INTRODUCCIÓN
En el análisis del juego colectivo en los deportes de equipo, el estudio del componente táctico adquiere una gran trascendencia para el rendimiento. En este sentido, la detección de patrones secuenciales del comportamiento táctico se convierte en uno de los objetivos prioritarios, tanto de situaciones tácticas concretas como de sistemas de juego más amplios. Por este motivo, ha aumentado el número de investigaciones que analizan el comportamiento deportivo en contextos naturales; demostrando la idoneidad de la Metodología Observacional para indagar y explorar el deporte durante la competición (Anguera y Hernández-Mendo, 2013, 2014; González et al., 2013; Morillo-Baro y Hernández-Mendo, 2015; Vázquez-Diz et al., 2019a). Se establece una relación óptima entre ciencia y aplicación práctica para el análisis del deporte de alto rendimiento gracias, precisamente, a poder aplicarla en competición; el contexto natural donde las conductas de los deportistas son espontáneas (Anguera, 1990; Anguera y Hernández-Mendo, 2013; Sánchez-Algarra y Anguera, 2013). Todo ello unido a la posibilidad de elaborar instrumentos de observación ad hoc (Quiñones et al., 2019) adaptados a la realidad de un determinado contexto, permite realizar un análisis pormenorizado de las conductas implicadas en el desarrollo táctico del juego. Como afirma Gómez-Ruano (2017), el análisis situacional se ha convertido en un tema emergente en las Ciencias del Deporte.
En balonmano, la fase de juego de ataque ha sido la más estudiada; por ejemplo, se ha analizado la contribución de la táctica colectiva a la eficiencia ofensiva (Gruić et al., 2006; Lozano, 2014; Rogulj et al., 2004). También se ha analizado la finalización de la posesión del balón (Botejara et al., 2012) y el tiempo de posesión (Salvat, 2016), la influencia del puesto específico del central en el resultado del juego colectivo (Amatria et al., 2020; Flores y Anguera, 2018), las variables que influyen en la eficacia de los sistemas ofensivos (Lozano y Camerino, 2012; Lozano et al., 2016a; Meletakos et al., 2011; Salesa, 2008), las diferencias en índices de eficacia ofensivos entre ganadores y perdedores (Ferrari et al., 2020; Foretic et al., 2010; Ohnjec et al., 2015), los comportamientos de las finalizaciones de los extremos (Montoya et al., 2013) y el juego en situaciones de ataque 2 contra 2 (Prudente et al., 2017; Sousa et al., 2014). Por su parte, Beiztegui et al. (2019) y Krahenbühl et al. (2019) estudian el uso del jugador adicional de campo en ataque. Incluso se han estudiado las decisiones tomadas por los árbitros en los partidos de balonmano (Morillo et al., 2017).
El estudio de Quiñones et al. (2019) sobre el balonmano profesional en España muestra cambios tácticos relevantes en la velocidad de las acciones, la toma de decisiones y la evolución del juego defensivo, que han derivado en una mayor utilización de los medios tácticos colectivos, lo cual implica, una modificación en la estructura de juego ofensivo para generar mayores desequilibrios en la defensa. Resultados que deben ser contrastados con otros equipos y en otras competiciones a nivel internacional, ya sean de clubes o de selecciones nacionales.
Este avance en el estudio de las conductas desde el punto de vista táctico se ha visto beneficiado por el desarrollo de técnicas y softwares específicos que facilitan la obtención de datos fiables y precisos. Y el análisis de coordenadas polares se ha mostrado como un método emergente de análisis (Ávila-Moreno et al., 2018) y una de las técnicas más relevantes en la última década para mostrar las relaciones estadísticamente significativas que se establecen entre las conductas que conforman una herramienta observacional, en este caso para el ataque posicional (Quiñones et al., 2020).
La técnica de coordenadas polares utiliza un análisis secuencial de retardos prospectivo y retrospectivo de las conductas registradas (Anguera, 1997; Anguera et al., 1997; Hernández Mendo y Anguera, 1998; Sackett, 1980). Permite una reducción drástica de los datos analizados y la representación gráfica de las relaciones que se establecen entre las categorías focales y las condicionadas a través de un sistema de vectores (Hernández-Mendo y Anguera, 1999). El estadístico de contraste de este análisis es el Zsum (Zsum = Σz / √n, siendo n el número de retardos) (Cochran, 1954). La distribución de este parámetro Zsum tiene una =0 y una Sx=1. Las relaciones entre conductas y su representación vectorial se obtienen a partir de estos valores. Se considera un valor estadísticamente significativo cuando el vector es igual o superior a 1.96. Este valor se estima a través de la raíz cuadrada de la suma del cuadrado de la Zsum de la X (prospectiva) y del cuadrado de la Zsum de la Y (retrospectiva):
El ángulo del vector (φ = Arco seno de Y/Radio) determinará la naturaleza excitatoria o inhibitoria de la relación (Castellano y Hernández-Mendo, 2003; Hernández-Mendo y Anguera, 1998).
Ante lo expuesto, y atendiendo a todos estos antecedentes, se decide estudiar el juego posicional de los equipos profesionales de balonmano durante la Final Four de la Liga de Campeones del año 2019; concretamente, interpretar mediante el análisis de Coordenadas Polares la eficacia de las conductas que se muestran ante la utilización de los medios tácticos colectivos y la transformación de sistemas ofensivos.
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño
El diseño de este estudio es de carácter nomotético, puntual y multidimensional (Anguera et al., 2011). Nomotético ya que se analizan varios equipos; puntual ya que no se realiza un seguimiento de las conductas y las mismas se han agrupado en las categorías masculina y femenina para el posterior análisis; y multidimensional ya que se observan varias dimensiones que se corresponden con los criterios del instrumento observacional ad hoc validado. Al no interactuar el observador con los deportistas se trata de un proceso observacional no participante (Anguera et al., 2000).
Participantes
El análisis previo de Generalizabilidad realizado por Quiñones et al. (2019) permitió estimar los partidos necesarios para poder generalizar con precisión. De tal manera que se realizaron 16 sesiones de observación de ocho clubes; cuatro femeninos y cuatro masculinos que fueron los clasificados para la Final Four de la Liga de Campeones 2019 de la Federación Europea de Balonmano (EHF). Cumpliendo con el requisito de constancia intersesional se codificaron 7164 multieventos en la categoría femenina y 7428 en la masculina, para un total de 14592 multieventos.
El Informe Belmont (1978) describe los principios éticos básicos y las directrices relativas a las cuestiones éticas de la investigación con seres humanos; según el cual, si las imágenes que se analizan para el estudio son de dominio público, no es necesario obtener el consentimiento informado de los participantes. La tabla 1 muestra los partidos observados en cada categoría, que se televisaron en directo el fin de semana de la celebración de la EHF Final Four.
Instrumentos
Para este estudio se utilizó la herramienta de observación ad hoc diseñada para examinar el juego posicional en balonmano (Quiñones et al., 2019). Esta herramienta está formada mediante un sistema mixto de formato de campo y sistemas de categorías exhaustivas y mutuamente excluyentes (E/ME) (Anguera, 1979; Castellano, 2000; Hernández-Mendo, 1996). Está compuesta por 12 criterios y un total de 62 categorías con un orden secuencial y cronológico desde que el balón es puesto en juego hasta que finaliza la acción de ataque posicional; al mismo tiempo que contempla criterios contextuales que enmarcan la situación objeto de análisis. Los criterios y categorías están definidos por un núcleo categorial y el grado de apertura o nivel de plasticidad (Anguera, 1993). El proceso de codificación de las conductas y posterior análisis de Coordenadas Polares se llevó a cabo con el programa informático HOISAN (Hernández-Mendo et al., 2014; Hernández-Mendo et al., 2012). La optimización de la representación gráfica de los vectores del análisis de Coordenadas Polares se ha realizado con un algoritmo creado en R por Rodríguez-Medina et al. (2019).
La tabla 2 presenta la herramienta de observación con los criterios, categorías y sistema de codificación y la figura 1 muestra el campo de juego con las tres zonas propuestas para el estudio.
Procedimiento
En el estudio de Quiñones et al. (2019) se realizó un análisis de la Calidad del Dato de carácter cuantitativo mediante el programa informático HOISAN (Hernández-Mendo et al., 2012); se calcularon los coeficientes de correlación Pearson, Spearman y Tau-B de Kendall, y el índice de concordancia de la Kappa de Cohen. Igualmente, se realizó un análisis de Generalizabilidad con el software SAGT v.1.0 (Hernández-Mendo et al., 2016; Hernández-Mendo et al., 2021). Los resultados obtenidos mostraron unos valores con los que se puede afirmar que la herramienta de observación permite registrar acciones de juego en balonmano de forma fiable, válida y precisa. A continuación se muestran dichos resultados. (tabla 3)
Igualmente, y siguiendo el trabajo de Blanco-Villaseñor et al. (2014) donde se estudia la aplicación de la Teoría de la Generalizabilidad para el estudio de la fiabilidad, validez y estimación de la muestra en el deporte, Quiñones et al. (2019) realizaron un análisis de Generalizabilidad (Cardinet et al., 1981; Cronbach, 1972). Se realizó utilizando el software SAGT v.1.0 (Hernández-Mendo et al., 2016 Hernández-Mendo et al., 2021) y se constató la fiabilidad de los observadores, la homogeneidad de las categorías y se estimó el número mínimo de sesiones necesarios para generalizar con precisión. Determinando que con la observación de 8 partidos se obtiene un coeficiente de Generalizabilidad de .94 (Quiñones et al., 2019).
Finalmente, para el análisis de Coordenadas Polares (mediante el software Hoisan) se seleccionaron tres categorías focales que permiten estudiar las conductas de los jugadores y jugadoras ante la utilización de los diferentes medios tácticos colectivos y la transformación de sistemas ofensivos: medios tácticos simples (pase y va, cruce, pantalla, bloqueo, cortina y penetración sucesiva), combinación de los medios tácticos (utilización de dos o más medios tácticos excepto los desdoblamientos y las circulaciones) y el juego con transformaciones (desdoblamientos y circulaciones). Se consideran significativas (p < 0.05) las relaciones con una longitud del vector ≥1.96 y la caracterización de cada cuadrante es la propuesta por Hernández-Mendo y Anguera (1998):
Cuadrante I [+, +]: La categoría focal se excita con respecto a la categoría de apareo en perspectiva retrospectiva y prospectiva, presentan mutua excitación.
Cuadrante II [-, +]: La categoría focal tiene una relación con respecto a la categoría de apareo de excitación en perspectiva retrospectiva y de inhibición en perspectiva prospectiva.
Cuadrante III [-, -]: La categoría focal tiene una relación con respecto a la categoría de apareo de inhibición en perspectiva retrospectiva y prospectiva, presentan mutua inhibición.
Cuadrante IV [+, -]: La categoría focal tiene una relación con la categoría de apareo de excitación en perspectiva prospectiva y de inhibición en perspectiva retrospectiva.
RESULTADOS
A continuación, se presentan los resultados del análisis de coordenadas polares para las tres categorías focales seleccionadas: medio táctico colectivo simple, combinación de ellos y juego con transformación de sistemas ofensivos (SIMPL, COMBC y TRANS), y las asociaciones significativas con el resto de las categorías de la herramienta observacional en ambos géneros.
La tabla 4 muestra las asociaciones significativas de la categoría focal medios tácticos simples (SIMPL) con el resto de conductas de apareo de la herramienta de observación en los partidos femeninos y masculinos. La figura 2 muestra la representación gráfica de los vectores significativos con la conducta focal medios tácticos simples.
Los resultados muestran diferencias entre las conductas de apareo en la categoría masculina y femenina. En el cuadrante I, donde la relación que se establece entre la conducta focal y las de apareo es de mutua excitación. En la categoría femenina destacan conductas del criterio marcador (Gx2: ganando por dos; Px2: perdiendo por 2 y PxM2: perdiendo por más de dos), minuto de juego (T010: minuto del 0 al 10) y puesto específico que desequilibra (DCT: central y DEI: extremo izquierdo). Mientras en la categoría masculina, coincide la categoría T010 también con un módulo del vector que muestra una intensidad de la relación alta (3.95). El resto de conductas que se relacionan de manera significativa son: la situación de superioridad numérica (S2x1) cuando se produce el desequilibrio, acierto técnico y táctico en la ejecución de la decisión (ATAATE), un marcador favorable (GxM2: ganando por más de dos) y el resultado neutro de golpe franco (GOLFRN).
El cuadrante II muestra la relación de inhibición en la perspectiva prospectiva y de excitación en la retrospectiva entre la conducta focal y la de apareo. En ambas categorías coincide la categoría T3140, minuto del 31 al 40; es decir, los diez primeros minutos de la segunda parte. En relación al criterio situación que provoca el desequilibrio, los resultados muestran categorías opuestas en ambos géneros, superioridad en femenino (S2x1) e inferioridad en masculino (S1x2). Por último, en este cuadrante en la categoría femenina, destacan las posiciones de lateral izquierdo (DLI) y pivote (DPV) como las posiciones que provocan el mayor número de situaciones de desequilibrio. Por el contrario, en categoría masculina, las situaciones de desequilibrio vienen determinadas por la conducta lanzamiento (LANZM), usándose como principal recurso técnico-táctico individual.
En el cuadrante III la relación que se establece es de mutua inhibición, mostrando los resultados dos conductas coincidentes en ambas categorías (ATEETA: acierto técnico y error táctico, T2130: minuto 21 al 30); mostrando esta última una intensidad en la relación por encima de 5.66 en ambos casos. En el género femenino destaca también el ROBO y el resultado ganando por más de dos (GxM2); sin embargo, en masculino lo hacen ATAETE (acierto táctico y error técnico), perdiendo por más de dos (PxM2) y desequilibra el pivote (DPV).
Por último, en el cuadrante IV se manifiestan las conductas con una relación de activación en la perspectiva prospectiva e inhibición en la retrospectiva. Los resultados muestran un menor número de conductas de apareo en este cuadrante, dos en la categoría femenina: Gx1 (ganando por uno) y DED (desequilibra el extremo derecho) y cuatro en la masculina: Gx2 (ganando por dos), minuto once a veinte y del 41 al 50 (T1120 y T4150) y la situación en igualdad al inicio del desequilibrio (S1x1).
La tabla 5 muestra las asociaciones significativas de la categoría focal combinación de los medios tácticos (COMBC) con el resto de conductas de apareo de la herramienta de observación en los partidos femeninos y masculinos. La figura 3 muestra la representación gráfica de los vectores significativos con la conducta focal combinación de los medios tácticos.
Los resultados del análisis de coordenadas polares muestran el doble de conductas de apareo en la categoría masculina en el primer cuadrante. Destacando las relacionadas con el marcador (siempre favorable), los últimos 20 minutos del partido (T4150 y T5160), el robo (ROBO), los errores de pase y recepción (ERRPR) y la finalización en lanzamiento de 7 metros. Por su parte, en el femenino destaca la vinculación con otros momentos del partido (T2130 y T5160), el inicio del desequilibrio por la jugadora lateral derecho y un marcador muy favorable (GxM2).
Los resultados del cuadrante II muestran una total discrepancia entre las conductas de apareo en las dos categorías, destacando el marcador ligeramente favorable (Gx1 y Gx2) y el inicio del desequilibrio en inferioridad numérica (S1x2) en femenino. En masculino destaca la acción defensiva del acoso, el puesto específico del extremo izquierdo como inicio de las acciones (DEI) y la situación de igualdad (S1x1).
En el tercer cuadrante ambas categorías muestran las mismas conductas en relación al momento del partido (T010 y T3140), ambas al inicio de los dos períodos. Las conductas específicas que destacan para cada una de ellas son: las acciones de acoso de la defensa, un marcador desfavorable y el inicio por parte de la central (DCT) y extremo izquierdo (DEI) en femenino; sin embargo, en masculino destacan los lanzamientos como acción ofensiva y el blocaje (BLOC) como defensiva, un inicio en situación de superioridad numérica (S2x1) y el resultado positivo de la obtención de un lanzamiento ventajoso.
Al igual que con la anterior conducta focal, el cuarto cuadrante muestra un número inferior de conductas de apareo, destacando en los partidos femeninos la finta, un inicio en situación de superioridad numérica (S2x1) y la consecución de un lanzamiento ventajoso como resultado de la situación de juego. En los masculinos destaca la asistencia y pase como técnico-táctica individual ofensiva (ASIPAS), los últimos diez minutos de la primera parte (T2130) y la situación de inicio de inferioridad (S1x2).
La tabla 6 muestra las asociaciones significativas de la categoría focal transformaciones (TRANS) con las categorías de apareo de la herramienta en los partidos femeninos y masculinos.
La figura 4 muestra la representación gráfica de los vectores significativos con la conducta focal juego con transformaciones.
En este último, el análisis con la conducta focal juego con transformaciones ha mostrado los siguientes resultados. En general, destaca que en los cuadrantes II y IV sólo se aparea de forma significativa una conducta en la categoría masculina.
En relación al primer cuadrante, dos conductas de apareo se repiten en ambos grupos, las relacionadas con el marcador muy favorable (GxM2) y con el momento de desarrollarlo: los últimos diez minutos de la primera parte (T2130). En categoría femenina, destacan también las conductas acoso (ACOS) y el acierto técnico y error táctico en la ejecución de la decisión. Por su parte, en la masculina destacan las conductas que definen el puesto específico que desequilibra: el lateral derecho, el pivote y el extremo derecho (DLD, DPV y DED); también la obtención de un lanzamiento ventajoso como resultado final positivo.
Los resultados del segundo cuadrante muestran una sola conducta de apareo en categoría masculina: SANCON que hace referencia a la sanción como resultado final de la situación objeto de análisis. Sin embargo, en la femenina destacan el marcador en empate (EMPTE), la realización en los diez primeros minutos del partido (T010), la situación de inicio del desequilibrio en igualdad (S1x1) y los puestos específicos de inicio del desequilibrio del central y extremo derecho.
En el cuadrante III se aprecia un número similar de conductas de apareo en ambas categorías, sin embargo, solo coinciden dos (Px2: perdiendo de dos y T5160: diez últimos minutos del partido). En la femenina destaca también los lanzamientos como técnico-táctica individual ofensiva en el momento del desequilibrio. En masculina, a los anteriores resultados se une el momento T4150; es decir, los minutos del 41 al 50, por lo que resultan los últimos 20 minutos del partido. También destaca el lanzamiento de 7 metros como resultado de la finalización y el puesto del central como el que inicia el desequilibrio.
Para finalizar, en el cuadrante IV al igual que en el II, en la masculina solo se encuentra una conducta de apareo, en este caso los diez primeros minutos del segundo tiempo (T3140). En la femenina, sin embargo, son ocho las conductas vinculadas significativamente, de las cuales una de ellas coincide con la masculina (T3140) destacando además el ROBO y los errores de pase y recepción (ERRPR), la zona izquierda del terreno de juego (ZI1), la situación de inferioridad al inicio (S1x2) y los puestos específicos de inicio del desequilibrio lateral izquierdo, pivote y extremo izquierdo.
DISCUSIÓN
El propósito de este estudio fue examinar la eficiencia de las conductas manifestadas en el juego combinativo ofensivo en balonmano masculino y femenino en los partidos de la máxima competición internacional a nivel de clubes: la EHF Final Four. Para ello se usó la técnica de análisis de coordenadas polares, permitiendo los resultados comprobar algunos contrastes y similitudes entre el flujo de comportamientos entre las categorías masculina y femenina. Las dos categorías muestran mayor utilización de los medios tácticos colectivos simples en los primeros 10 minutos de juego, y las combinaciones de medios tácticos en los 10 últimos. Los hombres presentan además mayor combinación de medios tácticos en los minutos 41 al 50 y el juego en transformación en los minutos 11 al 20. Por su parte, la categoría femenina presenta mayor uso de las combinaciones en los minutos 21 al 30. Ambas categorías muestran jugadores desequilibrantes en los flujos de conductas estudiados. Así, en la categoría femenina logran el desequilibrio las jugadoras que ocupan el puesto de central y extremo izquierdo mediante el uso de medios tácticos colectivos y la jugadora lateral derecho con la combinación de medios tácticos. En el masculino, son el lateral derecho, el extremo derecho y el pivote los que logran el desequilibrio mediante la circulación de jugadores a doble pivote, transformando el sistema de juego ofensivo. En esta categoría masculina, el uso del juego con transformación permite lograr situaciones de lanzamiento ventajoso.
Al analizar en la categoría femenina el uso de los medios tácticos colectivos (pase y va, cruce, bloqueo, pantalla, cortina y penetración sucesiva) se revela cómo se asocian al principio de los partidos. Quiñones et al. (2020) lo atribuyen a una mejor condición física. Se usan en situaciones con marcadores muy favorables o desfavorables, y consiguen el desequilibrio tanto la jugadora central como la extremo izquierdo. Sugiere un juego de izquierda a derecha, como Foretic et al. (2010) interpretan que usan los equipos ganadores.
El recurso de la combinación de los medios tácticos colectivos se usa en esta categoría femenina fundamentalmente en los minutos finales de cada tiempo. Se presenta con clara ventaja en el marcador, y es la jugadora lateral derecho la que logra el desequilibrio táctico. El hecho de no producirse acoso sugiere que con este tipo de ataque consiguen reducir la profundidad defensiva, y evitar las anticipaciones, aunque no se consiguen situaciones de lanzamiento ventajoso, ni se prodiga el uso de las fintas.
En cuanto al juego en transformación, se produce en situaciones de ventaja en el marcador y en el último segmento de la primera parte. Se elicita el acoso, por lo que no provoca la falta de profundidad defensiva, ni sensación de peligro de la segunda línea. Sin embargo, no se producen robos ni errores de pase recepción con este tipo de ataque, contrariamente a lo hallado por Quiñones et al. (2020) y Vázquez-Diz et al. (2019a) que muestran la presencia de errores y faltas técnicas en los últimos minutos del partido.
Del análisis del juego en la categoría masculina, y en lo que se refiere al uso de los medios tácticos colectivos, se produce al igual que en el juego femenino, en el primer segmento temporal del partido, se produce en superioridad numérica 2x1, así como se asocia al golpe franco y al acierto táctico en ejecución y decisiones; se produce con marcador muy favorable de más de dos goles. Cuando no se usan los medios tácticos simples, se opta por el lanzamiento como táctica individual.
Del estudio del juego en combinación de medios simples en los hombres, se desprende que cuando se produce combinación de elementos simples, el marcador es favorable. Este tipo de ataque se asocia con el robo defensivo y con errores de pase-recepción, pero consigue hacer llegar el balón a zonas cercanas al área, ya que se finaliza en 7m. También aparece el lanzamiento como alternativa táctica individual al juego en combinación. Lozano (2014) encuentra que el comportamiento táctico ofensivo utiliza un medio táctico complejo solamente en la primera secuencia de ataque y en el resto de las secuencias de ataque utiliza medios tácticos básicos.
La ejecución del juego en transformaciones (circulación/desdoblamiento) en esta categoría masculina se asocia a un marcador en clara ventaja o desventaja y durante los minutos 11 al 30. Consiguen el desequilibrio los jugadores laterales derecho, extremo derecho y pivote, y se logran situaciones claras de lanzamiento ventajoso, probablemente por la pérdida de profundidad defensiva.
Amén de los motivos de desgaste físico anteriormente mencionados, la preferencia del juego en ambas categorías con combinaciones o en transformaciones al final de los partidos puede tener varias interpretaciones, relacionadas tanto con el minuto de juego como con el resultado. En caso de ventaja en el marcador, puede usarse para alargar el ataque, reducir la posibilidad de error de pase-recepción, reducción de incertidumbre en el juego por parte del equipo atacante, sin importar que concluya en golpe franco. Cuando se producen en desventaja en el marcador, pueden emplearse tanto para buscar zonas de lanzamiento ventajosas, como para facilitar penetraciones por el centro, colocando a los jugadores de segunda línea en zonas abiertas, despejando el centro.
Otro motivo puede ser la influencia del entrenador que invoque el juego colaborativo ante la falta de fondo físico o la adaptación defensiva, ante la premura temporal, ya sea por mantener la ventaja o reducirla. Aunque autores como Lozano y Camerino (2012) propugnan que las combinaciones menos convencionales no producen resultados eficientes. Comprueban, asimismo, que las secuencias ofensivas, según orden del ataque, compuestas por más de 3 configuraciones son menos eficaces que las secuencias ofensivas que finalizan en menos, ya sea con ataque estructurado o no estructurado. Y Lozano et al. (2016b) postulan que la eficacia atacante no pasa por estructuras predeterminadas y complejas tal como utilizan los entrenadores actualmente. Por otro lado, Botejara et al. (2012) proponen que en los partidos con resultados igualados donde los equipos que entraron con pequeñas ventajas en los últimos diez minutos fueron los ganadores. Rogulj et al. (2010) por su parte, verifican que los ganadores marcan la diferencia en el periodo comprendido entre el minuto 40 y 50 de partido, manteniendo la diferencia en el periodo final.
APLICACIONES PRÁCTICAS
La investigación llevada a cabo ha permitido comparar la eficacia del juego combinativo ofensivo entre las dos categorías. La posibilidad de análisis de los resultados propone al análisis de coordenadas polares como una herramienta complementaria de gran potencia para el estudio del juego. El modo de acceso y tratamiento de los datos permite su estudio y la propuesta de aplicaciones prácticas que redunde en consideraciones y pautas para la mejora de rendimiento.