INTRODUCCIÓN
Desde 1980 la obesidad se ha duplicado a nivel mundial y en 2014 más de 41 millones de niños menores de cinco años de edad y 1.900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, y de éstos últimos, más de 600 millones eran obesos1.
Un estudio sobre la relación en el aumento del suministro de energía alimentaria y la obesidad2, concluyó que en 56 países el peso corporal como el suministro de energía alimentaria crecieron entre 1971 y 2010, por lo que “el exceso de oferta de las calorías disponibles es probablemente el causante del consumo excesivo de esas calorías y puede explicar el aumento de peso en la mayoría de los países”. Por otra parte, las ventas de productos ultraprocesados se incrementaron en un 48% entre 2000 y 2013 en América Latina3.
Los alimentos ultraprocesados son aquellos cuyas formulaciones industriales contienen alto número de contenido de ingredientes como azúcar, grasas saturadas, sodio, antioxidantes, estabilizadores y preservantes4 con empaques atractivos y sofisticados, y agresivo mercadeo. Ejemplos son los snacks, cereales de desayuno endulzados, galletas y pasteles, bebidas azucaradas, productos animales reconstituidos y platos listos para calentar como pizza, pasta, etc. A diferencia de los alimentos procesados, estos son productos relativamente sencillos con azúcar añadida, aceite, sal u otros ingredientes básicos (dos o tres); ejemplos son las frutas en almíbar, quesos frescos, pescado enlatado, etc.
No existen estudios en Honduras sobre el consumo de este tipo de alimentos. A nivel local semiurbano5, se estima que más del 40% de los jóvenes consume bebidas carbonatadas y cereales comerciales de desayuno, 30% consume donas, 25% pan dulce y 19% presentaban sobrepeso y obesidad, lo que sugiere que estos alimentos forman parte de la alimentación rutinaria.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS)6 convocó a una consulta de expertos para elaborar el modelo de perfil de nutrientes como una herramienta para sus Estados Miembros para la formulación de normas y reglamentos aplicables a los productos alimenticios con alto contenido de calorías y bajo valor nutricional, que contribuirían al diseño e implementación de estrategias de prevención y control de la obesidad7 y marco de aplicación del Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la niñez y la adolescencia, aprobado unánimemente por los Estados Miembros de la OPS en 20148.
Se estima que el 54,2% en la población adulta de Tegucigalpa tiene sobrepeso y obesidad9 así como el 51% de las mujeres entre 15 y 49 años de edad a nivel nacional10, con una tendencia acelerada de incremento y un grave problema de salud pública.
Un perfil de nutrientes puede utilizarse para clasificar los alimentos de acuerdo a su contenido nutricional, con el objetivo de medir lo «saludable» de un alimento, y por lo tanto, generar definiciones de «saludable» y «menos saludable»11 y es un paso deseable para apoyar estrategias de control de la obesidad12. El lanzamiento del modelo de la OPS/OMS constituye una oportunidad para examinar el perfil de nutrientes a este tipo de alimentos en Honduras, como lo han hecho otros países en la regulación de publicidad, patrocinio y promoción de alimentos en niños pequeños, contenido de sal y etiquetado frontal, entre otros3.
Los objetivos del presente estudio fueron clasificar alimentos procesados y ultraprocesados de consumo en Honduras por grupos de alimentos, así como identificar los grupos de alimentos con exceso en su contenido de nutrientes críticos.
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio se realizó en el laboratorio de nutrición humana de la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano (EAP), en San Antonio de Oriente, Francisco Morazán, a 40km de Tegucigalpa (Honduras), de julio a noviembre de 2016.
Se tomó una muestra (compra y/o toma de fotografía de etiquetado y envase) de los diferentes alimentos procesados y ultraprocesados de precio económico y fácil acceso que se ofrecían en Honduras, recolectados en:
Puesto de ventas de Zamorano, de fácil acceso y apoyo, con alta rotación de bebidas azucaradas, snacks y otros productos de alto consumo.
Wallmart (Tegucigalpa), con una alta rotación y variedad de productos que asegura el acceso a una amplia gama de productos de mayor consumo.
Maxi Despensa (Tegucigalpa), con precios bajos.
Los productos se clasificaron en las siguientes categorías, descritas en el Modelo de Perfil de Nutrientes de la OPS 2016, y se agregó una categoría de productos varios:
Cereales con azúcar añadida para el desayuno
Barras de cereales
Pan envasado
Lácteos con azúcar añadida
Queso con sal añadida
Embutidos
Snacks salados
Galletas
Caramelos y chocolates
Bebidas azucaradas
Productos varios
Se realizó una base de datos de 28 variables en Excel© (Microsoft, 2010) que incluyó la categoría del alimento (bebidas azucaradas, cereal para desayuno azucarado, etc.), tipo de producto (néctar, granola [alimento compuesto de copos de avena y de otros cereales, mezclados con frutos secos], etc.), nombre del producto, número de producto, nombre de la empresa, país de origen, tamaño de porción (g o mL), aporte calórico (kcal), los nutrientes reportados con sus unidades (sodio: mg; azúcar: g; edulcorantes: existencia o no; grasas totales: g; grasas saturadas: g; grasas trans: g), criterios de OPS de acuerdo a la Tabla 1 estimados para cada producto y resultado de esta comparación (exceso o no, presencia o no en el caso de los edulcorantes). En la base de datos se resalta la columna que hace referencia al porcentaje de nutrientes en los casos en que se sobrepasa el límite del modelo OPS 2016 (según Tabla 1).
Sodio | Azúcares libres | Otros edulcorantes | Total de grasas | Grasas saturadas | Grasas trans |
---|---|---|---|---|---|
Exceso de sodio si la razón entre la cantidad de sodio (en miligramos) y las calorías es igual o mayor a 1:1 | Exceso de azúcares libres si las calorías provenientes de los azúcares libres son iguales o mayores al 10% de las calorías totales | Cualquier cantidad de otros edulcorantes | Exceso de grasas totales si las calorías proporcionadas por las grasas totales son iguales o mayores al 30% de las calorías totales | Exceso de grasas saturadas si calorías proporcionadas por las grasas saturadas son iguales o mayores al 10% de las calorías totales | El exceso de grasas trans si las calorías provenientes de las grasas trans son iguales o mayores al 1% de las calorías totales |
Los niveles de nutrientes críticos fueron estimados a partir del etiquetado nutricional referente a la cantidad de cada uno de ellos en una porción o en 100g de producto, según lo indicaba el etiquetado, y la respectiva energía (kcal) que proporcionaba dicha cantidad de nutrientes, comparado con lo propuesto por la OPS 2016 en el perfil de nutrientes (Tabla 1) para identificar los productos procesados y ultraprocesados que contienen una cantidad excesiva de dichos nutrientes.
Por ejemplo, si el jugo de naranja tenía 28g de azúcar por porción (250mL) con un aporte calórico de 120kcal, según el perfil de nutrientes de la OPS 2016, la cantidad de azúcares libres no debería ser mayor a 12kcal (10% de las calorías totales). Este valor se dividió entre 4kcal/g de azúcar, obteniendo que 3g debería ser el máximo de azúcares libres por porción, siendo el aporte real un 933% superior (28g).
RESULTADOS
La adquisición de los 520 productos alimenticios examinados (Tabla 2) fue la siguiente:
210 (36%) del puesto de ventas en EAP, que permitió la revisión de productos y la toma fotográfica tanto de las etiquetas nutricionales como de sus envases.
321 (55%) de la cadena de supermercados Walmart, para la revisión de productos de amplio consumo.
50 (9%) de supermercados Maxi Despensa (grupo Walmart), para la adquisición de los productos faltantes de categorías específicas.
Nº | Producto alimenticio | Cantidad de productos | % |
---|---|---|---|
1 | Cereales con azúcar añadida para desayuno | 55 | 10,7 |
2 | Barras de cereales | 17 | 3,3 |
3 | Pan envasado | 29 | 5,6 |
4 | Lácteos con azúcar añadida | 25 | 4,8 |
5 | Queso con sal añadida* | 12 | 2,3 |
6 | Embutidos** | 8 | 1,5 |
7 | Snacks salados | 39 | 7,5 |
8 | Galletas | 62 | 11,9 |
9 | Caramelos y chocolates | 53 | 10,2 |
10 | Bebidas azucaradas | 154 | 29,6 |
11 | Otros (aderezos, sopas, enlatados) | 66 | 12,7 |
TOTAL | 520 | 100 |
*La mayor cantidad de productos lácteos se venden preenvasados pero sin etiqueta nutricional. Únicamente los productos de empresas multinacionales incorporan el etiquetado nutricional.
**Se analizaron 21 productos embutidos. Sólo los productos importados y de mayor precio tienen etiqueta nutricional, por lo que fueron considerados sólo los productos populares y con etiqueta, reduciéndose a ocho productos.
Los productos provienen de 21 países y 138 empresas; 87% son importados, de éstos, el 90% proceden de siete países de América, desde Estados Unidos (21%) hasta Costa Rica (11%).
Los resultados se presentan por grupo de alimentos examinados (Tabla 2), de acuerdo a criterios de la Tabla 1, y los resultados generales en la Tabla 3.
Producto | Tipo | N° productos | Edulcorantes | Exceso sodio | Exceso azúcares | Exceso grasas totales | Exceso grasas saturadas | Exceso grasas trans |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Cereal para desayuno | Granola* | 7 (13%) | 1 (14%) | 0 | 7 (100%) | 1 (14%) | 1 (14%) | 0 |
Avena instantánea | 7 (13%) | 3 (43%) | 6 (86%) | 7 (100%) | 1 (14%) | 0 | 0 | |
Cereal | 41 (74%) | 11 (27%) | 26 (63%) | 36 (88%) | 0 | 0 | 0 | |
Total cereal para desayuno | 55 | 14 (25%) | 32 (64%) | 50 (91%) | 2 (4%) | 2 (4%) | 0 | |
Total barras de cereal | 17 | 10 (59%) | 3 (18%) | 15 (88%) | 6 (35%) | 6 (35%) | 0 | |
Pan envasado | Con sal añadida | 13 (45%) | 0 | 13 (100%) | 3 (23%) | 1 (8%) | 1 (8%) | 0 |
Con dulce añadido | 16 (55%) | 6 (38%) | 5 (31%) | 16 (100%) | 13 (81%) | 14 (88%) | 2 (13%) | |
Total pan envasado | 29 | 6 (21%) | 18 (62%) | 19 (66%) | 14 (48%) | 15 (52%) | 2 (7%) | |
Total lácteos con azúcar añadida | 25 | 3 (12%) | 4 (16%) | 24 (96%) | 2 (8%) | 13 (52%) | 0 | |
Total quesos con sal | 12 | 0 | 11 (92%) | 0 | 11 (92%) | 10 (83%) | 0 | |
Total embutidos | 8 | 0 | 7 (88%) | 1 (13%) | 6 (75%) | 6 (75%) | 0 | |
Total snacks salados | 39 | 5 (13%) | 25 (64%) | 2 (5%) | 37 (95%) | 23 (59%) | 0 | |
Total galletas | 62 | 23 (37%) | 9 (15%) | 51 (82%) | 44 (71%) | 48 (77%) | 0 | |
Caramelos y chocolates | Chocolates | 25 (48%) | 14 (56%) | 0 | 24 (96%) | 25 (100%) | 25 (100%) | 3 (12%) |
Caramelos | 28 (52%) | 21 (75%) | 3 (18%) | 27 (96%) | 2 (7%) | 4 (14%) | 1 (4%) | |
Total chocolates y caramelos | 53 | 35 (66%) | 3 (5%) | 51 (96%) | 27 (51%) | 29 (55%) | 4 (8%) | |
Bebidas azucaradas | Jugos y néctares | 100 (65%) | 26 (26%) | 8 (8%) | 98 (98%) | 0 | 0 | 0 |
Bebidas carbonatadas | 19 (12%) | 10 (53%) | 1 (5%) | 18 (95%) | 0 | 0 | 0 | |
Polvos para preparación de bebidas | 14 (9%) | 14 (100%) | 9 (64%) | 14 (100%) | 1 (7%) | 1 (7%) | 0 | |
Bebidas energéticas | 9 (6%) | 7 (8%) | 2 (22%) | 2 (22%) | 0 | 0 | 0 | |
Tés embotellados | 8 (5%) | 0 | 0 | 8 (100%) | 0 | 0 | 0 | |
ZERO calorías | 4 (3%) | 3 (75%) | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | |
Total bebidas | 154 | 60 (39%) | 20 (13%) | 147 (96%) | 1 (1%) | 1 (1%) | 0 (0%) | |
Varios | Aderezos | 8 (12%) | 0 | 7 (88%) | 1 (13%) | 7 (88%) | 6 (75%) | 0 |
Mezclas y harinas preparadas | 26 (39%) | 0 | 21 (81%) | 23 (85%) | 3 (12%) | 9 (35%) | 6 (23%) | |
Sopas deshidratadas | 17 (26%) | 0 | 17 (100%) | 3 (18%) | 8 (47%) | 8 (47%) | 0 | |
Cremas deshidratadas | 4 (6%) | 0 | 4 (100%) | 0 | 0 | 2 (50%) | 1 (25%) | |
Pastas Listas para consumir | 8 (12%) | 1 (13%) | 8 (100%) | 2 (25%) | 0 | 0 | 0 | |
Mariscos enlatados | 3 (5%) | 0 | 3 (100%) | 0 | 1 (33%) | 0 | 0 | |
Total productos varios | 66 | 1 (2%) | 60 (91%) | 30 (44%) | 19 (58%) | 26 (38%) | 7 (11%) | |
Total productos evaluados y porcentaje de acuerdo al exceso del ingrediente crítico | 520 | 157 (30%) | 192 (37%) | 390 (75%) | 169 (33%) | 57 (11%) | 13 (3%) |
*Alimento compuesto de copos de avena y de otros cereales, mezclados con frutos secos.
Cereales con azúcar añadida para desayuno: De los tres tipos de cereales para desayuno, granola, avena instantánea y cereales listos para consumo, los últimos fueron los más abundantes en oferta en el mercado, con una amplia variedad en colores, formas y sabores, y representaron la mayor participación (74%) e indistintamente de los tres tipos de cereal, 91% tenía exceso en su contenido de azúcares y 64% de sodio (Tabla 3); 25% contenía edulcorantes y dos productos (4%) presentaban exceso en el contenido de grasas y grasa saturada. El 100% de la granola y avena instantánea tenía exceso en su contenido de azúcares. El 86% de la avena instantánea tenía exceso de sodio, el 43% declaró uso de edulcorantes.
Barras de cereales: El 88% de las barras de cereal se excedía en azúcares, 59% contenía edulcorantes, 35% presentó exceso en su contenido de grasas totales y saturadas y el 18% tenía una cantidad excesiva de sodio.
Pan envasado: En la categoría de pan envasado, los panes dulces participaron con el 55% de productos y de estos el 100% contenía exceso de azúcares y el 81% de grasas saturadas. El 13% de los mismos contenía grasas trans y el 38% edulcorantes. La totalidad de los productos con sal añadida contenía sodio en exceso. Del total de los 29 productos de panificación analizados, el 66% presentó en su contenido exceso de azúcares y 62% de sodio. El 52% mostró exceso de grasa saturada, 48% en grasas totales, 21% informó utilizar edulcorantes y 7% grasas trans.
Lácteos con azúcar añadido: El 96% de los productos lácteos con azúcar añadida poseía exceso de azúcares, el 16% declaró contenido de sodio con valores también en exceso y el 12% contenía edulcorantes. El 8% reportó exceso en grasas totales y el 52% en grasas saturadas.
Queso con sal añadida: El 92% contenía sodio y grasas totales en exceso, y el 83% grasa saturada excedida.
Embutidos: El 88% de los embutidos examinados presentó excesos en el contenido de sodio; de los cuales el 75% reportó grasas totales en exceso y el mismo porcentaje de grasa saturada. Además, el 13% de los mismos contenía exceso de azúcares.
Snacks salados: El 95% de estos productos, por su naturaleza, presentaba exceso de grasas totales, el 59% en grasas saturadas, 64% en sodio, 13% contenía edulcorantes y 5% exceso en azúcares.
Galletas: En este tipo de productos existe una gran variedad de presentaciones, de los cuales el 82% excedía en azúcares, 77% en grasa saturada, 71% en grasa total, 37% contenía edulcorantes y 15% tenía sodio en exceso.
Caramelos y chocolates: En esta categoría, los caramelos representaban una participación del 52% y los chocolates del 48%. El 97% de los caramelos excedió en el contenido de azúcares y el 75% refirió edulcorantes en su composición; 4% tenía grasas trans en exceso. En los chocolates, el 100% presentó exceso en su contenido de grasas totales y saturadas, 96% en azúcares, 56% utilizó edulcorantes y 12% tenía exceso en su contenido de grasas trans. En su totalidad, el 96% de productos contenía exceso de azúcares, 51% grasas totales y saturadas, 66% contenido de edulcorantes y 8% grasas trans.
Bebidas azucaradas: Dentro de esta categoría, los jugos y néctares fueron los de mayor participación (65%), seguido por las bebidas carbonatadas (12%). El 98% de los jugos y néctares, 95% de las bebidas azucaradas, 100% de los polvos para preparar bebidas y de los tés envasados presentó exceso de azúcares en su contenido. El 39% utilizó edulcorantes, particularmente el 100% de los polvos para preparar bebidas, seguido por las bebidas energéticas (78%), bebidas carbonatadas (53%) y jugos y néctares (26%).
El 13% de las bebidas azucaradas excedió el contenido de sodio, mayormente (64%) de los polvos para preparación de bebidas, seguidos por el 22% de bebidas energéticas y el 8% de los jugos y néctares.
Productos varios: En la categoría de otros productos ultraprocesados, las mezclas y harinas preparadas para productos de panificación fueron los de mayor participación (39%), seguido por las sopas deshidratadas (26%) que sumaron un total del 65% de los productos analizados en esta categoría.
Las grasas tipo aderezos se excedieron en contenido de sodio (88%), grasas totales (88%) y grasas saturadas (75%). Mientras que 89% de las mezclas y harinas preparadas presentó exceso en su contenido de azúcares, 81% en el contenido de sodio, 35% en grasa saturada y 23% en grasas trans, siendo de los productos con mayor presencia y exceso en el contenido de este nutriente crítico. Las sopas, cremas y pastas en su totalidad exceden el contenido de sodio, así como los mariscos enlatados.
El 91% de los productos varios reportó exceso en el contenido en sodio, 58% presentó exceso en grasas totales, 44% en azúcares, 38% en grasa saturada y 11% grasas trans, siendo la categoría que más alimentos presentó este nutriente, particularmente por las mezclas y harinas preparadas.
DISCUSIÓN
De los 520 productos examinados, el 75% exceden en contenido de azúcares añadidos, siendo mayor esta proporción (más del 90%) en bebidas azucaradas, caramelos y chocolates, lácteos con azúcar añadida y cereales para el desayuno. El 37% tiene un exceso en contenido de sodio, de los cuales corresponden al 90% de embutidos y “productos varios”, y dentro de estos los aderezos (88%) y las mezclas y harinas preparadas (81%). El 33% de los productos tienen exceso en grasas saturadas y los lácteos son los que presentan mayor contenido en exceso de este nutriente crítico.
El 30% de los productos en total reporta el uso de edulcorantes en su contenido, siendo mayor en la categoría de “caramelos y chocolates” (66%). Los productos de mayor oferta y con mayor contenido de azúcares y edulcorantes son las bebidas azucaradas, en cambio las galletas, embutidos, lácteos, los panes, los snacks y los “caramelos y chocolates” presentan más contenido de grasas. El 3% de los productos en total analizados presentan un alto contenido de grasas trans de los cuales tres categorías exceden este contenido, siendo las mezclas y harinas preparadas (23%) las que mayor contenido exhiben.
Ocho de las once categorías de productos alimenticios ultraprocesados presentan exceso en su contenido de azúcares en más del 40% de los alimentos examinados. Las dos categorías con más del 90% de sus productos con exceso en su contenido de sodio son los quesos con sal añadida y productos varios, seguido por embutidos, cereales para desayuno, snacks salados y pan envasado, con más del 50% de sus productos con exceso en sodio.
Más del 50% de los productos de las categorías “caramelos y chocolates” y “barras de cereales”, presentan contenido de edulcorantes. Más del 50% de los productos de ocho de las once categorías presentan exceso en el contenido de grasas totales y dos de estas alcanzan hasta el 90% de sus productos. Más del 50% de los productos de seis categorías presentan exceso en su contenido de grasas saturadas.
Al comparar las categorías de alimentos ultraprocesados con su contenido de nutrientes críticos, el 36% de las categorías (productos varios, galletas, pan envasado, barras de cereales) tienen hasta cinco nutrientes críticos en exceso; 36% (lácteos con azúcar añadido, snacks salados, embutidos y caramelos y chocolates) tienen hasta cuatro nutrientes críticos en exceso, y el resto 28% (queso con sal añadida, bebidas azucaradas y cereales para desayuno) hasta tres nutrientes críticos en exceso. Es decir, cualquier categoría de productos examinados tiene al menos tres nutrientes críticos en exceso.
Estudios en Reino Unido13 y Australia14 reportaron que la carne procesada, pan envasado, productos lácteos, salsas y aderezos en el primero, y salsas, aderezos y carnes procesadas en el segundo, fueron los productos con mayor contenido de sodio, coincidiendo con los resultados del presente estudio (quesos, embutidos, pan, aderezos), denotando la similitud en las formulaciones con alto contenido de sodio.
Sin embargo, los cereales para desayuno en el presente estudio mostraron exceso en su contenido en sodio también. Dado que estos productos en gran parte están dirigidos a la población escolar, resulta imperativo insistir en regular el etiquetado nutricional, la publicidad, la reformulación de estos y otros productos y la disminución de la ingesta de sodio, particularmente en este grupo de población, por ser un potencial contribuyente en la reducción de la incidencia del riesgo cardiovascular15.
Si bien el sodio y los azúcares libres son los nutrientes que más comúnmente se identifican en los productos procesados y que mayor atención reciben, es necesario ampliar la mirada a las grasas (totales, saturadas y trans), y proponer cambios a grasas insaturadas e inclusión de más frutas y verduras como en otros países16-17 para beneficio de los consumidores, como muestran estudios realizados en Europa18 con respecto al consumo de barras de cereales que mejorarían la ingesta de nutrientes (menos grasa, más fibra, proteína y micronutrientes).
Los productos de mayor consumo, como las bebidas azucaradas, cereales azucarados para desayuno, galletas, caramelos y chocolates, son con los que se correspondería iniciar a disminuir los niveles de los nutrientes críticos, a través de un trabajo interdisciplinario entre las entidades de investigación, la empresa y el gobierno, con el fin de desarrollar opciones accesibles12 19 que consideren la densidad de los micronutrientes, indispensables particularmente en los países de bajos y medios ingresos.
Se ha subestimado la importancia de: 1) requerir la obligatoriedad de incluir el etiquetado nutricional en todos los productos procesados, particularmente de origen nacional; 2) revisar el etiquetado nutricional en los productos procesados de mayor consumo y su impacto en la salud pública; 3) regular la publicidad, sobre todo aquella dirigida a los niños; 4) incrementar los impuestos a aquellos productos altamente energéticos, como ya lo ha hecho México con las bebidas azucaradas20, mientras otros países avanzan en la creación y evaluación de herramientas sobre la densidad nutricional para ofrecer mejores opciones a los consumidores21.
La amplia procedencia de los productos de diferentes países incrementa la complejidad de establecer una regulación apropiada para la estandarización del tamaño de porciones, categorías de alimentos, diseño de una etiqueta frontal comprensible22 entre otros aspectos, sin embargo, existen organismos internacionales de apoyo y estándares regulatorios23, así como países que cuentan con años de experiencia en la realización de estudios, elaboración de regulaciones y su implementación, donde prevalece el interés por la salud pública de la población. Es indispensable para ello contar con pruebas y el apoyo de organizaciones civiles de consumidores particularmente, y del sector salud, uno de los más afectados con el incremento de los costos de asistencia en salud debido a la afectación de la población en edad cada vez más temprana, limitando la productividad y desarrollo de los países.
En el mercado existe una variedad de productos con exceso de contenido de grasas trans desde los chocolates (12%), pan envasado dulce (13%) hasta las mezclas y harinas preparadas (23%) que deben de considerarse a la hora de generar propuestas de ley respecto a la eliminación de grasas trans, tanto en Honduras como en aquellos países que aún no presentan esta regulación, como uno de los compromisos para avanzar en la prevención y control de las enfermedades crónicas no transmisibles, según el plan mundial 2013-2020 para la prevención y control de estas enfermedades, acordado por los países miembros de la Organización Mundial de la Salud24.
Los productos que presentan en su mayoría exceso de contenido de varios nutrientes críticos como: galletas (82% en azúcar y 71% en grasas), quesos (91% sodio y 91% grasas) y cereales (91% azúcar y 64% sodio) deberían tener regulaciones en su oferta, además de controlar su publicidad, como en lo realizan ya algunos países, y proponer formatos de etiquetado nutricional frontal para ayudar al consumidor como Francia25 y Chile26, estimulando así la reformulación de productos que con cambios mínimos podrían resultar en alimentos significativamente más saludables27.
Revisiones en Europa28 muestran que el usuario de este tipo de etiquetado está representado por aquellos que planifican metas en su salud. Esta estrategia de regulación por sí sola no funcionaría; se requiere el apoyo de organizaciones civiles, el involucramiento de los padres de familia, y de campañas educativas dirigidas al consumidor. Las guías alimentarias29 han demostrado ser un apoyo crucial en la promoción de mensajes como agentes de cambio, para la sustitución de alimentos o bien como nexo en la realización de trabajos de investigación, a fin de confirmar si el uso de perfiles nutricionales mejora la alimentación de la población30.
CONCLUSIONES
Los productos ultraprocesados han modificado el patrón alimentario desestimulando la preparación de alimentos en las familias que, por su alto contenido de ingredientes críticos, suman a los otros factores de riesgo relacionados a la obesidad y enfermedades crónicas. El poner en práctica las estrategias antes mencionadas contribuiría a disminuir el alto riesgo de muertes prematuras.