Meu SciELO
Serviços Personalizados
Journal
Artigo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Acessos
Links relacionados
- Citado por Google
- Similares em SciELO
- Similares em Google
Compartilhar
Index de Enfermería
versão On-line ISSN 1699-5988versão impressa ISSN 1132-1296
Index Enferm vol.22 no.3 Granada Jul./Set. 2013
BIBLIOGRÁFICA
ELUCIDARIO
La pícara pelona, reina del greñimón
The shrewd bald, queen greñimón
Francisco López de Úbeda
Mas ya querréis decirme, pluma mía, que el pelo de vuestros puntos, está llamando a la puerta y al cerrojo de las amargas memorias mi pelona francesa...
¿Seré yo la primera que anocheció sana en España y amaneció enferma en Francia? ¿Seré yo la primera camuesa, colorada por defuera y podrida por dentro? ¿Seré yo el primer sepulcro vivo? ¿Seré yo el primer alcázar en quien los frontispicios están adornados de ricos jaspes, pórfidos y alabastros, encubriendo muchos ocultos embutidos de tosca mampostería, y otras partes, tan secretas como necesarias? ¿Seré yo la primera ciudad de limpias y hermosas plazas y calles, cuyos arrabales son una sentina de mil viscosidades? ¿Seré yo la primera planta cuya raíz secó y marchitó el roedor caracol? ¿Seré yo la primera mujer que al pisar el lodo diga las tres verdades de un golpe, cuando, enfaldándome por todos lados, diga: muy sucio está esto? En fin, ¿seré yo la primera fruta que huela bien y sepa mal?
López de Ubeda, Francisco. Libro de entretenimiento de la pícara Justina. Medina del Campo, 1605.
Francisco López de Úbeda, autor de La Pícara Justina, enmarca su obra con el tema de la sífilis, la enfermedad de las bubas o mal francés, que en su tiempo y la siguiente centuria alcanzaría dimensiones epidémicas en Europa. Continuando la estela trazada por Delicado en su Lozana Andaluza, la obra de López de Ubeda tiene el interés de mostrar a través de un lenguaje simbólico y metafórico, muy reconocible en su época, la paradoja de la salud exterior que encubre la destrucción interior (la muerte disfrazada por la seducción erótica).
El pasaje seleccionado lo encontramos en el comienzo del libro. Justina está empezando a escribir sus memorias, cuando un pelo del cabello cae sobre su pluma, lo que provoca que la pícara inicie una serie de reflexiones, cuando no lamentaciones, sobre su penoso devenir. La pérdida del cabello era uno de los escasos síntomas por los que podía reconocerse a un sifilítico, que en el caso de la mujer se hacía más ostensible.
La batería de preguntas que dirige a ese pelo impertinente son en realidad parte de un monólogo intimista sobre las connotaciones que para una persona tiene el contagio de un mal terrible, socialmente reprobable por las connotaciones morales que se le asocian, como símbolo de la mala vida, de la podredumbre interior. Fruta prohibida, sepulcro vivo, planta de raíz seca, mujer enlodada, son algunos de los términos con los que Justina arma su particular letanía de la mujer transmisora del mal.