INTRODUCCIÓN
La inactividad física se asocia con mayor riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, diabetes mellitus, obesidad y algunos tipos de cáncer. Por tanto se ha convertido en tema objeto de numerosos estudios1-3. La Encuesta Nacional de Salud del año 2012 muestra que en España el 33,6% de la población adulta se clasifica en la categoría de baja de actividad física y en Navarra el porcentaje asciende al 30,2%4. Las organizaciones internacionales5,6 postulan que para incrementar el nivel de actividad física de la población se debe actuar no solo sobre las personas sino también sobre su entorno social y físico. En este sentido, varias investigaciones internacionales7,8, relacionan las características urbanísticas del entorno con los patrones de actividad física de los sujetos que residen en ellas. En nuestro medio, lo más frecuente son los estudios de prevalencia9.
El objetivo de este trabajo fue conocer el papel que desempeñan los factores urbanísticos del entorno en el nivel de actividad física de las personas adultas residentes en el Área Metropolitana de Pamplona.
SUJETOS Y MÉTODOS
El estudio se centró en las veintiuna Zonas Básicas de Salud del Área Metropolitana de Pamplona10 establecidas el 1 de enero de 2010. Las ZBS se agruparon en tres áreas teniendo en cuenta las características geográficas y funcionales del Área Metropolitana de Pamplona en tres áreas (Figura 1). El área centro comprendió las ZBS situadas en la meseta de Pamplona: Casco Viejo, II Ensanche, Iturrama y San Juan. El área intermedia, barrios periféricos de Pamplona, incluyó las ZBS San Jorge, Rochapea, Ansoáin, Milagrosa, Azpilagaña, Ermitagaña, Echavacoiz y Chantrea. El área periferia, cinturón Metropolitano de Pamplona, agrupó a los municipios que forman parte del Área Metropolitana de las ZBS Huarte, Villava, Burlada, Berriozar, Orkoien, Mendillorri, Cizur, Barañáin y Noáin.
Se realizó un estudio transversal fundamentado en la propuesta del International Physical Activity and the Environment Network (IPEN Adult)11. El modelo de investigación que se utilizó fue el ecológico. El trabajo de campo para la recogida de los datos se llevó a cabo durante los meses de enero a mayo de 2010.
Para el cálculo del tamaño de la muestra se consideró un intervalo de confianza del 95% y una potencia del 80%.
Las personas participantes se seleccionaron de forma aleatoria y estratificada a partir de la población adscrita y residente en las ZBS con edad de 18 a 65 años. Los criterios de selección fueron: ZBS de residencia, grupo de edad y sexo. La población total de referencia era de 214.666 personas. En la selección de participantes colaboró la Dirección de Atención Primaria del Servicio Navarro de Salud. Se seleccionó a 1.800 personas. Para contactar con ellas colaboraron las Direcciones de los Centros de Salud de las ZBS que enviaron por correo postal , a cada una de las personas seleccionadas, una carta explicando los objetivos, características del estudio y el modo de participación, el documento del consentimiento informado, el cuestionario y un sobre franqueado para enviar la documentación una vez cumplimentada. Toda la documentación fue recibida en el área de Medicina Preventiva-Salud Pública del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra.
Durante la primera fase se obtuvieron 659 respuestas (36,6%) a los 1.800 cuestionaros enviados por correo. Con el fin de completar el número de la muestra se distribuyeron en mano en los centros de salud los 1.141 cuestionarios no respondidos a personas diferentes a las que no respondieron. De esta manera se recogieron 246 cuestionarios adicionales. La participación en esta segunda fase fue del 21,5%. El número total de participantes fue de 905 personas y la participación global en el estudio fue del 30,7%.
Recogida de información y variables. Se utilizó un cuestionario de tipo autoadministrado. La duración estimada para su cumplimentación fue de 20 minutos. La primera parte incluyó preguntas destinadas a obtener información de las características sociodemográficas. En la segunda parte las cuestiones recogieron las características ambientales del entorno en el que vivían. Se basó en la versión completa del Neighborhood Environment Walkability Scale (NEWS). La tercera parte del cuestionario examinó aspectos relacionados con la actividad física que realizaban los participantes, se utilizó la versión larga del International Physical Activity Questionnaire (IPAQ Long)12.
Variables sociodemográficas. Se incluyeron las variables sexo, edad, raza o etnia, nivel de estudio, estado civil, domicilio (calle, número, piso, población y código postal) así como si se trabajaba fuera de casa. Los ítems relacionados con el domicilio permitieron clasificar a los participantes por ZBS, de acuerdo a la Zonificación del Área Metropolitana de Pamplona.
Variables referentes a la percepción de las características urbanísticas ambientales. La versión completa de la escala NEWS se empleó para valorar los factores urbanísticos ambientales. Se valoraron aspectos relacionados con la densidad residencial (tipo de viviendas más frecuentes en el barrio), el acceso a servicios (se consideró accesible cuando percibieron que podían ir caminando en menos de 10 minutos desde sus domicilios), la conectividad (la conexiones entre las calles), la infraestructura para caminar y andar en bicicleta (la existencia de aceras, su estado de mantenimiento, la accesibilidad a carril bici), la estética del barrio (presencia de árboles en las aceras, cosas interesantes para ver mientras se camina por el barrio, como paisajes, casas o edificios atractivos), la seguridad en el barrio (la intensidad y velocidad del tráfico, nivel de delincuencia) y el acceso a instalaciones deportivas (lugares en los que se puede hacer ejercicio a menos de cinco minutos en coche o 10 minutos caminando de casa o trabajo).
La valoración de los ítems varió en función de la dimensión estudiada. Así, en relación a la densidad residencial admitió cinco posibles respuestas en una escala Likert. Los aspectos de accesibilidad, conectividad, infraestructura y seguridad para caminar y andar a bicicleta en el barrio, y la estética y seguridad en el barrio tuvieron cuatro posibles respuestas calificadas de 1 (totalmente de acuerdo) a 4 (totalmente en desacuerdo). En relación con el acceso a instalaciones deportivas las opciones de respuestas fueron Sí, No y Ns/Nc.
La escala NEWS ha mostrado alta fiabilidad en la población de estudio13 al igual que en otras investigaciones14,15 realizadas en varios países que recomiendan su utilización en estudios epidemiológicos.
Variables referentes a la actividad física. Utilizando de manera autoadministrada la versión larga del IPAQ los participantes expresaron la actividad física que practicaron en los últimos siete días en el ámbito del trabajo, en el mantenimiento de la casa y cuidado de la familia, en los desplazamientos y durante el tiempo libre. En cada uno de ellos registraron información sobre la intensidad de la actividad (vigorosa y moderada) y sobre caminar, la frecuencia (número de días) y el tiempo durante el que se realizó la actividad (número de horas y minutos al día). Este instrumento también proporciona información sobre el tiempo que se permanece sentado, no obstante, en este estudio, de acuerdo al objetivo propuesto, se incluyeron las variables referentes a la actividad física y no se incorporaron los datos de este apartado.
La actividad física fue calculada en Índice de actividad metabólica equivalente (METs), según establece el protocolo Guidelines for Data Processing and Analisis of the Internacional Physical Activity Questionnaire Long Form. Se calcularon los valores METs-min/semana de actividad física vigorosa, METs-min/semana de actividad física moderada (excluida la actividad de caminar), METs-min/semana de actividad caminar y METs-min/semana de actividad total (sumatoria de actividad física vigorosa+moderada+caminar).
El cuestionario IPAQ versión larga fue validado en diversos estudios16-18 realizados en poblaciones nacionales y en la de otros países, recomendándose su utilización en estudios epidemiológicos.
Análisis de datos. Se utilizó estadística descriptiva para sintetizar y organizar los datos. Las variables cualitativas se resumieron en proporciones de casos en cada una de las categorías y las variables cuantitativas se sintetizaron con la media aritmética y su desviación estándar.
Para valorar la posible asociación entre las características urbanísticas ambientales y el nivel de actividad física de los sujetos participantes, se estudiaron los grupos de mayor actividad física (G1) frente al resto y los grupos de menor actividad física (G2) frente al resto. Para ello, cada variable de actividad física expresada en METs-min./semana se dividió en cuartiles, siendo el cuartil 1 el de más actividad, que se corresponde con el Grupo 1 (G1), y el cuartil 4 el de menos actividad física, que se corresponde con el Grupo 2 (G2) de menor actividad física. Se calculó la Chi2 para determinar en cada variable de actividad física sus determinantes. Se realizó un análisis multivariable mediante regresión logística no condicional. Se introdujeron las variables que en el análisis bivariable habían obtenido una significación <10%.
Para la explotación de los datos se utilizó el programa estadístico IBM SPSS versión 20.
Aspectos éticos. El estudio fue aprobado por la Comisión evaluadora de los aspectos bioéticos del Comité de ética, Experimentación animal y Bioseguridad de la Universidad Pública de Navarra. Todas las personas que participaron fueron informadas y autorizaron la colaboración cumplimentando el consentimiento informado.
RESULTADOS
En el estudio participaron 905 personas de las cuales 495 (54,70%) fueron mujeres. En la Tabla 1 se describen sus características sociodemográficas. La media de edad fue de 38,70±14,20 años, con nivel de estudios universitarios el 57,80%, casado o con pareja el 53,04%. El 70% indicó trabajar fuera de casa. Asimismo el 27,20% de los participantes señalaron residir en el área centro, el 40,80% en el área intermedia y el 32,00% en el área periferia.
Referente a los resultados de actividad física derivados de la versión larga del IPAQ, teniendo en consideración que las recomendaciones a nivel internacional están basadas en la práctica semanal de actividad física vigorosa, moderada o la suma de ambas19, se agruparon por intensidad de la actividad física: vigorosa, moderada (excluida caminar) y caminar, así como la suma total de actividad física vigorosa, moderada y caminar practicada en la semana. Cada una de estas variables se desagregó en dos grupos, más actividad y menos actividad.
La Tabla 2 presenta la asociación entre llas variables urbanísticas ambientales y los grupos más activos (G1) y menos activos (G2) en cada modalidad de actividad física (vigorosa, moderada) y caminar, así como con el total de actividad física (sumatoria de actividad física vigorosa, moderada y caminar) según los datos aportados en el cuestionario. Se observó que la baja densidad residencial fue más frecuente en los sujetos menos activos [OR: 1,13 (IC95% 1,02-1,25)] y la de suficientes lugares a los que se pude ir andando fácilmente desde los domicilios se asoció caminar durante más tiempo [OR 1,26 (IC 95% 1,01-1,58)]. La estética del barrio y la presencia de árboles en las aceras favoreció y animó a las personas a realizar actividad física moderada [OR 1,22 (IC 95% 1,01-1,49)]
G1: Grupo más activo; G2: Grupo menos activo. OR: adds ratio; IC95%: intervalo de confianza del 95%. En negrita se destacan las OR y los IC significativos (p<0,05).
Otras variables que se asociaron con el nivel de actividad física fueron las relacionadas con la seguridad vial. Así, la percepción de mucho tráfico en las calles del barrio se asoció con hábito de caminar menos frecuente [OR 1,35 (IC 95% 1,12-1,61)] y la percepción de exceso de velocidad con los sujetos que declararon ser más sedentarios [OR 1,26 (IC 95% 1,06-1,51)].
Referente al acceso a espacios deportivos, por disponerlos próximos a sus lugares de residencia o de trabajo, se observó que la cercanía a instalaciones deportivas, en concreto pista de squash, se asoció con mayor práctica de actividad física vigorosa [OR 1,46 (IC 95% 1,01-2,12)], la proximidad a sendas de paseos se asoció con mayor nivel de actividad física moderada [OR 3,86 (IC 95% 1,70-8,74)] y con mayor práctica de actividad física total (suma de actividad física vigorosa, moderada y caminar) [OR 2,61 (IC 95% 1,24-5,45)] y la proximidad de lago o río fue más frecuente en las personas que manifestaron dedicar más tiempo a caminar [OR 1,66 (IC 95% 1,14-2,42)].
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en este estudio mostraron que los aspectos urbanísticos ambientales de un abrrio, como la densidad residencial, acceso a servicios, estética del barrio, seguridad de tráfico y proximidad a espacios deportivos influye en el nivel de actividad física de las personas residentes en él.
Así, la mayor frecuencia de viviendas unifamiliares en el barrio se asoció con el grupo que declaró ser menos activo. Este resultado, coincide con diversos estudios epidemiológicos20,21 que señalan que la densidad residencial es un factor urbanístico ambiental que influye en el nivel de actividad física de las personas, mostrando una asociación positiva en barrios de alta densidad residencial. En otro estudiose muestra una relación curvilínea entre la densidad residencial del barrio y el nivel de actividad física que los residentes practican en desplazamientos, es decir, a partir de un nivel de densidad residencial disminuye la actividad física22.
La percepción de disponer de mayor cantidad de servicios a los que se puede ir caminando fácilmente desde casa podría contribuir positivamente a que incremente el tiempo que se dedica a caminar. Este resultado se corresponde con los de las investigaciones que relacionan las características urbanísticas y caminar. La evidencia científica23,24 es consistente en asociar el acceso a servicios con el aumento de la frecuencia y tiempo que las personas destinan a caminar.
Otra característica urbanística ambiental que el grupo que manifestó practicar mayor actividad física moderada percibió con mayor frecuencia fue la presencia de árboles en las aceras. Este hecho puede sugerir que incluirlos estimula la práctica de actividad física moderada.
Referente al acceso a espacios deportivos, tener cerca del domicilio o del lugar de trabajo instalaciones deportivas, como por ejemplo pistas de squash, se asoció con practicar mayor actividad física vigorosa. En el mismo sentido, otro estudio25 coincide en asociar la actividad física vigorosa con la posibilidad de acceder a instalaciones deportivas, por tenerlas cercanas a sus domicilios o lugares de trabajo. Estos hallazgos pueden indicar que ubicar las instalaciones deportivas próximas a las zonas residenciales o lugares de trabajo puede contribuir positivamente en el nivel de actividad física vigorosa. Asimismo, poder acceder fácilmente a sendas de paseo lo indicaron con mayor frecuencia los participantes que expresaron practicar mayor actividad física moderada, mostrando una asociación fuerte 3,86 veces mayor que el resto d eparticipantes. Según Starnes et al.26 son varios los estudios epidemiológicos que establecen una correlación positiva entre disponer de sendas próximas a los hogares y el nivel de actividad física moderada. Sin embargo, autores como West y Shores27, en un estudio caso-control, indican que la existencia de senderos cercanos a las zonas residenciales no se asocia con el aumento de actividad física moderada. Ante estos resultados, quizá sería interesante estudiar, en investigaciones futuras, si entre las diferentes variedades de senderos, alguno, en concreto, se puede asociar con el nivel de actividad física moderada de los residentes.
También se observó, mayor facilidad para acceder a río o lago, por tenerlos próximos al domicilio o lugar de trabajo en los participantes con mayor hábito en caminar. Igualmente, un estudio28 realizado en Australia, muestra que aumenta la probabilidad de caminar en las personas cuando viven cerca de la playa o del río. Diversos autores29,30, coinciden, indicando que disponer de áreas libre y parques cerca de los domicilios o lugares de trabajo favorece a que las personas aumenten el hábito de caminar. Con estos datos se puede inducir que integrar estas áreas naturales en el diseño y urbanización de las ciudades puede ayudar a crear entornos que favorezcan la práctica de esta actividad física.
Sin embargo, aspectos relacionados con la seguridad vial, como percibir con mayor frecuencia que los conductores exceden el límite de velocidad se asoció con practicar menos actividad física total a la semana. Igualmente, la percepción de tráfico intenso en el barrio se asoció, positivamente, con las personas que indicaron dedicar menos tiempo a caminar. El resultado coincide con otros estudios que revelan la influencia de la seguridad de tráfico en el nivel de actividad física, en concreto cuando se realiza en espacios al aire libre 22,31. Estos autores, muestran que el incremento de la seguridad de tráfico en el barrio se asocia con una mayor probabilidad de ser físicamente activo. Estos resultados pueden suponer que disminuyendo el tráfico de los barrios se puede incrementar el tiempo que las personas destinan a caminar.
Los resultados de este trabajo permitieron identificar las variables urbanísticas ambientales que se asociaron a los grupos más y menos activos según la intensidad de actividad física realizada, no obstante también podría ser de interés en posteriores estudios valorar la asociación de estas variables con el tipo de intensidad y el ámbito en dónde se practica la actividad física (trabajo, mantenimiento de la casa y cuidado de la familia, desplazamientos y tiempo libre) para conocer si alguna de estas características están más relacionadas con un ámbito que con otro.
Las limitaciones del estudio se relacionan con el uso de cuestionarios autocumplimentados para medir el nivel de actividad física y las características urbanísticas ambientales de los entornos. Estos métodos presentan limitaciones32, como el periodo de tiempo que el sujeto tiene que recordar, la tendencia a contestar lo socialmente deseable y a sobreestimar la actividad física. Sin embargo, el cuestionario IPAQ versión larga, para recoger los datos de la actividad física, está validado y se utiliza en varios estudios epidemiológicos16-18.
Respecto al entorno físico, aunque los datos objetivos son importantes para conocer las características ambientales, también es necesario estudiar las percepciones de las personas, ya que se ha demostrado que se asocian de forma independiente con la actividad física33. Además, es adecuado medir con métodos de autoinforme las variables que en este estudio mostraron correlaciones con la actividad física, como la estética del entorno y la seguridad de tráfico, con el fin de conocer la percepción que tienen los participantes sobre estos aspectos. En futuras investigaciones se pueden incluir datos objetivos de las características del entorno, así como, mediciones objetivas de la actividad física a nivel individual.
En conclusión, la percepción que tienen las personas residentes de las características urbanísticas de su barrio influye en sus niveles de actividad física.