El capitán y su hijo pequeño. Theodor Hildebrant, 1832
Haciendo apología de la ternura, el cantante y compositor Kiko Veneno puso como título a su disco de 1995Está muy bien eso del cariño. Incluso este rudo capitán de la imagen, ataviado con el chaleco antibalas de la época, pese a que parece contenerse afectivamente, se rinde a las caricias de su criatura, que mesa los bigotes poblados del guerrero con delicadeza superlativa. Y es que, posiblemente, el único apagafuegos de la fiereza humana sea el amor. ¡Ay, si nos amáramos más, otro gallo cantaría!
Como curiosidad sobre el autor, diremos que el pintor alemán Theodor Hildebrant (1804-1874) fue, además de artista, un célebre entomólogo. Su especialidad: los coleópteros. Esto es, y que viva la incongruencia del hombre: al monarca pictórico de la sensibilidad, le pirraban los escarabajos.