INTRODUCCIÓN
En Septiembre de 2020, el inicio del nuevo curso escolar 20020-21 en España y en Andalucía en particular, supuso un enorme reto para el Sistema Educativo. La pandemia del COVID 19 obligó a la comunidad docente a poner en marcha en un corto periodo de tiempo las medidas sanitarias emitidas por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y el Servicio Andaluz de Salud para prevenir y prestar asistencia a los nuevos brotes que pudieran producirse en los entornos educativos (1). En este contexto, el Ministerio de Educación del Gobierno de España establece una descripción general de las posibilidades de la educación a distancia, recomendaciones y pautas para escuelas, maestros, profesionales y padres. En estas primeras semanas tras la suspensión de las clases presenciales, se suceden y difunden a un ritmo vertiginoso numerosos manuales, normativas, guías de actuación y protocolos de obligado cumplimiento en relación a las nuevas actuaciones que debían acometerse en los centros en las que entre otras medidas, se apuesta por la enseñanza online como respuesta al cierre de las aulas y que se convierte en la única vía para acceder a la educación en todos los centros docentes nacionales y en todos los ámbitos educativos(2). Esto pudo suponer un esfuerzo extraordinario en la implementación de nuevos protocolos y normativas.
Así, la educación asumió el modelo a distancia de un día para otro, y aunque esta metodología también se utilizó en cierta medida antes, ninguno de los profesores, ni los actores implicados, alumnos y padres, estuvieron completamente preparados para asumir con solvencia tal situación, ni materialmente, ni didácticamente, ni en términos de contenido. Hasta el día de hoy, son pocos los estudios que analizan el efecto de la educación a distancia sobre los profesores durante el período de la pandemia, si bien todos coinciden en el impacto en la salud en relación al estrés y a los esfuerzos de adaptación a las nuevas estrategias (3).
En comparación con la educación tradicional, la educación a distancia tiene el potencial de ser más innovadora, eficiente y efectiva en cooperación con los estudiantes y sus resultados (4). Este proceso ha podido favorecer en los profesores el desarrollo y/o el agravamiento de algunos problemas psicológicos, como lo demuestran diversos estudios que relacionan el desgaste profesional, la carga somática, el estrés relacionado con el cambio y el agotamiento emocional (5,6). No obstante, la ejecución y aplicación de normativa también ha podido influir en el desarrollo de la resiliencia en el profesorado como respuesta adaptativa al sobreesfuerzo a nivel organizativo, de planificación, de ejecución y sobre todo de formación sanitaria requerida para poder implementarlos (7). Nadie pondría en duda que la Pandemia del COVID-19 ha podido tener un impacto directo en la salud laboral de los docentes, ya que éstos se han visto obligados a responder a las exigencias de dichos programas de formación y por tanto estar expuestos a las demandas emocionales provocadas por la asunción de roles diferentes a los docentes, como la identificación de los síntomas relacionados con la infección activa, el triaje de alumnos sospechosos de COVID, el manejo de situaciones de aislamiento o la aplicación efectiva de medidas higiénico-sanitarias, así como a la ardua tarea de la adaptación funcional de los centros, estructural y logísticamente muy limitados; pudiendo influir todo ello en los niveles de estrés percibido (8).
En España, en un estudio realizado por el sindicato CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) realizado a 10.000 personas del cual participaron 9572 docentes, se encontró que alrededor de un 93% sufren estrés y desgaste emocional. Así mismo, un 77,28% de los docentes considera que las tareas burocráticas fijadas tras el estado de emergencia son “excesivas” (9). Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo en su estudio sobre nuevos riesgos emergentes en el entorno laboral reconoce al estrés laboral como problema derivado de las nuevas condiciones de trabajo (10). Uno de los sectores más afectados es el de la educación (11)
El estrés laboral docente podría definirse como una respuesta emocional, fisiológica y conductual, potencialmente patógena, que puede influir negativamente en la actividad laboral de los profesores, y en su resultado pedagógico. Esta circunstancia puede ocasionar una pérdida de motivación, que suele progresar hacia sentimientos de inadecuación y fracaso pudiendo provocar un deterioro en la salud (12). No obstante, no todas las personas reaccionan ante el estrés de la misma manera. Los individuos resilientes pueden enfrentarse con éxito al estrés e incluso resultar fortalecidos tras experiencias adversas. Los diferentes comportamientos probablemente estén definidos por la habilidad genética para mantener una actividad basal apropiada en respuesta a los estímulos (13).
En este contexto, el síndrome de Burnout se puede considerar una respuesta de inadaptación frente al estrés laboral, que se presenta en los profesores de educación primaria y secundaria de instituciones educativas, tanto públicas como privadas, que tienen trato directo con los alumnos, sus colegas, personal administrativo y padres de familia, que asimismo, están sujetos a condiciones laborales difíciles, bajas remuneraciones y afectados por un sistema educativo cambiante, ante cuyas exigencias desarrollan cansancio emocional, despersonalización o cinismo, actitudes hostiles y agresivas con las personas que alternan en su trabajo y concluyen con sentimientos de insatisfacción laboral y pensamientos de baja realización personal en el trabajo (14). El síndrome de Burnout fue descrito con profundidad en el año 1986 por Maslach y Jackson. La definición más aceptada en la actualidad indica que este síndrome se manifiesta en tres síntomas principales, que constituyen sendas dimensiones en las cuales se estudia su magnitud individualizada: 1) agotamiento emocional, 2) despersonalización o cinismo y 3) falta de realización personal en el trabajo (15).
La Resiliencia puede definirse como la habilidad para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a la vida significativa y productiva, el enfrentamiento efectivo ante circunstancias de la vida seriamente estresantes y acumulativas, o como una cualidad que hace posible a los individuos enfrentarse a la adversidad (16). La Pandemia ha motivado en todos los países la adopción de medidas extremas para evitar la propagación del virus. El cierre de escuelas, colegios y universidades cambió radicalmente la actividad de docentes, estudiantes y familias y todos se vieron obligados a cambiar y adaptarse a estas nuevas circunstancias. El desarrollo de la resiliencia docente y de las adecuadas estrategias de afrontamiento ha debido ser la clave del éxito de esta transformación. Diversos estudios mostraron esta relación(17,18,19,20,21).
Existen numerosos estudios sobre el Síndrome de Burnout en el ámbito docente (11) y alguno sobre la resiliencia en profesores en tiempos de Pandemia (22), pero no hemos encontrado ningún estudio que relacione el Burnout y la Resiliencia con los niveles de estrés percibido en docentes en tiempos de la Pandemia por COVID-19. Por todo ello, teniendo en cuenta los antecedentes y las lagunas en el conocimiento observadas en este campo, surge la oportunidad de profundizar en este estudio.
La novedad de la presente investigación radica en primer lugar en abordarlo, desde una perspectiva de “la salud”, en el convencimiento de que este tema no ha sido lo suficientemente tratado y generalmente se ha focalizado con una visión puramente clínica, en el centro docente, o en el profesorado. En segundo lugar, poner el énfasis en la relevancia de estos fenómenos que pueden manifestarse como problemas reales de salud y por tanto ser objetivo de una mayor atención en el diseño de adecuadas políticas por parte de los sistemas sanitario y educativo.
MATERIAL Y MÉTODO
El presente estudio es analítico, observacional, descriptivo y transversal, y se ha realizado sobre una muestra compuesta por 222 docentes de los centros educativos de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de la comarca de la Axarquía en Málaga <España>. Los participantes fueron elegidos mediante muestreo intencional. Como criterios de inclusión consideramos: 1) docentes que ejerzan su profesión en los centros educativos de los municipios de la comarca de la Axarquía en Málaga y 2) que participen libremente en el estudio, aceptando el consentimiento informado. La muestra inicial estaba compuesta por 188 Coordinadores COVID docentes, siendo éstos en su inmensa mayoría los directores de los centros educativos. Aunque la idea inicial era aplicar el estudio sólo a los coordinadores COVID, no obstante, decidimos ampliarlo a todos los profesores, en la seguridad de que aportaría una visión de conjunto más enriquecedora. Así el universo muestral se componía de 860 docentes.
a) Instrumentos.
Se eligió la plataforma Google Forms para alojar la encuesta que contendría los cuestionarios utilizados en el estudio. Esta web posibilita la realización online de cuestionarios autoadministrados por parte de los participantes. Se decidió utilizar este método, al considerar que de este modo se evitaría el contacto físico directo y presencial con los docentes y se facilitaría la cumplimentación de las encuestas, permitiendo una participación más ágil y más segura. De este modo, se diseñó una única batería que integró en sendos cuestionarios cada una de las dimensiones y variables a estudiar. La batería de cuestionarios utilizada se compone de los siguientes:
- Consentimiento Informado: Confeccionado al efecto, este documento apoya y valida los preceptos éticos de la investigación científica, aportando información al participante acerca de la naturaleza y los objetivos del estudio, identificando al investigador principal, ofreciendo garantías de confidencialidad y anonimato y solicitando finalmente autorización para participar en el estudio.
- Escala SD-14: Cuestionario de variables sociodemográficas y laborales: Diseñado con objeto de recoger información relativa a aspectos sociodemográficos y laborales: edad, género, estado civil, titularidad, tipo de centro, formación académica, ostentar cargo directivo, ser Coordinador COVID, antigüedad en el ejercicio profesional, antigüedad en el centro actual y padecer alguna enfermedad crónica.
- Escala BeL: Cuestionario sobre Burnout laboral. Basado en el Maslach Burnout Inventory -en adelante MBI (23). En nuestro estudio hemos utilizado la adaptación al contexto español de Salanova y Schaufeli (24). Éste se compone de 15 items, tipo Likert, que puntúan de 0 a 6 con valores que van desde “nunca” a “siempre” y que exploran 3 dimensiones independientes, aunque relacionadas entre sí: La subescala de agotamiento emocional: En esta dimensión se describen sentimientos de estar abrumado y agotado emocionalmente por el trabajo. La subescala de Cinismo (o despersonalización) muestra una respuesta impersonal y una falta de sentimientos hacia los sujetos. La subescala de Eficacia Profesional, donde se describen sentimientos de competencia positiva y realización profesional. Mientras que en las subescalas de agotamiento emocional y cinismo, puntuaciones altas corresponden a altos sentimientos de estar quemado laboralmente, en la subescala de eficacia profesional, bajas puntuaciones corresponden a altos sentimientos de quemarse. Por tanto, hemos optado por mantener separadas las puntuaciones de cada subescala correspondientes a las diferentes dimensiones del Burnout. En cuanto al resultado, tanto el constructo de quemarse como cada una de sus dimensiones son consideradas como variables continuas, y en cuanto al diagnóstico de “estar quemado”, la única sugerencia de los autores es clasificar las puntuaciones mediante un sistema de percentiles para cada escala. Así, los sujetos por encima del percentil 75 se incluyeron en la categoría “burnout alto”, entre el percentil 75 y el 25 en la categoría “burnout medio” y por debajo el percentil 25 en la categoría “burnout bajo”.
- Escala CD-RISC23: Cuestionario sobre Resiliencia. Utilizamos la Escala de Resiliencia de Connor y Davidson (25). Consta de 23 ítems tipo Likert con cinco opciones de respuesta -“en absoluto”, “rara vez”, “a veces”, “a menudo”, y “casi siempre”-, puntuadas de 0 “en absoluto”, a 4 “casi siempre”. El rango de la escala va de 0 a 92, donde mayores puntuaciones indican mayor nivel de resiliencia. Elegimos la versión en español proporcionada por los autores de la versión original (26). En la Escala CD-RISC23 se exploran las siguientes dimensiones: Autoeficacia-Persistencia-Tenacidad, Control Bajo Presión, Redes de Apoyo-Adaptabilidad, y por último Control y Propósito.
- Escala PSS-14: Cuestionario sobre Estrés Percibido. Es un instrumento auto informado que evalúa el nivel de estrés percibido durante el último mes y el grado en que las personas encuentran su vida impredecible, incontrolable o se sienten desbordadas. Consta de 14 ítems tipo Likert con cinco opciones de respuesta, puntuadas de 0 “nunca” a 4 “muy a menudo”.
b) Procedimiento
El presente estudio se llevó a cabo en la Unidad de Enfermería Escolar del Área de Gestión Sanitaria de Málaga Éste-Axarquía, en la provincia de Málaga <España>, durante los meses de Octubre de 2020 a Mayo de 2021. Tras el diseño de la batería de cuestionarios y a su alojamiento en Google Drive, se procedió al envío de un email a cada uno de los 188 coordinadores COVID docentes. En él se explicaba la naturaleza del estudio y se les invitaba a participar en el mismo.
c) Aspectos éticos
El presente trabajo ha respetado los principios fundamentales de la declaración de Helsinki. El proyecto de este estudio fue enviado al Comité Provincial de Ética de la Investigación Biomédica de Andalucía (PEIBA) para su valoración y autorización, siendo aceptado con fecha 23 de Diciembre de 2020 (Nº de referencia interna: 2547-N-20). Así mismo se procedió también al envío a la Comisión de Valoración de Proyectos de Investigación de la Delegación de Territorial de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de Málaga, siendo favorable su dictamen y comunicado con fecha 30 Diciembre de 2020.
d) Análisis de datos
El periodo de recepción de respuestas a los cuestionarios fue de Marzo a Mayo de 2021. En una etapa posterior, se procedió a la recopilación de los datos procediendo a clasificarlos y volcarlos en otra base de datos confeccionada para el presente estudio, exportándolos a la aplicación SPSS v.26 en su versión para Windows, para su tratamiento, recodificación de variables y posterior análisis de los datos.
RESULTADOS
En nuestro estudio han participado 222 profesores. El género predominante es el femenino con 154 mujeres (69,4%) y 68 hombres (30,6%), de edades comprendidas entre los 25 y los 62 años, siendo la media de edad de 43,7 años (dt=8,4 años). La distribución según la antigüedad profesional muestra que el grupo mayoritario corresponde a los docentes que declaran una antigüedad de entre 11 a 20 años (45%) seguido del grupo de 21 a 30 años (19,4%). En los extremos, el 6,3% por encima de 30 y el 17,6% menos de 5 años. No obstante, un 53,1% de los docentes declaran llevar menos de 5 años en el centro actual, frente a un 3,1% que informan entre 21 a 30 años de antigüedad. La formación académica alcanzada mayoritariamente es Graduado (Diplomado, Licenciado o Grado Universitario) en un 82,4%, frente al 15,8% que declaran ser Posgraduado (Máster Universitario, Doctorado). Respecto al tipo de centro donde imparten clase, un 42,3% son Escuelas Infantiles y/o de Primaria mientras que un 57,7% se corresponde con centros de Secundaria, Bachillerato y/o Formación Profesional. Un 20,3% de los docentes ostentan cargo directivo y el 17,1% son Coordinadores COVID de su centro. Por último, cabe destacar que aproximadamente 1 de cada 4 participantes aseguraron padecer alguna enfermedad crónica como diabetes, HTA, cardiopatía, asma, etc.
Los análisis de prevalencia arrojaron los siguientes resultados: En relación con el Burnout, la muestra de profesores puntúa en niveles medio-altos para el Agotamiento, con una prevalencia del 56,8% y relativamente bajos para Cinismo, con el 41,4%, mientras que los niveles de Eficacia Profesional son muy elevados, con una prevalencia del 86%. En relación con la Resiliencia destacan valores considerablemente altos para todas las dimensiones, así, un 79,7% de los profesores manifestaban Autoeficacia elevada, el 55% lo hacía para la dimensión Control Bajo Presión, el 91,4% se correspondía con Redes de Apoyo y el 63,1% lo hacía para la dimensión Control y Propósito. Por otra parte, el análisis de la prevalencia del Estrés Percibido muestra un bajo porcentaje de docentes que se manifiestan estresados, con un 24,3%, como se puede apreciar en la figura 1.
Los resultados de correlación entre las variables de estudio muestran una intensa relación entre todas ellas, con un grado de significación muy alto. Destaca la relación entre las dimensiones del Burnout, directa para Agotamiento y Cinismo e indirecta si medimos la asociación entre ambas y la Eficacia Profesional. Burnout y Resiliencia puntúan muy alto en todas sus dimensiones. Podemos observar la correlación indirecta de las variables Agotamiento y Cinismo con todas las dimensiones de la Resiliencia, destacando la relación entre Cinismo y Redes de Apoyo y Cinismo y Control y Propósito con uno de los mayores coeficientes de correlación. Por otra parte, cabe destacar la relación entre las dimensiones del Burnout con el Estrés, directa para Agotamiento y Cinismo e indirecta para Eficacia Profesional. Así mismo podemos observar una correlación indirecta entre las dimensiones de la Resiliencia y el Estrés, destacando la relación entre la dimensión Redes de Apoyo y Estrés con uno de los mayores coeficientes de correlación.
Nota:**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).
*.La correlación es significativa en el nivel 0,05 (bilateral).
Los resultados de correlación entre variables sociodemográficas y de estudio muestran que no existe relación estadísticamente significativa entre las dimensiones del Burnout, Estrés y Resiliencia con las variables sociodemográficas como la edad, el estado civil, el tipo de centro, la titularidad del centro, la formación académica, ostentar cargo directivo, ser Coordinador COVID y la antigüedad en el centro actual. Sin embargo, sí se aprecia una relación estadísticamente significativa e indirecta entre el Género y la Resiliencia en su dimensión Control y Propósito (r = -,167, p<,05). La misma tendencia se observa entre la variable Cargo directivo y Estrés Percibido (r = -,151, p<,05). Ambas relaciones son débiles.
Tras constatar la asociación entre algunas variables sociodemográficas y variables de estudio, se procedió a realizar las pruebas de independencia de variables y la estimación de riesgo, calculándose, con un Intervalo de Confianza del 95%, la Odds Ratio para aquellas que son dicotómicas. Procedimos a recodificar las variables que constaban de más de dos niveles de medida en nuevas variables dicotómicas, como la edad, la antigüedad profesional y la antigüedad en el centro, con el objetivo de establecer relaciones entre ellas a través de la OR. Aquellos resultados obtenidos que fueron estadísticamente significativos (p<0,05) se muestran en la Tabla 3. Cabe destacar la asociación entre el Género y la Resiliencia, de manera que podemos concluir que las mujeres tienen el doble de posibilidad de desarrollar Resiliencia en su dimensión Control y Propósito. En relación con la edad, se aprecia que la veteranía es un factor clave en el desarrollo de la Resiliencia. Así observamos en la segmentación en tramos, cómo se consolida la edad de los profesores como factor de protección a favor de la Resiliencia, pudiendo observar una clara tendencia en cada uno de los tramos etarios superiores, que tienen más probabilidad de desarrollar Resiliencia en su dimensión de Control Bajo Presión, que los docentes de menor edad. Respecto a la variable Antigüedad Profesional, la relación con la Resiliencia Control y Propósito, y la Resiliencia Total es muy potente. Así, los docentes que declaran entre 6 y 10 años de experiencia profesional tienen tres veces más probabilidad de desarrollar Resiliencia que los más novatos. Del mismo modo se comporta el grupo de docentes más veteranos: aquellos que declaran una experiencia laboral de entre 21 a 30 años, los cuales desarrollan tres veces más Resiliencia Control y Propósito que los docentes con mínima experiencia. Por último, la Antigüedad en el Centro se revela como otro potente factor de protección frente a la Resiliencia, como se observa en los resultados obtenidos en los tramos de 11 a 20 años y 21 a 30 años de antigüedad, destacando de manera notable el tramo etario de más de 30 años que muestra 9 veces más probabilidad de desarrollar Resiliencia en su dimensión Redes de Apoyo que los menos antiguos en el centro. Para finalizar, observamos que los docentes que declaran menos de 5 años de antigüedad en el centro actual tienen 3 veces más probabilidad de desarrollar Estrés Percibido que sus colegas del tramo inmediatamente superior: 6 a 10 años.
DISCUSIÓN
Los resultados del estudio muestran, en relación con el Burnout, un nivel de prevalencia medio para las dimensiones Agotamiento y Cinismo, y muy elevado para la dimensión Eficacia Profesional, por lo que entendemos que no existe un elevado nivel de agotamiento laboral o Burnout entre los docentes estudiados, como ponen de manifiesto otros estudios(8). En los análisis de correlación, por otra parte, nuestros resultados se aproximan a los de otros estudios similares en los que se aprecia una clara relación entre las dimensiones del Burnout (27,28). Así Agotamiento y Eficacia Profesional se relacionan de forma indirecta y del mismo modo observamos una relación directa para Agotamiento y Cinismo donde ambas variables correlacionan de manera moderada. A la vista de los datos podemos inferir que en general los profesores que puntúan alto en Burnout lo hacen en niveles bajos para las dimensiones de la Resiliencia, y al contrario, como se observa en otros estudios similares(21).
Por otra parte, los niveles de prevalencia de Resiliencia de los docentes son muy elevados en todas las dimensiones. Así mismo, cabe destacar que alrededor del 75% de los docentes que participaron en el estudio manifiestan no estar estresados. Los análisis de correlación muestran que Burnout y Resiliencia puntúan muy alto en todas sus dimensiones. Podemos observar la correlación inversa entre las variables del Burnout Agotamiento y Cinismo con todas las dimensiones de la Resiliencia, destacando la relación entre Cinismo y Redes de Apoyo, y la relación entre Cinismo y Control y Propósito. Por el contrario, todas dimensiones de la Resiliencia correlacionan intensamente y en positivo con el Estrés Percibido. Estudios como el de De Vera García et al (27) apoyarían estos resultados.
Por su parte el Estrés Percibido se relaciona de manera indirecta con la Resiliencia en todas sus dimensiones, siendo la dimensión Redes de Apoyo la que ofrece un nivel de relación más intenso. Entendemos, a la vista de los datos obtenidos, que los docentes que presentan altos niveles de Resiliencia presentarán menos Estrés Percibido que aquellos que puntúen bajo y al contrario. Resultados similares se obtuvieron en el estudio anterior (27).
Por último, cabe destacar los resultados obtenidos en el cálculo de las Odds Ratio de las variables de estudio. Los hallazgos de nuestro estudio indican una correlación entre el género y la Resiliencia Control y Propósito, siendo las docentes las que exhiben el doble de puntuación que sus colegas varones. Las mujeres, por tanto, presentan altos niveles de equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión que los hombres. En este bloque podemos observar además el protagonismo de un factor que podríamos denominar “experiencia” y que viene representado por las variables edad, años de experiencia profesional y antigüedad en el centro. Todas ellas influyen decisivamente en el desarrollo de la Resiliencia, siendo factor protector en la mayoría de las dimensiones de ésta, así como en el desarrollo de estrés laboral. Estas tendencias también se observan en trabajos como el de R. Teles et al (21).
La interpretación de este hecho podría hacerse desde la perspectiva de considerar que un evento disruptivo como la aparición de la Pandemia ha podido actuar como un factor de impacto positivo sobre la actividad docente y esto puede estar relacionado con algunos aspectos de la resiliencia, como ya destacaron en su análisis M. Aguaded Gómez et al (30).
Limitaciones del estudio
La limitación más importante del estudio surge de la propia naturaleza del instrumento de recogida de datos: modalidad de cuestionario online, auto-informado y voluntario pudiendo darse el sesgo de respuesta voluntaria en donde los profesionales más afectados podrían estar más motivados a participar o por el contrario ser los menos interesados.
Además, los resultados obtenidos en este estudio no permiten establecer causalidad entre las variables estudiadas. Creemos que sería necesario desarrollar estudios longitudinales o de carácter experimental que profundicen en esta cuestión.
Por último, cabe señalar que la limitación del estudio a un área geográfica muy concreta impide extrapolar o generalizar los resultados a toda la población docente.
CONCLUSIONES
A modo de resumen podríamos concluir que los resultados obtenidos, en general, ponen de manifiesto la existencia de una alta capacidad por parte de los docentes para desarrollar estrategias de transformación y adaptación a situaciones tan intensamente adversas y generadoras de estrés como la Pandemia, que posiblemente hubiesen contribuido a elevar los niveles de agotamiento laboral, como han puesto de manifiesto otros estudios similares(29), disminuyendo la eficacia profesional y los niveles de resiliencia, hecho que como observamos en nuestro estudio, no se ha producido y que apoya los resultados de otros estudios similares respecto a la Resiliencia docente.
Finalmente, este estudio podría orientar a los responsables de las administraciones sanitarias y educativas en el diseño de futuras políticas y estrategias de prevención y afrontamiento de los problemas relacionados con la salud psicosocial del profesorado.