INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
La República de Yibuti es un país (23.300 km2, aproximadamente como la comunidad valenciana) situado en la región conocida como «el cuerno de África» (Figura 1), tiene unos 314 km de costa y junto a sus vecinos Eritrea, Somalia y Yemen, es uno de los países que custodian el estrecho de ‘Bab al Mandeb’, estrecho que enlaza el océano Índico con el mar Rojo, punto estratégico clave en las rutas comerciales que unen Asia y Europa, para el transporte de petróleo y en la pesca del atún1. Su importancia geoestratégica y el hecho de que en país esté implantado un sistema democrático de partido único, ha servido a numerosos países para establecer bases militares extranjeras (Francia, Estados Unidos, China, Japón e Italia). Todo ello, convierten al país en una zona de operaciones adecuada para establecer la base permanente del destacamento encargado de la vigilancia del Índico, así como el punto de referencia de los buques de vigilancia1.
Durante el año 2008 se produjeron en el océano Índico 134 ataques y 40 secuestros de navíos, algo que convertía la zona en un área peligrosa para los 20.000 barcos que anualmente cruzaban el Mar rojo y el golfo de Adén. Esta situación incitó a España junto con Francia a solicitar al Consejo de la Unión Europea que se pusiese en marcha una misión de protección de los navíos en la zona, naciendo así la Operación Atalanta de lucha contra la piratería en el océano Índico el 8 de diciembre de 2008. Los intereses de la Unión Europea en la zona eran triples, luchar contra el terrorismo internacional tanto en su vertiente de tráfico de personas como de piratería y secuestros, paliar la amenaza económica que los piratas suponían para el comercio internacional asegurando así un paso seguro para la navegación y ayudar y proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas2.
Actualmente España es el país que lleva el peso principal de la operación manteniendo desde el año 2009 un avión de vigilancia marítima (bien sea con un P-3 ‘Orión’ o con un CN-235 ‘Vigma’) (Figura 2) con base en Yibuti, y un contingente de aproximadamente 50 militares. También nuestro país aporta uno o dos buques con su respectiva tripulación2. Desde el comienzo de la operación el apoyo por parte del personal del Cuerpo Militar de Sanidad (CMS) ha permitido la asistencia sanitaria en el primer escalón sanitario (Role 1), células de estabilización y en las diversas operaciones de cooperación cívico-militar. Como apoyo con capacidad quirúrgica inmediata los franceses poseen un puesto con capacidad Role-2 al que se pueden derivar a las bajas españolas, así como un Hospital Militar en la ciudad de Yibuti al mando de un General Médico (Hospital Bouffard)5. En última instancia y tras la estabilización inicial de la baja se dispondría del Hospital Central de la Defensa «Gómez-Ulla» con capacidades Role-4 como el hospital de referencia en caso de necesidad de repatriación de la baja. El momento más crítico de la misión ocurrió en el año 2014 cuando dos terroristas con cinturones explosivos se inmolaron en un restaurante frecuentado por occidentales, lo que generó 3 muertos y numerosos heridos, entre ellos 19 occidentales, de los cuales 3 eran militares españoles. Estos fueron evacuados desde el Role 3 francés (Hospital Bouffard) a territorio nacional 16 horas más tarde, gracias al empleo de un avión del Ejército del Aire y un equipo de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER). Dos de ellos presentaban traumatismos acústicos por onda expansiva y heridas leves, el último y más grave sufrió traumatismos severos en cara, tronco y abdomen, presentando un hematoma retroperitoneal, heridas en colon ascendente y duodeno, abundante metralla por todo el cuerpo e inestabilidad hemodinámica, por lo que requirió cirugía de control de daños y resucitación intensiva con hemoderivados3.
El objetivo principal del estudio es describir la atención médica prestada en el Puesto de Socorro español (Role 1) de Yibuti durante un periodo de dos años.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de un estudio transversal descriptivo retrospectivo realizado desde el 1 de enero de 2017 al 30 de septiembre de 2018. La población a estudio fue el personal militar atendido en el primer escalón sanitario durante el citado período de estudio.
Los criterios de inclusión empleados fueron pacientes de profesión militar, desde los 18 años en adelante, que hayan recibido atención médica en el escalón sanitario Role 1 desplegado en Yibuti en el desarrollo de la Operación Atalanta. Se eligió criterio de exclusión: información incompleta en la historia clínica, considerándose como incompleta aquella que no nos permitiera cumplimentar las variables a estudio. Las variables a estudio fueron variables de control y sociodemográficas:
Sexo (variable cualitativa dicotómica): hombre/ mujer.
Tipo de visita (variable cualitativa dicotómica): primera visita/ revisión.
Empleo militar (variable cualitativa poliotómica): soldado/ cabo/ cabo primero/ sargento/ sargento primero/ brigada/ subteniente/ suboficial mayor/ teniente/ capitán/ comandante/ teniente coronel/ coronel.
Edad (variable cuantitativa que se ha dividido en tres grupos): 18-30 años/ 31-45 años/ > de 45 años.
Variables principales:
Especialidad médica responsable de la atención (variable cualitativa poliotómica): psiquiatría/ neurocirugía/ neurología/ otorrinolaringología / oftalmología / cirugía maxilofacial / endocrinología / odontología / cardiología/ cirugía torácica/ neumología / cirugía vascular / gastroenterología / cirugía general / urología / nefrología / traumatología / ginecología / anestesiología / medicina interna / oncología / reumatología / cirugía plástica / dermatología/ medicina preventiva/ enfermedades infecciosas.
Lugar de evacuación de la baja (variable cualitativa politómica): alta en Role 1/Role 2/Role 4.
Intervención quirúrgica (variable cualitativa dicotómica): sí/no.
Necesidad de derivación a Unidad de Cuidados Intensivos (variable cualitativa dicotómica): sí/no.
Exitus (variable cualitativa dicotómica): sí/no.
Para la estadística descriptiva se emplearon índices de tendencia central y de dispersión para variables cuantitativas. Se emplearán la media aritmética, desviación estándar, la mediana y el rango intercuartílico dependiendo de la asunción o no, respectivamente, del supuesto de normalidad de las mismas con el test de Kolmogorof-Smirnof (K-S). Para variables categóricas: frecuencias absolutas y relativas en tanto por ciento (%). La aplicación estadística empleada fue el paquete SPSS versión 15.
Los datos han sido recogidos a partir de la información clínica contenida en las Historias Clínicas cuyo formato, si bien cumple los apartados requeridos en la ley 41/2002 de 14 de noviembre, capítulo V artículo 15, no está normalizado, ya que depende del médico responsable. El sesgo que se pudiera derivar de este hecho se trata de evitar estableciendo una serie de variables mínimas en la ficha de recogida de datos que han de encontrarse en todas las historias clínicas incluidas en la muestra.
Se evita la recogida de cualquier información concerniente a personas físicas identificadas, ciñéndose el autor exclusivamente a los datos clínicos y epidemiológicos necesarios para la línea de investigación propuesta, de acuerdo con lo establecido en el Reglamento general de protección de datos de la UE RG (UE) 2016/679, del 27 de abril de 2016 y en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de datos personales y garantía de los derechos digitales. Para ello los datos necesarios para el estudio se recogerán de la Historia Clínica en papel en la Zona de Operaciones, esos datos se hicieron llegar por las correspondientes vías al tutor del estudio quién los custodió en un ordenador protegido por usuario y contraseña del programa BALMIS al cual se dio acceso para poder realizar el estudio.
La selección de las variables y diseño del estudio se basaron en otros estudios previos de Role 1 en otras zonas de despliegue, para encontrar estos artículos se realizó una búsqueda en la base de datos MEDLINE mediante el motor de búsqueda online PubMed incluyendo todas las publicaciones hasta el 1 de mayo de 2019. Se utilizaron como criterios de búsqueda términos MeSH, palabras clave y operadores booleanos. Se añadieron como filtros: idioma inglés, castellano y francés y para tipo de estudio análisis descriptivo. También se llevó a cabo una selección manual de artículos a partir de las referencias bibliográficas presentes en los trabajos más relevantes, así como utilizando la búsqueda por referencias cruzadas que ofrece la herramienta PubMed. Se realizó una primera selección de artículos por título y resumen para posteriormente obtener el texto completo de los artículos seleccionados.
En la investigación y en la publicación escrita no se recogieron ni se incluyeron datos que permitan la identificación de los pacientes. Para poder realizar el estudio previamente se presentó al Comité Ético de Investigación Clínica (CEIC) con Medicamentos del Hospital Central de la Defensa, que consideró que el estudio era pertinente y cumplía con la legislación vigente, que se cumplían los requisitos necesarios de idoneidad del protocolo en relación con los objetivos del estudio y estaban justificados los riesgos y molestias previsibles para los pacientes, que la capacidad del investigador y sus colaboradores, las instalaciones y medios disponibles eran apropiados para llevar a cabo el estudio, que se seguían los principios éticos de la Declaración de Helsinki vigente y que se cumplen los procedimientos normalizados de trabajo del Comité de ética de la investigación con medicamentos del Hospital Central de la Defensa, por lo que emitieron su dictamen positivo para que el estudio fuese realizado en el mencionado Hospital. Además, por la dificultad de obtención de un consentimiento informado, éste no se contempla que sea facilitado a los pacientes, por lo que se solicitó y se aceptó la exención del mismo al CEIC mencionado. Por otro lado, el estudio también cuenta con la aprobación de las pertinentes autoridades militares (Mando de Operaciones J4B y Teniente Coronel del Ejército del Aire Jefe del Destacamento Orión de julio a noviembre de 2019).
RESULTADOS
Durante período de estudio (desde enero de 2017 a septiembre de 2018) se realizaron un total de 1844 atenciones a personal militar en el primer escalón sanitario, de las cuales hubo que desechar 155 por información incompleta o errónea, quedando un total de 1689 atenciones médicas sujetas a estudio en ese período de tiempo. La mayoría eran una primera visita (n = 1390; 82,29%) y el resto se trataban de revisiones (n = 299; 17,71%) (Figura 3).
Los pacientes se organizaron en tres grupos de edad, que comprendían desde los 18 hasta los 30 años, de los cuales se presentaron (n = 616; 36,47%), desde los 31 años hasta los 45 que fueron el grupo más numeroso con (n = 804; 47,6%) y por último los mayores de 45 años que supusieron (n = 269; 15,93%). La mayor parte fueron realizadas a hombres (n = 1581; 93,61%), mientras que a mujeres (n = 108; 6,39%). Ningún paciente precisó de atención en una unidad de cuidados intensivos (UCI), tampoco ninguno falleció en el transcurso de su período de misión. Precisaron curas o cirugía menor (n = 94; 5,56%), de los cuales (n = 84; 90,32%) eran cura de heridas o cierre de las mismas con puntos percutáneos, un (n = 6; 6,45%) eran procedimientos de cirugía menor dermatológica, (n = 2; 2,15%) infiltraciones articulares con corticoides, (n=1; 1.08%) procedimientos odontológicos menores y otro (n = 1; 1%) cura y limpieza de heridas oftálmicas. Mientras que precisaron cirugía mayor (n = 4; 0,24%), debido a una sección tendinosa, una fractura con desplazamiento, una apendicitis y un granuloma en la encía. Se atendieron satisfactoriamente en el Puesto de Socorro (n = 1.633; 96,68%), se rebajó de algún tipo de actividad temporalmente a (n = 37; 2,19%), requirieron derivación al Role 2 francés (n = 17; 1,07%), por causas odontológicas (n = 8; 47,06%), para procedimientos de cirugía general (n = 4; 23,53%), por cirugía traumatológica (n = 3; 17,65%), para cirugía maxilofacial (n = 1; 5,88%) y para el estudio de un síndrome febril (n = 1; 5,88%).
Solamente fueron repatriados al Role 4 (Hospital «Gómez-Ulla») (n = 2; 0,12%), debido a la sección tendinosa y la fractura. (Figura 4).
Las especialidades médicas principales a las que correspondieron las atenciones fueron medicina preventiva (n = 274; 16,22%), traumatología con (n = 263; 15,57%), digestivo (n = 201; 11.9%), dermatología (n=189; 11.19%), enfermedades infecciosas (n = 171; 10,12%), cardiología (n = 127; 7,52%), cirugía general (n = 122; 7,22%), otorrinolaringología (n =111; 6,57%), neurología (n = 49; 2,90%), odontología (n = 47; 2,78%), neumología (n = 46; 2,72%), oftalmología (n = 45; 2,66%) y otras (n = 44; 2,61%) (Figura 5).
‘Medicina preventiva’ fue la causa principal de visita al Puesto de socorro (n = 274; 16,22%), así como la primera causa de primera visita (n = 247; 1,09%), con pocas revisiones (n = 27; 7,5%). La principal actividad preventiva que se llevaba a cabo fue la administración de quimioprofilaxis contra la malaria (n = 125; 45,62%) de los cuales solo 6 (4,8%) volvieron a consultar por efectos adversos de la medicación. La siguiente actividad preventiva en orden de frecuencia fue la realización de cuestionarios de salud y reconocimientos médicos (n = 73; 26,64%) y por último las vacunaciones (n = 68; 24,82%).
‘Traumatología’ fue la segunda causa de visita al Puesto de socorro (n = 263; 15,57%), así como la segunda causa de primera consulta (n = 180; 12,46%) y la primera causa de revisiones (n = 83; 23,31%). La patología traumática predominante eran contracturas o contusiones musculares relacionadas con actividades deportivas (n = 95; 36,26%), seguida de dorsalgias (n = 75; 28,63%), patología tendinosa (n = 65; 24,81%) y otros (n = 28; 10,64%). Tan solo 2 pacientes requirieron intervenciones quirúrgicas, a causa de una sección tendinosa y una fractura ósea.
La tercera especialidad médica que motivó las visitas al Role 1 fue ‘digestivo’ (n = 201; 11,16%) ocupando el mismo lugar en primera consulta (n = 169; 11,79%), no así en revisiones (n = 32; 8,9%) suponiendo la sexta causa de revisiones. La patología más frecuentemente encontrada fue la gastroenteritis aguda (GEA) (n = 141; 70 15), seguida de dispepsia (n = 34; 16,92) y meteorismo o estreñimiento (n = 9; 4,48).
La cuarta especialidad médica que motivó las visitas al Role 1 fue ‘dermatología’ (n = 189; 11,19%) de las cuales fueron primera consulta (n = 156; 10,79%) y revisiones (n = v33; 9,27%) siendo la cuarta causa de visitas tanto de primeras consultas como en revisiones. Las patologías dermatológicas más frecuentemente tratadas fueron picaduras (n = 38; 20,11%), quemaduras de primer grado (n = 27; 14,29%), foliculitis (n = 15; 7,94%) y herpes labial (n = 12; 6,35%) entre otras.
La siguiente especialidad médica en el orden de frecuencia fue ‘enfermedades infecciosas’ (n = 171; 10,12%), en la que las patología más frecuente de largo fueron las infecciones de vías respiratorias altas (n = 150; 87,72%), seguidas de infecciones gripales (n = 13; 7,60%), infecciones de vías respiratorias bajas (n = 4; 2,34%), (n = 3; 1,75%) y una infección urinaria (n = 1; 0,58%).
El resto de las especialidades las podemos ver desglosadas en la (tabla 1).
DISCUSIÓN
La misión Atalanta comenzó en el 2008, desde entonces España ha participado ininterrumpidamente con su personal, sus medios aéreos y navales. Dentro del contingente español se encuentra un Puesto de Socorro en la base de Yibuti en el que se encuentran desplegado 1 oficial médico con aptitud en Medicina de Vuelo, 1/2 oficiales enfermeros con aptitud en Enfermería de Vuelo y militares profesionales de tropa y marinería del Ejército del Aire que en sus unidades en Territorio Nacional ejercen labores propias de sanitarios, a pesar de no existir dicha especialidad6 (Figura 6).
Los cometidos principales del servicio de sanidad eran proporcionar atención médica a todo el personal militar español desplegado en la zona, labores preventivas entre las que destacaban la prevención de enfermedades endémicas de la zona como la malaria, fomentar hábitos de vida saludable y controlar los factores de riesgo cardiovasculares, impartir talleres teórico-prácticos para personal no sanitario en ambientes bélicos como el uso del torniquete y por último servir de órgano asesor al mando cuando este lo considere oportuno6.
Para cumplir con la misión contaban con un vehículo ligero, con capacidad de transportar un herido inmovilizado en camilla, que se encargaba de propiciar apoyo médico en actividades de instrucción y adiestramiento realizadas en la base, así como el transporte de bajas desde cualquier punto hasta las instalaciones del ROLE 1 de Yibuti. Aunque siempre que fuese posible la evacuación táctica entre el Role 1 español y el Role 2 francés se llevaban a cabo en ambulancia, que pertenecían al Role 2 francés, éstas solían estar disponibles las 24 horas del día para el traslado de pacientes. El tiempo entre las instalaciones sanitarias era de aproximadamente 10 minutos.
También está dotado de un contenedor desplegable y expandible perteneciente a la Unidad de Apoyo Logístico Sanitario (Figura 7), que es específico para labores sanitarias, contando con sistemas especiales de cierre y refrigeración para el almacenaje de medicamentos y aparatos de electromedicina. El contenedor cuenta con camilla de exploración, desfibrilador, bomba de infusión, botella de oxígeno y concentrador, otoscopio, timpanómetro, termómetro de infrarojos y tensiómetro (Figura 8).
Como elemento de enlace con el HCDGU y sus médicos especialistas, se dispone también de una torre de telemedicina alojada en un contenedor especial ruguerizado. La torre de telemedicina tiene diferentes accesorios que se conectan a ella. Entre los accesorios podemos encontrar un monitor de constantes, un ecógrafo portátil con sonda lineal y sonda cónvex, cámara dermatológica, otoscopio y oftalmoscopio6 (Figura 9). La referida torre permite mantener contacto las 24 horas del día y siete días a la semana con los médicos especialistas del HCDGU en el caso de que se deseen comentar casos de especial relevancia o de significado clínico incierto con los medios que se dispone en zona de operaciones. Actualmente se usan terminales BGAN que permiten una conexión de 256 kbps, lo que permite conferencias de vídeo en, ultrasonografía, ECG de 12 derivaciones todas ellas en tiempo real, así como envío de pruebas e imágenes. Se usa la Red Comitas TM-64 porque opera con una dirección IP dedicada, lo que implica que está aislada de internet, para mayor protección de los datos que se transmiten. Las comunicaciones se pueden hacer por vía satélite y por circuitos terrestres dedicados con un mínimo de banda ancha de 64 Kbps. Todos los circuitos están protegidos con encriptación para garantizar total confidencialidad7.
Durante el período de estudio en el Puesto de Socorro se atendieron un total de 1689 pacientes, lo que supone una media de casi 2,5 pacientes atendidos por día. El resultado del cuidado médico proporcionado por el Cuerpo Militar de Sanidad fue que no requirieron más atención que la proporcionada en el ROLE 1 (n = 1633; 96,68%), fueron dados de baja temporalmente de realizar determinadas actividades durante algún tiempo de su despliegue (n = 37; 2,19%), tuvieron que ser llevados al ROLE 2 francés para ser atendidos allí (n = 17; 1,07%) y fueron evacuados al Role 4 (n = 2; 0,12%).
La medicina preventiva supuso un gran número de pacientes (n = 271; 15,21%), lo que se explica porque Yibuti está en una zona endémica de Malaria para la cual se ofrece y se anima a tomar quimioprofilaxis, así como repelentes4. Con lo cual mucha gente acudía a por la medicación al puesto de socorro. Además, como es común en muchos países en vías de desarrollo la contaminación de las aguas y por tanto de la comida es muy prevalente, lo que podría causar gastroenteritis, motivo por el cual se vacunó a gran parte del personal con la vacuna oral contra varias cepas de Vibrio Cholerae. Todo ello añadido al calendario vacunal común que se realiza a todo el personal de las Fuerzas Armadas ya desde territorio nacional.
Como es común en casi todos los artículos de revisión de atenciones en Role 17-14, la patología traumatológica presenta un papel predominante en las atenciones. Esto tiene varios motivos. Para comenzar el militar que se encuentra desplegado sea cual sea el motivo principal de su misión está sometido a un riesgo especial de sufrir agresiones físicas y por tanto lesiones traumáticas, ya sea en forma de combate cuerpo a cuerpo o a través de artefactos explosivos improvisados, proyectiles, granadas y todo tipo de armas que terroristas e insurgentes utilizan para causar el terror. No obstante, la gran mayoría de patología traumatológica viene derivada del trabajo físico extenuante que se realiza como carga de mochilas y equipo pesados, trabajar en posiciones extrañas para reparar vehículos y aviones, largo tiempo en bipedestación… Todo ello bajo todo tipo de condiciones climatológicas. Sin obviar además que la población a estudio se trata de en su gran mayoría personas de menos de 45 años que dependen de sus capacidades físicas para desempeñar su trabajo, motivo por el cual suelen realizar actividades deportivas durante su tiempo libre y parte del tiempo de instrucción, de donde se deriva y explica la mayor parte de la patología traumatológica en este estudio.
En misiones en países en vías de desarrollo la patología digestiva y en particular la gastroenteritis aguda presentan una prevalencia muy elevada, aunque el agua y comida de la base están sujetas a controles bromatológicos, la prevalencia se puede deber a que el personal en su tiempo libre puede acudir a lugares situados fuera de la base en los que no se lleva este control, provocando las mencionadas gastroenteritis. A pesar de que se llevan charlas de prevención de diarrea del viajero con consejos higiénico-dietéticos no se ha conseguido disminuir la prevalencia de esta patología.
En cuanto a la patología dermatológica puede entenderse por la gran cantidad de artrópodos hematófagos que hay en la región lo que provoca muchas visitas por picaduras de artrópodos4, así como las altas temperaturas y la intensidad solar que provocan quemaduras solares. Un gran número de pacientes consultaron por eccemas y/o urticaria que se podría explicar por las altas temperaturas, combinadas con el uniforme militar que provocan gran sudoración que en pieles sensibles puede causar las mencionadas patologías, así como rozaduras.
La patología infecciosa fue predominantemente infecciones de vías respiratorias altas que se pueden explicar por la prevalencia normal de estos cuadros en determinadas estaciones, así como por el uso continuado del aire acondicionado en las zonas de vida y trabajo de gran parte del personal desplegado.
Los datos son muy parecidos a los obtenidos a otros estudios realizados en otras misiones internacionales, el estudio más similar realizado es el de Hernández López, et al. Quienes analizaron el role 1 de Djibuti, en 2012. Sin embargo, la muestra obtenida fue mucho menor (no llega a 200 pacientes) y su forma de categorizar las atenciones fue diferente, ya que decidieron emplear una plantilla estadística de «EpiNato» que distribuye las afecciones en grupos de 25, de ahí que los datos no concuerden con los de este estudio, por las dificultades ya comentadas a la hora de compararlos14.
Se analizó en el Role 1 de la Operación UNIFIL en el Líbano: «Se obtuvo una muestra total de 562 militares… Se realizaron un total de 1435 atenciones a personal militar en el ROLE 1 (primer escalón sanitario), categorizadas como enfermedad digestiva 423 (30%), enfermedad otorrinolaringológica 147 (10%), cirugía menor 75 (5%), enfermedad dermatológica 128 (9%), traumatología 413 (29%), enfermedad odontológica 128 (9%), enfermedad oftalmológica 16 (1%) y otras enfermedades 105 (7%). Fueron evacuadas 76 personas, la totalidad por causas odontológicas. Ningún efectivo fue evacuado al cuarto escalón sanitario.»9.
En el Role 1 de la misión ‘Inherent Resolve’ desplegada en Iraq: «El tipo predominante de atención médica fue categorizada como ‘traumatología’ (n = 438; 19,9%), seguido de ‘curas de heridas y procedimientos de cirugía menor’ (n = 332; 15%), ‘infecciones agudas del tracto respiratorio superior’ (n = 267; 12%), ‘dermatología’ (n = 214; 9,6%) y ‘gastroenterología’ (n = 214; 9,6%)»7.
En el caso del Role 1 de Qal i Now, Afganistán tal y como describieron Navarro, et al. se dio que las patologías que más frecuentemente se presentaban de entre una muestra de 680 pacientes eran de ‘traumatología’ (n = 218; 32,1%), ‘digestivo’ (n = 158; 23,2%), ‘dermatología’ (n = 66; 9,7%), respiratorio (n = 64; 9,4%), ‘otorrinolaringología’ (n = 48; 7,1%), ‘cirugía menor’ (n = 40; 5,9%), ‘neurología’ (n = 35; 5,1%), ‘oftalmología’ (n = 21; 3,1%), ‘cardiocirculatorio’ (n = 15; 2,2%), ‘psiquiatría (n=10; 1.5%) y ‘urología’ (n = 5; 0,7%). También «se realizaron 18 intervenciones quirúrgicas, fueron hospitalizados 46 enfermos, en la unidad de cuidados intensivos ingresaron 32 pacientes y se realizaron 3 consultas mediante telemedicina»3. En este caso debido a que se trató de un conflicto con una importante actividad de la contrainsurgencia, existe un aumento de la patología quirúrgica y en especial traumatológica12.
En el Role 1 español desplegado en la Operación «European Union Training Mission In Mali» (EUTM) la casuística fue ‘traumatología’ (n = 38; 29,2%), ‘digestivo’ (n = 36; 27,7%), ‘otorrinolaringología’ (n = 18; 13,8%), ‘dermatología’ (n = 13; 10%), ‘neumología’ (n = 12; 9,2%), ‘neurología’ (n = 4; 3,1%), ‘oftalmología’ (n = 4; 3,1%), ‘urología’ (n = 2; 1,6%), odontología (n = 2; 1,5%), enfermedades endémicas (n = 1; 0,8%)8.
En el puesto de socorro de la Legión en Kosovo se categorizaron las atenciones médicas de la siguiente forma: ‘curas’ (n = 439; 26,3%), ‘enfermedades infecciosas’ (n = 322; 19,3%), ‘traumatología’ (n = 320; 19,2%), ‘otorrinolaringología’ (n = 188; 11,3%), ‘dermatología’ (n = 100; 6%), ‘oftalmología’ (n = 70; 4,2%), ‘digestivo’ (n = 46; 2,8%), ‘odontología’ (n = 43; 2,6%), ‘cirugía’ (n = 39; 2,3%), ‘respiratorio’ (n = 35; 1,9%), ‘neurología’ (n = 29; 1,7%), ‘cardiología’ (n = 26; 1,6%), ‘urología’ (n = 8; 0,5%) ‘ginecología’ (n = 6; 0,4%)10.
En el caso de Haití en donde se colocó un Role 1 en Minustah, las atenciones médicas se categorizaron de la siguiente forma: ‘otorrinolaringología’ (n = 893; 22%), ‘dermatología’ (n = 771; 19%), ‘cirugía menor’ (n = 730; 18%), ‘digestivo’ (n = 649; 16%), ‘traumatología’ (n = 487; 12%), ‘neurología’ (n = 162; 4%), ‘odontología’(n = 122; 3%). En este caso al tratarse de una misión de apoyo en una catástrofe natural y ser la gran parte de la población a estudio civiles afectados por el terremoto y las situaciones que se derivan de éste, las especialidades médicas responsables de las atenciones presentan una prevalencia diferente al resto de estudios13.
En el caso de los Equipos de estabilización que participaron en la Operación «Amanecer» en Albania que también desempeñaron funciones de puesto de socorro: «afortunadamente no hubo que atender ninguna baja de consideración, sino tan sólo pequeños traumatismos y heridas… Salvo las diarreas leves, cefaleas y pequeñas heridas, sólo necesitaron reposo en el destacamento de Shkodër algún síndrome febril, probablemente vírico, y una infección odontogénica»11. No obstante, vemos como la prevalencia de los cuadros cambia cuando se trataba de atenciones a civiles, predominando la patología infecciosa.
El estudio cuenta con una serie de sesgos y limitaciones que merecen ser mencionados, comenzando por su propia naturaleza retrospectiva que hace posible la pérdida de información clínica. Más de un 2% de los registros médicos tuvieron que ser excluidos del estudio por presentar la información incompleta o ilegible. Problemas de comunicación causados por la ortografía de los al menos 10 médicos distintos que estuvieron desplegados en el Role 1 de Yibuti durante el registro del estudio, ya que estos suelen rotar en períodos de entre 2/3 meses de duración, así como las posibles diferencias entre actividades preventivas o diagnósticas que se pudiesen presentar entre los mismos, ya que aunque todos ellos cuentan con las aptitudes de Medico de Vuelo, pueden ser especialistas en distintos campos de la medicina, lo que podría implicar un mayor número de diagnósticos/ actividades preventivas en el campo de la medicina que más dominan. La información fue recogida de historias clínicas cuyo formato, si bien cumple los apartados de la legislación vigente, no está normalizado ya que depende del médico responsable, de lo que se podrían derivar sesgos que se trataron de evitar transformando la información recogida en la misma a fichas de datos estandarizadas.
CONCLUSIONES
Yibuti es una zona de gran importancia geoestratégica en la que es necesaria la presencia del Cuerpo Militar de Sanidad, para apoyar al personal desplegado en la Operación Atalanta.
La atención médica allí prestada, presenta gran similitud con la realizada en otras misiones internacionales en las que se han desplegado instalaciones sanitarias con capacidades Role 1, siendo las «enfermedades comunes y profesionales» derivadas de la condición militar de carácter preventivo, traumatológico, digestivo y dermatológico las más prevalentes.
Se requieren escasas evacuaciones tácticas a Role 2 francés, todas ellas motivadas por patología que requiere valoración odontológica o quirúrgica. Las relaciones mantenidas con los franceses que para la evacuación y atención de las bajas españolas en Role 2 es fundamental para la correcta atención sanitaria al personal.
La telemedicina se muestra una herramienta de gran utilidad para apoyar a médicos en diagnósticos de difícil acceso o de carácter incierto.