OBJETIVOS
El estudio muestra la situación actual y evolución natural de los menores transexuales en España, e identifica los principales problemas y su estado psicológico en cada una de sus etapas vitales.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio descriptivo transversal por encuesta autocumplimentada anónimamente online, durante el mes de agosto de 2019, por madres y padres de jóvenes trans de toda la geografía española. Se analizaron variables sociodemográficas, de asistencia sanitaria, de función psicológica, de desistimiento y de impacto familiar y escolar.
RESULTADOS
Se incluyeron 346 jóvenes trans, con una edad media actual de 12,7 años (desviación estándar [DE]: ±4,44). El 51,2% fueron registrados como mujer al nacer (niños trans). Las primeras señales de identidad de género las mostraron a los 6,7 años (DE: ±5,1) y el tránsito social lo realizaron a los 9,9 años (DE: ±4,3). Las niñas trans (asignadas a sexo masculino) realizaron su identificación de género y el tránsito social antes que los niños trans, de forma estadísticamente significativa (p <0,01). El tránsito se realiza cada vez a edades más tempranas. El tratamiento frenador de la pubertad se instauró a los 12,5 años (DE: ±1,69) y el tratamiento hormonal a los 15 años. Un 22,5% de jóvenes se realizó alguna cirugía de reasignación sexual, pero un 14,6% no deseaba realizársela. La valoración de la capacitación de los profesionales sanitarios (escala 1-10) fue de 3,36; 5,58 y 7,78, respectivamente del pediatra, el psiquiatra y el endocrino. Los familiares sintieron que un 36,9% de pediatras y un 35,4% de psiquiatras patologizaban a sus hijos. El acoso escolar que sufrían era considerablemente mayor antes de la realización del tránsito (32,4%), que en etapas posteriores (5,9/1,6/3,4% cronológicamente). El 58,1% de los menores presentaba malestar psicológico (“actitud triste, depresión...”) previamente al tránsito social, llegando a disminuir tras este al 5% (máx. 7,5%), e inversamente aumentaba su autoestima y actitudes positivas.
CONCLUSIONES
Los menores trans expresaron a edades muy tempranas su identidad de género, con manifestaciones muy diversas que a la vez se repiten en las diferentes personas. Cada joven tenía unas necesidades diferentes en relación a su identidad de género. Los que realizaron tratamientos médicos o quirúrgicos lo hacían a las edades recomendadas en los protocolos internacionales. Las familias generalmente consultaban a los profesionales sanitarios, pero su valoración de la atención recibida no fue muy buena, por lo que es necesario mejorar la formación de los profesionales que atienden a estos menores. Los jóvenes del estudio estaban apoyados por sus familias y presentaron buena función psicológica.