SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.40 número4Adecuación de la teriparatida y grado de aceptación de las recomendaciones farmacoterapéuticas en un área de gestión sanitariaActualización de la estabilidad de los medicamentos citostáticos y otras mezclas intravenosas aplicando la metodología de la matriz de riesgo para la elaboración de medicamentos estériles índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Em processo de indexaçãoCitado por Google
  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO
  • Em processo de indexaçãoSimilares em Google

Compartilhar


Farmacia Hospitalaria

versão On-line ISSN 2171-8695versão impressa ISSN 1130-6343

Farm Hosp. vol.40 no.4 Toledo Jul./Ago. 2016

https://dx.doi.org/10.7399/fh.2016.40.4.10038 

ORIGINALES

 

Análisis de la actividad de conciliación de la medicación establecida al ingreso hospitalario

Analysis of the medication reconciliation process conducted at hospital admission

 

 

María Beatriz Contreras Rey, Yolanda Arco Prados y Ernesto Sánchez Gómez

Clinical Management Unit (CMU) of Pharmacy. Complejo Hospitalario Universitario de Huelva. Spain.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivo: Analizar el resultado de un proceso de conciliación de la medicación al ingreso en el ámbito hospitalario. Valorar la intervención del farmacéutico en la detección de errores de conciliación y en la prevención de acontecimientos adversos que pueden derivarse de ellos.
Método: Estudio retrospectivo en el que se analizó la actividad de conciliación en los seis meses previos. Se incluyeron los pacientes en los que se detectaron discrepancias al ingreso, en apariencia no justificadas, tras comparar la medicación hospitalaria prescrita con el tratamiento domiciliario que constaba en su historia digital. Se consideraron también los pacientes en los que el médico ordenaba introducir la medicación domiciliaria sin especificar de cuál se trataba. Para llevar a cabo la conciliación el farmacéutico elaboró la mejor historia farmacoterapéutica posible revisando la información disponible sobre la medicación que podía estar recibiendo el paciente de forma previa al ingreso y completando el proceso mediante una entrevista clínica. Las discrepancias que requerían aclaración fueron comunicadas al médico. La propuesta de conciliación se consideró aceptada si en la siguiente visita médica o en un plazo no superior a 24-48 horas se realizaba la modificación pertinente, en cuyo caso se denominó error de conciliación. Para el análisis descriptivo se empleó el programa SPSS Statistics® versión 17.0.
Resultados: Se conciliaron 494 medicamentos en 220 pacientes, con una media de 2,25 fármacos. Más de la mitad de los pacientes (59,5%) presentó alguna discrepancia que requería aclaración, siendo la más frecuente la omisión de un medicamento que recibía previamente al ingreso (86,2%), seguida de la modificación de la posología o vía de administración sin justificar (5,9%). En total 312 discrepancias requirieron aclaración, de las cuales 93 (29,8%) fueron aceptadas y se consideraron errores de conciliación, 126 casos (40%) no lo fueron y en 93 (29,8%) la aceptación no procedía por un cambio en la situación del paciente. Las mayores oportunidades de mejora se identificaron en los servicios de Digestivo, Medicina Interna y Cirugía General y en los grupos terapéuticos: sangre y órganos hematopoyéticos, sistema cardiovascular y sistema nervioso.
Conclusiones: En nuestro hospital solo una tercera parte de las intervenciones fueron aceptadas y reconocidas como errores de conciliación. No obstante, la conciliación de la medicación al ingreso realizada por un farmacéutico mostró ser útil en la identificación y prevención de errores de medicación. Un mejor entendimiento de los casos en los que las intervenciones no fueron aceptadas podría mejorar el resultado en el futuro.

Palabras clave: Conciliación de la medicación; Errores de medicación; Intervención farmacéutica; Problemas relacionados con los medicamentos; Seguridad del paciente.


ABSTRACT

Objective: To analyze the outcomes of a medication reconciliation process at admission in the hospital setting. To assess the role of the Pharmacist in detecting reconciliation errors and preventing any adverse events entailed.
Method: A retrospective study was conducted to analyze the medication reconciliation activity during the previous six months. The study included those patients for whom an apparently not justified discrepancy was detected at admission, after comparing the hospital medication prescribed with the home treatment stated in their clinical hospital records. Those patients for whom the physician ordered the introduction of home medication without any specification were also considered. In order to conduct the reconciliation process, the Pharmacist prepared the best pharmacotherapeutical history possible, reviewing all available information about the medication the patient could be taking before admission, and completing the process with a clinical interview. The discrepancies requiring clarification were reported to the physician. It was considered that the reconciliation proposal had been accepted if the relevant modification was made in the next visit of the physician, or within 24-48 hours maximum; this case was then labeled as a reconciliation error. For the descriptive analysis, the Statistics® SPSS program, version 17.0, was used.
Outcomes: 494 medications were reconciled in 220 patients, with a mean of 2.25 medications per patient. More than half of patients (59.5%) had some discrepancy that required clarification; the most frequent was the omission of a medication that the patient was taking before admission (86.2%), followed by an unjustified modification in dosing or way of administration (5.9%). In total, 312 discrepancies required clarification; out of these, 93 (29.8%) were accepted and considered as reconciliation errors, 126 (40%) were not accepted, and in 93 cases (29,8%) acceptance was not relevant due to a change in the situation of the patient. The highest opportunities for improvement were identified in the Gastroenterology, Internal Medicine and Surgery Units, and in the following therapeutic groups: blood and hematopoietic organs, cardiovascular system, and nervous system.
Conclusions: In our hospital, only a third of interventions were accepted and acknowledged as reconciliation errors. However, the medication reconciliation process conducted at admission by a Pharmacist has proven to be useful in order to identify and prevent medication errors. A better understanding of the cases in which interventions were not accepted could lead to an improvement in outcomes in the future.

Key words: Medication reconciliation; Medication errors; Pharmacist intervention; Drug-related problems; Patient safety.


 

Aportación a la literatura científica

Este estudio aporta una descripción detallada de la identificación de los errores de conciliación de la medicación tras la intervención farmacéutica, diseñada ésta en el marco de una entrevista clínica con el paciente en el momento del ingreso y la comunicación al resto del equipo sanitario de las posibles discrepancias observadas con el tratamiento hospitalario prescrito para su resolución si procedía. En su análisis se detalla cómo hay determinados servicios clínicos con mayor tasa de aceptación de las intervenciones farmacéuticas y cómo en su aceptación o rechazo puede haber una asociación a grupos farmacológicos concretos. Abre asimismo la posibilidad de identificar puntos de mejora para intervenciones posteriores que promuevan una mayor aceptación de las intervenciones farmacéuticas.

 

Introducción

La principal causa de acontecimientos adversos durante la asistencia sanitaria está relacionada con el uso de los medicamentos, y de éstos, más de una tercera parte se consideran evitables1. En muchas ocasiones, la falta de información que conlleva la existencia de una historia farmacoterapéutica incompleta o no actualizada es susceptible de producir estos errores durante las distintas transiciones asistenciales, con el riesgo potencial que conlleva para el paciente2. La presencia de discrepancias no intencionadas entre la medicación que el paciente tomaba previamente y la prescrita al ingreso hospitalario no es inusual y se ha estimado que en un rango del 11% al 59% de los casos tienen consecuencias clínicas relevantes para el paciente3. Durante el proceso de conciliación de la medicación las discrepancias no justificadas encontradas pueden derivar con facilidad en errores de conciliación4-6.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fomentado el establecimiento de políticas de conciliación de la medicación en las diferentes transiciones asistenciales al considerarlas un punto clave en materia de seguridad del paciente. Otros organismos internacionales como la Joint Comission on Acreditation of Healthcare Organizations (JCAHO) y el Institute for Safe Medications Practices (ISMP) también llevan a cabo estrategias en esta área7.

La conciliación de la medicación es un proceso formal que consiste en comparar la medicación habitual previa del paciente con la medicación prescrita tras una transición asistencial para detectar las discrepancias no intencionadas ocurridas y comunicarlas al prescriptor para que pueda resolverlas, si procede8,9. La conciliación tiene como objetivo que los pacientes reciban la medicación que estaban tomando de forma crónica, pero además debe tener en cuenta la adecuación a la situación actual del paciente10 ya que puede tener nuevas necesidades terapéuticas que justifiquen una adaptación y modificación de la medicación previa.

El proceso de conciliación de la medicación pueden realizarlo diferentes profesionales sanitarios7,9, pero el farmacéutico, como especialista del medicamento, debe tener la oportunidad de desarrollar un papel activo7,11-13 e incorporarlo a su rutina de trabajo. Se ha señalado que la labor del farmacéutico en este proceso reduce la frecuencia de errores de medicación que podrían derivar en un daño al paciente14. El establecimiento de protocolos normalizados de trabajo en materia de conciliación, la identificación de problemas relacionados con los medicamentos y la educación al paciente en la toma correcta de los medicamentos deben formar parte de su práctica clínica habitual.

El objetivo del estudio que se plantea es analizar el resultado de un proceso de conciliación de la medicación llevado a cabo en el ámbito hospitalario y valorar la intervención del farmacéutico en la detección de errores y la prevención de acontecimientos adversos derivados de ellos con riesgo potencial para el paciente.

 

Método

El estudio que se desarrolló fue de carácter observacional, descriptivo y retrospectivo y fue llevado a cabo en el Servicio de Farmacia de un hospital de 600 camas e integrado en un Complejo Hospitalario Universitario de Especialidades. Se analizó la actividad realizada por el farmacéutico en materia de conciliación en pacientes adultos que ingresaron en unidades con prescripción electrónica asistida (Cardiología, Cirugía General, Digestivo, Medicina Interna, Nefrología, Neumología) durante los seis meses previos, comprendidos entre las fechas 15 de Enero y 14 de Julio de 2015. Como base para la obtención de los registros se utilizó la base de datos de pacientes conciliados diseñada anteriormente para tal efecto.

Los pacientes habían sido seleccionados entre aquellos ingresos producidos en los que tras analizar la medicación prescrita al ingreso y compararla con el tratamiento domiciliario que constaba en la Historia Digital Única, se detectaban discrepancias en apariencia no justificadas. Asimismo se seleccionaron aquellos pacientes en los que el prescriptor ordenaba introducir la medicación domiciliaria sin más especificaciones. Se excluyeron los pacientes pertenecientes a unidades de hospitalización que no contasen con un sistema de prescripción electrónica asistida, los que por estar a dieta absoluta no estuviesen recibiendo medicación vía oral y aquéllos en los que no fuese posible la realización de la entrevista clínica debido a su situación clínica o personal.

Para cada paciente se recogió la siguiente información: número de historia clínica, sexo, edad, unidad de hospitalización, fuente de obtención de la historia farmacoterapéutica, medicamentos conciliados, tipos de discrepancia y su gravedad, forma de comunicación de las discrepancias y aceptación o no de las mismas por parte del prescriptor.

El primer paso del proceso de conciliación fue la elaboración de la mejor historia farmacoterapéutica posible. Se recurrió a diferentes fuentes de información sobre la medicación que podía estar recibiendo el paciente: atención primaria, pacientes externos y ambulatorios, informe de alta de urgencias y hoja de anamnesis de ingreso en unidad hospitalaria. Tras revisar toda la información disponible, el farmacéutico acudió a la habitación del paciente para contrastar los datos con él y/o con su cuidador. Durante la entrevista se le preguntaba, garantizando la confidencialidad, sobre la medicación domiciliaria prescrita y no prescrita tanto en el sistema sanitario público como en el ámbito privado que tomaba de forma previa al ingreso, además de otras sustancias farmacológicamente activas y posibles alergias o reacciones adversas a medicamentos que pudiese haber experimentado.

Se consideró discrepancia cualquier diferencia entre la medicación que el paciente tomaba de forma crónica previa al ingreso y la medicación prescrita en el hospital9. Los tipos de discrepancias en conciliación se clasificaron según los criterios habituales establecidos en varias publicaciones910, que distinguen entre casos de no discrepancia, discrepancia justificada y discrepancia que requiere aclaración, con diferentes subtipos10:

1. No discrepancia.

2. Discrepancia justificada.

a. Inicio de medicación justificada por la situación clínica.

b. Decisión médica de no prescribir un medicamento o cambiar su dosis, frecuencia o vía, basada en la situación clínica.

c. Sustitución terapéutica según la guía farmacoterapéutica del hospital.

3. Discrepancia que requiere aclaración.

a. Omisión de medicamento. El paciente tomaba un medicamento necesario y no se ha prescrito sin justificación explícita o clínica para omitirlo.

b. Inicio de medicación. Se inicia un tratamiento que el paciente no tomaba antes, y no hay explicación explícita ni clínica para iniciarla.

c. Diferente dosis, vía o frecuencia de un medicamento. Se modifica la dosis, vía o frecuencia sin justificación en la situación clínica u otras circunstancias, como función renal o hepática.

d. Diferente medicamento. Se prescribe un medicamento diferente de la misma clase sin justificación clínica para la sustitución ni razones de disponibilidad en la guía farmacoterapéutica del hospital.

e. Duplicidad. El paciente presenta duplicidad entre los medicamentos crónicos o entre la medicación crónica y la prescrita en el hospital.

f. Interacción. El paciente presenta una interacción clínicamente importante entre los medicamentos crónicos o entre la medicación crónica y la prescrita en el hospital.

g. Medicamento no disponible en el hospital. Prescripción de medicación crónica no disponible en el hospital sin realizar intercambio terapéutico.

h. Prescripción incompleta. La prescripción del tratamiento crónico se realiza de forma incompleta y requiere aclaración.

La gravedad del error fue consensuada en cada caso por el equipo de tres farmacéuticos que llevó a cabo el estudio. Para la asignación de las diferentes categorías de gravedad se utilizó la clasificación que establece The National Coordinating Council for Medication Error Reporting and Prevention (NCCMERP)15, adaptada por algunos autores10, de los errores de conciliación en función de la posibilidad de error y el daño potencial sobre el paciente:

Categoría A. No hay error, pero es posible que se produzca.

Categoría B. Error que no alcanza al paciente; no causa daño.

Categoría C. Error que en caso de alcanzar al paciente, no es probable que cause daño.

Categoría D. Error que en caso de alcanzar al paciente habría necesitado monitorización y/o intervención para evitar el daño.

Categoría E. Error que en caso de alcanzar al paciente hubiera causado daño temporal.

Categoría F. Error que en caso de alcanzar al paciente hubiera causado daño que requeriría hospitalización o prolongación de la estancia.

Categoría G. Error que en caso de alcanzar al paciente hubiera causado daño permanente.

Categoría H. Error que en caso de alcanzar al paciente hubiera requerido soporte vital.

Categoría I. Error que en caso de alcanzar al paciente hubiera resultado mortal.

Las discrepancias que requerían aclaración fueron comunicadas al médico responsable del paciente empleando alguno de los siguientes canales de comunicación: oral, telefónica, mensaje a través de la aplicación de prescripción electrónica asistida o dejando constancia en la historia clínica del paciente.

La propuesta de conciliación se consideró aceptada si en la siguiente visita médica (24-48 horas) se había realizado la modificación pertinente, en cuyo caso pasó a considerarse un error de conciliación9.

En el análisis de los medicamentos con discrepancia se utilizó la clasificación ATC (Anatomical, Therapeutic, Chemical Classification System) con el listado de principios activos incluidos en cada grupo16.

Los resultados de este trabajo se analizaron de forma descriptiva mediante el programa SPSS Statistics® (versión 17.0).

 

Resultados

El proceso de conciliación se llevó a cabo en 220 pacientes, siendo el 54% hombres (46% mujeres), con una media de edad de 67 años. En 21 pacientes (9,5%) el prescriptor había ordenado reintroducir el tratamiento domiciliario sin especificarlo.

Los pacientes procedían de las siguientes unidades de hospitalización: 103 de Medicina Interna (46,8%), 54 de Cirugía General (24,5%), 32 de Digestivo (14,5%), 17 de Nefrología (7,7%), 10 de Neumología (4,5%) y 4 de Cardiología (1,8%).

Previamente a la entrevista con el paciente para la elaboración de la mejor historia farmacoterapéutica posible, se realizó una búsqueda de información sobre la medicación que podía estar recibiendo de forma previa al ingreso. En un 86% de los casos la información se obtuvo de la Historia Digital Única, en un 9% de informes médicos aportados por el paciente y en un 5% de otras fuentes.

Se conciliaron un total de 494 medicamentos en 220 pacientes (2,25 fármacos por paciente). La distribución por tipo de discrepancia se expone en la tabla 1. Un total de 131 pacientes (59,5%) presentaba alguna discrepancia que requería justificación, 70 de los cuales (53,4%) tenía más de una. Estos pacientes agrupaban un total de 312 medicamentos (63,1%) con discrepancias que necesitaban aclaración, con una media de 2,4 discrepancias. La más frecuente fue la omisión de un medicamento que el paciente tomaba previamente a la hospitalización, en 269 de los casos y constituyendo el 86,2% de ellas, seguida de la modificación de la posología o vía de un medicamento sin justificar (29 casos, 5,9%).

En cuanto a los canales de comunicación empleados, de los 312 medicamentos implicados que requerían aclaración el 74% (231) fue comunicado mediante mensaje al prescriptor en la aplicación de prescripción electrónica asistida, en el 15,8% de los casos (49) no procedió porque se solventó tras la entrevista y previamente a comunicar la discrepancia, el 8% (25) se comunicó de forma oral, el 1,6% (5) por vía telefónica y en un 0,6% (2) el mensaje se dejó en la historia clínica del paciente.

En total, 93 discrepancias (siendo el 29,8% de todas las que precisaban aclaración y el 35,4% de las comunicadas) fueron subsanadas tras la intervención del farmacéutico y pasaron a considerarse errores de conciliación (EC), 126 (40,4%) no fueron reconocidas y en otras 93 (29,8%) la aceptación no procedía (exitus, alta inminente o subsanación tras la entrevista y antes de proceder a comunicar la discrepancia).

La clasificación de discrepancias que precisaban aclaración por servicio, la aceptación por parte de los mismos y la distribución de errores de conciliación por servicio se reflejan en la tabla 2. Las tres principales unidades con más fármacos que presentaban discrepancias que precisaban aclaración fueron Medicina Interna, Digestivo y Cirugía General y agrupan también, cuando se observa la distribución de errores de conciliación por servicio, la mayor frecuencia de éstos.

En la tabla 3 se muestran las discrepancias por grupo anatomoterapéutico, el número de intervenciones aceptadas para cada grupo así como la utilidad de la intervención farmacéutica, medida como número errores de conciliación subsanados en relación al número de discrepancias que requerían aclaración. Los grupos ATC a los que pertenecen la mayoría de los fármacos con estas discrepancias fueron: sangre y órganos hematopoyéticos (grupo B), sistema cardiovascular (grupo C) y sistema nervioso (grupo N).

La distribución de estas discrepancias en esos tres servicios en relación a los tres grupos ATC más frecuentes y la proporción de su aceptación se exponen en la tabla 4.

De las 93 discrepancias no justificadas que fueron aceptadas (errores de conciliación), 69 (74,2%) correspondieron a omisión de medicamentos sin justificar, 18 (19,4%) a modificación de la posología o vía sin justificación, 2 (2,2%) a duplicidad entre medicamentos, 1 (1,1%) a inicio de medicación sin justificar, 1 (1,1%) a sustitución de un medicamento por otro de su clase sin justificar, 1 (1,1%) a presencia de interacción clínicamente importante y 1 (1,1%) a prescripción incompleta que requiere aclaración.

Se analizó la gravedad del error para los errores de conciliación detectados, quedando distribuidos de la siguiente manera: el 49,5% de ellos fueron clasificados como errores que en caso de alcanzar al paciente no es probable que causaran daño (categoría C); el 22,6% constituyeron errores que no alcanzaron al paciente y por tanto no causaron daño (categoría B); el 19,4 % de ellos en caso de alcanzar al paciente habrían necesitado monitorización y/o intervención para evitar el daño (categoría D); 6,5% de los errores hubieran causado daño temporal si alcanzasen al paciente (categoría E) y en el 2,2% de los casos no hubo error pero era posible que se produjera (categoría A).

La categoría de mayor gravedad obtenida en nuestro estudio correspondió a la designada con la letra E. Se detectaron 6 errores de conciliación encuadrados en esta clase (algunos produjeron un daño real en el paciente mientras que en otros casos se pudo intervenir antes de que el potencial daño tuviese lugar): omisión de profilaxis antibiótica con ciprofloxacino tras inyección intravítrea de ranibizumab, sobredosificación de clonazepam que requirió rescate con flumazenilo, sobredosificación de digoxina, dos casos de omisiones de parches de nitroglicerina y omisión de dosis semanal de metotrexato oral en paciente con enfermedad de Behcet.

Cinco de estos seis errores de conciliación se produjeron en el servicio de Medicina Interna y uno en el de Digestivo. Asimismo, fue Medicina Interna quien cometió más errores de conciliación de todas las categorías de gravedad detectadas.

 

Discusión

Nuestros resultados muestran que en más de la mitad de los medicamentos analizados se detectaron discrepancias que requerían aclaración, siendo la más habitual entre ellas la omisión de un medicamento seguida de la modificación de la posología o vía. Los tipos de discrepancias que precisaron aclaración con mayor frecuencia en nuestro estudio son similares a los descritos por otros autores14,17-21.

Aproximadamente la mitad de nuestros pacientes presentaron más de una discrepancia que requería aclaración, con una media de 2,4 por paciente con discrepancia no justificada, resultados que se asemejan a los de Lessard et al.17, que encontraron 2,3 por cada paciente con discrepancia, y son ligeramente superiores a los aportados por otros autores22.

Vira et al.19 constataron que un 46% de las discrepancias no intencionadas detectadas al ingreso derivaron, tras realizar la intervención, en modificaciones en la prescripción por parte del médico. Otros autores mostraron porcentajes de aceptación más elevados4-6,23. En nuestro caso aproximadamente un tercio de las intervenciones realizadas y comunicadas al prescriptor fueron aceptadas y se consideraron por tanto errores de conciliación entre la medicación crónica que constituía el tratamiento habitual del paciente, previo al ingreso, y la prescripción hospitalaria. Los resultados muestran que los errores de medicación son frecuentes en las transiciones asistenciales y son consistentes con los obtenidos en otros estudios14,17-19.

Se ha puesto de manifiesto que en muchas ocasiones los errores de conciliación que alcanzan al paciente no tienen potencial para causar un daño17. Gleason et al.14 describieron en su estudio sobre conciliación de la medicación en pacientes ingresados que la mayoría de las discrepancias en las que la intervención fue aceptada se englobaron en las categorías A-C de gravedad (55%), seguida de un 23% con nivel D y un 22% con nivel E-F. Resultados similares obtuvieron Rentero et al.5. En nuestro caso, la mayor parte de discrepancias comunicadas aceptadas (errores de conciliación) correspondían a niveles de gravedad A-C (74,3%), un 19,4% al nivel D y un 6,5% al nivel E, constituyendo estos últimos los errores que hubieran producido o produjeron daño temporal sobre el paciente en ausencia de la actuación del farmacéutico. Sin embargo otros autores han señalado que más de la mitad de los errores de conciliación detectados en su estudio fueron considerados clínicamente relevantes6.

Según los datos descritos por Rentero et al.5, la mayoría de los errores de conciliación que observaron en su estudio se localizaron en servicios quirúrgicos (211/339) y en menor proporción en servicios médicos (128/339). En nuestro caso, la mayor frecuencia de errores de conciliación se detectó en los servicios médicos, principalmente en el de Medicina Interna (50,5%) seguido del de Digestivo (20,4%). Nuestros datos vienen justificados por el mayor peso que suponen en este hospital los servicios médicos sobre el bloque quirúrgico, por lo no nos parece apropiado establecer comparaciones con los resultados obtenidos por otros autores sin conocer la distribución de servicios en su medio.

A diferencia de los resultados obtenidos por Gleason et al.14 y Lessard et al.17, donde los medicamentos que con más frecuencia originaron discrepancias que requirieron aclaración fueron vitaminas y electrolitos seguido de medicamentos del sistema cardiovascular, los grupos farmacoterapéuticos que agruparon la mayor frecuencia en nuestro caso fueron, en orden descendente, sistema cardiovascular, sistema nervioso y sangre y órganos hematopoyéticos. Los datos obtenidos por otros autores reflejan que estos grupos farmacoterapéuticos, principalmente el cardiovascular, están con mucha frecuencia implicados en las discrepancias que habitualmente precisan aclaración20-25. En nuestro ámbito fue más decisiva en estos grupos la labor del farmacéutico en la detección y prevención de errores de conciliación dado que agruparon también la mayor tasa de aceptación de las intervenciones.

Nuestro estudio tiene varias limitaciones. En primer lugar, se limitó la selección de pacientes a aquellos ingresados en plantas de hospitalización donde estuviese implantado un sistema de prescripción electrónica, por considerar que de este modo el contacto con el médico prescriptor podría ser más directo y efectivo. En segundo lugar, no se incluyeron todos los pacientes que ingresaron en estas unidades de hospitalización sino que se preseleccionaron aquéllos en los se detectaron a priori discrepancias entre la medicación prescrita al ingreso y la medicación domiciliaria que figura en la Historia Digital Única, confirmando posteriormente mediante entrevista si esas discrepancias eran reales; se incluyeron asimismo pacientes en los que el médico ordenaba reintroducir la medicación domiciliaria sin más especificaciones.

En nuestro entorno sólo una tercera parte de las intervenciones realizadas fueron aceptadas y reconocidas por tanto como errores de conciliación; no obstante, la conciliación de la medicación al ingreso llevada a cabo por un farmacéutico mostró ser útil en la identificación y prevención de errores de medicación con potenciales consecuencias clínicas para el paciente.

Un mejor entendimiento de los casos en los que las intervenciones farmacéuticas realizadas no fueron aceptadas podría ayudar a mejorar el resultado de nuestro proceso de conciliación en el futuro.

 

Conflicto de interés

Los autores declaran la ausencia de conflicto de interés.

 

 

Dirección para correspondencia:
Correo electrónico: beatrizconrey@hotmail.com
(María Beatriz Contreras Rey).

Recibido el 7 de octubre de 2015;
Aceptado el 4 de abril de 2016.

 

 

Bibliografía

1. Estudio nacional sobre los efectos adversos ligados a la hospitalización: ENEAS 2005. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo; 2006. (Consultado 28 Julio 2015). Disponible en: http://www.seguridaddelpaciente.es/resources/contenidos/castellano/2006/ENEAS.pdf.         [ Links ]

2. Lau HS, Florax C, Porsius AJ, de Boer A. The completeness of medication histories in hospital medical records of patients admitted to general internal medicine wards. Br J Clin Pharmacol 2000; 49:597-603.         [ Links ]

3. Tam VC, Knowles SR, Cornish PL, Fine N, Marchesano R, Etchells EE. Frequency, type and clinical importance of medication history errors at admission to hospital: a systematic review. CMAJ 2005; 173:510-5.         [ Links ]

4. Delgado Sánchez O, Nicolás Picó J, Martínez López I, Serrano Fabiá A, Anoz Jiménez L, Fernández Cortés F. Errores de conciliación en el ingreso y en el alta hospitalaria en pacientes ancianos polimedicados. Estudio prospectivo aleatorizado multicétrico. Med Clin (Barc) 2009; 133:741-4.         [ Links ]

5. Rentero L, Iniesta C, Urbieta E, Madrigal M, Pérez MD. Causas y factores asociados a los errores de conciliación en servicios médicos y quirúrgicos. Farm Hosp 2014; 38:398-404.         [ Links ]

6. Urbieta Sanz E, Trujillano Ruiz A, García-Molina Sáez C, Galicia Puyol S, Caballero Requejo C, Piñera Salmerón P. Implantación de un procedimiento de conciliación terapéutica al ingreso hospitalario por el servicio de urgencias. Farm Hosp 2014; 38:430-7.         [ Links ]

7. Lo L, Kwan J, Fernandes OA, Shojania KG. Chapter 25. Medication Reconciliation Supported by Clinical Pharmacists (NEW). En: Making Health Care Safer II: An Updated Critical Analysis of the Evidence for Patient Safety Practices. Evidence Reports/Technology Assessments, No. 211. Rockville (MD): Agency for Healthcare Research and Quality. 2013 (Consultado 9 Julio 2015). Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK133408/.         [ Links ]

8. Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations-JCAHO. Using medication reconciliation to prevent errors. Sentinel Event Alert. 2006 25;(35):1-4. (Consultado 5 agosto 2015). Disponible en: http://www.jointcommission.org/assets/1/18/SEA_35.PDF.         [ Links ]

9. Roure C, Aznar T, Delgado O, Fuster L, Villar I. Grupo coordinador del grupo de trabajo de la SEFH de conciliación de la medicación. Documento de consenso en terminología y clasificación de los programas de conciliación de la medicación. Barcelona: Ediciones Mayo, 2009.         [ Links ]

10. Delgado Sánchez O, Anoz Jiménez L, Serrano Fabiá A, Nicolás Pico J. Conciliación de la medicación. Med Clin (Barc) 2007; 129:343-8.         [ Links ]

11. American Society of Health-System Pharmacists. ASHP statement on the pharmacist's role in medication reconciliation. Am J Health Syst Pharm. 2013; 70:453-6.         [ Links ]

12. Nester TM, Hale LS. Effectiveness of a pharmacist-acquired medication history in promoting patient safety. Am J Health Syst Pharm 2002; 59:2221-5.         [ Links ]

13. Lizer MH, Brackbill ML. Medication history reconciliation by pharmacists in an inpatient behavioral health unit. Am J Health Syst Pharm 2007; 64:1087-91.         [ Links ]

14. Gleason KM, Groszek JM, Sullivan C, Rooney D, Barnard C, Noskin GA. Reconciliation of discrepancies in medication histories and admission orders of newly hospitalized patients. Am J Health Syst Pharm. 2004; 61:1689-95.         [ Links ]

15. The National Coordinating Council for Medication Error Reporting and Prevention (NCC MERP). NCC MERP Index for Categorizing Medication Errors. (Consultado 28 Julio 2105). Disponible en: http://www.nccmerp.org/sites/default/files/indexColor2001-06-12.pdf.         [ Links ]

16. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Listados de principios activos por grupos ATC e incorporación del pictograma de la conducción. (Consultado 28 Julio 2015). Disponible en: http://www.aemps.gob.es/industria/etiquetado/conduccion/listadosPrincipios/home.htm.         [ Links ]

17. Lessard S, DeYoung J, Vazzana N. Medication discrepancies affecting senior patients at hospital admission. Am J Health Syst Pharm. 2006; 63:740-3.         [ Links ]

18. Cornish PL, Knowles SR, Marchesano R, Tam V, Shadowitz S, Juurlink DN, et al. Unintended medication discrepancies at the time of hospital admission. Arch Intern Med. 2005; 165:424-9.         [ Links ]

19. Vira T, Colquhoun M, Etchells E. Reconcilable differences: correcting medication errors at hospital admission and discharge. Qual Saf Health Care. 2006; 15:122-6.         [ Links ]

20. Muñoz Contreras MC, Blázquez Álvarez MJ, De la Cruz Murie P, Almanchel Rivadeneyra M, Velasco Costa J, De la Rubia Nieto MA. Conciliación de la medicación al ingreso en el servicio de Cardiología y CCV de un hospital de tercer nivel. Farm Hosp 2013; 37(Supl 1):213.         [ Links ]

21. Flox Benítez MP, López Muñoz MJ, Muñoz González JJ. Evaluación de la conciliación de medicamentos en un servicio de Medicina Interna. Comunicación póster. 57 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. Bilbao. 2012.         [ Links ]

22. Pascual Martínez O, Real Campaña JM, De La Llama Celis N, Navarro Aznárez H, Larrodé Leciñena I, Uriarte Pinto M. Evaluación de la conciliación de la medicación en una unidad de Traumatología. Farm Hosp 2013; 37(Supl 1):219-20.         [ Links ]

23. Zoni AC, Durán García ME, Jiménez Muñoz AB, Salomón Pérez R, Martin P, Herranz Alonso A. The impact of medication reconciliation program at admission in an internal medicine department. Eur J Intern Med 2012; 23:696-700.         [ Links ]

24. Pellicer Corbí M, Lebrero García A, Bona López C, Santolaya Perrín R, Ortiz Campos M, Matoses Asensio SM. Conciliación de la medicación al ingreso mediante visor Horus® versus entrevista clínica. Análisis de discrepancias. Farm Hosp 2014; 38(Supl 1):19-20.         [ Links ]

25. Unroe KT, Pfeiffenberger T, Riegelhaupt S, Jastrzembski J, Lokhnygina Y, Colón-Emeric C. Inpatient medication reconciliation at admission and discharge: A retrospective cohort study of age and other risk factors for medication discrepancies. Am J Geriatr Pharmacother 2010; 8:115-26.         [ Links ]

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons