Sr. Editor:
La nueva enfermedad COVID-19, causada por el virus de nueva aparición SARS-CoV-2, ha sido declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una emergencia de salud pública mundial y una pandemia global1. La enfermedad se ha extendido por todo el mundo, con más de nueve millones de casos a nivel mundial y más de 240.000 casos en España2-3, a 25 de junio de 2020.
El embarazo y la lactancia materna son dos situaciones que deben tener máxima prioridad de protección por los organismos4-5. Al inicio de la pandemia de COVID-19 se publicaron tres estudios en relación con casos de mujeres embarazadas de Wuhan (China) con diagnóstico de COVID-19 por RT-PCR (n=28) o clínico (n=25)6-8.
Estos estudios incluyeron globalmente 53 mujeres con COVID-19 en su segundo y tercer trimestre de embarazo, cuyas principales características se muestran en la Tabla 1. Es de destacar que solo 28 madres presentaron fiebre (52,8%), aun siendo positivas a la prueba de laboratorio SARS-CoV-2 RNA (n=19; 67,9%). Además, solo en 21 casos la fiebre se presentó antes del nacimiento del bebé, lo que podría dificultar el diagnóstico precoz y aumentar su capacidad de transmisión. Como aspecto positivo cabe destacar que en todas las embarazadas la enfermedad remitió, siendo dadas de alta6-8. En las doce embarazadas de los estudios de S. Chen y col6 y H. Chen y col7 se indicó nacimiento por cesárea urgente; sin embargo, en el estudio liderado por Liu no se informó de este dato8.
El análisis de sangre de cordón umbilical, líquido amniótico, leche materna y de las muestras tomadas a los recién nacidos de las madres con COVID-19, resultaron en su totalidad negativas. Además, no se encontraron evidencias de daño morfológico ni anatomopatológico en la placenta. Estos resultados apoyaron desde el inicio de la pandemia de COVID-19 la hipótesis de que no existe transmisión vertical del COVID-19 desde la embarazada al feto en desarrollo, ni siquiera a través de la lactancia materna6-8. La calidad de los estudios, evaluada mediante la herramienta Quality Assessment Tool for Observational Cohort and Cross-Sectional Studies9, fue alta en dos de ellos, y media en el estudio de Chen y col6 que solo incluye tres casos (Tabla 1).
Estudios publicados | |||||
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Autor principal | Chen y col6 | Chen y col7 | Liu y col8 | Hu y col16 | Knight y col18 |
Tamaño muestral (n) | 3 | 9 | 41 | 7 | 427 |
Calidad del estudio* | Media | Alta | Alta | Media | Alta |
Características maternas | |||||
Edad (años)a | 29,7 (23-34) | 29,8 (26-40) | 30 (22-42) | 32,7 (30-34) | |
<20b | 4 (0,9) | ||||
20-34 | 248 (58,1) | ||||
≥35 | 175 (41,0) | ||||
Semanas de gestacióna | 37 (35-39) | 37,1 (36-39) | 30 (22-40) | - | 34 (29-38) |
Fiebreb | 3 (100) | 9 (100) | 16 (39,0) | 5 (71,4) | 300 (70,2) |
al ingreso | 1 (33,3) | 7 (77,8) | 16 (39,0) | - | - |
postparto | 2 (66,7) | 6 (66,7) | 14 (34,1) | - | - |
SARS-CoV-2 RNAb | 3 (100) | 9 (100) | 16 (39,0) | 7 (100) | 427 (100) |
Neumoníab | 3 (100) | 9 (100) | 41 (100) | - | 104 (24) |
Fallecimientob | 0 | 0 | 0 | 0 | 5 (1,2) |
Tipo de parto | |||||
cesárea | 3 (100) urgente | 9 (100) urgente | - | 6 (85,7) | 156 (60) |
vaginal | - | 1 (14,3) | 106 (40) |
*: calidad evaluada mediante Quality assessment tool for observational cohort and cross-sectional studies9; a: media (rango); b: n (%); -: no se aporta.
En mayo de este año, Dumpa y col han publicado un caso clínico de infección neonatal por SARS-CoV-2 y han realizado una revisión de los estudios publicados10, con 45 casos de neonatos nacidos de madres diagnosticadas de COVID-19 y su posible transmisión vertical u horizontal11-16, que reflejó una transmisión de tipo más horizontal que vertical. Otra revisión sobre las consecuencias maternas y neonatales de la infección por COVID-19 durante el embarazo llegó a las mismas conclusiones, no encontrando evidencia de transmisión vertical17 (Tabla 1).
Sin embargo, como se indica en la mayoría de estos estudios, es necesario seguir estudiando más casos para poder llegar a resultados concluyentes. La mayoría de los estudios empíricos publicados que evalúan transmisión vertical del SARS-CoV-2 y lactancia materna son estudios de casos. Sería necesario realizar estudios de cohortes como el recientemente publicado en Reino Unido18 y basado en 194 unidades de obstetricia y 427 mujeres embarazadas con infección por SARS-CoV-2. En este estudio, entre otros aspectos, se analizó la posible transmisión del virus de madre a feto. Las principales aportaciones fueron que esta es muy poco probable y se dio en situaciones de transmisión vertical. Al igual que los otros estudios, indican la necesidad de seguir investigando este tema para obtener unos resultados concluyentes.
En consonancia con estos hallazgos, otra revisión19 que incluye 114 madres infectadas y sus bebés, recomienda, siempre que sea posible, alimentar al neonato con leche materna directamente y, en los casos en que esto no sea viable, recurrir a la leche extraída o bien del banco de leche.
La decisión de lactancia materna debe ser individual, estar fundamentada en la evidencia disponible hasta el momento y siempre priorizando la salud del recién nacido.