Introducción
La profesión docente ha experimentado diversos cambios. Hasta prácticamente los años sesenta, al profesor universitario sólo se le pedía tener dominio de los contenidos de la disciplina objeto de su enseñanza. En la actualidad, el profesor se ve obligado a emplear una variedad de técnicas y estrategias que se fundamentan en diversas posiciones, algunas psicológicas, en particular la psicología constructivista, como la enseñanza basada en problemas [1].
En el campo de la odontología, los cambios son necesarios para colaborar con los estudiantes en su etapa previa a la vida profesional, y el docente clínico está muy cercano a esa transición, ya que es en los últimos años de la carrera cuando se desarrolla su labor. Para Maroto [1], en esta etapa se convierte en un modelo que se debe seguir. La tarea del docente clínico requiere una serie de características que pueden observarse en académicos bien considerados [2] por los estudiantes, ya que son ellos los que reciben la enseñanza y logran el aprendizaje. Gibson [3], del Hospital General de Derby, Reino Unido, establece en su ponencia Las cinco ‘E' de un docente excelente, que corresponderían a Educación, Experiencia, Entusiasmo, Simpleza (Easy) y Excentricidad. Barrientos [4] expresa que el docente universitario del siglo XXI debe contar con competencias como: dominar el conocimiento de su disciplina y gestionarlo; innovar sobre su práctica docente; dominar las herramientas relacionadas con el currículo; favorecer entre los alumnos un clima de motivación hacia un aprendizaje de calidad; trabajar en colaboración con colegas y alumnos; poseer habilidades comunicativas y de relación; tener compromiso con la dimensión ética de la profesión docente; y ser un generador de conocimiento.
El estudiante tiene expectativas altas de lo que considera que debe ser su profesor. Beltrán y Pérez [5] mencionan a De la Cruz (1999), que ha resumido los análisis factoriales de los cuestionarios de opinión sobre la calidad docente aplicados a los alumnos universitarios, señalando cinco dimensiones: dominio de la asignatura, métodos apropiados de enseñanza, relación personal con los alumnos, entusiasmo por la enseñanza y evaluación justa. Los docentes clínicos en odontología requieren conocimientos profundos de los contenidos disciplinares, junto con un manejo pedagógico, y, sumado a esto, una serie de características personales que facilitan el proceso de enseñanza-aprendizaje. La bibliografía evidencia estos aspectos [3].
Una interesante y aportadora orientación entregan Harden y Crosby [6] en su artículo sobre los roles de un buen profesor, mencionando y desarrollando las funciones que hoy en día debe asumir el docente de educación superior, destacando el foco en los estudiantes y sus aprendizajes.
El presente trabajo tiene por finalidad determinar las características de los docentes clínicos cirujanos-dentistas más valorados por la comunidad odontológica desde la perspectiva de los estudiantes, docentes clínicos y directivos de la Escuela de Odontología de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Sujetos y métodos
Estudio observacional y descriptivo, realizado en la Escuela de Odontología de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Para el fin propuesto se utiliza una encuesta que se aplica en los tres estamentos de la comunidad odontológica: estudiantes, docentes y directivos, con el propósito de identificar a docentes expertos y obtener las características que los destacan por sus buenas prácticas docentes.
El cuestionario fue anónimo, preservando la confidencialidad de los participantes. Este instrumento consta de dos dimensiones: la primera es para seleccionar tres docentes clínicos que a consideración del encuestado logran entregar su enseñanza en forma óptima y generan aprendizaje en un contexto favorable para los estudiantes; y la segunda consiste en definir a través de tres características al docente mencionado, justificando la elección.
Se definen como encuestados: como estudiantes, a todos los alumnos del curso del último año de la carrera, sexto año de la carrera, que han participado en los cursos clínicos con la mayoría de los docentes clínicos de la escuela; como docentes clínicos, a los académicos que tienen funciones en los cursos clínicos de cuarto, quinto y sexto años en la clínica docente odontológica; y como directivos de la carrera, a los académicos que ocupan cargos administrativos de jerarquía.
Cada uno de los participantes autorizó con firma en documento de consentimiento informado, previa presentación del estudio.
La muestra de alumnos total que participó fue de 58; la de docentes clínicos de diversas especialidades, de 50; y la de directivos, de cuatro.
Recogida de datos
Para la recogida de datos se realizó una encuesta dirigida (Anexo), de elaboración propia, para indagar en las características de los docentes clínicos mejor evaluados por su forma de enseñar y permitir un aprendizaje efectivo en sus estudiantes.
Los datos recopilados se analizaron y se agruparon según el tipo de características mencionadas por los implicados en el estudio, generando cuatro categorías: personales, pedagógicas, disciplinares y de experiencia clínica, con apoyo del programa ATLAS Ti.
Se procedió a solicitar la autorización a la dirección de la carrera y al comité ético científico de la universidad, y se obtuvo la aprobación.
Resultados
De acuerdo con lo observado y registrado en las respuestas de la comunidad odontológica, los directivos se concentran en características de índole disciplinar para definir a los docentes clínicos expertos, y el perfeccionamiento constante es uno de los puntos más destacable.
Los docentes clínicos identifican no sólo lo disciplinar; a ello suman aspectos personales, como la empatía, el liderazgo y el entusiasmo por enseñar. También recalcan las habilidades comunicacionales, las metodologías de enseñanza y la retroalimentación.
Es relevante la apreciación que hacen los estudiantes, más heterogénea y copiosa, ya que mencionan una serie de atributos, de lo personal, lo pedagógico, lo disciplinar [6] y la experiencia clínica.
Se presentan los resultados en la tabla, según las áreas definidas y coincidentes por los estudiantes, directivos y docentes.
Descripción | |
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Personal | Paciente, apoya, genera ambiente agradable, buena relación con los pacientes, respetuoso, altruista, paternal, entrega valores, interesado por los alumnos, humano, cercano, empático, excelente trato, trabajador, cordial, educado, motivador, comprometido, comprensivo, buen humor, tranquilo, asertivo, aboga por el estudiante, organizado, aconseja, fomenta la confianza, crea un ambiente ameno, detallista, positivo, trato humano, humilde, simpático, entusiasta, alegre, apasionado, participa en el servicio voluntario, agradable, buena persona, buena voluntad, leal, seguro, ético, justo, relajado, no humilla, dispuesto, pendiente de los alumnos |
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Disciplinar | Argumenta, experto en su área, calidad en la entrega de conocimiento, conocimientos profundos, conocimiento continuo, estudioso, riguroso, integra conocimientos, seguro en sus conocimientos, exigente en el desempeño, experto, prepara bien las clases, responde con bases, interroga antes de la sesión, muestra evidencia, corrige, motiva a investigar, estimula el aprendizaje continuo |
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Pedagógica | Involucrado en el aprendizaje, busca que el estudiante aprenda, disposición a escuchar, pasión por la enseñanza, claro en sus explicaciones, permite desarrollar autonomía, preocupado por resolver, disponible, exigente, metódico, didáctico, realiza feedback, retroalimenta constantemente, permite el autoaprendizaje, motiva al aprendizaje, dispuesto a enseñar, práctico en su metodología, capacidad de enseñar, enseña responsabilidad, innovador, crea clima de aprendizaje positivo, guía el procedimiento, hace refuerzo positivo, elabora crítica constructiva, sutil para corregir, objetivo, enseña a no rendirse, potencia al estudiante, educa |
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Experiencia clínica | Entrega tips de su experiencia clínica, preocupado por los pacientes, entrega conocimiento para la vida profesional, profesional, maneja su área clínica, manejo del paciente, da ejemplo, aplica soluciones clínicas, tiene criterio con los pacientes, manejo de situaciones complejas, capaz de resolver problemas, todo terreno, demuestra lo que enseña, innovador en situaciones clínicas, perfeccionista |
Discusión y conclusiones
Los resultados muestran diversas valoraciones según los estamentos, pero coinciden en el profundo conocimiento del área disciplinar, para los estudiantes, directivos y docentes clínicos. Es fundamental el manejo no sólo desde lo teórico, sino con énfasis en la práctica. Los docentes deben saber, hacer y demostrar a los estudiantes sus competencias en la clínica para que el alumno pueda comprender lo que debe lograr. Ello se constata por diversos autores, como Barrientos [4], lo cual sería para ejercer la docencia, pero para llegar a estar altamente calificado, tener experiencia y aplicar metodologías de acuerdo con las circunstancias se debe recorrer un largo camino.
Ya desde hace unas décadas es necesario que el docente cumpla con otras características y funciones, como las que se han descrito en este estudio, y que coinciden con lo mencionado por Harden y Crosby en la guía n.º 20 AMEE sobre los 12 roles del docente [6], que, como explican, se interconectan. Esto se visualiza en la clínica docente, por ejemplo, con el manejo de estrategias de enseñanza; así, los aspectos pedagógicos son relevantes para los estudiantes y les permiten un abanico de posibilidades para que un mayor número de estudiantes pueda asimilar la enseñanza, al mismo tiempo que resultan un modelo en el contexto de la clínica, para la evaluación de los aprendizajes.
Autores como Beltrán y Pérez [5] comparten la idea de las metodologías docentes para una enseñanza-aprendizaje efectiva. Con ello aumenta la responsabilidad del docente clínico al tener que apropiarse de diversas formas de presentar los contenidos y dar forma a conceptos que muchas veces son abstractos y complejos de llevar a la práctica, sobre todo en el ámbito clínico, donde una serie de factores hacen que sea difícil el aprendizaje con pacientes. Los estudiantes de este estudio señalaban de forma enfática que el buen docente tiene diversas formas de presentar situaciones que deben resolver en la clínica docente y luego en la vida profesional.
Las características del docente clínico lo hacen valioso en el proceso de enseñanza-aprendizaje, porque es capaz de guiar al estudiante y prepararlo para su papel en la sociedad, tiene múltiples funciones, y está expuesto a la vista de los estudiantes, los pacientes y el equipo de salud. Así, la competencia que demuestra el académico es producto de una serie de características que coinciden con lo relatado por Fukuhara et al [7]: actitud motivadora, empatía para con los estudiantes, interés y gusto por enseñar. Resalta, además, el respeto en la relación con los estudiantes y/o pacientes.
Este estudio respalda que la importancia que se da en la bibliografía a las características y funciones del docente en el contexto clínico es en esta etapa de la carrera, cuando los estudiantes demuestran sus aprendizajes en pacientes, un paso previo a la vida profesional, y el docente clínico influye en el desarrollo de sus estudiantes, siendo un facilitador y un modelo para seguir.
Se presentan en los docentes clínicos, estudiantes y directivos algunas coincidencias en relación con los atributos que tiene un docente clínico experto, y la principal se refiere al ámbito disciplinar, como lo es estar actualizado en su área de especialidad; pero para los estudiantes prevalecen las que son del ámbito personal y pedagógico, lo cual nos lleva a pensar que es necesario, para lograr la valoración de experto, una práctica docente que demuestre el manejo pedagógico que logra transformar el conocimiento a través de estrategias adaptadas al contexto clínico, de la mano de características personales como la empatía, el buen humor, el respeto, la paciencia y la motivación.
De acuerdo con los resultados, se puede concluir:
– Los estudiantes, académicos y directivos valoran el profundo manejo del área disciplinar.
– Los estudiantes destacan características de índole personal del docente clínico experto, como empatía, pasión por su especialidad, motivación, ética, justicia y comprensión, entre otras.
– Los estudiantes valoran de forma importante los aspectos pedagógicos, la capacidad del docente de hacerles comprender la enseñanza, buscando diferentes formas de enseñar.
Valorar estos aspectos podría ayudar a los nuevos docentes clínicos y potenciar a los docentes con mayor experiencia para el buen desempeño de los estudiantes y crear un mejor clima de aprendizaje en la clínica.
Caracterizar el perfil de un docente clínico experto, de manera integral, puede favorecer el fortalecimiento de los equipos académicos, entregando información que anime a buscar ese ideal, y facilitar a los estudiantes un proceso de enseñanza y aprendizaje de calidad.