La Sagrada Familia. Nöel Hallé, 1753
Este cuadro me podría llamar la atención por muchas cosas, como el exquisito tratamiento del amarillo (¡pobre color, tan denostado por supersticiosos y recientemente apropiado por algún que otro nacionalismo!). Pero me quedo con dos detalles: en primer lugar, con la rotunda pero tierna presencia de San José, que hace las veces de acompañante modélico; y, en segundo lugar, con la delicadeza con la que la Virgen ofrece al Niño Jesús un puré o papilla, al estilo clásico, cuchara mediante.
El autor, Nöel Hallé, pintor galo del siglo XVIII fue un pintor aclamado de la época, que recibió todo tipo de encargos, y que regaló a la posteridad cuadros tan importantes comoEl juicio de Trajano(1765).