Introducción
Aunque en las últimas décadas, las exposiciones laborales y sus efectos en la salud de los trabajadores vienen adquiriendo relevancia social, esto no ha implicado una mayor visibilización y estudio de las condiciones de salud y trabajo, de la población que realiza labores operativas para el mantenimiento de obras de infraestructura básica sanitaria, razón por la cual, los avances y aportes que puedan realizarse desde la seguridad y salud en el trabajo en su componente investigativo, son evidencia científica que puede soportar decisiones que beneficien la vida y la salud de la población trabajadora, en la que se pueden presentar riesgos ergonómicos y desórdenes osteomusculares, máxime si se tiene en cuenta que estos últimos, son la causa más común de dolores severos de larga duración y de discapacidad física cuyo origen principalmente es ocupacional1.
Para que se presenten tales desórdenes, es preciso que se den condiciones físicas, psicológicas y factores relacionados con la actividad laboral desempeñada2, que faciliten su presentación, siendo los dolores de espalda y miembros superiores, los más frecuentemente descritos3, los cuales a su vez, pudieran estar relacionados con el uso repetitivo de herramientas y diferentes equipos, que se hacen necesarios para el desarrollo de las labores productivas.
Esta es una situación que ha sido explorada en estudios como el de Sierra - Torres4, en lo que tiene que ver con el dolor músculo-esquelético, particularmente en trabajadores administrativos, sin embargo, en trabajadores con funciones operativas aun escasas la evidencia. Estas condiciones a su vez, han orientado, la necesidad de implementar guías de manejo y atención integral de seguridad y salud en el trabajo para el abordaje de este tipo de patologías, particularmente de hombro doloroso, tal como se presenta en Colombia por parte del Ministerio del Trabajo, 20155, teniendo en cuenta que éste, uno de los principales motivos de consulta al médico, con una incidencia de hasta 19 por cada 1000 pacientes al año, y de estos más de un 50% son a causa del síndrome del manguito de rotadores6.
También se han observado prevalencias de hombro doloroso hasta del 14,3% en trabajadores dedicados a la recolección de café en un municipio de Colombia, tal como lo reportan Garzón y cols.7, y en un estudio realizado por la OMS en 20048, con el que se pretendía prevenir trastornos musculoesqueléticos en el lugar de trabajo, se reportó que para ejercer un impacto protector sobre el desarrollo de estas patologías se debía reducir el esfuerzo mecánico, que con el tiempo puede llevar a dificultades, que se materializan con el ausentismo laboral, incapacidad médica y disminución en la productividad, situación que finalmente se refleja en el estado financiero de una empresa9-11, las anteriores no son condiciones ajenas a Colombia, donde se observa que importantes sectores en la producción de bienes y servicios, aún dependen de la mano de obra para llevar a cabo los diferentes procesos, y que aún lo hacen con medidas de seguridad laboral precarias11.
No obstante lo anterior, aún es escasa la evidencia disponible con respecto a las prevalencias de riesgo ergonómico y desordenes musculoesqueléticos en trabajadores que se dedican a la operación y mantenimiento de obras de infraestructura básica sanitaria como lo es el alcantarillado, razón por la cual, el presente estudio puede ser de importancia tanto para la empresa en la que laboran los trabajadores participantes en el estudio, como en otras que prestan servicios similares, dado que permite conocer factores que pueden estar relacionados con las patologías osteomusculares de los trabajadores y la prevalencia de estos trastornos, y facilitar la planeación de acciones tendientes al mejoramiento de sus condiciones de trabajo.
Por las razones anteriormente expuestas, el presente estudio se planteó como interrogante: ¿cuáles son los factores de riesgo sociodemográficos, laborales y condiciones médicas generales que se asocian con el desarrollo desórdenes musculoesqueléticos en los trabajadores que desarrollan la labor de ayudante de mantenimiento de alcantarillado en una empresa de servicios públicos domiciliarios de Colombia?.
Material y Métodos
Se realizó un estudio descriptivo transversal con fuente primaria de información. Se tomaron variables propias del trabajador, de su labor, sus condiciones laborales, su percepción de salud, la valoración que se tiene de medicina general, y la valoración de los desórdenes musculoesqueléticos (síndrome de manguito rotador, epicondilitis lateral y medial).
La población de estudio estuvo constituida por un censo de trabajadores de las cuadrillas que desempeñaban labores de ayudante alcantarillado en una empresa de servicios públicos domiciliarios de Colombia, durante el segundo semestre del año 2016. Recolección de datos entre julio y de septiembre de este mismo año. Se diseñó un instrumento con 37 variables para la recolección de datos, en el que se incorporó el método RULA (Rapid Upper Limb Assessment) fue desarrollado por los doctores Lynn McAtamney y E. Nigel Corlett, de la Universidad de Nottingham, en 199312, para evaluar la exposición de los trabajadores a factores de riesgo que pueden ocasionar trastornos en los miembros superiores del cuerpo: posturas, movimientos repetitivos, fuerzas aplicadas, actividad estática del sistema músculo-esquelético, entre otros, validado para su uso en la valoración de desórdenes de músculoesqueléticos.
Factores sociodemográficos explorados: edad, estrato socioeconómico, estado civil, lugar de residencia, las condiciones laborales se exploraron a través de la antigüedad en el oficio, oficio anterior, labor específica, días de trabajo a la semana, horas de trabajo al día, consulta previa al médico laboral por patología de miembro superior, necesidad de incapacidad. Condiciones médicas generales como peso, talla, IMC, antecedente de diabetes mellitus, tabaquismo, dolencias previas en miembros superiores y consultas médicas por estas mismas razones, tratamiento previo por patología de miembro superior, antecedente de accidente y/o cirugía que haya comprometido el hombro y/o codo fueron exploradas.
La valoración de riesgo ergonómico (su puntuación final), síntomas y desordenes músculo esqueléticos (síndrome del manguito de rotadores del hombro, epicondilitis lateral del codo, epicondilitis medial del codo) aplicando el método RULA (Rapid Upper Limb Assessment). Previa aplicación del instrumento se realizó una prueba piloto para estandarizar el proceso general de toma de datos con tres trabajadores. Se realizó una estandarización a los investigadores y a la persona encargada de apoyar la toma de datos en campo.
Se controlaron sesgos de selección con la realización del censo, de información (instrumento, investigadores, trabajadores y auxiliar de trabajo de campo) con la prueba piloto. Se realizó control de la calidad del dato en el instrumento y en la base de datos. Los datos fueron ingresados a una base de datos diseñada con todas las variables de estudio en el programa Excel y su análisis se realizó en los programas Excel y Epidat, versiones 3.1 y 4.2. Se calcularon distribuciones de frecuencias y porcentajes para las variables cualitativas y los estadísticos descriptivos para las variables cuantitativas en estudio (edad, peso, talla, número de cigarrillos que consume al día, días de incapacidad), las cuáles fueron recategorizadas para el análisis bivariado.
Para el análisis bivariado se consideraron como variables dependientes el síndrome de manguito rotador del hombro y epicondilitis lateral y medial del codo (desordenes musculoesqueléticos sí, no). Estas fueron relacionadas con las condiciones laborales, sociodemográficas, y de medicina general con pruebas chi2 de asociación el cálculo de las Razones de Prevalencia (RP) y sus Intervalos de Confianza del 95%. Todas las pruebas fueron calculadas con un 95% de confianza y un error del 5%.
Previa toma de los datos, se dio explicación, aclaración de dudas y solicito el consentimiento informado individual. El proyecto fue aprobado por el Comité Institucional de Ética de investigación en seres humanos de la Universidad CES (acta número 95 del 12 de Julio de 2016), fue avalado y aprobado, por la empresa de servicios públicos domiciliarios donde laboraban los operarios de mantenimiento participantes en el estudio.
Resultados
Características sociodemográficas de población encuestada
En total, fueron encuestados 43 trabajadores que ejercían labores relacionadas con el servicio de alcantarillado; en su gran mayoría residían en zona urbana. Aproximadamente uno de cada dos trabajadores encuestados residían en viviendas pertenecientes al estrato socioeconómico tres, solo dos residían en viviendas estrato uno. En cuanto al estado civil, la mitad de los trabajadores estaban casados al momento de ser encuestados. La edad promedio fue de 43 años (±12 años), donde el 50% tenía 45 años o menos (Tabla 1).
Por otro lado, al evaluar las características laborales, se evidenció una mayor proporción de aquellos que tenían entre uno y cinco años, y más de 15 años realizando la misma actividad en el mantenimiento de alcantarillado, donde más del 50% refirió trabajar más de cinco días a la semana, y el 100% de los operarios laboraba en jornada completa (8 horas). El 44,2% (28) de los trabajadores refirió que era oficial de mantenimiento de aguas (residuales), siendo esta actividad la más frecuentemente declarada (Tabla 2).
Al explorar con los trabajadores (n=43) cuales eran los oficios que habían desempeñado antes de ser operadores de mantenimiento de alcantarillado, se observó que una mayor proporción (23,3%) habían sido ayudantes de mantenimiento, y en asegundo lugar (16,3%) estaban los que su única experiencia laboral en la vida había sido la que estaban desempeñando en el momento en la empresa en la que laboraban, en una menor proporción habían sido oficiales de obra (11,6%), operadores de equipo (11,6%), servicios generales (7,0%) y mantenimiento de quipo (7,0%).
Características de medicina general de población encuestada
Se evidenció que los trabajadores tenían una proporción igual entre peso normal (IMC entre 20,0 y 24,9) y sobrepeso (IMC entre 25,0 y 29,9) aproximadamente del 84,0% (Tabla 3).
Del total de trabajadores (n=43), solo el 90% (39) reporto información relacionada con las diabetes y el hábito de fumar, razón por la cual tal solo se presentan los resultados para quienes dieron respuesta a estas preguntas. De igual forma, sucede con las variables relacionadas con la exploración de los accidentes que el trabajador había sufrido y que le habían afectado el hombro y el codo, donde se trabajó con n de 37 para hombro y n de 36 para codo (Tabla 3).
A partir del auto-reporte de los trabajadores, se observó una prevalencia de diabetes que indica en términos porcentuales que de cada 100 trabajadores, cinco tenían diabetes, y aproximadamente 13 de cada 100 trabajadores registro que tenía el hábito de fumar. Entre quienes expresaron ser fumadores, la mediana de cigarrillos que consumen en un día es de 6 (Rq = 17). La proporción de trabajadores que presentaron dolor en miembros superiores indica que de 100 trabajadores 37 presentaban este tipo de dolor y de estos trabajadores el 16,2% (6) y el 5,6% (2) habían tenido accidentes que comprometían el hombro o el codo, y dos de los trabajadores habían tenido que someterse a cirugía previa de hombro (Tabla 3).
Respecto a la incapacidad, el 7,0% (3) reportó haber estado en esta condición alguna vez y al clasificar el riesgo ergonómico con énfasis a los miembros superiores (según la escala RULA, parte A) se observó que el nivel IV de riesgo, que implica una orientación de cambios urgentes para los trabajadores era del 86,0% (37) para este grupo de trabajadores (Tabla 3).
De los 16 trabajadores que expresaron haber presentado dolor en miembros superiores, se observó que cerca del 70,0% había tenido dolor en los hombros, la mitad de estos manifestó que su dolor era las manos y cerca del 20,0% refirió que su dolor se concentraba en la codo, considerando que un trabajador podría reportar dolor en una o más partes de sus extremidades superiores (Figura 1).
Características de atención por medicina general para quienes expresaron haber presentado alguna vez dolor en miembros superiores
Se pudo apreciar que el 31,3% (5) no había consultado aún al médico; den lo que tiene que ver con la la frecuencia de los síntomas, alrededor del 38,0% refirió que los presentaban todos los días, uno de cada cuatro trabajadores, refirió sentirlo menos de tres días a la semana (Tabla 4).
Con relación a los diagnósticos médicos reportados por los trabajadores se observó que el 12,5% presentaba artrosis, en esta misma proporción presentaban lesión de tejidos blandos, y aunque tres de cada cuatro trabajadores manifestó tener otro tipo de diagnóstico, este no fue especificado por los trabajadores al momento de la encuesta. De otro lado puede describirse que más de la mitad de los trabajadores, informaron no haber recibido tratamiento para la dolencia que presentaba (Tabla 4).
Uno de cada cuatro trabajadores presento desorden musculo esquelético (25,6%) con diagnóstico de síndrome del manguito de rotadores y el 7,0% (3) presento diagnóstico de manguito de rotadores y de epicondilitis lateral y/o medial de codo (Tabla 5).
Tabla 5. Presencia de desorden musculoesquelético en trabajadores encuestados en la empresa de servicios públicos, Colombia, 2016.
Características sociodemográficas, laborales y de medicina general asociadas a los desórdenes musculoesqueléticos presentados en la población de trabajadores
Se presentan diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) entre haber recibido tratamiento y el tiempo que el trabajador tenia desempeñando la labor al momento de la toma de datos, según la clasificación de sus desordenes musculo esqueléticos. Es así como se establece que la prevalencia de recibir tratamiento en quienes presentaron desordenes musculo esquelético es (Tabla 6) 3,5 veces mayor que en aquellos que no recibieron tratamiento y también presentaron desorden musculo esqueléticos (RP = 36, IC 95%: 3,54-3,55, p= 0,000).
Al explorar la posible asociación, entre el tiempo que llevaba el trabajador en su oficio y la presencia del desorden musculoesquelético, se puede observar que a mayor tiempo en la labor, es mayor la prevalencia de riesgo de presentar desordenes musculoesqueléticos, esto es, por cada trabajador que tenía entre cero y cinco años en la empresa y presentaba desordenes musculoesqueléticos, se presentaban 3,8 trabajadores que tenían entre 6 y 10 años en la empresa con desordenes músculo esqueléticos, y aunque esta diferencia no fue estadísticamente significativa si se presenta una tendencia de mayor prevalencia de riesgo a mayor tiempo de labor.
No obstante lo anterior, para aquellos que tenían más de 10 años en la empresa, la mayor prevalencia de desórdenes musculo esqueléticos, fue estadísticamente significativa con relación a quienes tenían entre cero y cinco años en su labor, pues por cada trabajador que tenía entre cero y cinco años en su labor y presento desordenes músculo esqueléticos, se observaron (Tabla 6) 5,41 trabajadores que tenían más de 10 años realizando el mantenimiento de alcantarillados, y presentaban desordenes musculoesqueléticos (RP = 5,41 IC95%: 1,30-22,32, p=0,02).
También se observaron mayores prevalencias de riesgo de presentar desordenes musculoesqueléticos para los trabajadores que habitaban en viviendas ubicadas en el estrato 1 y 2, siendo esta mayor prevalencia de riesgo del 59,0%. La prevalencia de desórdenes músculo esqueléticos también fue un 22% mayor en los trabajadores que habían presentado accidentes que comprometían el hombro. De otro lado, se observa que quienes trabajaban más de cinco días a la semana presentaban 70,0% menos prevalencia de riesgo de presentar trastornos músculo esquelético que quienes trabajaban entre 3 y 5 días semanalmente.
Por cada trabajador que no había presentado cirugía previa y tenía hombro doloroso al momento del estudio, había 2,1 trabajadores que si habían tenido que ser intervenidos quirúrgicamente y presentaban como desorden musculoesquelético de hombro doloroso. Con relación al tipo de labor desempeñada al momento de la encuesta, quienes eran ayudantes, y desempeñaban otra labor en la empresa, presentaron menor prevalencia de riesgo de desórdenes muscueloesquéticos que quienes eran oficiales, siendo esta menor prevalencia del 48,0% y el 50% respectivamente (Tabla 6).
La necesidad de adelantar acciones según el resultado de la escala RULA para clasificar el nivel de riesgo de los desórdenes musculoesqueléticos, mostró que por cada trabajador que requiere investigaciones y cambios a corto plazo e investigaciones complementarias y cambios, hay 1,55 trabajadores que requieren investigación de su puesto de trabajo y cambios inmediatos. Aunque no se observan asociaciones estadísticamente significativas, si se marca una condición de riesgo laboral que debe ser abordada en el corto plazo para estos trabajadores (Tabla 6).
Finalmente, la edad y estatura del trabajador no presentaron una distribución normal, razón por la cual se calcularon sus diferencias de medianas entre quienes presentaron o no desorden musculoesquelético, observándose que los trabajadores que presentaron desorden musculoesquelético poseen una mediana de edad mayor (Me:56 Rq:12; Me42; Rq: 21; p = 0,019) y un promedio de estatura menor (Me: 1.69 Rq:0.03 ; Me 1.72 Rq: 0.06 ; p = 0,020) que aquellos que no presentaron desorden musculoesquelético.
Discusión
La interacción del hombre frente a los requerimientos físicos como la postura, la fuerza y el movimiento ha sido uno de los principales desafíos de la ergonomía. Cuando este tipo de requerimientos superan la capacidad de respuesta de las personas, o los tejidos no han alcanzado la suficiente recuperación biológica, se presentan las lesiones musculo13. Actualmente estas lesiones se reconocen como de naturaleza biomecánica, y están fuertemente asociadas a las fuerzas extensoras, así como la duración o repetitividad de las mismas.
Este tipo de lesiones se consideran las enfermedades crónicas de mayor prevalencia en los países desarrollados, además de ser la causa principal de morbilidad, restricciones en la actividad, incapacidad laboral y utilización de los servicios de salud14,15, razón por la cual para el presente estudio se centró la atención en trabajadores con actividades operativas en una empresa de servicios públicos que permitiera tener evidencia local con relación a la caracterización de los trastornos musculoesqueléticos en este tipo de trabajadores, dado que ya en estudios europeos demuestran enfáticamente que los trastornos musculo esqueléticos de espalda, cuello y extremidades superiores son un problema sanitario y de costos laborales de gran magnitud: un 30% de dolor de espalda, un 17% de dolores musculares en brazos y piernas, un 45% con reporte de dolor o fatiga, y un 33% refiere verse obligado a manipular cargas pesadas en su trabajo16.
En una investigación realizada con el objetivo de establecer asociación de factores de riesgo ergonómicos y dolores musculoesqueléticos en una ciudad de Colombia, se encontró que de un total de 145 participantes, el 57% presentaron síntomas de dolor, la edad promedio fue de 41 años, y el tiempo promedio realizando la labor era de 10 años, es de resaltar que según estudios la incidencia para este tipo de trastornos musculoesqueléticos aparece con mayor frecuencia en personas entre 40 y 50 años17,18 con relación a las lesiones musculoesqueléticas se encontró que el 47,6% y 9% presentaron molestias en hombros y codos respectivamente.
En un estudio realizado en un municipio de Colombia con 70 recolectores de café(7) se observó que el 64.3% de los recolectores de café se encontraban en mediano riesgo de posturas inadecuadas y los desórdenes musculoesqueléticos, y estos presentaron una mayor prevalencia lumbalgia (30%) y fue menos para la cervicalgia con un 11,4%, sin embargo, eran las mujeres quienes más presentaban este desorden musculoesquelético. De igual forma, a mayor edad (>) y el hecho de tener pareja, mayor prevalencia de cervicalgia, epicondilitis lateral o medial y el síndrome del túnel del carpo.
En países desarrollados, se estima que aproximadamente un 1% de la población adulta consultará por dolor de las extremidades superiores; la incidencia reportada es de 19 por 1.000 pacientes por año, de los cuales entre el 65 y 70% son causados por el síndrome del manguito rotador, con una incidencia estimada para este último, de 13.3 por 1.000 pacientes por año14, investigaciones previas han evidenciado una prevalencia del 6 al 11% en menores de 50 años19 y en entre personas con edades entre 50 y 59 años la prevalencia asciende al 17,0%20 en población trabajadora, Boschman et al, en 2012 encontraron dolor en dorso en el 42,0%, en las rodillas en el 27,0%, en los hombros y brazos en el 24%, en los antebrazos y manos en 14% y en codos en 13,0%21.
Hallazgos similares se encontraron en la presente investigación, donde a pesar de que las actividades laborales eran diferentes, la edad promedio de los participantes fue de 43 años, y los empleados que tenían mayor tiempo laborando y mayor edad, fueron quienes presentaron mayor prevalencia de lesiones musculoesqueléticas, en lo referente al tipo de lesiones el 69% y 18,8% refirieron dolores de hombros y codos.
En cuanto al nivel de clasificación de riesgo de las lesiones musculoesqueléticas según la escala RULA, se encontró en un estudio realizado en trabajadores mexicanos, que el 73% se clasificaron en nivel 3 y el 27% correspondieron al nivel 4. En contraste, el presente estudio encontró un 9,3% en el nivel 3 y un 86% en el nivel 4 respectivamente, implicando el rediseño y cambios urgentes en la tarea22, según lo define la teoría que acompaña esta escala. En este sentido, y dada la alta y constante prevalencia de los desórdenes músculoesqueléticos en los trabajadores en los últimos veinte años a nivel mundial, se considera que la exposición laboral al riesgo biomecánico no ha variado en forma considerable y que hay una necesidad urgente de evaluar las intervenciones realizadas en los trabajadores22.
Respecto a la frecuencia de los síntomas, para el presente estudio, se encontró que el 37,5% de los operarios de mantenimiento de alcantarillado, los presentaban de forma permanente, en contraste con el 18,9% reportado en el estudio realizado en México22.
En la encuesta nacional de condiciones de trabajo realizada en España se reportó que el 64% de los trabajadores refieren hacer movimientos repetitivos como parte de su trabajo, el 45% de profesionales dedicados a la construcción, 35% de labores industriales y el 30% de trabajadores de servicios públicos indican que realizan este tipo de movimientos durante más de media jornada laboral, reportando de esta manera los trastornos musculoesqueléticos con mayor frecuencia y siendo la primera causa de baja, relacionada con las condiciones de trabajo23, en el presente estudio el 53,5% manifestó realizar las labores de manera repetitiva más de cinco días a la semana y en jornadas completas de trabajo (8 horas), razón por la cual es de esperarse que los trastornos musculoesqueléticos en esta población trabajadora sean más recurrentes y en diversos niveles de complejidad, situación que a su vez estaría acompañada de mayores cargas de enfermedad por este trastornos musculoesqueléticos, y esto a su vez implica discapacidad y costos asociados tanto a la productividad como a la atención en salud, tal como se ha referido para otras poblaciones trabajadores en este mismo escrito.
Como es el caso de la población mexicana en el año 2010, donde se perdieron 26.2 millones de años de vida saludables, entre el 18% de la carga se encuentran incluidos los trastornos musculoesqueléticos. Con relación a las causas asociadas a la discapacidad en este país se encontró que casi la cuarta parte de los años vividos asociados a discapacidad se encuentran concentrados en las enfermedades musculoesqueléticas para las mujeres con un 23% y para los hombres en un 19%17.
Este tipo de enfermedades suele ser invisibles ante los ojos de los planificadores y prestadores de servicios de salud, sin embargo dadas las altas cifras de estas enfermedades, pueden considerarse como eventos secundarios ante el perfil de otras enfermedades también incapacitantes, por lo que no deberían pasar desapercibidos ante el primer nivel de atención, ni ante los tomadores de decisiones, dado que son problemas que acompañan otras enfermedades y engrosan los perfiles de comorbilidad17.
Según la Organización Mundial de la Salud, algunos riesgos ocupacionales representan una parte considerable de la carga de la enfermedad derivada de las enfermedades crónicas, anualmente unos 12,2 millones de personas mueren en edad laboral a causa de enfermedades no transmisibles; es así como en la mayoría de los países los problemas relacionados con el trabajo ocasionan perdidas que van desde el 4,0 hasta el 6,0% del PIB, elevando además los costos en el sistema de salud, cuando investigaciones han demostrado que iniciativas en los lugares de trabajo pueden contribuir a reducir el ausentismo por enfermedad en un 27% y los costos en atención en salud para las empresas en un 26%24.
Los trastornos musculoesqueléticos o del sistema osteomioarticular (SOMA) relacionados con la ocupación se están convirtiendo en un problema significativo a nivel mundial. La solución de estos problemas ha estado últimamente concentrada en los aspectos médicos y de rehabilitación y los costos de la compensación al afectado. Sin embargo, también es necesario formular estrategias con el objetivo de prevenir estos trastornos y localizar las causas en el ambiente de desempeño que puedan estar actuando como factores de riesgo. En el libro “Work Related Musculosckeletal Disorders” se plantea que estos trastornos relacionados con la ocupación son por definición un fenómeno relacionado con el quehacer, y que a esta definición se ha llegado a partir de muchos estudios de asociación causal; no obstante más estudios para explorar dichas asociaciones19, (20 son requeridos a nivel local y para diferentes tipos de población trabajadora.
Es importante reflexionar sobre esta problemática y los aspectos a tener en cuenta por los empleadores respecto al cuidado de la salud, seguridad y el bienestar de los trabajadores y las enfermedades relacionadas con la ocupación20. A pesar del alto porcentaje de las enfermedades musculoesqueléticas atribuidas al trabajo, es fundamental trabajar en la prevención y cuidado de los empleados, dado que siempre sería más rentable para los países y las empresas, además de que mejoraría la calidad de vida y condiciones de trabajo de las personas, máxime si se tiene en cuenta que ya se ha venido presentando evidencia que indica lo beneficios de la detección precoz de trastornos músculo-esqueléticos tanto desde las orientaciones ministeriales de los diferentes países como es el caso de Colombia25, como a través de un sistema de alertas para la identificación de altas incidencias, y una posterior aplicación de estrategias, tal como lo describen Azcona Castellot JR y cols26, esto sin dejar de lado las diferencias de género en los desórdenes musculoesqueléticos de las extremidades superiores en la población trabajadora que ya ha sido explorada por de Zwart BC, y cols27.