SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.16Florence Nightingale y los corresponsales de The Times en la Guerra de CrimeaJuan Josef Saseta Ybarzabal, enfermero, practicante y matrón: un anacronismo a principios del siglo XIX índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Em processo de indexaçãoCitado por Google
  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO
  • Em processo de indexaçãoSimilares em Google

Compartilhar


Temperamentvm

versão On-line ISSN 1699-6011

Temperamentvm vol.16  Granada  2020  Epub 06-Jun-2022

 

ARTÍCULOS

Paralelismo en los cuidados enfermeros entre Isabel Zendal y Florence Nightingale

Parallelism in nursing care between Isabel Zendal and Florence Nightingale

Christian Baldomero Caamaño-Abelenda1  , Amalia Conceiro-Rúa2  , María Inmaculada Gómez-Besteiro2 

1Servizo Galego de Saúde. Xerencia Xestión Integrada A Coruña, España

2Escola Universitaria Enfermaría A Coruña, Servizo Galego de Saúde, Xerencia Xestión Integrada, A Coruña, España

Resumen

Objetivo principal:

documentar el paralelismo en los cuidados enfermeros administrados por Isabel Zendal y Florence Nightingale durante su estancia en el Hospital de la Caridad y en Escutari.

Metodología:

se realizó una revisión bibliográfica narrativa a través de fuentes secundarias y una investigación histórica mediante la observación documental y hermenéutica de las fuentes primarias. Para la localización y selección de las fuentes primarias se consultó el Arquivo da Deputación da Coruña y el Arquivo Histórico Municipal da Coruña. Para localizar las fuentes secundarias se utilizó el buscador Google académico y se consultaron las siguientes bases de datos: Cuiden, Scielo, y Dialnet.

Resultados-Conclusiones:

a pesar de la distancia en espacio y tiempo, el análisis de la bibliografía y de los documentos utilizados muestra muchas similitudes en cuanto a los cuidados ofrecidos por ambas enfermeras. Llama la atención el diferente reconocimiento que se le otorgó a cada una de ellas. Creemos que lo que determina esta diferencia son los distintos factores sociales, educativos y económicos de ambas.

Palabras clave Isabel Zendal; Florence Nightingale; Enfermera; Historia de la enfermería; Cuidados

Abstract

Objective:

our objective in this study has been to document the parallelism in the nursing care administered by Isabel Zendal and Florence Nightingale during their stay at the Hospital de la Caridad and in Escutari.

Methods:

a narrative bibliographic review was carried out through secondary sources and a historical investigation through documentary and hermeneutic observation of the primary sources. To locate and choose the primary sources both the Provincial Council Archive and the Historical Municipal Archive of A Coruña were consulted. Both Academic Google and data basis such as Cuiden, Scielo and Dialnet were used to locate the secondary sources.

Results-Conclusions:

in spite of the space and time distance, the bibliography and document analysis show many similarities regarding the attentions given by both nurses. However, the credit given to each one attracts the attention. We believe that they are the different social, educational and economic factors which determine that difference.

Key-words Isabel Zendal; Florence Nightingale; Nurse; History of nursing; Care

Introducción

Para entender la ciencia enfermera, el marco histórico debe tener en cuenta el contexto político, social y cultural del período analizado, ya que la evolución de los cuidados enfermeros está ligada a su entorno social (Domínguez-Alcón, 1981).

Isabel Zendal y Florence Nightingale son dos enfermeras que desarrollan su actividad profesional en un entorno hostil para la práctica enfermera: en la etapa religioso-institucional y en la pre-profesional de la Enfermaría (Benavent Garcés y col, 2003). A pesar de las dificultades que encuentran en su camino, nunca desisten en su lucha por el avance en los cuidados o la educación, partiendo de la observación y modificación de su entorno más inmediato.

Isabel Zendal

Contexto socio–político

La vida de Isabel Zendal se desarrolló a finales del Antiguo Régimen, que en Galicia perduró más allá del 1789. El sistema político estatal era la monarquía con una nueva clase social en auge, la burguesía. Entre 1770 y 1812 se produjo un empobrecimiento general de la población, que causó la reactivación de la emigración. En ciudades como Ferrol, Betanzos o A Coruña la población se incrementó en un 39,6% (Eiras Roel, 1997).

En ese tiempo, en Galicia como en el resto de España, la escolarización femenina era muy baja y ligada a la clase social. Las niñas se incorporaban precozmente al mundo laboral para trabajar en el servicio doméstico como ama mayor, moza de huerta o criada de cocina (Dubert García, 2005), en la industria textil y en el sector pesquero de la salazón (Rey Castelao, 1994). En 1752, en A Coruña, el 16% de las mujeres tenía alguna actividad remunerada (Rey Castelao, 1994). El grupo de edad mayoritario de las mujeres que emigraban a la ciudad oscilaba entre 16 y 40 años; iban en busca de una oportunidad laboral a una ciudad que demandaba mano de obra joven y barata ya que las profesiones femeninas no necesitaban de cualificación (Sampayo Seoane, 1999).

En España, Carlos I, defendió el catolicismo frente a la reforma de Lutero, razón por la que los grupos seglares y las órdenes religiosas siguieron siendo las encargadas de proporcionar los cuidados y atención a los enfermos. El trabajo de los grupos seglares en los hospitales estaba reglado, con descripción detallada de funciones, actividades y retribuciones. Las órdenes religiosas estaban encargadas de la asistencia directa a los enfermos; merecen especial mención los Hermanos de San Juan de Dios y los Hermanos Obregones, dedicados al cuidado de enfermos, pobres y niños desvalidos (Martínez Martín y Chamorro Rebollo, 2017).

En Galicia, al igual que en el resto de España y de Europa, la mortalidad infantil era elevada y estaba condicionada por la ausencia de leyes que protegieran a los niños. La poca legislación existente estaba vinculada a las instituciones eclesiásticas, situación que empezó a cambiar con la difusión de los ideales liberales vinculados a la Revolución Francesa. En 1796, la Legislación para la Policía General de Expósitos, estableció determinadas instituciones destinadas a la exposición, elaboró estadísticas de mortalidad y demandó respeto para la persona que expone (Atalaya Criado, 2015). En 1812 la Constitución de Cádiz estableció el sistema liberal de beneficencia.

En A Coruña, durante el periodo de Isabel Zendal, destacaron dos instituciones sanitarias: El Hospital de las Angustias o del Buen Suceso (Salvador Montiel y Ruíz Lamas, 2011), regido por los Hermanos Obregones hasta 1822, del que fueron expulsados por la, supuestamente, mala atención a los enfermos y los excesos económicos (Rodríguez Feijóo y González Iglesias, 2019). Y el Hospital de la Caridad, fundado en 1794 con bienes de Teresa Herrera, al que se le unieron la Inclusa y un hospicio o casa de Misericordia. Tras su fundación, todo el conjunto pasó a depender, económicamente, de limosnas y donaciones (Fernández-Fernández, 1995).

Aunque las funciones de cada cargo y departamento en el Hospital de la Caridad no fueron definidas hasta 1838 en el que se redactó el “Reglamento para el gobierno económico del Hospital de Caridad de la Coruña” (González Guitián y col, 2000). Podría deducirse, de los archivos consultados que, las funciones asumidas por los trabajadores del Hospital de la Caridad habrían sido similares a las que estableció dicho reglamento. Según el Reglamento, el practicante estaba supeditado “a las órdenes inmediatas de los Médicos y Cirujanos de visita” se encargaba de administrar la medicación, aplicar tratamientos tópicos, realizar la cirugía menor, curas, controlar la higiene del material y observar la evolución de los diferentes procesos. Las funciones del enfermero eran la limpieza del lugar, aseo y cuidado de los expósitos. Estaban supeditados a los facultativos y, en su defecto, al practicante. Las funciones de la rectora eran el cuidado, limpieza del entorno, aseo, vestimenta y educación de los expósitos (Ayuntamiento Constitucional de A Coruña, 1838), cuyos motivos de exposición eran variados:

  • -Hijos legítimos cuyos progenitores estaban en dificultades y precisaban exponerlos durante un tiempo.

  • -Hijos de madres solteras que alegaban dificultades económicas o problemas de salud.

  • -Hijos de prostitutas.

  • -Hijos ilegítimos de personas de origen social elevado, donde un hijo podía comprometer esta posición.

En el período comprendido entre el 26 de mayo del 1793 y el 25 de diciembre del 1803, la Casa de Expósitos acogió a 1081 expósitos. De éstos, 898 fueron llevados al torno, 12 recogidos a la intemperie, 41 acogidos desde el cuarto de partos secreto de la propia institución, 1 de la cárcel, 32 recogidos y 7 entregados. La mayor parte superaban el lustro de edad, pero también consta la presencia de varias criaturas alrededor de los 3 años. En esta institución la mortalidad antes de los 3 años era de 61,5% (López Picher, 2006), mientras que en Galicia era del 30% (Eiras Roel, 1997).

Biografía (1772– ?)

Aunque no se conoce la fecha exacta de su nacimiento, se sabe que Isabel Zendal nació a mediados del año 1772, en la parroquia de Santa Mariña de la Parada, ayuntamiento de Ordes, A Coruña. Se desconoce la fecha de su fallecimiento en Puebla, México (López Mariño, 2018a).

Su primera etapa vital se desarrolló en el seno de una familia rural, humilde, con una menguada economía familiar, como demuestra el hecho de que los padres sean enterrados cómo pobres de solemnidad (López Mariño, 2018b).

En 1788 se produjo la muerte de la madre, por lo que tuvo que asumir responsabilidades en el cuidado familiar. Posteriormente, en los primeros tiempos de su estancia en la ciudad de A Coruña, trabajó como criada y tuvo que cuidar a la dueña de la casa cuando enfermó de viruela. Probablemente durante ambos procesos, adquirió conocimientos y desarrolló habilidades para los cuidados que le fueron útiles en el cargo de rectora de la Casa de Expósitos ya que no se han encontrado documentos en los que conste su escolarización ni tampoco aparece su firma en ningún documento de la Casa de Expósitos.

El primer censo en el que Isabel Zendal figura inscrita como habitante de A Coruña, es del 1794. El 26 de mayo de 1796 comenzó a trabajar en la Casa de Expósitos. El 23 de marzo de 1800 fue nombrada rectora tal como se observa en la contabilidad de ese mes (López Mariño, 2018b). El 27 de noviembre de 1803 cesó su actividad en el Hospital de la CaridadI para incorporarse al equipo profesional de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (REFV) (Ramírez Martín y Tuells, 2007).

La Real Orden promulgada por Carlos IV, el 14 de octubre de 1803,I permitió que Isabel Zendal se incorporase a la expedición ante la necesidad de incluir una mujer de probidad. Esta necesidad partió de la reticencia de los padres a dejar que sus hijos fueran cuidados por varones. Esta propuesta ofreció a Isabel Zendal beneficios económicos y le proporcionó la posibilidad de estar con su hijo Benito.

Su función durante el viaje fue, además del cuidado de los niños, separar en todo momento a los niños vacunados de los no vacunados (Ramírez Martín y Tuells, 2007) ya que el método de vacunación que se emplea en la REFV consistía en la inoculación de los virus atenuados de la enfermedad a personas sanas (Veiga de Cabo y col, 2007), en este caso, a 22 menores que no habían sufrido la enfermedad (Torrijos Duro, 2014). La primera pareja sería inoculada en el brazo con virus procedente de otra pústula. Pasados 10 días, cuando esta pareja había desarrollado nuevas pústulas, la sustancia sería extraída e inoculada en el brazo del siguiente par de niños.

Este viaje comenzó el 30 de noviembre en A Coruña, a bordo de la embarcación “María Pita” (Ramírez Martín, 2003). Llegados a Puerto Rico en 1804, se desplazaron a Caracas y la expedición se dividió en dos grupos. El grupo de Balmis, completado por Crespo e Isabel Zendal, continuaron la vacunación por Cuba, Guatemala, México, Filipinas, Cantón, Macao y Santa Elena (Ramírez Martín, 2004). La expedición llegó al archipiélago de Chiloé, su última escala, en enero de 1812. Durante este período se puede seguir la pista de Isabel Zendal mediante los documentos que confirman el pago de varios salarios en el marco de la REFV. El último del que existe constancia fue en 1811. Desde ese momento se dejan de encontrar referencias de Isabel Zendal pero, por los reconocimientos que se le concedieron en México tras su muerte, se deduce que también allí desempeñó un papel importante (López Mariño, 2018b). Isabel Zendal fue la única mujer que formó parte del equipo profesional del proyecto de lucha contra el Variola virus (Tuells y Duro-Torrijos, 2015).

Florence Nightingale

Contexto socio-político

Entre 1760 y 1840, Inglaterra estaba en plena Revolución Industrial (Hobsbawm, 1998). La industrialización afectaba a toda la sociedad. El trabajo mecanizado en las fábricas y la ausencia de relaciones entre patrones y obreros provocó una visión utilitarista de la persona y generó una nueva burguesía (de empresarios y banqueros) y un numeroso grupo obrero al que se incorporaron mujeres y niños que trabajaban con horarios excesivos, en condiciones insalubres y por ínfimos salarios. Estas malas condiciones de trabajo causaron un importante incremento de mortalidad y morbilidad, lo que obligó a desarrollar las leyes de protección social que caracterizaron este periodo histórico (Martínez Martín y Chamorro Rebollo, 2017).

Debido los bajos salarios, muchas mujeres junto a sus hijos, abandonaron el campo para emplearse en las grandes ciudades, en el sector industrial y doméstico.

El creciente interés por los niños tras la Revolución Francesa, llevó a grupos de ciudadanos a fundar escuelas de párvulos para niños pobres y para los hijos de las trabajadoras donde los niños y, en número menor las niñas, podían aprender; escuelas que darían paso a la escolaridad obligatoria y gratuita (DeMause, 1982). No obstante, la educación de la clase alta y media era impartida, preferentemente, en el hogar. A la mujer se le enseñaba a leer, escribir, gramática, historia, aritmética, geografía, arte y música. Aunque poco a poco se intenta equiparar la educación de la mujer a la del hombre, es en este en el que se pone mayor esmero y, con frecuencia, eran los que dejaban el hogar para formarse en un internado. En la lucha por la igualdad se crea un sindicato a tal fin, donde sus líderes promovieron el acceso a la educación de las mujeres de los estratos más bajos, llegando incluso algunas a incorporarse al ámbito universitario (Castro-Molina, 2016).

Debido al triunfo del protestantismo, en el norte de Europa, las órdenes religiosas se dispersaron. La responsabilidad de los cuidados pasó a manos de personal seglar de los estratos más bajos de la sociedad a cambio de alimento y cama. Eran mujeres prostitutas, antiguas presidiarias, alcohólicas; carentes de experiencia y formación. Los cuidados llegaron al nivel más bajo de la historia en la etapa conocida como “Época oscura de la Enfermería” (Benavent Garcés y col, 2003).

Factores del concepto salud y enfermedad que antes no se tenían en cuenta como el entorno, vivienda, profesión, clase social y nivel de acceso a los servicios de salud adquirieron importancia. Esto es relevante porque, en el epicentro de las ciudades industriales, muchas personas cohabitaban hacinadas en viviendas mal iluminadas y ventiladas, carentes de agua potable y de un sistema de recogida de aguas. Esto provocó la propagación de múltiples epidemias como las de tuberculosis, el cólera y la fiebre tifoidea (Canales Gil, 1994).

Los avances de la biología y de la física, unidos a los descubrimientos de Pasteur y de Koch, permitieron la evolución de la sanidad (Benavent Garcés y col, 2003).

Con Florence Nightingale comienza la etapa técnica de los cuidados. Al fundamento religioso se le suman elementos científicos.

Biografía (1820–1910)

Florence Nightingale nació el 12 de mayo de 1820, en Florencia y falleció el 13 de agosto de 1910 en Londres (Young y col, 2011).

Como correspondía a su época y clase social, recibió una amplia educación: música, lenguas modernas, matemáticas, filosofía, historia, griego y latín. De fe anglicana, su vida estuvo marcada por mantener un vínculo estrecho con la religión llegando a referir apariciones (Ayuso Gil, 2007).

En el decenio de los veinte a los treinta años pidió permiso para trabajar en la Clínica Salisbury. Sus progenitores rechazaron esta propuesta y la recondujeron a un camino más “propio” para una mujer, donde la aportación principal era formar una familia. Conviene recordar la concepción social sobre la enfermería que había en esa época, sobre la que Florence Nightingale escribió: “Para ellos es como si decidiera ser ayudante de cocina” (Ayuso Gil, 2007).

En 1849 Florence Nightingale viajó por Grecia y Egipto. Al regreso realizó una visita a Kaiserswerth donde el matrimonio Fliedner había fundado, en 1836, una escuela, orfanato y hospital (Cordeiro Rodríguez, 2018) a dónde, posteriormente, volvió para formarse. Completó su formación en otros hospitales de Gran Bretaña y Europa. En el año 1853 visitó el Hospital Lariboisière en París, donde le asombró la arquitectura y la distribución de los espacios. La organización se basaba en la Teoría de los miasmas de Lariboisiére (Attewell, 1998). Observó conceptos como ventilación e iluminación natural que incluirá, a posteriori, en Notas de Enfermería: qué es y qué no es (Nightingale, 1995). Durante este proceso de aprendizaje tomó conciencia de la discriminación que sufren las mujeres: “La mujer está en desequilibrio. Su educación para la acción va al mismo ritmo que su enriquecimiento intelectual” (Ayuso Gil, 2007). Posteriormente, comenzó a trabajar en un sanatorio destinado a señoras de la alta sociedad londinense, donde ocupó el cargo de directora hasta su marcha a Crimea el 18 de octubre de 1854.

En Crimea, factores como el hambre, el frío y las enfermedades infecciosas se llevaron por delante más vidas que la propia guerra (Ayuso Gil, 2007). El Secretario para la Guerra Sidney Herbert decidió, en este contexto, introducir un equipo de 38 enfermeras, de las que 14 procedían de hospitales y 24 de instituciones religiosas, lideradas por Florence Nightingale tras ser nombrada Superintendente del Cuerpo Femenino de Enfermeras de las Fuerzas Inglesas (Martín González, 2014). Un hito pues ninguna mujer había ocupado previamente un cargo oficial en el ejército.

En 1855 inició una campaña para recolectar fondos destinados a la reforma de los hospitales civiles y para la creación de una escuela de enfermeras.

Al terminar la guerra en 1856, Florence Nightingale volvió a Inglaterra. A su vuelta se dio cuenta de la despreocupación por investigar las 16.000 muertes provocadas por causas ajenas al conflicto bélico en Crimea (Ayuso Gil, 2007). Causas que se intuye que estarían relacionadas con condiciones de insalubridad tales como el hacinamiento y la ausencia de una adecuada higiene, limpieza, ventilación e iluminación (Coates, 2000).

En 1857 contactó con Sidney Herbert para que se formara la Comisión Real con el fin de demostrar la gestión deficiente de los hospitales y elaborar estadísticas sobre mortalidad. Las conclusiones que obtuvo sobre la incidencia de las condiciones higiénicas en la muerte de los soldados en Escutari fueron muy importantes para justificar el trabajo de esta comisión. La presentación de las estadísticas la realizó con el Diagrama de Área Polar, conocido como “La Rosa de Nightingale” (Álvarez y col, 2018). Este hecho le reportó la inclusión en la Royal Statistical Society en 1860, convirtiéndose en la primera mujer integrante de esta sociedad.

En 1859, en consenso con el Fondo Nightingale, sentó las bases de la creación de una escuela de enfermeras.

En 1860 se abrió la escuela Nightingale School Trainning, que dirigió desde el 1866 hasta su retirada en el 1887. Esta escuela tenía dos principios redactados por la propia Florence Nightingale:

The principles of this school maybe shortly said to be as follows: That nurses should have their technical training in hospitals specially organised for the purpose; that they should live in a “home” fit to form their moral life and discipline (Nightingale, 1892).

Ese mismo año, en Fort Pitt Chatham, se fundó la Escuela de Medicina Militar del Reino Unido cuyo objetivo, propuesto por Florence Nightingale, era la reforma, educación y formación práctica del cuerpo militar estatal en materia de sanidad.

En 1863 inició un estudio estadístico sobre los efectos de la escolarización en la salud de los niños de las colonias inglesas. En 1869 retomó la formación de enfermeras apostando por una formación teórico-práctica y laica (Ayuso Gil, 2007).

En 1872 su situación de salud empeoró notablemente. Desde este momento se centró en la investigación y en la formación.

Nuestro objetivo en este estudio ha sido documentar el paralelismo en los cuidados enfermeros administrados por Isabel Zendal y Florence Nightingale durante su estancia en el Hospital de la Caridad y en Escutari.

Metodología

Este trabajó partió de la percepción de que Isabel Zendal había realizado cuidados enfermeros que, casi un siglo después, también puso en práctica Florence Nightingale. Se establecieron como cuidados enfermeros sólo aquellos cuidados relacionados con las necesidades básicas fisiológicas, el entorno, formación y seguridad.

Para dar respuesta a esta idea se realizó una revisión bibliográfica narrativa a través de fuentes secundarias y una investigación histórica mediante la observación documental y hermenéutica de las fuentes primarias.

Para la localización y selección de las fuentes primarias se consultaron el Arquivo da Deputación da Coruña y el Arquivo Histórico Municipal da Coruña. Para localizar las fuentes secundarias se utilizó el buscador Google académico y se consultaron las siguientes bases de datos: Cuiden, Scielo, y Dialnet. Se emplearon como descriptores: “Isabel Zendal”, “Ysabel Zendal”, “Isabel Sendalla”, “Ysabel Sendalla”, “Isabel Sendalia”, “Ysabel Sendalia”, “Isabel Zendal Gómez”, “Ysabel Zendal Gómez”, “REFV”, “Real Expedición Filantrópica Vacuna”, “Vacuna”, “Florence Nightingale”, “Florence”, “Nightingale”, “Dama de la lámpara”, “Lady of the lamp”, “Guerra de Crimea”, “Crimean War” y los operadores booleanos AND y OR.

Se consideraron como criterios de inclusión los artículos cuya temática hiciese referencia a Isabel Zendal o Florence Nightingale y que estuviesen disponibles a texto completo. Se excluyeron aquellos artículos en idiomas distintos a gallego, castellano o inglés.

Resultados-Discusión

Isabel Zendal vivió al final del Antiguo Régimen en Galicia. En España, el protestantismo no había triunfado. Esto permitió que las órdenes religiosas, dedicadas al cuidado y a la atención de los enfermos, continuasen realizando dicha labor. El concepto de salud y de enfermedad tenía un valor religioso. La existencia de la enfermedad era interpretada como premio o castigo, nacida en los designios divinos. La orientación que se le daba a los cuidados era caritativa (Benavent Garcés y col, 2003).

Florence Nightingale procedía de la aristocracia, vivió en el marco de la Revolución Industrial y científica, en un momento en el que la religión y fenómenos sobrenaturales dejaban de ser las causas de enfermedad y daba paso al positivismo que prescribía la indagación mediante procesos racionales y científicos (Siles, 1999).

Consideramos que las diferencias sociales, políticas, económicas y religiosas condicionaron una manera de entender y dar los cuidados enfermeros muy diferentes en el entorno de cada una de ellas. Aún así, y a pesar de la distancia en el espacio y en el tiempo, tras el análisis de los datos obtenidos pensamos que existen similitudes en cuanto a los cuidados dados por ambas enfermeras. [Tabla 1]

Tabla 1.  Paralelismo de cuidados enfermeros entre Isabel Zendal y Florence Nightingale. 

CUIDADOS I. ZENDAL F. NIGHTINGALE
Alimentación - Aumento del presupuesto.
- Diferencia entre alimentación de sanos y enfermos.
- Diferente alimentación en días comunes y festividades.
- Ingesta de agua en las comidas.
- Inversión en útiles de cocina.
- Aumento del presupuesto.
- Diferencia entre alimentación de sanos y enfermos.
- Ingesta de agua en las comidas.
- Inversión en útiles de cocina.
Eliminación - Aumento del presupuesto para la compra de orinales. - Separación de los aseos del resto de las instalaciones.
- Compra de orinales.
Ejercicio y ocio - Importancia de la actividad física en la salud: tiempo de juego. - Importancia de la actividad física para la salud: gimnasios para la recuperación y mantenimiento de la condición física.
Descanso - Busca de un descanso adecuado en los períodos de enfermedad y recuperación. - Descanso adecuado en los períodos de enfermedad y recuperación
Vestido y ropa - Sección propia en los presupuestos mensuales.
- Aumento de inversión en ropa de vestir y ropa de cama.
- Confección de diferente ropa en lana propia institución vestir y ropa de cama.
- Aumento de la inversión en ropa de vestir y ropa de cama.
- Confección de diferente ropa en el propio hospital militar.
Higiene - Compra de material específico para la higiene personal y útiles específicos para tratar la tiña. - Compra de material específico para la higiene personal.
Seguridad - Remedios basados en las creencias: levantar la paletilla, tomar aires, friegas.
- Gasto en Botica.
- Iluminación, erradicación de roedores, celosías en las ventanas.
- Ventilación.
- Limpieza.
- Eliminación de bancos de pared como lucha contra roedores.
Formación - Niños: Escritura y lectura.
- Niñas: calceta y costura.
- Mobiliario cómodo para las aulas.
- Creación de salas de lectura en los hospitales.
- Maestros para educar a los iletrados.
Entorno - Compra de útiles de limpieza para lo entorno.
- Desinfección de paredes.
- Lavandería institucional.
- Utilización de lavanda.
- Combustión de leña para mantener el ambiente cálido.
- Compra de útiles de limpieza para lo entorno.
- Desinfección de paredes.
- Lavanderías en los hospitales.
- Calefacción.

Como rectora de la inclusa, Isabel Zendal, durante los primeros meses llevó a cabo una serie de actividades que afectaron a diversos ámbitos: arquitectura, seguridad de la propia institución, alimentación, higiene y eliminación de escretas, aseo, actividadades de ejercicio y ocio; ropa y vestido, cuidados en la enfermedad y educación.

Las primeras semanas en el Hospital Militar de Escutari, al no ser aceptadas por el cuerpo médico, Florence Nightingale y las enfermeras se dedicaron a la confección de camisas, almohadas y cabestrillos. A partir del quinto mes, al igual que había hecho Isabel Zendal en la Casa de Expósitos, intervino en arquitectura, limpieza y seguridad del entorno, eliminación de excretas, alimentación, higiene y aseo, actividades de ocio, ropa y vestido.

Arquitectura, mobiliario y seguridad del entorno

Isabel Zendal promovió el arreglo del tejado, eliminación de goteras, reforma de varias dependencias del centro y la división de un espacio amplio para crear dos habitaciones separadas, una para las niñas y otra para los niños. Se instalaron faroles y celosías en las ventanas para que los niños no cayesen a la calle.II “Composición de las camas y habitación de las piezas que han destinado por la Junta para los Expósitos a fin de que esté reparado, hemos gastado: 109 de esta forma: 300 clavos para camas, 5 días ocupó hacer las camas, 1 c. un averado, 1 albañil y 2 peones”.II

El 18 de octubre de 1854 llegó Florence Nightingale al Hospital Militar de Escutari. Era un hospital para 1.700 pacientes y había 4.000. Las condiciones alimentarias, higiénicas y sanitarias eran deplorables, el hospital carecía de cualquier tipo de mobiliario. Existe constancia de la ausencia de sábanas, mobiliario, toallas, escobas, cepillos, platos e incluso zapatos (Ayuso Gil, 2007). No había luz ni velas. Las ratas y las pulgas atestaban el lugar. Para la prevención de enfermedades infecciosas, Florence Nightingale basó la actuación en la limpieza del entorno, aspecto en el que se observaron más cambios. Uno de los primeros pedidos, cuando se encargó de la organización, fue de 200 cepillos, tela de saco para fregar el suelo, escobas y paños. Dio valor a la limpieza de los sumideros del hospital y a la desinfección de las paredes. Eliminó los bancos de pared en los que anidaban ratones. Además, institucionalizó lavanderías y, al igual que Isabel Zendal, reformó y reorganizó los espacios

Alimentación

El Hospital de la Caridad tenía dentro de los presupuestos una sección para la lactancia. Con Isabel Zendal como rectora se creó, además, una sección propia mensual para alimentación.

El gasto diario en “libras de carne, berdura y libras de pan de peneira” era una constante.III Se daban tres comidas al día. A los mayores les correspondían tres cuarterones (350 gramos) diarios de pan, a los de menor edad, dos (250 gramos). El desayuno eran sopas de pan. El almuerzo y la cena combinaban carne, verduras y patatas, garbanzos, arroz, cebada o sémola. Otros ingredientes habituales eran la sal, aceite, vinagre, mantequilla, azafrán, unto, vino, chocolates, huevos, chufas o almendras. En ocasiones especiales como Pascua o Navidad, las comidas variaban e incluían manzanas en vino, pescado, canela, castañas.III Se registraron compras de tijeras, calderos, pucheros de barro, 12 cucharas, una olla grande, pinzas, cucharas de madera, diez tazas de madera y jarras de agua “por la composición de Jara de oja de lata, en donde beben el Agua”.III

Florence Nightingale, en el hospital de guerra, cambió una alimentación impuntual y mal cocinada por alimentación puntual y bien cocinada (Ayuso Gil, 2007). Adquirió platos, tijeras, cuchillos, tenedores, cucharas y vasos (Fee y Garofalo, 2010). Además, consiguió abastecimiento regular de carbón, imprescindible en la cocina y que escaseaba hasta su llegada (Ayuso Gil, 2007).

A la vista de estos datos consideramos que ambas dieron gran importancia no solo al alimento en sí, sino que también valoraban aspectos rituales de la alimentación para mantener y restablecer la salud.

Higiene

Otro de los aspectos en los que ambas enfermeras coincidieron es en la valorización de la higiene.

De los archivos revisados se puede deducir el empeño de Isabel Zendal en mejorar las condiciones higiénicas del medio. Intentó mejorar las instalaciones y condiciones higiénicas para la eliminación de las excretas. Para la limpieza se compraron escobas, cepillos, sosa, jabón, calderos, pipas de agua y sacos de cal para blanquear los cuartos de los expósitos. Fueron frecuentes, en las anotaciones de los presupuestos, compras para el aseo personal como cepillos y pinzas de hierro para quitar las raíces de la tiña a los expósitos.II y la compra de orinales: “2 urinarios de barro por valor de 2 reales y 12 maravedís”.II

Los documentos sobre Florence Nightingale muestran compras similares para prevenir infecciones a través de la eliminación de excretas, higiene y aseo personal de los soldados. Está registrada la compra masiva de orinales. Separó los aseos del resto de zonas. Para la higiene personal adquirió palanganas, toallas, jabón, peines y cepillos de dientes (Coates, 2000).

Ropa y vestido

Cuando llegó Isabel Zendal a la inclusa, las condiciones higiénicas de la ropa de los expósitos eran desastrosas. Con ella, la limpieza de la ropa y vestido pasó a tener una división propia en la contabilidad mensual. Para el lavado de la ropa se institucionalizó una lavandería. Hay referencias de compra de espliego “por brazadas” (López Mariño, 2018a). La ropa de vestir pasó de comprarse fuera de la institución a coserse en la inclusa, como demuestran los pagos al sastre, a la rectora “por echura” y “por composición” y al zapatero.II La ropa era de lana, algodón o lino con variedad de colores. Entre la vestimenta se encontraban: calzoncillos, enaguas, justillos, pañuelos de la cabeza, chalecos, chaquetas, camisas, gorros, sombreros, pañales, fajas, mantillas, etc. En los archivos consultados se observaron gastos “en la composición de ropas hemos gastado este mes, con inclusión de el ylo consumido 6 reales, 16 maravedíes”, “en la composición de lana de uso, el ylo y 6 barras de cinta de ylo 8 reales 14 marabedís, 3 docenas de votones por valor de 2 reales 4 marabedís, juegos agujas de calcetar, galón de seda, 162 reales por hechura de toda la ropa”.II En ropa de cama, confeccionaron sábanas, jergones, colchas y mantas.

Florence Nightingale, al llegar a Escutari, observó que la vestimenta de los soldados no se lavaba. Alquiló una casa en Escutari para usarla como lavandería, lo que aumenta la similitud con Isabel Zendal, Además, ordenó la fabricación de camisas, almohadas y cabestrillos. Ya en las primeras semanas constan solicitudes de ropa por 27.000 camisas, 2.000 calcetines, 500 calzoncillos, pantalones, botas, batas, toallas y zapatillas (Ayuso Gil, 2007).

Formación, actividad, ejercicio y ocio

Todo parece indicar que Isabel Zendal y Florence Nightingale compartían la idea de la importancia de la formación y el conocimiento para el futuro.

La actividad formativa en la Casa de Expósitos fue constante, como se verifica la sección de salarios del Libro de Cuentas en la C-1584 “48 reales a la maestra de niñas por el mes”.II Los niños recibían formación sobre escritura y lectura, las niñas calceta y costura. Posteriormente, entre los 13 y 14 años, recibían formación para su inclusión en el mundo laboral:los niños como criados domésticos, aprendices o salidas voluntarias para acceder a los tambores del Ejército y las niñas como empleada domésticas.

Cuando Isabel Zendal entró como rectora, compró bancos, tablas para los pies, cestos de mimbre, cuadernos de papel y pliegos de papel sellado.

Florence Nightingale solicitó un maestro para la formación básica de los iletrados.

Las actividades de ocio empezaron a adquirir importancia, especialmente en los niños. Aspecto que ambas enfermeras tuvieron presente.

Una y otra vivieron épocas en las que, por distintos motivos, el ocio estaba mal visto. Pese a ello las dos dieron importancia a esta necesidad básica del ser humano. En la casa de Expósitos, tanto las niñas como los niños disfrutaban de tiempo diario de juego. En Escutari, Florence Nightingale, instaló salas de juegos, recreo y salas de lectura para los convalecientes. Introdujo el ejercicio físico como una actividad importante para el mantenimiento de la condición física y/o recuperación de la misma, por lo que mandó construir gimnasios.

Cuidados en la enfermedad

Para Isabel Zendal, el primer paso tras recoger al expósito era observar su estado de salud. Si se consideraba necesario, se reclamaba la presencia del médico, cirujano o capellán.IV A continuación, se le lavaba con agua tibia, vino y jabón. Posteriormente, se arropaba, ya que muchos de ellos eran expuestos en el torno vestidos únicamente con harapos, y se les daba alimento. En caso de muerte inminente se aplicaba auxilio espiritual. Como el abandono se practicaba generalmente de noche, a la mañana siguiente, los expósitos eran bautizados en la parroquia de San Nicolás. Finalmente, se entregaban al ama de cría (López Mariño, 2018a).

Con Isabel Zendal los cuidados que se daban en la enfermedad eran creenciales “levantar a paletilla, friegas de aguardiente o vino o “tomar aires”, “afeitar 2 veces la cabeza a los expósitos a causa de tenerla mala”.II Aunque también se creó una sección específica en los presupuestos mensuales para botica.

Florence Nightingale, influida por las ideas positivistas, sustituyó los cuidados creenciales por cuidados de acuerdo a los conocimientos científicos del momento y adquiridos durante su formación. Basó la organización de los cuidados en la Teoría de los miasmas de Lariboisiére (la enfermedad nacía de los espacios sucios y cerrados) (Attewell, 1998).

Con el objeto de conseguir una pronta recuperación de los niños y soldados enfermos y, teniendo en cuenta los recursos culturales del momento y lugar, ambas mujeres prestaron especial atención a la alimentación.

Según los archivos consultados del Hospital de la Caridad, durante la enfermedad de los expósitos se modificaba la alimentación: mayor cantidad de pan refinado, carne y sopa, guisos de carne, chocolate y vinoII “dos y media de carne para los niños enfermos” o “berdura para los expósitos que están curados y no comen dieta”.II Los soldados enfermos en Escutari recibían suplementos de sopas, vino o conservas de frutas (Ayuso Gil, 2007).

Isabel Zendal procedía de los estratos más bajos de la sociedad gallega, con una mentalidad social aún vinculada al Antiguo Régimen. Con su trabajo ayudó a mantener la vida de decenas de niños en el Hospital de La Caridad. Su participación en la REFV hizo posible el inicio del camino hacia la erradicación de la viruela a nivel mundial.

Influida por la obra de Ernesto Rusca, pionero en la instrucción-profesionalización de la enfermería desde postulados científicos (Hernández Conesa, 2014), Florence Nightingale estableció las bases de la enfermería moderna y defendió la necesidad de reformar el sistema sanitario británico.

Aunque procedían de distinto estrato social, ambas tuvieron que enfrentarse a entornos hostiles. Por el hecho de ser mujer recibieron negativas para cumplir sus expectativas. Desarrollaron su trabajo en un momento en el que la profesión enfermera carecía de prestigio y no precisaba de formación específica. Las dos dirigieron y organizaron instituciones: Isabel Zendal como rectora de la Casa de Expósitos y Florence Nightingale en la dirección del Establishment Gentlewomen During Illnes y del hospital militar durante la Guerra de Crimea. Dos circunstancias históricas diferentes que determinan las condiciones vitales de cada una de ellas.

Conclusiones

Nuestra hipótesis inicial y los resultados obtenidos ponen de relieve que, aunque en diferentes épocas, por motivos diferentes y con un concepto de salud-enfermedad muy distinto, existe un paralelismo en las necesidades detectadas y en los cuidados dados por Isabel Zendal y Florence Nightingale.

Tanto Zendal como Nightingale destacaron por su capacidad para observar el entorno, detectar las necesidades y dar cuidados enfermeros.

Isabel Zendal adquirió los conocimientos en cuidados de una forma intuitiva, por imitación y por transmisión oral. Mientras que Florence Nightingale, por su posición social, tuvo acceso a una educación esmerada, largos viajes y estudios de enfermería en el Instituto Kaiserswerth y con las hermanas de la Caridad en París. Isabel Zendal, sin ningún tipo de formación, llevó a la práctica de forma empírica cuidados que, seis décadas después, tras un recorrido académico y científico, pondría en práctica Florence Nightingale.

La participación de Zendal fue clave para el éxito de la REFV. Hizo posible el inicio del camino hacia la erradicación de la viruela a nivel mundial. Nightingale además de mejorar las condiciones sanitarias de los soldados ingleses, terminó con la Etapa Oscura de la Enfermería dando paso a la Etapa Profesional.

Llama la atención el diferente reconocimiento que se le otorgó a cada una de ellas. Mientras que Nightingale goza de reconocimiento a nivel mundial, Zendal fue, hasta hace unos pocos años, una persona totalmente desconocida no solo en España, sino también en Galicia. Creemos que lo que determinó esta diferencia fueron los factores sociales, educativos y económicos de ambas.

Bibliografía

1. Álvarez, Juan Pablo;Guevara, Miguel;Orellana, Carolina (2018). Florence Nightingale, la enfermería y la estadística. Otra mujer fantástica. Revista Medicina Clínica;29(3):372–379. [ Links ]

2. Atalaya Criado, Juan Antonio (2015). Atención de la infancia en la formación del estado liberal en España:una aproximación a la infancia en Tarifa en el siglo XIX (1812-1868) [Tesis]. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Disponible en:http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/tesisuned:Educacion-Jacriado/CRIADO_ATALAYA_JuanAntonio_Tesis.pdf [acceso:20/03/ 2019] [ Links ]

3. Attewell, Alex (1998). Florence Nightingale (1820-1910). Perspectivas:revista trimestral de educación comparada;28(1):173–189. [ Links ]

4. Ayuntamiento Constitucional de A Coruña (1838). Reglamento para el gobierno económico del Hospital de Caridad de La Coruña. 25 de junio;1-58. [ Links ]

5. Ayuso Gil, Encarna (2007). Florence Nightingale. Madrid:Fundación Emmanuel Mounier. [ Links ]

6. Benavent Garcés, María Amparo;Ferrer Ferrándiz, Esperanza;Francisco del Rey, Juana Cristina (2003). Fundamentos de enfermería. 2ªed. Madrid:Difusión Avances de Enfermería. [ Links ]

7. Canales Gil, Esteban (1994). Industrialización y condiciones de vida en Inglaterra:Notas sobre una larga polémica. Investigaciones Histórica;14:171-196. [ Links ]

8. Castro-Molina, Francisco J (2016). La enfermera victoriana:género e imperio. Cultura de los Cuidados;20(46):94-101. Disponible en:http://dx.doi.org/10.14198/cuid.2016.46.09 [acceso:20/03/2019] [ Links ]

9. Coates, Tim (editor) (2000). Florence Nightingale and the Crimea, 1854-55. United Kingdom:The Stationery Office. [ Links ]

10. Cordeiro Rodríguez, Mónica (2018). Formación de Florence Nightingale en la institución de las diaconisas de Kaisersweth:análisis de documentos originales. Revista Iberoamericana de Educación e Investigación de Enfermería;8(1):27–35. [ Links ]

11. DeMause, Lloyd (1982). Historia de la infancia. Madrid:Alianza Editorial. [ Links ]

12. Domínguez-Alcón, Carmen (1981). Historia de la enfermería catalana. Revista Rol de Enfermería;(42-43):57-58. [ Links ]

13. Dubert García, Isidro (2005). Criados, estructura económica y social y mercado de trabajo en la Galicia rural a finales del antiguo régimen. Historia Agraria;35:9-26. [ Links ]

14. Eiras Roel, Antonio (1997). El régimen señorial en Galicia a finales de la Edad Moderna:evaluación. Obradoiro Historia Moderna;6:7-46. [ Links ]

15. Fee, Elizabeth;Garofalo, Mary (2010). Florence Nightingale and the Crimean War. American Journal of Public Health;100(9):1591. Disponible en:https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2920984/pdf/1591.pdf [acceso:22/01/2019] [ Links ]

16. Fernández-Fernández, Carlos M (1995). Antiguos Hospitales de La Coruña. A Coruña:Editorial Vía Láctea. [ Links ]

17. González Guitián, Carlos;Méndez Pazos, María del Carmen;Pichel Guerrero, María José;Prieto Díaz, Amelia;García Sánchez, Matilde (2000). Hospital de La Caridad de A Coruña:expósitos y sala de partos secretos. Revista Rol de Enfermería;23(6):451-456. [ Links ]

18. Hernández Conesa, Juana María (2014). La historiografía del conocimiento:Florence Nightingale vs. Ernesto Rusca. Temperamentvm 2014;20. Disponible en: http://www.index-f.com/temperamentum/tn20/t2000.php [acceso:6/03/2020] [ Links ]

19. Hobsbawm, Eric John (1998). Industria e imperio:Historia de Gran Bretaña desde 1750 hasta nuestros días. 3ªed. Buenos Aires:Ariel. [ Links ]

20. López Mariño, Antonio (2018a). Isabel Zendal Gómez en los archivos de Galicia. Santiago de Compostela:Parlamento de Galicia. [ Links ]

21. López Mariño, Antonio (2018b). Isabel Zendal Gómez, la enfermera de la primera vacuna. Temperamentvm;14. Disponible en:http://ciberindex.com/c/t/e12229 [acceso:15/01/2019] [ Links ]

22. López Picher, Mercedes (2006). Los primeros años de la inclusa de La Coruña, bajo el patronato de la venerable Congregación del Divino Espíritu Santo y María Santísima de los Dolores (1793-1799). La Iglesia española y las instituciones de caridad. San Lorenzo del Escorial. España:Real Centro Universitario Escorial-María Cristina;14:597-615. [ Links ]

23. Martín González, María Jesús (2014). Florence Nightingale, una figura carismática, mezcla de Ciencia y Misticismo. En:VI Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres. Jaén, 15-31 de octubre de 2014. Jaén:Archivo Histórico Diocesano de Jaén. [ Links ]

24. Martínez Martín, María Luisa;Chamorro Rebollo, Elena (2017). Historia de la enfermería. Evolución histórica del cuidado enfermero. 3ªed. Barcelona:Elsevier. [ Links ]

25. Nightingale, Florence (1892). The reform of sick nursing and the Late Mrs. Wardrioer. British Medical Journal;2(1670):1448. [ Links ]

26. Nightingale, Florence (1995). Notas sobre Enfermería:Qué es y qué no es. Barcelona:Masson. [ Links ]

27. Ramírez Martín, Susana María (2003). La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna en la Real Audiencia de Quito [Tesis]. Madrid:Universidad Complutense de Madrid. [ Links ]

28. Ramírez Martín, Susana María (2004). El legado de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (1803-1810):las Juntas de Vacuna. Asclepio;51(1):33-61. [ Links ]

29. Ramírez Martín, Susana María;Tuells, José(2007). Doña Isabel, la enfermera de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. Vacunas;8(3):160-166. [ Links ]

30. Rey Castelao, Ofelia (1994). Mujer y sociedad en la Galicia del Antiguo Régimen. Obradoiro de historia moderna;3:51-70. [ Links ]

31. Rodríguez Feijóo, Ana Belén;González Iglesias, María Elena (2019). Los Hermanos Obregones en los hospitales de Galicia. Expansión y decadencia. Temperamentvm;15. Disponible en: http://ciberindex.com/c/t/e12614 [acceso:14/02/2020] [ Links ]

32. Salvador Montiel, María Dolores;Ruíz Lamas, Fernando (2011). El régimen administrativo y contable del Hospital de Caridad de La Coruña en el siglo XVIII. Revista Española de Historia de la Contabilidad;8(14):156-178. [ Links ]

33. Sampayo Seoane, Eva (1999). Un refugio tan preciso como interesante a la República:el Hospital de Caridad de Coruña, 1796-1805. Cuadernos de Estudios Gallegos;46:123-148. [ Links ]

34. Siles González, José(1999). Historia de la Enfermería. Alicante:Aguaclara. [ Links ]

35. Torrijos Duro, José Luís (2014). Los inicios de la lucha contra la viruela en España. Técnica e ideología durante la transición de la inoculación a la vacuna (1750-1808) [Tesis]. Alicante:Universidad de Alicante. [ Links ]

36. Tuells, José;Duro-Torrijos, José Luís (2015). El viaje de la vacuna contra la viruela:Una expedición, dos océanos, tres continentes y miles de niños. Gaceta Médica de México;151(3):416-425. [ Links ]

37. Veiga de Cabo, Jorge;De la Fuente Díez, Elena;Martín Rodero, Helena (2007). La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (1803-1810). Medicina y Seguridad del Trabajo;53(209):71-84. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/mesetra/v53n209/original9.pdf [acceso:16/01/2019] [ Links ]

38. Young, Pablo;Hortis De Smith, Verónica;Chambi, María C;Finn, Bárbara C (2011). Florence Nightingale (1820-1910), a 101 años de su fallecimiento. Revista Médica de Chile;139:807-813. [ Links ]

Fuentes archivísticas

IArquivo Histórico Municipal da Coruña. Hospital de Caridad: Caja 1680. serie: Correspondencia (1791-1809).

IIArquivo Histórico Municipal da Coruña. Hospital de Caridad: Caja 1584; serie: Cuenta de Administración de la Caja de Expósitos; Libro 1o (julio 1798-septiembre 1801) y Libro 2o (octubre 1801-diciembre 1803).

IIIArquivo da Deputación da Coruña. Caixa 4.140. Libro 2o de rexistro de Expósitos, Casa Inclusa-Hospital de Caridade (xaneiro 1800-decembro 1803).

IVArquivo Histórico Municipal da Coruña. Hospital de Caridad: Caja 1566; fondo: Beneficencia Social; Libro 1o de registro de altas y bajas de enfermos del capellán del Hospital de Caridad (1795-1808).

Recibido: 18 de Septiembre de 2019; Aprobado: 14 de Julio de 2020

Correspondencia: amalia.conceiro.rua@col.udc.es (Amalia Conceiro-Rúa)

Creative Commons License Publicado bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial (CC BY-NC/3.0).