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Index de Enfermería

versão On-line ISSN 1699-5988versão impressa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.32 no.3 Granada Jul./Set. 2023  Epub 04-Mar-2024

https://dx.doi.org/10.58807/indexenferm20236153 

Metodología Cualitativa

La metodología fenomenológica en la investigación del padecimiento. Una experiencia en primera persona

The phenomenological method on illness research. A first-person experience

Norma Guadalupe Ruiz-Velazco-Sandoval (orcid: 0000-0003-0513-4633)1 

1Departamento de Enfermería para la Atención, Desarrollo y Preservación de la Salud Comunitaria. Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Jalisco, México

Resumen

El padecimiento es un fenómeno que puede abordarse desde diversos enfoques. Uno de los más destacados es la fenomenología, la cual pretende acercarse a partir del conocimiento de la experiencia interpersonal. Sin embargo, Husserl, precursor de esta postura filosófica, no propone un método puntual para comprender cómo los fenómenos aparecen a la conciencia. Por su parte, Schütz, discípulo de Weber y Husserl, planteó una metodología para la construcción del pensamiento científico, también conocido como pensamiento de segundo grado, a partir de la profundización en el sentido común popular experimentado: “El mundo de la vida”. El objetivo de este artículo es reflexionar sobre los aciertos, desaciertos y aprendizajes surgidos a partir del acercamiento, desde la fenomenología de Husserl y la metodología propuesta por Schütz, a una comunidad que padece enfermedad renal. Para ello se utilizan, como ejemplo, experiencias personales surgidas durante el desarrollo de la tesis doctoral de la autora.

Palabras clave: Investigación cualitativa; Investigación en Enfermería; Salud Pública; Fenomenología

Abstract

The illness is a phenomenon that can be addressed from different approaches. One of the most remarkable is phenomenology, which aims to approach this based on the knowledge of people's experiences. However, Husserl, the precursor of this philosophical posture, does not propose a specific method to understand how phenomena appear to consciousness. For his part, Schütz, a disciple of Weber and Husserl, proposed a methodology for the construction of scientific thinking, also known as second-degree thinking, starting from the deepening of the popular common sense experienced: “The world of life” The aim of this article is to reflect on the successes, failures, and learning that emerged from the approach, from Husserl's phenomenology and the methodology proposed by Schütz, to a community suffering from kidney disease. To do this, I have used as an example, some of my personal experiences that emerged during the development of my doctoral thesis.

Keywords: Qualitative Research; Nursing Research; Public Health; Phenomenology

Introducción

La fenomenología, como postura filosófica planteada por el filósofo alemán Edmund Husserl, surge a principios del siglo XX. Su objetivo principal radica en entender la manera en que los fenómenos aparecen a la conciencia. Es decir, la fenomenología es la ciencia que relaciona a la conciencia con los fenómenos que ocurren en el mundo.1,2 Partiendo de lo anterior, el fenómeno del padecimiento, también conocido como illness (en inglés) hace referencia a la dimensión subjetiva suscitada en el mundo de la vida de los seres humanos. Dicho fenómeno aparecerá de manera distinta en dependencia de la conciencia e intencionalidad de las personas que lo experimenten.3-5

Diversos autores coinciden con lo anterior, al mencionar que, usualmente, los significados que el padecimiento produce para la persona que lo experimenta, suelen ser muy diferentes a los significados que le otorgan los profesionales de la salud, cuando solo miran al fenómeno como una patología. Como resultado de lo anterior, los objetivos entre ambos suelen ser muy distantes. Esto sucede con frecuencia cuando la enfermedad se traslada del espacio institucional médico al espacio contextual sociocultural de la persona que la sufre.6-8

La fenomenología, entonces, cobra gran relevancia para el entendimiento de la salud y la enfermedad a partir del conocimiento de la experiencia vivida por las personas.9 Sin embargo, no es común que las personas que ejercen profesionalmente dentro de los espacios de salud pública la dominen. Este texto, redactado en primera persona, busca detallar mi experiencia con el método, los aciertos, los errores cometidos en el transcurso de mi tesis doctoral, y la manera en que pude resolverlos, todo esto con la esperanza de aligerar el camino de futuros estudiantes de enfermería y áreas de salud en general, que deseen incursionar en el estudio de los fenómenos de salud desde una mirada fenomenológica.

La fenomenología de Alfred Schütz

Para Schütz, en la construcción del sentido común -construcción de primer grado- el individuo toma conocimiento del mundo de la vida cotidiana, interpreta su realidad a partir de su acervo de conocimientos a mano, construye idealizaciones a partir de su carácter típico (no único), tiene intereses prácticos, pues busca constantemente la resolución de problemas cotidianos; interpreta al mundo a partir de su situación biográficamente determinada y, finalmente, no tiene carácter neutral, ya que está mediado por el lenguaje proveniente de un contexto temporal, geográfico, político y sociocultural que le dota de sentido en una construcción social específica.10,11

Por su parte, la construcción del pensamiento científico, o de segundo grado, es realizada por el científico social para reconstruir el modo en que los actores en el mundo de la vida interpretan su propio mundo. De esta manera quien investiga crea tipificaciones a partir un problema científico y no de una determinación biográfica personal. Para ello, es necesario prestar atención en el método de construcción del pensamiento. El especialista en ciencias sociales debe concentrarse con sumo cuidado en: (1) observar de manera neutral y guiarse por intereses teóricos (no prácticos), (2) determinar su investigación a partir de un problema científico y no un propósito a mano, (3) posicionarse desde una situación científica donde separa sus valores y creencias determinadas por su biografía y (4) crear conocimiento científico partiendo de la ciencia y no de su sentido común.12

1. Observar de manera neutral. Schütz refiere que, para construir pautas típicas del curso de acción correspondiente a lo observado, el observador debe plantarse desde una situación científica donde sus valores, ideas y su biografía son separados del fenómeno observado.10 Lester Embree sugiere que para lograr dicha neutralidad es necesario despojarse de los textos, del principio de autoridad y de los propios prejuicios.12 Un ejemplo de lo anterior me ocurrió durante la realización de mi tesis doctoral, en la cual estudié el mundo de la vida de familiares de personas con enfermedad renal crónica, que habitaban una comunidad rural. Durante la investigación, tuve que dejar de lado mis prejuicios y privilegios, entre otros tantos vicios desarrollados al vivir en grandes urbes. Por supuesto, nada de lo anterior ocurrió de manera súbita, todo ello me tomó seis años de ir y venir a la comunidad, por lo menos de una a tres veces por semana, de manera constante.

Para entrar en el mundo de la vida de las personas es necesario comenzar con una integración a su cotidianidad, formar parte de su vida.13 Para ello, mi primera participación fue como observadora en una junta escolar celebrada entre representantes de una institución gubernamental dedicada a la nutrición infantil, profesores y madres de familia. Dicha reunión tenía como objetivo escuchar las inconformidades de las madres con los menús alimenticios que enviaba el gobierno municipal para los escolares:

  • -Madre 1: “Las cantidades que nos mandan no son suficientes, además nos mandan cosas que los niños ni comen”.

  • -Madre 2: “Además, yo no sé cómo hacer que 50 naranjas rindan para 180 niños y que una sandía se reparta entre tantos. ¡Ni partiéndola en cachitos!”.

  • Agente 1: “Pues es que necesitamos que ustedes se coordinen, si no, el comedor no va a funcionar”.

  • Madre 2: “Ni siquiera teníamos agua, las tortillas no llegaron y las cantidades son insuficientes”.

  • Agente 2: “Por eso es necearía la comunicación, debieron habernos llamado”.

  • Madre 1: “¿Y cómo quiere que nos comuniquemos? Ni su número tenemos, nunca nos lo dio. Yo ni conozco a nadie, a usted nunca la había visto”.

De pronto comienzan a discutir los agentes gubernamentales entre sí, las madres de familia se ríen y secretean entre ellas. La escena me causa gracia y confieso sentir una ligera satisfacción por presenciar, lo que para mí fue una batalla ganada por las madres de familia. Claramente no adopté una postura neutral, mi empatía previa hacia la comunidad estaba posicionándome a favor de un “bando”. De la Cuesta Benjumea reconoce que en todos los procesos de investigación surgen emociones personales que, si no se saben manejar, pueden alterar el objetivo inicial del estudio.14 Las notas de campo cobran relevancia para identificar procesos personales que se van presentando a lo largo del trabajo de investigación.15

2. Determinar la investigación a partir de un problema científico. El problema científico no debe guiarse por un propósito a mano de la experiencia del propio investigador. Sin embargo, colocarse desde una postura neutra sin ningún tipo de autoevaluación previa, puede resultar un sesgo para la propia investigación. El investigador debe posicionarse también como un observador de sí mismo y de su propia acción e interacción para poder identificar la existencia de intereses personales que se puedan confundir con los objetivos de la investigación.16 De la Cuesta Benjumea relata que existen motivaciones personales que nos llevan a elegir el tema de estudio; reconocerlas forma parte de un trabajo reflexivo para la investigación.14 Un indicador es la ansiedad que el tema genera: a mayor ansiedad, mayor identificación del investigador con aquel.17 En esta etapa fue necesario hacer un proceso reflexivo y autocuestionarme: ¿por qué había elegido trabajar con la experiencia de los familiares de quienes se enferman? A partir de lo anterior, decidí escribir en mi diario de campo cómo me sentía en cada una de las entrevistas y visitas a la comunidad, grabar mensajes de voz para escucharme, incluso, en mis momentos de ansiedad. También busqué acompañamiento terapéutico para poner entre paréntesis mi biografía personal y rescatar objetivamente (a manera de lo posible) las tipificaciones que iban surgiendo en los testimonios rescatados. Torres-López reconoce la legitimidad de buscar medios adecuados para la reducción del estrés y la ansiedad que resultan de manejar material ansiógeno, pues ello le llevará a realizar su trabajo de forma eficaz.18

3. El posicionamiento científico y el abandono de las propias creencias. Para emprender el viaje hacia el entendimiento del fenómeno de estudio, resultaba necesario hacer epojé o “poner entre paréntesis” eso que viene de mis tipificaciones personales.9 Las tipificaciones hacen referencia a la donación inmediata e inconsciente que dota de sentido a otros objetos. Gracias a este preconocimiento de las estructuras típicas de las cosas mundanas, el individuo desarrolla un vínculo de familiaridad con su entorno cultural y social, y crea sus propias creencias.19

El primer choque cultural al que me enfrenté ocurrió cuando intenté entrevistar a la primera participante, debido a que ella rechazó la idea de que su voz fuera grabada. Al mencionarle que la entrevista sería realizada con una grabadora de voz de por medio, me respondió “mejor le digo a mi papá, a mí me da pena” (Marina). No consideré que la grabadora causara incomodidad, pues, para mi propio sentido común, la grabadora no significaba ningún peligro, sin embargo, sí podría representarlo para las personas de la comunidad. Entonces no hubo más alternativa que iniciar con su padre: Don Juan. Mendieta, et al., reflexionan sobre el impacto que puede provocar en los informantes el hecho de que su voz quede en un registro y pueda ser reconocida, pero como ese impacto no formaba parte de mis tipificaciones, la grabadora no representaba una amenaza para mí. 21

El segundo choque sucedió debido a mi falta de entendimiento contextual y la poca habilidad para leer entre líneas las respuestas y actitudes de Don Juan. Mientras lo entrevistaba me di cuenta que sus respuestas eran muy escuetas y lentas. Inicialmente pensé que era un problema de género y que le costaría trabajo hablar sobre sentimientos conmigo. Quizás fue así o quizás solo no fui lo suficientemente hábil para crear preguntas pertinentes acordes a su contexto sociocultural. Sandín señala la relevancia de prestar atención a la diversidad lingüística, social, cultural y política de los informantes para que el proceso de interpretación sea acorde con el idioma y con las formas narrativas empleadas.22 Esto implica también comprender a las y los individuos participantes, reconociendo los supuestos teóricos y personales en sus acciones, en la relación con otras y otros participantes y, en general, en la comunidad en la que se lleva a cabo el estudio.9 Mella enfatiza que, en la entrevista a profundidad, el sujeto entrevistado no importa solo como individuo, sino que su participación refiere a todo un contexto social que enmarca sus propios procesos. Además, entiende a la entrevista como un método que no solo está atento a lo que el individuo nos dice con palabras, sino también a toda aquella información que es transmitida a través del lenguaje no verbal, los silencios, el contexto y el tono emocional.23

A partir de estos encuentros decidí explicar al resto de participantes cómo funcionaba mi grabadora, ser paciente con su ritmo de habla, ir sin prisa alguna y estar abierta a que la entrevista pudiese o no realizarse por diversos motivos.

El tercer inconveniente surgió a partir de la forma en que me presenté. Cuando llegué a la casa de Don Juan opté por presentarme como parte del equipo de investigación de la universidad sin contemplar los inconvenientes que de ello surgirían. Finlay y Mella identifican al entrevistador como una figura de poder ante los sujetos entrevistados que, en ocasiones, suelen transferirles beneficios económicos a estos.23,24 En medio de la entrevista con Don Juan, aparecí ante su mirada como una agente capaz de gestionar recursos y me preguntó de forma inesperada que si podía darle una “ayudita” económica para su hijo:

  • - Don Juan: “Una pregunta, le quiero hacer una pregunta”.

  • - Entrevistadora: “Sí, dígame”.

  • - Don Juan: “¿No nos puede dar una ayudita para que haya, pues un aliviane? Como, por ejemplo, pues cuando menos que le ayudara pa' los pasajes a mi hijo”.

  • - Entrevistadora: “No sé, ¿cómo qué tipo de ayudita?”.

  • - Don Juan: “Pues una ayudita, una ayudita para que él se apoye económicamente”.

  • - Entrevistadora: “Pues, déjeme ver si existe algún apoyo gubernamental o, déjeme ver qué se puede hacer”.

A partir de mi primera entrevista, advertí que el posicionamiento científico tiene que ver con la neutralidad de pensamiento y con el despojo de expectativas y tipificaciones que me había construido antes de entrar a la comunidad.

4. Sobre la construcción del conocimiento científico, la retribución social y mis conflictos personales. Para la construcción del conocimiento científico es necesario un profundo proceso de reflexividad.13 Este se entiende como el análisis de autoconciencia realizado durante la investigación con la intención de que los investigadores no se olviden de su propia persona.18 Lester Embree menciona que el investigador que lleva a cabo un ejercicio de reflexividad debería verse a sí mismo con un fenomenólogo practicante sin importar la experticia que tenga, pues esto le mantiene receptivo a la confrontación de sus ideas preconcebidas y con las ideas que surgen en el campo de estudio.12

Aunque el proceso de reflexividad estuvo presente desde que comenzó el trabajo de campo, el momento donde tenía mayor lucidez sobre mí y mis propias emociones fue al transcribir la información recolectada. Debo confesar que escribir los testimonios y escucharlos una y otra vez era todo un reto. El hecho de oír múltiples veces la angustia y el dolor de esas personas me provocó episodios de llanto e incluso hastío donde tuve que parar de escribir y realizar actividades totalmente distintas. Reconozco que trabajar con las experiencias de dolor de madres, padres y abuelas fue un proceso más difícil de lo que hubiera imaginado: me causó cefalea, ansiedad, impotencia y tristeza. Me llegué a cuestionar, más de una vez, si sería capaz de exponerme a más testimonios de esta naturaleza. Tuve que aceptar que me estaba viendo reflejada en muchos de los testimonios de los participantes. Además, me surgía de manera continua una pregunta que me causaría incomodidad constante durante mucho tiempo: ¿cómo puedo retribuir a las personas realmente sin solo venir a aprovecharme de su tiempo y disposición? Esta duda me provocaba una especie de sentimiento de culpa, no tenía ganas de seguir entrevistando con la idea en la mente de no poder ayudarles de manera tangible, es decir, no soy psicóloga para ofrecerles acompañamiento, no tengo ninguna posición de poder para ayudarles a conseguir atención médica oportuna, tampoco puedo gestionar por mi cuenta recursos económicos. ¿Acaso me había convertido, como lo mencionan Gastaldo y Mckeever, en una voyerista intelectual que se aprovechaba de los dilemas íntimos de su condición humana? ¿Qué estaba aportando yo a cambio de su tiempo?25

Vera Lugo y Jaramillo Marín ponen sobre la mesa la problemática con la que nos enfrentamos los científicos y científicas sociales, pues no solo hay que afrontar el problema de la validez, generación y confiabilidad de los datos, sino que además nos confrontamos constantemente a la duda acerca de qué tan significativo es nuestro trabajo, con referencia al logro de un cambio social en el mundo: la sociedad está expresada solamente en un escrito y el científico social funge como intérprete.26

Afortunadamente, en el camino me encontré con Martha, una mujer sencilla y de trato amable, la cual tenía a una de sus hijas con insuficiencia renal. Martha se ofreció de manera muy amable a participar y me brindó una de las entrevistas más conmovedoras y completas que pude obtener. Casi al cerrar la entrevista le pregunté cómo se sentía después de platicar. Su respuesta fue como una luz entre la oscuridad en la que me sentía envuelta:

  • - Entrevistadora: “¿Cómo te sientes después de contarme todo esto?”.

  • - Martha: “Muy bien, la verdad es que muy bien. Se siente como a gusto, como paz, poder desahogarse y contar todo lo que uno siente. Pocas personas aquí le preguntan a uno, a casi nadie le interesa y tú vienes y, pues escuchas lo que uno siente, se siente bonito”.

Walter Benjamin decía que narrar una historia permite reinterpretarla una y otra vez desde la facticidad de la experiencia, de esta manera se le da forma a través del lenguaje y se le puede rescatar a través de la memoria.27 De manera similar, los entrevistados rescataban sus memorias a través del habla, es decir, podían legitimar su propia experiencia. Mi función solo era ser quien los animaba a estructurar sus experiencias a través de la palabra, dándoles así la oportunidad de resignificarlas. Esto, al parecer, les daba un espacio de introspección y de calma que no habían podido tener. Entenderlo también me dio paz, pues me reconcilié con la idea de que, por el momento, era todo lo que podía ofrecer.

Conclusión

Husserl propone que, para acceder a la cosa misma dentro del Mundo de la Vida de la otredad, es necesaria la actitud fenomenológica que surge a partir de la puesta entre paréntesis de nuestra propia biografía.9,19 Sin embargo, ¿cómo es posible poner entre paréntesis nuestra historia de vida, la cultura de quien investiga, las creencias y dogmas personales y los propios conflictos cotidianos? Schutz, para resolver estas cuestiones, propone una metodología para lograr la introducción al Mundo de la Vida desde la propia subjetividad y con una mirada científica,10 pero a diferencia de Husserl, aquel reconoce la imposibilidad de llegar, de manera total, a la cosa misma a partir de una mirada externa, más bien argumenta firmemente que es posible tener una muy cercana aproximación de la esencia del fenómeno investigado.

Cabe resaltar que, para identificar entre los atisbos de la cosa misma y las proyecciones personales, el científico social deberá ser cuidadoso con observar dichas proyecciones emergidas de su propia mente, creadas a partir de aquellas personas a quienes estudia y la relación que con estas mantiene en su calidad de sujeto cognoscente del fenómeno en cuestión.26 Además, deberá reconocer al proceso de investigación fenomenológica como uno de ida y vuelta, que va entre la tensión de su propio yo con los datos recabados y el mundo existente con su propia construcción social e histórica.

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Recibido: 17 de Abril de 2023; Aprobado: 22 de Agosto de 2023

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