INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la obesidad como una epidemia de distribución mundial1. La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha sufrido un incremento en las últimas décadas llegando a límites alarmantes. Si las tendencias continúan, la probabilidad de alcanzar el objetivo de detener en el 2025 el aumento de la obesidad es prácticamente nula. La prevalencia de obesidad global alcanzará el 18% en hombres y superará el 21% en mujeres, y la obesidad severa superará el 6% en hombres y 9% en mujeres2. En España, el sobrepeso y obesidad son un importante problema de salud pública. En el grupo de edad de 8 a 17 años, en 2012, la prevalencia de sobrepeso era del 26% y la de obesidad del 12,6%, por tanto, 4 de cada 10 jóvenes sufren exceso de peso3. Se ha comprobado que el excesivo incremento de peso en el niño es un riesgo para el aumento de la obesidad en la futura madurez4, ya que la probabilidad de que un individuo obeso de 6 años llegue a la edad adulta con obesidad supera el 50%5 6. A su vez, el niño activo físicamente tiene una mayor probabilidad de serlo en la madurez, manteniendo su actividad física (AF) durante mayor tiempo7.
La AF es útil en el control y prevención del sobrepeso y la obesidad8 9. La inactividad física durante los primeros años de vida está reconocida actualmente como un importante factor coadyuvante en el incremento de los niveles de obesidad y de otros trastornos médicos graves que se observan en niños y adolescentes de Europa y de otros lugares10 11. Programas escolares basados en fomentar estilos de vida saludables, promocionando una alimentación balanceada y un incremento en la AF, han logrado influenciar positivamente en el índice de masa corporal (IMC) en niños de 6 a 16 años, reduciendo la prevalencia de sobrepeso y obesidad12.
Los centros escolares constituyen un entorno adecuado para la promoción de la AF y la salud, ya que los escolares pasan gran parte del día en él. La clase de educación física y el recreo ofrecen las principales oportunidades de realizar AF dentro del colegio13 14.
Diversos estudios han analizado la influencia del período lectivo y no lectivo de vacaciones y su incidencia en el sobrepeso y obesidad en los niños, comprobándose que el período no lectivo de vacaciones es un momento de riesgo importante para el incremento del porcentaje de grasa corporal y del peso corporal, con mayor relevancia en niños con sobrepeso y obesidad; mientras que el período lectivo escolar produce una desaceleración del incremento de grasa y peso corporal15 16 17 18 19. Sin embargo, las referencias internacionales en cuanto al estado ponderal de población escolar se han basado, en la mayor parte de los casos, en el empleo del IMC como parámetro más operativo y preciso15 16 19.
A partir de las consideraciones anteriores, el objetivo de este estudio fue conocer la variabilidad del IMC de los niños de 8 a 12 años en dos períodos diferentes: el período escolar y el período no escolar de las vacaciones de Navidad, en función de las diferencias existentes entre niños con normopeso, sobrepeso y obesidad.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio descriptivo longitudinal, realizado con una metodología cuantitativa y con recogida de datos de forma prospectiva. Participaron un total de 156 niños (68 niñas y 88 niños) de edades comprendidas entre 8 a 12 años del Colegio de Educación Infantil y Primaria Doctor Fleming de la localidad de Jódar, Jaén (España). La muestra tuvo un carácter de conveniencia y fue no probabilística. Como criterios de inclusión se tuvo en cuenta el no padecer discapacidad física, enfermedad metabólica como diabetes o enfermedad del tiroides, debido al posible efecto de interacción de medicamentos en las ganancias o pérdidas de peso20 21. Los padres firmaron un consentimiento informado de participación voluntaria de los niños en esta investigación e informaron sobre los elementos requeridos para la exclusión de los participantes. El estudio se realizó en cumplimento de las normas de la Declaración de Helsinki (versión 2013) y siguiendo las directrices de la Unión Europea en materia de Buenas Prácticas Clínicas (111/3976/88 de julio de 1990).
Las variables antropométricas recogidas fueron altura, peso e IMC. La altura (m), medida con un tallímetro (Seca 222, Hamburgo, Alemania) con el valor más cercano a 0,5cm. El peso (kg) se registró con una báscula (Seca 634, Hamburgo, Alemania), con el valor más cercano a 0,1kg. El IMC se obtuvo a partir de la fórmula: peso (kg)/altura (m)2. Se tuvieron en cuenta los percentiles 85 y 95 de Sobradillo y Cols. (2004)22 como punto de corte para clasificar a los niños/as con normopeso, sobrepeso y obesidad respectivamente en relación con el IMC, ya que éstos representan en mayor medida a la población española.
Tras la obtención de los permisos oportunos de los centros escolares y del consentimiento informado de los padres, se procedió en primer lugar a la obtención de los datos antropométricos de talla y peso de los niños, y la determinación del IMC corporal. Se realizaron 3 tomas de datos en diferentes momentos, con una separación entre tomas de 20 días. La primera toma se llevó a cabo justo el día previo al período no lectivo de Navidad, la segunda toma al día siguiente de haber finalizado el período no lectivo (20 días de vacaciones de Navidad), y la tercera toma tras 20 días (con respecto a la segunda toma). Todas las tomas de datos se realizaron en las instalaciones y aulas del colegio seleccionado, en la hora previa al recreo escolar (11:00-12:00 horas), sin zapatos y mínima ropa (sin abrigo o jersey), y antes de tomar el desayuno.
Los datos de este estudio se han hallado mediante el programa estadístico SPSS, v.19.0 para Windows, (SPSS Inc, Chicago, EE. UU.). El nivel de significación se fijó en p≤0,05. Las variables fueron descritas con media y desviación típica para variables continuas y porcentajes para variables cualitativas. Se comprobó la distribución normal de los datos y la igualdad de varianzas mediante pruebas de Kolmogorov-Smirnov y contraste de Levene respectivamente. Las diferencias entre grupos se analizaron mediante análisis de varianza con medidas repetidas (ANOVA 3x3) realizando pruebas post-hoc (Bonferroni). El tamaño del efecto se determino mediante Eta2 parcial.
RESULTADOS
Participaron un total de 156 niños de edades comprendidas entre 8 a 12 años (edad = 9,66 [1,20] años), 88 niños (56,41%) y 68 niñas (43,59%), de los cuales 119 niños con normopeso, 18 niños con sobrepeso y 19 niños con obesidad.
En la Tabla 1 se exponen los resultados antropométricos (peso, talla e IMC) de las tres tomas de datos realizadas en los diferentes grupos. En la toma 1 los niños del grupo norpomeso mostraron un IMC de 17,34(2,39)kg/m2, los del grupo sobrepeso 22,21(1,84)kg/m2 y los del grupo obesidad 26,33(1,96)kg/m2. En la toma 2 todos los grupos presentaron un aumento significativo (p<0,05) en los valores del IMC (grupo normopeso: +0,09[0,43]kg/m2; grupo sobrepeso: +0,29[0,46]kg/m2; y grupo obesidad: +0,50[0,70]kg/m2) con respecto a la toma 1. Además, existieron diferencias significativas (p<0,05) entre el grupo con normopeso y obesidad, este último experimentó los mayores incrementos en el IMC (Figura 1). En la toma 3, se observó una disminución en todos los grupos respecto a la toma 2 (grupo normopeso: -0,07[0,51]kg/m2; grupo sobrepeso: -0,17[0,42]kg/m2; y grupo obesidad: -0,08[0,26]kg/m2). Comparando la toma 1 con la toma 3 se observó un aumento del IMC en todos los grupos (grupo normopeso: +0,04[0,56]kg/m2; grupo sobrepeso: +0,11[0,60]kg/m2; y grupo obesidad: +0,38[0,50]kg/m2), mientras que el grupo de obesidad se situó de forma significativa (p<0,05) con valores por encima de la toma 1. En la Figura 2 se puede observar que entre el grupo de normopeso y obesidad existieron diferencias significativas (p<0,05) en el nivel de reducción de los valores de IMC (toma 3 - toma 1).
Variables | Grupos | T1 Media (DE) | T2 Media (DE) | T3 Media (DE) | p-valor (grupo x tiempo) | Eta2 parcial |
---|---|---|---|---|---|---|
G1 | 33,80 (7,61)a | 34,02 (7,58)b | 33,96 (7,63)ab | 0,001 | 0,083 | |
Peso (kg) | G2 | 43,68 (7,21)a | 44,29 (7,64)b | 44,04 (7,67)ab | 0,001 | 0,093 |
G3 | 56,19 (7,48)a | 57,11 (7,32)b | 57,04 (7,31)b | <0,001 | 0,190 | |
p-valor (tiempo x grupo) | <0,001 | <0,001 | <0,001 | |||
Eta2 parcial | 0,496 | 0,511 | 0,507 | |||
G1 | 1,38 (0,08)a | 1,39 (0,08)b | 1,39 (0,08)c | <0,001 | 0,266 | |
Talla (m) | G2 | 1,39 (0,06) | 1,39 (0,06) | 1,39 (0,07) | 0,125 | 0,027 |
G3 | 1,45 (0,07)a | 1,46 (0,07)a | 1,46 (0,07)b | 0,008 | 0,062 | |
p-valor (tiempo x grupo) | 0,005 | 0,005 | 0,005 | |||
Eta2 parcial | 0,067 | 0,068 | 0,067 | |||
G1 | 17,34 (2,39)a | 17,42 (2,42)b | 17,35 (2,42)a | 0,002 | 0,076 | |
IMC (kg/m2) | G2 | 22,21 (1,84)a | 22,49 (2,06)b | 22,32 (2,06)ab | 0,001 | 0,087 |
G3 | 26,33 (1,96)a | 26,72 (1,89)b | 26,64 (2,06)b | <0,001 | 0,137 | |
p-valor (tiempo x grupo) | <0,001 | <0,001 | <0,001 | |||
Eta2 parcial | 0,646 | 0,654 | 0,651 |
DISCUSIÓN
El hallazgo más importante de este estudio muestra un aumento del IMC de los niños tras un período de 20 días no lectivos, con diferencias significativas entre el grupo de normopeso y obesidad, siendo este último el que mayor incremento experimenta. A la vuelta al período escolar, se observa una disminución en los valores del IMC en los diferentes grupos, y los niños con normopeso se aproximan a los valores cercanos a la primera toma, mientras que los niños con obesidad es el grupo que menos disminuye su IMC y más se aleja de su IMC inicial.
Este estudio corrobora en primer lugar los datos obtenidos en otros estudios que han analizado en niños otro período vacacional diferente más largo, como es el de verano. Los resultados expuestos anteriormente están en consonancia con los obtenidos por Plaza y Cols. en 200815, Von Hippel y Workman en 201619 y Martínez-López y Cols. en 201117. En el estudio de Plaza y Cols.15 la prevalencia de obesidad en la primera evaluación fue de 23,5% y la de sobrepeso del 33,3%, en la segunda medición los valores ascendieron a 28,2 y 36,4% respectivamente. Comparando el valor medio del IMC antes y después del verano, se observó una diferencia significativa, siendo superior después del verano (18,37 frente a 18,73kg/m2). Por otro lado, Von Hippel y Workman19, observaron que al finalizar el período de vacaciones estivales la prevalencia de sobrepeso pasó de un 23,3% a un 28,7%, mientras que la de obesidad se le elevó de un 8,9% a un 11,5%. Martínez-López y Cols.17, empleando la bioimpedancia eléctrica obtuvieron un aumento acumulado de grasa corporal de los escolares de 1,38% durante el período vacacional de verano.
Por consiguiente, los resultados de este estudio ponen de relieve que una vez que se vuelve al período lectivo el IMC de los niños disminuye, sobretodo en el grupo de normopeso y con diferencias significativas con el grupo de obesos, lo cual coincide con los datos obtenidos por Von Hippel y Workman. en 201619, según los cuales la prevalencia de obesidad se redujo ligeramente durante la época de clases (aunque no se modificó la prevalencia de sobrepeso).
En comparación con el estudio de Martínez-López y Cols. en 201117, en relación al análisis realizado en los grupos de normopeso y sobrepeso, los sujetos con sobrepeso y características endomórficas regulan mejor su cantidad de grasa corporal durante el período no lectivo que los adolescentes con normopeso. Los datos obtenidos del presente estudio son divergentes, ya que los niños con sobrepeso y obesidad son los que aumentan en mayor medida su IMC durante el período no lectivo, regulándose mejor los de normopeso. Estas diferencias en los resultados se pueden atribuir a las diferencias de las edades de los niños, en el estudio realizado por Martínez-López y Cols.17 los participantes eran adolescentes de Educación Secundaria (edad = 13,89 [0,80] años) y la adolescencia es un período donde se producen intensos cambios físicos: hormonales, de crecimiento y composición corporal23.
El estudio realizado en Chile por Cristi-Montero y Cols. en 201418, que valoró la variación de la composición corporal durante las vacaciones de invierno (16 días, julio) y las vacaciones nacionales (9 días, septiembre) en niños, puso de manifiesto un aumento significativo en el peso (+600g y +510g durante vacaciones nacionales y de invierno, respectivamente) y el porcentaje de masa corporal (+0,51%) en ambos períodos, por lo que guardan relación con los datos obtenidos en el presente estudio.
De manera más específica con este estudio, una investigación realizada en el período vacacional de Navidad en niños16 señala que los niños con normopeso aumentaron su IMC en +0,18kg/m2 y los niños con sobrepeso/obesidad en +0,37kg/m2. Estos datos guardan relación con los obtenidos en el presente estudio (IMC: grupo normopeso = 0,09[0,43]kg/m2; grupo sobrepeso = 0,29[0,46]kg/m2; y grupo obesidad = 0,50[0,70]kg/m2) y ponen de manifiesto que la Navidad es un período crítico para el incremento de peso en niños con sobrepeso y obesidad.
Por tanto, en este estudio se destaca que durante el período lectivo los niños presentan un mayor control de su estado ponderal. El establecimiento de rutinas como por ejemplo levantarse para ir a clase, el desplazamiento activo a los centros educativos24 25, el realizar dos horas de práctica de AF (educación física) a la semana, los períodos de recreo donde se favorece el movimiento del alumnado14 26 o la participación en actividades extraescolares27 como los programas institucionalizados “Escuelas Deportivas” de las comunidades autónomas (2 horas semanales) son factores que inciden directamente sobre el control del IMC del alumnado.
Como limitaciones del estudio es necesario tener presente que estas mediciones se han realizado sobre el período vacacional de Navidad, fechas en las que los niños realizan una menor AF18, y tienen un aumento del tiempo de sueño18 28. Otros períodos no lectivos deberían ser analizados. Además, no se han analizado las diferencias entre sexos, lo que supone otra limitación a tener en cuenta. También se han utilizado escasos parámetros antropométricos, se podría haber incluido otros como la circunferencia de la cintura o el somatotipo. Por último, los datos de este estudio se refieren a una muestra por conveniencia por lo que los resultados deben ser tomados con cautela. Además, la monitorización precisa de la AF durante los períodos lectivos y no lectivos analizados, nos aportaría información más exacta para interpretar los resultados. Finalmente como fortaleza del estudio destacamos el preciso seguimiento de la muestra seleccionada durante el intervalo de tiempo previsto.
CONCLUSIONES
Los niños con obesidad incrementan en mayor medida su IMC tras el período de vacaciones de Navidad y no recuperan los valores iniciales en relación con los niños con normopeso. Las vacaciones de Navidad, por lo tanto, son un período de riesgo en escolares ya que contribuyen a un aumento del IMC, afectando principalmente a los niños obesos. Son necesarios más estudios para corroborar estos datos.