados en procesos de autoevaluación continuos [17], todo con la finalidad de que el profesional se adapte a las necesidades que se requieran para la mejora de la salud pública [18].
Las obstetras y enfermeras trabajaban más en el área rural; en cambio, los médicos y administrativos, más en el área urbana. Esto demuestra que aún el área urbana tiene mayor presencia de personal médico y de quienes se encuentran en el sector de gestión de los establecimientos, dejando a otros profesionales la atención rural, lo que podría traducir la inequidad de recursos humanos en salud en las áreas periféricas. Esta inequidad se ha evidenciado en algunos artículos nacionales e internacionales, como lo descrito por la Escuela de Salud Pública de Chile, que hace referencia a una distribución geográfica inequitativa de médicos, ya que se evidencia la tendencia hacia la concentración en lugares con menor grado de pobreza (tres veces más cantidad de médicos en zonas no pobres) [19]. Las instituciones estatales tienen conocimiento de que la gran mayoría de los pacientes se encuentra en estas zonas de pobreza [20], por lo que han ideado múltiples estrategias para que esta brecha disminuya [21]; para ello se debe incentivar la realización de investigaciones e intervenciones que traten de mejorar esta realidad.
Los profesionales que trabajan en la seguridad social o en la práctica privada están más presentes en las zonas urbanas; en cambio, los del primer nivel de atención, en el sector rural. Este hecho se ha descrito en múltiples artículos, en donde los países en vías de desarrollo tienen una predominancia del primer nivel de atención en las zonas alejadas, cuando debería estar presente en ambas zonas por igual, ya que los niveles de mayor complejidad se saturarán si un sistema de salud no se basa en el primer nivel de atención, generando que la densidad de recursos humanos en salud sea mucho menor a lo recomendado internacionalmente [22]. Esto genera que se presenten efectos negativos debido a la mala organización y gestión del personal disponible [23].
Según el lugar donde trabaja, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el haber ocupado un cargo administrativo, la posibilidad futura de hacerlo o capacitarse en estos temas. Esto muestra que en ambos lugares de trabajo se tienen similares frecuencias, y esto es distinto a lo que debería encontrarse, ya que se supone que los profesionales que trabajan en las zonas urbanas deberían estar más inmersos en estos temas por la mayor oferta académica que tienen a mano. No se han encontrado informes que muestren esta realidad en nuestro medio. Sin embargo, existen investigaciones que muestran similares deficiencias en la prestación de la seguridad social según las características de la sede de trabajo de múltiples médicos a nivel nacional [24], lo que sería un aproximado a la realidad del descuido global que se tiene por el cuidado en la capacitación que se le puede brindar al recurso humano que atiende a la población peruana. Esto es fruto de una inadecuada inversión económica y un mal uso de los pocos recursos que se tienen a disposición, y así se refiere en una investigación mexicana, que muestra que hay una mala administración global de los distintos niveles de salud en ese país [25]. Se recomienda que se haga más investigación en esta temática.
Un poco más de la mitad postularía a un cargo administrativo y 7 de cada 10 se sienten preparados para asumir estos cargos o capacitarse en temas administrativos. Esto demuestra que muchos de los encuestados no desean inmiscuirse en temas de gestión o administración, lo que genera que haya escasez en los profesionales de la salud inmiscuidos en ellos. Sobre todo porque las técnicas de dirección modernas requieren nuevos métodos que faciliten el buen desempeño de la gestión y saber explotar las ventajas que aportan las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como sus entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje, que favorecen un cambio de paradigma en la esfera de la dirección en salud [26]. Se han encontrado informes de distintos modelos de salud que integran las herramientas tecnológicas y los procesos de la gestión del conocimiento atendiendo al contexto donde se crea el conocimiento [27]. Esto es similar a lo que han descrito estudios que demuestran que los temas de gestión no se inculcan o tienen en cuenta desde el pregrado y hasta el posgrado, como se comunicó en una investigación que demuestra que las sociedades estudiantiles cuentan con limitados recursos de gestión para su administración [28].
Estos resultados encontrados son importantes, ya que dan una visión general de la intención de capacitación en temas administrativos por parte del personal de salud de una ciudad de la serranía peruana, que se encontró que es aún deficiente, lo que hace que los puestos de gestión no tengan la capacitación necesaria, uno de los puntos básicos para poder mejorar.
Se tuvo la limitación del sesgo de selección, ya que no se realizó un muestreo por conveniencia. Ello no permite inferir los resultados para obtener prevalencias específicas. Sin embargo, los resultados obtenidos pueden servir para mostrar una realidad de los recursos humanos en el sector salud de una importante ciudad de la serranía peruana, y esto es muy parecido a la realidad de otras zonas de Perú y otros países con características similares. Otra posible limitación fue el sesgo de información, ya que en trabajos de encuestas siempre se depende de la veracidad de las respuestas; sin embargo, se cree que este sesgo fue disminuido al mínimo al preguntar acerca de temas no delicados y al hacer una depuración exhaustiva de los datos.
Según los datos analizados, se concluye que las obstetras y las enfermeras trabajan más en el sector rural; en cambio, los médicos y administrativos, más en el sector urbano. Los trabajadores de la seguridad social trabajan más en el área urbana y hace más años; los encuestados del primer nivel de atención están más en el área rural y los de clínicas/consultorios lo hacen más en el área urbana. El rango de haber tenido un cargo administrativo estuvo en el 25,0-43,2% (sin diferencias estadísticas según la zona). Un poco más de la mitad postularía a un cargo administrativo, y 7 de cada 10 profesionales se sienten preparados para asumir un cargo administrativo y estarían dispuestos a participar en un curso de posgrado del tema administrativo (sin diferencias estadísticas según la zona).