Introducción
Las referencias que se manejan en la literatura publicada en torno a las violencias sexuales (VS) y las violencias basadas en el género (VG) dentro de las Universidades son extremadamente preocupantes,1,2 con consecuencias graves para la salud de las personas implicadas.3 4-5 No cabe duda de que la falta de capacidad de reconocimientos y percepción de estos fenómenos aumenta la inequidad de género e impide una real intervención en términos de prevención y educación. Los grados de la Facultad de Ciències de la Salut i Benestar (FCSB) de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC), donde se realiza el estudio propuesto, forman a las futuras profesionales que actuarán en situaciones de educación por la salud, prevención y detección de las VS/VG, así como rehabilitación e integración de las personas involucradas. Igualmente, gestionarán circuitos multidisciplinares de atención en VG.6,7 En efecto, las profesiones de la salud ejercen un papel crítico para crear una atmósfera segura para generar una situación de diálogo entre profesionales y pacientes,7 así como para producir futuros avances científicos en materia de género.3,8 Las personas que han padecido VS/VG consideran el sistema sanitario, en particular atención primaria (AP) y urgencias, como espacios donde buscar ayuda.9 Asimismo, AP es un espacio privilegiado de educación, prevención, detección y actuación, también por el copioso acceso de pacientes que han padecido VS/VG.10 11-12
No obstante, a pesar de estos datos tan significativos, las enfermeras de AP afirman que se sienten incómodas preguntando a las pacientes acerca de ello9,10 y diversos estudios han demostrado que tienen un nivel medio-bajo de conocimiento en la materia, además de una “actitud pasiva” ante planteamientos y dudas relativas a las violencias.13 14-15 En general, las profesionales de la salud no consiguen reconocer las VS/VG como un problema de salud.16 17-18 La mayoría no están familiarizadas con políticas y programas,19 20-21 y no tienen recursos apropiados de referencia.12 Por ende, no tienen las herramientas para detectarlas. Se supone que estos datos se basan en una falta de formación continua y transversal en cuestiones de género en los grados de salud para adquirir competencias asistenciales y humanas, y acompañar durante el itinerario terapéutico en los casos de VS/VG.22
Si bien el objetivo principal del proyecto consistía en ofrecer experiencias de aprendizaje transversales y enriquecedoras al alumnado de Enfermería a partir de la metodología de aprendizaje servicio en VS/VG,17 en este contexto se propone constatar si la participación de estudiantes de Enfermería en el proyecto supone una disminución de su tolerancia ante situaciones de violencias de género así de identificar de forma más eficaz actitudes y comportamientos sexistas en su entorno.21,22
Metodología
Se llevó a cabo un diseño pre-test y post-test con grupo único basado en un muestreo de conveniencia por cuotas. Para evaluar las competencias previas y posteriores del alumnado se ha utilizado el “Cuestionario de Sondeo al alumnado de la UdL en materia de Violencia de género y acoso sexual”,23 debido a que sus objetivos resultan afines con los identificados en la literatura.9,16,21
En horario lectivo, se invitó a estudiantes de primero de Enfermería (FCSB-UVic-UCC) a contestar el cuestionario online.23 En cada sesión estuvo presente algún miembro del equipo de investigación. También se invitó al alumnado no presente a responderlo enviándoles un correo electrónico. No se ofreció ningún incentivo por su participación.
El criterio de inclusión fue estar matriculado en el primer curso del grado de Enfermería, cursar las asignaturas de “Cultura, Sociedad y Salud” y “Psicología de los Ciclos Vitales”, ambas de 6 ECTS y obligatorias. La participación en el cuestionario fue anónima y voluntaria. Se recogieron un total de 96 respuestas en septiembre de 2017 y 64 en enero de 2018. Para la comparación con la segunda recogida de información se ha utilizado la prueba χ2 (χ2 = .017, p > 0,05 (.67)).
Las variables evaluadas para la caracterización de la muestra fueron: sexo biológico, fuente principal de información sobre VS/VG (medios de comunicación, formación, experiencias propias o allegados), aceptación de situaciones de VS/VG (las aceptan/les es igual/no las aceptan), identificación de actitudes o comportamientos sexistas (mejor identificación, peor identificación), valoración de campañas sensibilización e integración de proyectos en el grado sobre VS/VG (muy adecuados, no muy adecuados).
En la primera parte de la encuesta se explica brevemente el proyecto; la segunda es la aceptación del consentimiento informado y la tercera consta de 13 preguntas que tratan los siguientes aspectos: (a) fuentes de conocimiento sobre el tema; (b) percepción de la violencia de género; (c) actuación propia; (d) postura ante la diversidad sexual; (e) situaciones de violencia de género en el entorno universitario; (f) recursos que se utilizarían en la universidad; (g) posibles medidas para evitar y tratar la violencia de género. El análisis de datos se ha realizado por medio del SPSS 22.
Resultados
Los datos sociodemográficos obtenidos de la encuesta evidencian que la mayoría del alumnado se identifica como mujer (82.3%), tienen entre los 19-25 años (86.4%) y su residencia habitual es Catalunya (79.16%). Se indagó también en torno a los centros de secundaria de procedencia. El acceso a la Universidad se produce principalmente desde el Bachillerato (64.6%) y los Ciclos Formativos (32.6%). Poco más de la mitad proceden de centros públicos (58.3%), concertados (37.5%) y solo 3 privados.
Fuentes de conocimiento sobre el tema. Uno de los temas de mayor interés consiste en saber si efectivamente el alumnado que accede a la FCSB tiene ya nociones de VS/VG. Esto debido a que la ley 5/2008 de Cataluña insiste reiteradamente sobre la importancia de implementar una coeducación como medio para erradicar las violencias y la inequidad de género presente en la sociedad.24 Los resultados evidenciaron que casi la totalidad del alumnado no ha recibido ninguna formación específica antes de entrar en la Universidad. Establecido esto, se ha procedido a conocer cuáles son las fuentes principales de información sobre cuestiones de género, VS/VG. La mitad del alumnado obtiene informaciones a través de los telediarios (51%) y solo una parte procede de cursos o actividades en el grado (12.5%). Estas cifras cambian completamente en la segunda recogida donde se destaca haber recibido una formación específica vinculada con el proyecto (93.8%) y actividades en el grado (53.1%), disminuyendo la información por parte del telediario (20.3%).22
Percepción de la VG. En la encuesta se ha puesto la atención en la percepción del riesgo dentro de la pareja. En dicha cuestión no se demuestra una disconformidad significativa entre las dos recogidas. El alumnado identifica un riesgo más elevado en casadas, sobre todo, si están en proceso de separación o divorcio. Resultados análogos se observan también en el estudio de la UdL:23 la mayoría del alumnado identifica como momento de mayor riesgo cuando la pareja quiere romper su relación.
Actuación propia en relación con la pareja. Se ha preguntado al alumnado sobre cómo actuarían en varias situaciones en las que se produjeran agresiones en su relación de pareja, aludiendo la mayor parte a situaciones de sumisión o violencia. Los resultados no indican diferencias significativas entre la primera y segunda recogida, excepto en los ítems: “Rompe cosas delante de mí” y “Me hace daño físicamente” (Véase Tabla 1.). Aun así, cabe destacar positivamente los cambios en los porcentajes entorno a la pregunta “Hace comentarios sexistas”, en el que, en la sucesiva recolección, se consigue un 100% de no aceptación.
Variable | Primera recogida n (%) | Segunda recogida n (%) - Media | Comparación 1ª y 2ª recogida χ2 (p) |
---|---|---|---|
No aceptación... | |||
Pedir perdón después de hacerme daño | 67 (68,40) | 47 (73.40) | 0.93 (.92) |
Rompe cosas delante de mí | 87 (87.80) | 62 (96.90) | 6.76 (.03) |
Hace comentarios sexistas | 89 (90.80) | 64 (100) | 0.12 (.07) |
Me hace daño físico | 89 (90.80) | 63 (98.40) | 0.10 (.09) |
No justificar agresión a mujer | 80 (81.60) | 57 (89.10) | 0.48 (0.48) |
Igualmente, se ha pretendido generar ejemplos concretos de cómo actuar. En este sentido se ha indicado al alumnado que completara la frase: “si mi pareja...” sugiriendo unas respuestas múltiples. Se destacan solo aquellas contestaciones con un alto grado de aceptación, no presentando alteraciones significativas entre las dos recogidas. El 31,6% acepta que: “me pide perdón después de haberme hecho daño y me dice que cambiará”. Mientras que el 29% acepta que se ponga celosa o celoso.
El 38,5% (aumenta en la segunda recogida al 43,75%) refiere como causa principal de la VG las creencias machistas: las parejas se creen superiores a las mujeres, pero se evidencian también causas psicológicas y mentales (22%, y disminuye al 18,75% sucesivamente) y problemas con el alcohol y las drogas (20%/14,1%). Cuando hemos preguntado: “¿Puedes pensar en alguna situación en la que justificarías el hecho de que un hombre agrediese a su pareja?” La mayoría (86,5%/89,1%) han contestado: “nunca”. No obstante, cabe destacar que un 11,5%/ 9,4% ha contestado “en alguna ocasión” y el 2,1% /1,6% “en bastantes ocasiones”.
Mayor identificación de actitudes o comportamientos sexistas. A pesar de tener la evidencia de que en las Universidades se reproducen numerosas situaciones de abusos y violencias,5,22,23 la mayoría del alumnado considera que este no es un espacio donde se dan actitudes o comportamientos sexistas (9.20%). Datos que cambian completamente en la siguiente recolección, determinando actitudes sexistas en la Universidad (53.1%) y de haber vivido o conocido actitudes o comportamientos sexistas en sus espacios (34.7%).
Recursos que se utilizarían en la universidad. Se ha indagado en torno a la consideración del alumnado respecto a cómo la Universidad facilita la consciencia y la detección de los casos de VG. Sobre todo en la segunda recogida se evidencia un aumento de la voluntad de introducir estos temarios en los estudios de ciencias de la salud (76% muy adecuada; 21,9% adecuada; 2,1% poco adecuada), e implicando a todas la comunidades universitarias.
Experiencias de violencia. Se ha demandado al alumnado si desde que son estudiantes en la UVIC-UCC han sufrido directamente algún caso de violencia. Se destacan solo las personas que han contestado positivamente que, según ítems, varían del 2-28%. Estos datos, en la mayoría de los casos, no son estadísticamente significativos. No obstante, resultan relevantes para la investigación ya que:
- El 16% (20,31%) comenta que ha recibido un control constante (“de actividades que realizo”, “de las personas con quien estoy”, etc.) por parte de la pareja o compañera o compañero (8,3% [6,2%]).
- El 5,2% (11%) han recibido mensajes de móvil o e-mails amenazadores, intimidatorios por parte de la pareja o una compañera o compañero (6,2% [6,2%])
- La obligación de abandonar amistades/actividades ha ocurrido 6,25% (7,81%) debido a la pareja o compañera o compañero (14,5% [9,37%]).
En el caso de una agresión física (como golpe, empujón, bofetada, etc.):
- El 7% (7,81%) ha procedido de la pareja; el 14,5% (9,4%) de una compañera o compañero.
- En el caso de insulto, infravaloración, ridiculización por el hecho de ser chica/o ha ocurrido por parte de la pareja en un 5,2% (17,2%) y en un 13% (14,1%) cuando se trata de un compañera o compañero y un 3% (4,7%) en el caso del profesor o profesora.
- Los comentarios sexistas que degradan la persona y su dignidad han sucedido en un 11,4% (21,9%) de los casos infligidos por la pareja.
Por lo que concierne la intimidad:
- Entre 10-11% (12,5-4,7%) evidencia que han tenido presiones para mantener una relación afectiva-sexual, así como besos, caricias sin consentimiento, tanto con pareja como con compañera o compañero.
- El 5,2% (11%) manifiesta sensaciones de incomodidad, miedo, por sentirse acosado, vigilado por parte de la pareja, de una compañera o compañero (8,3% [11%]), de profesora o profesor 1% (3,1%).
- El 6,25% (9,4%) ha vivido comentarios obscenos, rumores o ataques sobre la vida sexual de la pareja, de una compañera o compañero un 6,25% (17,2%) y 1% (0%) o de una profesora o profesor.
- El 2% (1,6%) se le ha ofrecido citas comprometidas con la excusa de tratar cuestiones académicas de la pareja y el 6,25% (6,25%) de un compañera/o.
- El 1% (1,6%) ha experimentado promesas de un trato de preferencia o mejoras académicas a cambio de prestar favores sexuales de la pareja y compañera o compañero 2% (4,7%).
- El 2% (7,8%) ha experimentado el uso denigrante de imágenes por Internet, aunque fuera como ‘broma' por parte de la pareja y compañera o compañero 9,3% (12,5%).
Actuación propia en la Universidad. Finalmente, a la demanda: “¿Cómo actuarías en caso de sufrir alguna situación de violencias de género y acoso en la UVIC-UCC?” se destacan los resultados más significativos: un 55,2% (48,4%) lo denunciaría a la policía (9,4%/12,5% poco probable); un 55,2%/32,8% siempre lo comunicaría a un órgano superior universitario (9,4%/26,6% poco probable). La mayoría, en la primera recogida 30,2%, acudiría a familiares/padres, en la segunda recogida solo el 11% acudiría a ellos ya que un 9% acudiría a un profesor o responsable de la UVIC-UCC. Diversas respuestas contemplan el docente de confianza, coordinadora de grado, etc. solo tres respuestas mencionan la Unidad de Igualdad. La mitad (50%) (37,5%) lo consultaría siempre con profesionales que me asesorasen [8,3% (23,4%) poco probable], 57,3% (46,9%) lo hablaría siempre con las amistades/familiares (12,5% (18,8%) poco probable; 1% (0%) nunca, 39,4% (43,8%) poco probablemente lo hablaría directamente con la persona [lo dejaría pasar: 5,2% (6,3%) probablemente; 74% (67,2%) nunca].
Situaciones de violencia de género en el entorno universitario. A la pregunta: “¿Dónde o a quién acudirías de la UVIC-UCC si conocieras alguna situación de violencia de género?” los resultados muestran que el 34% del alumnado acudiría a la Unitat d'Igualtat de la UVic (anteriormente, no había estado contemplado), un 29,1% al profesorado, el 14,5% Decano o Director de Centro, un 10,41% Jefe de Estudios, 5,2% Director de Departamento, 1% UHub-Servei a la Comunitat Universitària y 1% Consell d'Estudiants.
Discusión
Los resultados evidencian que, a pesar de las distintas características sociodemográficas, el alumnado maneja escasas informaciones entorno a los conceptos de VS/VG.22 La mayoría de éstas proceden de los medios de comunicación tradicional: noticias que reciben de forma pasiva -en la mayoría de los casos- sin desarrollar un discurso crítico o una reflexión familiar. Una de las consecuencias de la falta de educación transversal en materia de género dentro de los espacios formales de aprendizaje consiste en la percepción que se construye en torno al riesgo.24 Esta genera y refuerza estereotipos que no corresponden a la evidencia científica que manejamos.22,25,26 Uno de los temas que observamos durante el proyecto ha consistido en la idea de que las situaciones de violencias suelen ocurrir más en el espacio público, como la calle, que en ámbitos privados como el domicilio o la universidad. Asimismo, que los agresores sean desconocidos y extranjeros, y no personas cercanas al entorno: grupo de pares o miembros familiares. Realizar una reflexión crítica sobre estos espacios, más allá de lo público o lo privado, sino incorporando las características y significados simbólicos que dichos ambientes asumen dentro de un análisis de género (seguridad/riesgo/peligro), responde a la necesidad de identificar de forma eficaz actitudes y comportamientos sexistas en el entorno universitario: en el aula, en el practicum, en la residencia, en los grupos de pares, familiares, deportivos, etc.
Poder identificar estas situaciones con observación crítica y analítica sería una de las competencias enfermeras fundamentales para poder detectar y acompañar situaciones de violencias en AP y Urgencias.6,7,22 Reconocer que el ambiente de estudio o laboral puede ser un espacio donde se desarrollan actitudes sexistas y violencias, implica haber comprendido las estructuras jerárquicas de poderes que se desarrollan entre las personas. Asimismo, significa asumir una responsabilidad en las relaciones interpersonales y profesionales para no ejercer un determinado privilegio frente a categorías, personas o situaciones de subalteridad/alteridad22, como la relación profesional de enfermería y paciente.
Al final del proyecto, la mayoría del alumnado ha podido percibirse como un agente sociosanitario de cambio en su grupo social, familiar o profesional. Por lo tanto, considerar la “actuación propia”, su capacidad de agency, como un elemento clave para la no aceptación y denuncia social en referencia a los comentarios sexistas, para así disminuir la tolerancia hacia las violencias. Un resultado de este cambio de percepción consiste en la creación de una asociación feminista que trabaja temas de VS/VG nacida a partir de la experiencia de una estudiante durante el proyecto.
Se ha considerado que la formación y sensibilización en temas de VS/VG se tiene que elaborar a partir de un conocimiento y una observación de casos concretos y situaciones vivenciales. Por esa razón se ha trabajado también a partir de acciones más asociadas a la vida universitaria, como el beber, el bailar, la música escuchada, las relaciones de parejas o el salir de marcha en relación con el aumento de posibilidad de vivir/ejercer violencias. Estas posibilidades representan un imaginario fomentado por las redes sociales y portadas periodísticas que simplifican y desestructuran el fenómeno de las VG.25 En consecuencia, enfocan la atención y la culpabilidad sobre las mujeres, es decir, sobre lo qué hacen, cómo lo hacen y cuándo lo hacen, y no sobre los violadores. Efectivamente, uno de los problemas que ha emergido durante el curso, debido a la forma de acceder a la información sobre VG, consiste en la construcción del por qué y cómo se desarrollan la violencias, así como las justificaciones popularmente atribuidas y aceptadas en torno al maltratador/violador. Normalmente estas tienen que ver con “el amor de hombres enfermos o la enfermedad de hombres enamorados”,26 es decir, con la construcción del amor romántico25-26 y con la “excusa” de las enfermedades mentales, a veces transitorias, que padecen y legitiman un acto de feminicidio. Asimismo, se ha observado que cuando se añade el concepto de remordimiento al acto violento, la tendencia de aceptación es más alta. Otro elemento que fomenta la necesidad de una co-educación y aprendizaje en género como posibilidad de empoderar las profesionales de Enfermería
Concluyendo, destacamos que esta investigación se desprendió de la necesidad de mejorar la formación en VS/VG en estudiantes de Enfermería. Una necesidad clara a partir del análisis de la evidencia científica contemporánea y de los datos recaudados en los últimos años.23,27,28 En efecto, los resultados de la encuesta realizada han evidenciado cómo el alumnado subraya, en primer lugar, la necesidad de recibir una campaña de sensibilización en materia de VS/VG dentro de la Universidad. Sucesivamente, manifiestan el deseo de trabajar dichos temas en alguna asignatura del Grado, así como el de implicar a toda la comunidad universitaria en una formación en género. Por lo que concierne el primer punto, desde la Unitat d'Igualtat UVic-UCC se ha realizado una nueva campaña de sensibilización para promocionar su existencia y se han impulsado diversas actividades para inducir la formación transdisciplinar en género. Por las otras necesidades identificadas por el alumnado, la situación cambia completamente. El manejo de una perspectiva de género dentro de la enseñanza universitaria no solo responde a la creación de una asignatura que pueda transmitir las bases de los estudios de género desde un eje diacrónico y sincrónico, sino en el fomento de una línea trasversal donde las cuestiones inherentes al proceso de salud, enfermedad y atención tengan en cuenta dicha perspectiva interseccional. Tanto en las simulaciones y las prácticas asistenciales como en cuestiones bioéticas, teóricas, didácticas y organizativas, por ejemplo. Actualmente, no se señalan iniciativas concretas que engloben esta interseccionalidad.
De forma genérica, el alumnado ha expresado una mayor sensibilidad respecto a su futuro rol como profesional de Enfermería hacia la atención a las VS/VG, así como una mayor sensibilidad a nivel personal. Estos datos emergen también de la diferencia entre el análisis estadístico resultante de la primera y la segunda recogida. Cabe mencionar que en toda la encuesta no se destacan diferencias significativas en los resultados entre hombres y mujeres.