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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología
versión impresa ISSN 0365-6691
Arch Soc Esp Oftalmol vol.86 no.2 feb. 2011
SECCIÓN ICONOGRÁFICA
¿Goofy, hipermétrope?
Goofy, hyperopic?
J.J. Noguera-Paláu
Servicio Navarro de Salud, Pamplona, Navarra, España
Todos conocemos qué es la hipermetropía; no será este el lugar donde se dedique ni una línea a su descripción.
Sí convendrá mencionar, para justificar las ilustraciones de esta nota, que se corrige con lentes positivas y que, en ocasiones, el número de dioptrías puede ser escandalosamente elevado. Como en el caso de nuestro Goofy (Figura 1 y Figura 2).
Figura 1. Guayana, 1994. Yvert 3679/87 de 3679/87 en hojita + HB 190.
Figura 2. Guayana, 1994. Yvert 3680 de 3769/87 en hojita.
Hay que suponer que a Goofy se le están sumando hipermetropía, presbicia, quizá cataratas Cuenten que nació en 1932 en los estudios Disney, ¡con barba!, sentado entre dos espectadores de un espectáculo del ratón Mickey quienes, dadas las estridentes carcajadas del neófito, acabaron con él a golpes mientras, en el escenario, Pluto, amigo de Mickey, era perseguido por una legión de gatos.
Su nombre de pila fue Dippy Dawg, a los seis años lo cambió por Dippy the Goof y un año más tarde, hecho un mozalbete, decidió que debía existir como Goofy. En la década de los 50, ya madurito y llamándose entonces Mr. Geef, se casó y tuvo un hijo, Max. Por fin, cuarenta años más tarde y sin su esposa, apareció en una serie de televisión con el nombre que lo había hecho famoso: ¡Goofy!
Es un perro, ¿o un lobo?, tan humano, tan humano, ¡que incluso es goofy!