Introducción
A causa del impacto de la pandemia COVID-19, la sociedad y la economía mundial vienen enfrentando un shock exógeno sin precedentes1. Las repercusiones derivadas han provocado cambios drásticos en la forma en que actúan las empresas y se comportan los consumidores2, generando una crisis global, incertidumbre empresarial y un panorama desafiante para los empresarios3.
En este escenario, es importante discutir acerca de la salud mental de los empresarios, pues así como la población general viene experimentando diversos trastornos psicológicos como estrés, depresión y ansiedad4, aquellos que tienen a su cargo dirigir una pequeña o mediana empresa, también sufren de repercusiones particulares relacionadas a la inseguridad laboral5,6 y el estrés financiero7,8; así lo demuestran estudios donde se revela que la pérdida de ingresos y la tensión financiera se relacionan con desarrollar depresión9 y estrés post traumático4.
Se sabe que una de las principales manifestaciones psicológicas que vienen experimentando los empresarios en América Latina a causa de las restricción sociales y el confinamiento10, tienen que ver con la percepción de tensiones, angustia psicológica e incomodidad subjetiva11, indicadores que podrían representarse a través del constructo malestar psicológico, que según Sánchez et al12. es el conjunto de alteraciones emocionales relacionadas con un evento o circunstancia inesperada, y que no pueden agruparse en un padecimiento sintomático por no reunir criterios diagnósticos determinados, por ello, quien la sufre experimenta su condición como incomodidad subjetiva; aunado a esto, los investigadores13 proponen que sus principales indicadores tienen que ver con la aparición de sintomatología depresiva y ansiosa.
Respecto a los factores que pudieran predecir el malestar psicológico, se puede asumir como importantes el miedo a la COVID-19 y el estrés financiero. En este caso el miedo es una reacción emocional ante una situación o evento real, que es percibido como una amenaza para la integridad personal14. A diferencia de la ansiedad, que también es una reacción emocional, pero, ante situaciones que el individuo asume como probables. Por otra parte, el estrés financiero es la sensación subjetiva desagradable que siente la persona al ser incapaz de satisfacer demandas de tipo económico, pagar cuentas pendientes y tener fondos suficientes para subsistir hasta fin de mes15.
En base a los hallazgos expuestos en la literatura científica y de divulgación empresarial, podemos asumir que existen relaciones funcionales entre estas variables en el contexto de la pandemia; por ejemplo, en el estudio de Patel y Rietveld16 se asume que el estrés a causa de la inseguridad financiera genera angustia psicológica, que es un indicador del malestar; en la misma línea, Mahmud et al17. refiere que el miedo a la COVID-19 desencadena ansiedad, y actual como rol mediador la depresión, en ambos casos, indicadores de malestar psicológico. Ahora, en cuestión del miedo, diversas organizaciones y portales empresariales de prestigio revelan que los pequeños empresarios pasaron de experimentar incertidumbre a miedo por el contagio y posible muerte a causa de la COVID-1918, aunque en otros contextos se asume que esta población le tiene más miedo al hambre que a la COVID-19(19,20), tal como lo revela el portal International Finance Corporation21 al hacer referencia que la incertidumbre y el miedo es una realidad que afecta la salud mental de los pequeños y medianos empresarios africanos.
Por lo expuesto, sería importante evaluar a la población de empresarios y cómo estos vienen enfrentando el impacto financiero debido al cierre de centros de trabajo, medidas de aislamiento social e ineficientes estrategias de reactivación económica en países latinoamericanos, como es el caso de Perú, que se ha diferenciado por tener el mayor plan de estímulo económico de América Latina22 y ser uno de los primeros países en determinar medidas de confinamiento para evitar la proliferación del virus23, no obstante, aun asi no se ha podido evitar el brutal impacto económico de la pandemia24; generando que el 54% de sus empresas recorte sueldos como medida de alivio financiero25, perjudicando sectores como el turismo, comerciales y gastronomía26. Todo esto ha hecho que las micro (MYPES) y pequeñas empresas (PYMES) queden en una vulnerabilidad laboral sin precedentes27.
Viendo que en la literatura científica los aspectos ocupacionales de prevención y coordinación protocolizada para mejorar la salud ocupacional están aun ausentes en las publicaciones científicas28, es que el objetivo de determinar si el estrés financiero y miedo por la COVID-19 son predictores del malestar psicológico en pequeños y medianos empresarios peruanos.
Material y Métodos
Participantes
Bajo un muestreo no probabilístico intencional se tuvo la participación de 305 empresarios peruanos, dueños de pequeñas (Mypes) y medianas empresas (Pymes). 55,1% son varones y 44,9% mujeres, de entre 21 a 61 años de edad, que han constituido su empresa de tipo Servicio (43,9%), industrial (6,2%) y comercial (49,8%); cuyos rubros están alineados al sector educación (7,9%), transporte (5,9%), infraestructura (13,4%), comercio (37,0%), alimentos (15,4%), automotriz (1,3%) y turismo (19,0); por último, residentes en la costa (39,0%), sierra (44,6%) y selva peruana (16,4%). Se aplicaron criterios de inclusión como ser dueño de una Mype (de 1 a 10 trabajadores) o Pyme (de 1 a 20 trabajadores), y criterios de exclusión como no aceptar el consentimiento informado.
Instrumentos
Escala de Malestar Psicológico de Kessler (K6), que consta de seis ítems distribuidos en dos factores (síntomas de depresión y síntomas de ansiedad), el cual tiene opciones de respuesta en formato Likert desde muy de acuerdo hasta nada de acuerdo. Cuenta con una validación al contexto peruano13, y en la presente investigación demostró una confiabilidad aceptable (α > 0,80).
Fear of COVID-19 Scale (FCV-19S) adaptada al Perú por Huarcaya-Victoria et al(30). Este instrumento consta de 7 ítems distribuidos en dos factores, el cual tiene opciones de respuesta en formato Likert desde muy en desacuerdo hasta totalmente de acuerdo. La versión traducida al español del FCV-19S tiene buenas propiedades psicométricas y presenta evidencia de validez, además en la presente investigación la confiabilidad fue de α > 0,90
Escala de estrés financiero para empresarios. Diseñada para la presente investigación, consta de 11 ítems con opciones de respuesta en formato Likert desde nada hasta mucho. Las propiedades psicométricas fueron analizadas a través del análisis factorial exploratorio donde el análisis paralelo evidenció una estructura unidimensional de la escala. El factor obtenido explica el 68,21% de la varianza total de la prueba y sus cargas factoriales oscilan entre 0,673 y 0,920. Los análisis robustos (X2 = 125,436; p = 0,000; TLI = 0,957; CFI = 0,965 y GFI = 0,986), muestran que la estructura unidimensional, es satisfactoria. Respecto a la consistencia interna de la escala, el coeficiente de alfa de Cronbach fue de 0,952 (IC95% = 0,93-0,96), lo cual indica que la escala es confiable.
Procedimientos
El estudio fue aprobado por el comité de ética de la Universidad Peruana Unión, con referencia 2021-CEUPeU-0036. Posteriormente, se creó un formato virtual de los cuestionarios a través de Google Forms debido a las restricciones por la pandemia del COVID-19, que contenía preguntas en relación a las características de los participantes y los ítems de los instrumentos utilizados en el estudio. El formulario fue socializado a través de redes sociales y correos electrónicos de los empresarios. Antes de completar el enlace, brindaron su conformidad por medio de un consentimiento informado que les comunicaba los fines del estudio enfatizando que la participación era voluntaria y anónima, además, se consignó el uso confidencial de los datos, la ausencia de riesgos por participación y el retiro voluntario en cualquier momento. Sólo respondieron al cuestionario quienes aceptaron participar voluntariamente y que aprobaron el consentimiento informado.
Análisis de datos
Para los análisis se utilizó el programa estadístico SPSS versión 25,0 y se realizó por etapas. En la primera etapa, se calculó la media, desviación estándar, asimetría y curtosis de las variables de estudio. En la segunda etapa, se utilizó la prueba t de Student para muestras independientes para saber si existe diferencias significativas en las puntuaciones de las variables entre varones y mujeres. En la tercera etapa, se realizó un análisis de correlación de Pearson entre las variables y un análisis de regresión lineal multivariado.
Resultados
La Tabla 1 presenta los estadísticos descriptivos de las variables de estudio. Los coeficientes de asimetría y curtosis de las variables son adecuados pues no exceden el rango > ± 1,5.
Respecto a la comparación de medias (Tabla 2), se encontró que no hay diferencias significativas en el malestar psicológico y miedo relacionado al COVID-19 entre varones y mujeres (t = -1,23, p = 0,21; t = -0,58, p = 0,55). Por otro lado, al comparar el estrés financiero, se encontró que existen diferencias significativas (t = -2.10, p = 0,03). Asimismo, se calculó el tamaño del efecto mediante la d de Cohen encontrando valores nada despreciables para estrés financiero y malestar psicológico, en cambio un indicador insignificante para miedo relacionada a COVID-19.
Los resultados del análisis de correlación fueron significativos (Tabla 3), se encontró que las puntuaciones altas de malestar psicológico se correlacionan directamente con las puntuaciones de estrés financiero y miedo relacionado a COVID-19 (r = 0,682; r = 0,621).
Los resultados del análisis de regresión múltiple, muestran un ajuste adecuado del modelo (Prueba F = 168,842, p < 0,001), donde el estrés financiero (β = 0,48, p < 0,01) y miedo a la COVID-19 (β = 0,31, p < 0,01), son variables que predicen significativamente el malestar psicológico (R2 ajustado = 0,52). Asimismo, los valores t de los coeficientes de regresión beta de las variables predictoras son altamente significativas (p < 0,01). (Tabla 4).
Discusión
Los resultados de la presente investigación orientan a reconocer que las repercusiones a causa de la pandemia COVID-19 en el ámbito empresarial, no se limitan solamente al perjuicio económico, sino también a la salud mental de quienes lideran e impulsan pequeñas y medianas empresas. Por ello, el presente estudio tiene como hallazgo principal la confirmación de la hipótesis planteada a través de un modelo de regresión múltiple que permite asumir que los niveles de estrés financiero y miedo a la COVID-19 son predictores del malestar psicológico en individuos que siguen una modalidad de trabajo independiente.
De manera general, estos hallazgos guardan relación con algunos estudios realizados en población de trabajadores dependientes, como es el caso de una investigación donde lograron determinar que el estrés es un factor predictor de la aparición de sintomatología depresiva y ansiosa31. Situación comprobada en el contexto de la pandemia COVID-19, donde otras investigaciones revelan que el estrés, ansiedad y depresión son variables relacionadas y frecuentes en su manifestación en la población general32. Por otro lado, en cuanto al miedo a la COVID-19, un estudio en policías peruanos concluyó que el miedo por contagiarse con el nuevo coronavirus produce alteraciones psicológicas poniendo en estado vulnerable la salud mental14, lo cual guarda relación con otros estudios que revelaron que el aumento del miedo se relacionó con riesgos percibidos como la ansiedad por la salud(33,34).
Aunque es cierto que las investigaciones sobre el ámbito empresarial y las crisis han sido históricamente limitadas12, los pocos reportes focalizados hacia el tema en cuestión, revelan que tener la condición de trabajador independiente en época de crisis se convierte en una variable potencial para predecir la angustia y el malestar35. Esto encuentra asidero al revisar estudios que concluyen que el estrés percibido a causa de la pérdida de ingresos financieros ocasiona angustia psicológica a corto plazo16. Aunado a esto, otros estudios revelan que quienes impulsan negocios o trabajan en rubros como construcción, alimentación y transporte, características similares a la de nuestra población de estudio, tienen un mayor riesgo de desarrollar estrés postraumático4.
En base a lo expuesto, surge la necesidad de implementar estrategias para fortalecer la salud mental de los trabajadores independientes. Actualmente, la mayoría de iniciativas de prevención de riesgos laborales y salud ocupacional están orientadas más que todo al personal sanitario, que ha sido uno de los grupos más estudiados36, por representar la fuerza laboral más expuesta al virus de Wuhan37. No obstante, es importante reconocer la situación de vulnerabilidad que experimentan los empresarios, quienes son reconocidos en el contexto de la economía global como agentes de cambio importantes que pueden ayudar en la transición hacia una economía más sostenible y circular(38).
En suma, los hallazgos descritos sirven como evidencia para impulsar mejoras en la gestión de la salud ocupacional en países en desarrollo como es el caso de Perú, donde urge que los trabajadores independientes no solo tengan adecuadas condiciones y seguridad, sino también gozar de salud mental para poder volver a tener productividad financiera durante la reactivación económica39. Un desafío compartido donde el gobierno, a través del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, pueda asegurar que la salud de los trabajadores esté protegida40. De hecho, los tiempos de crisis requieren respuestas para mitigar los efectos adversos y abordar nuevas oportunidades, en este caso, la COVID-19 se presenta como una oportunidad para que se preste más atención a la importancia de la salud mental empresarial41, pues es urgente el aporte del apoyo emocional a los empresarios durante la crisis y la fase de recuperación42.
El estudio tiene limitaciones, la primera, tiene que ver con la forma de recolectar la muestra, que en este caso no permite una generalización a todos los empresarios peruanos. En segundo lugar, el hecho de solo contar con la participación de pequeños y medianos empresarios, por lo que futuros estudios podrían ampliar el espectro de la población incluyendo grandes empresarios. Por último, se utilizaron medidas de autoinforme, por lo que futuras investigaciones deberían recurrir a técnicas como la entrevista para profundizar en el análisis de las repercusiones psicológicas.
En conclusión, niveles altos de estrés financiero y miedo a la COVID-19 predicen el malestar psicológico en pequeños y medianos empresarios peruanos. Esto corrobora hallazgos reportados por estudios realizados en trabajadores dependientes, y, aporta primeras evidencias en poblaciones poco estudiadas como es el caso de trabajadores independientes.