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Index de Enfermería
versão On-line ISSN 1699-5988versão impressa ISSN 1132-1296
Index Enferm vol.22 no.1-2 Granada Jan./Jun. 2013
https://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962013000100018
PLIEGOS DE ESTILO
Cómo estructurar y redactar un Relato Biográfico para publicación
How to structure and write a biographical account for its publication
Begoña Martín Muñoz1,2, María Gálvez González1,3, Manuel Amezcua1,4
1Redacción de Archivos de la Memoria, Fundación Index, Granada, España.
2UCG de Cirugía Plástica. HRU Carlos Haya. Málaga, España.
3UGC Torrequebrada. DS Costa del Sol, Málaga, España.
4Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Granada, España
Dirección para correspondencia
RESUMEN
Las características que sustentan a la investigación cualitativa necesariamente deben repercutir en la presentación y publicación del estudio, que en algunos casos desafía los modelos tradicionales de presentación de trabajos científicos. Tal es el caso del Relato Biográfico, que en la propuesta realizada en este artículo se aparta del modelo tradicional de presentación de estudios originales (IMRYD), para adoptar una estructura propia, más acorde con lo esperado en un diseño biográfico de dominancia descriptiva, donde el discurso del informante ocupa un lugar preeminente. El objetivo de este artículo es poner en manos de los investigadores una herramienta que ayude a estructurar y redactar el informe final procedente de un Relato Biográfico, siguiendo el esquema dual: Introducción (seguido de bibliografía) y Texto biográfico. Esta peculiar estructura plasma la esencia de este diseño de investigación y da cuenta de forma coherente y clara de los hallazgos encontrados y de la metodología empleada para ello.
Palabras clave: Relato Biográfico, Escritura Científica, Investigación Cualitativa, Artículo original.
ABSTRACT
Characteristics that support qualitative research must necessarily have consequences in presentation and publication of the study. Sometimes they challenge traditional models of scientific papers presentation. That is the case of the biographical account. In the proposal of this article, biographical account draws away from the traditional model of presentation for scientific papers (IMRYD) to adopt an own structure more in line with the expected one in a mainly descriptive biographic design, where the speech of the informant has a predominant place. The objective of this article is to provide a tool that helps researchers to organize and write the final report from a biographical account following the dual scheme: introduction (followed by the bibliography) and the biographical text. This peculiar structure capture the essence of this research design and clearly and coherently shows findings and methodology used for it.
Key words: Biographical account, Scientific Writing, Qualitative Research, Original Article.
Introducción
La investigación en salud ha experimentado un discreto proceso de acercamiento hacia los enfoques cualitativos,1,2 que como opciones metodológicas únicas o combinadas, resultan cada vez más legitimadas en las investigaciones de prácticas vinculadas a la salud.3 El incremento de investigaciones cualitativas en este ámbito se explica por la diversidad de problemas y situaciones de salud o enfermedad que no pueden ser abordados desde perspectivas puramente positivistas, sino que deben adoptar un enfoque más holístico que permita comprender e interpretar la realidad, los significados y las percepciones y experiencias de las personas ante una situación determinada.4
En este marco de ideas, el relato biográfico (RB) se ha consolidado como diseño de investigación cualitativo que se utiliza para describir exhaustivamente la experiencia vivida por una sola persona o un grupo reducido de personas. Nuestro objetivo, cuando recurrimos a su uso, es ampliar nuestro grado de comprensión de la realidad, basándonos en las percepciones, expectativas, emociones y opiniones de todos los actores que se encuentran implicados en los procesos de salud-enfermedad. Partimos del principio de que hay tantas vidas como puntos de vista.5 Tal y como es planteado en éste y en los trabajos publicados por Amezcua y Hueso,6,7 el RB encuentra afinidades con el la historia de vida (life story), y por consiguiente se ubica dentro de los llamados métodos biográficos.8
El RB se sustenta, pues, en la comprensión de la subjetividad y trata de desvelar la esencia de la experiencia vivida.9 Desde el punto de vista metodológico trabaja analíticamente sobre la narrativa de una persona acerca de sí misma o sobre un aspecto o acontecimiento de su vida, no teniendo que ser ésta una persona especial (aunque como informante ha de tener algunas características especiales), pero sí ha de ser parte del fenómeno que se pretende estudiar.10 En este tipo de estudios no se busca la representatividad, sino la constatación de un fenómeno, la producción de nuevos conocimientos que nos ayuden a comprender lo mejor posible el significado de estar enfermo, de responsabilizarse del cuidado de una persona en situación de dependencia, etc.
En cuanto a la aplicabilidad de los resultados procedentes de los RB, diferentes autores afirman que el análisis de la narrativa de las personas que experimentan el cuidado de la salud puede mejorar significativamente la práctica clínica de los profesionales sanitarios, ya que su uso puede ayudar a personalizar las intervenciones sanitarias.11-13 Desde esta perspectiva, el RB ofrece un método válido para incorporar la mirada del paciente en las intervenciones sanitarias.
En nuestro contexto, la publicación de RB ha aumentado exponencialmente en los últimos años, gracias a proyectos como el programa Quid-Innova,14 la creación de herramientas metodológicas específicas para su construcción,6,7 la fundación de una revista afín a este tipo de trabajos, Archivos de la Memoria, y la experiencia acumulada por el equipo de evaluadores-tutores que componen el panel de dicha revista. Archivos de la Memoria se ha afianzado en los últimos años como un instrumento de difusión de trabajos desarrollados con método biográfico y publica una media de 30-40 RB anuales desde su aparición en el año 2004. Precisamente, es esta experiencia en la tutorización, evaluación, redacción y publicación de RB la que nos sensibiliza ante la necesidad de mejorar la redacción de los informes finales procedentes de estas investigaciones.
Recordemos que el objetivo último de toda investigación es la producción de conocimiento, y ello pasa necesariamente por la publicación de un informe final, un texto escrito, ya sea en forma de libro, artículo, etc. El informe final debe dar cuenta de forma coherente y clara de los hallazgos encontrados y de la metodología empleada para ello. El escaso interés que los investigadores cualitativos han puesto en la redacción de los informes finales de sus investigaciones, sobre todo en la pormenorización de los aspectos metodológicos, pone en jaque la validez de los hallazgos, ya que los potenciales lectores no sabrán cómo juzgar la credibilidad de los mismos.15 A este respecto, Gómez-Martínez concluye: "Podemos y debemos ser capaces de desmitificar algunos tópicos que acompañan a la investigación cualitativa por medio de argumentos sólidos que den cuenta del complejo y peculiar proceso de investigación que necesariamente el informe final debe reflejar".16 Con estas palabras enfatiza la importancia de la redacción científica en la Investigación Cualitativa (IC).
Las características que sustentan la IC inciden sustancialmente en todas y cada una de las etapas de una investigación y, en algunas ocasiones, necesariamente debe repercutir en la presentación y publicación del estudio. En concordancia con estas peculiaridades, en este trabajo detallamos cómo se redacta el informe final de un RB adaptado a las necesidades propias de esta metodología. Nuestra propuesta sigue el modelo de Amezcua-Hueso, de hecho, se trata de un informe específico sobre la escritura científica del RB.6 Se trata de una propuesta relativamente flexible que hay que tomar con las correspondientes reservas, ya que la flexibilidad que impregna y define a los procesos de investigación cualitativos debe también impregnar la redacción del informe final, sin que ello exima al investigador de cumplir unos criterios mínimos.
Estructura del Relato Biográfico
A partir de la Guía para la redacción de artículos científicos publicado por la UNESCO,17 se puede definir el artículo científico como el documento que contiene la descripción clara, concisa y completa de una investigación. Por lo tanto, y como otro tipo de manuscritos, el RB debe informar sobre la temática y objetivos planteados en el estudio, la metodología seguida para llevarlo a cabo, los resultados principales y la relevancia de esos hallazgos.18 Por otra parte, y dado el carácter biográfico de esta investigación, debe contener una parte que incluya la narración de la experiencia vivida por el informante, expresada ésta con sus propias palabras.19
Esquematizando, el RB se estructura en torno a dos secciones principales que constituyen el cuerpo del artículo: la Introducción (seguida de la bibliografía) y el Texto biográfico. Previamente y como el resto de artículos, contempla una parte preliminar que incluye: título, autoría, filiación institucional, dirección para correspondencia, resumen y palabras claves. Opcionalmente se pueden incluir algunos anexos, como vocabulario, esquemas, ilustraciones, etc. (ver Tabla 1). Entrando en mayor nivel de concreción y para facilitar a los autores su escritura vamos a exponer de forma pormenorizada cada apartado.
Tabla 1. Estructura del Relato Biográfico
1. Título. R. Day lo define como el menor número de palabras que describen adecuadamente el contenido del artículo.18 Hay que tener en cuenta que ésta es la primera información que aparece en el sumario de la revista, en las bases de datos bibliográficas y otros recursos electrónicos, pudiendo determinar la lectura completa del artículo, por este motivo, algunos autores la consideran la frase más importante del manuscrito, lo que exige una escritura reflexiva y efectiva.
Un buen título debe cumplir estas características:
- Ser informativo. La función principal es describir de forma sucinta la investigación realizada.18 Se puede optar por reflejar la temática de estudio, la pregunta de la que se parte e incluso exponer la conclusión final.18 La tabla 2 ilustra este aspecto informativo mediante variaciones de un mismo título.
Tabla 2. Aspecto informativo del título
- La brevedad. Los títulos largos dificultan la comprensión, por lo que se recomienda que la extensión no exceda de 15 palabras.21 Esto obliga a eliminar expresiones vacías de contenido como "estudio sobre", "análisis de", "aspectos de", u otros similares.18
- Resultar atractivo. Debe interesar al lector, captar su atención, por lo que esta característica no debe descuidarse. En los RB se admiten títulos ligeramente "periodísticos" siempre que cumplan los otros requisitos. "Cuando la familia lo vive, las palabras sobran. El modelo de cuidados compartidos en la fase terminal del paciente crítico" o "El futuro para mí es mañana mismo. Relato de un joven afectado de enfermedad rara", son ejemplos válidos extraídos de la bibliografía. En estos casos, los autores han elevado a la categoría de título una expresión elocuente obtenida del propio texto biográfico, que sintetiza la línea argumental del informante.
-Sintácticamente correcto. El uso inadecuado del lenguaje puede modificar el significado de la frase. Es necesario utilizar bien el léxico de forma que facilite el entendimiento y no dé lugar a interpretaciones erróneas. Por otra parte, no se admite el uso de siglas ni abreviaturas, salvo si son de uso general.18
En cuanto a la estructura, a pesar de que el formato "título-subtítulo" o "título partido" no es bien acogido por algunos autores,18 en los RB se emplea con mucha frecuencia. El 71% de los artículos publicados por la revista Archivos de la Memoria durante los años 2011-2012 recurren a él. El objetivo del título es resultar atractivo y estético, mientras que el subtítulo se centra en el aspecto informativo. La tabla 3 muestra algunos ejemplos extraídos de dicha revista.
Tabla 3. Ejemplos de títulos que siguen la estructura "título-subtítulo"
2. Autoría. Este apartado cada vez provoca más polémica al ser fuente de comportamientos poco éticos. La autoría por coerción o por autoridad, en la que un superior en el orden jerárquico demanda su inclusión sin haber contribuido sustancialmente en el trabajo; la honoraria, motivada por el afán de agasajar, halagar o con un intento de legitimizar la publicación; la de soporte mutuo, consistente en intercambiar autorías con un amigo o colega sin que ninguno de ellos haya participado en la investigación del otro; la fantasma, en la que se coloca como autor a un investigador de reconocido prestigio que, en muchas ocasiones, únicamente ha revisado el manuscrito. El autor fantasma involuntario constituye el caso opuesto ya que se excluye a un autor legítimo de la autoría. Todas ellas son prácticas fraudulentas que deben desterrarse de la escritura científica.22
Para una autoría merecida y responsable se deben seguir las indicaciones del Comité Internacional de Editores de Revistas Biomédicas (International Committee of Medical Journal Editors, ICMJE).23 Esta institución establece los siguientes criterios para los firmantes de un artículo científico:
a) Participación importante en la concepción de la idea, diseño del estudio, recogida de datos o análisis e interpretación de éstos.
b) Redacción del borrador del artículo o la revisión crítica de una parte importante de su contenido intelectual.
c) Aprobación final de la versión que va a publicarse.
Se aconseja además que el autor elija una forma única de firmar toda la producción científica. La variabilidad en el nombre bibliográfico así como su elección equivocada resta visibilidad al autor y dificulta la recuperación de documentos en las bases de datos electrónicas. Lo adecuado es poner el nombre completo (no iniciales) seguido de los apellidos, y así lo recomendamos nosotros. No obstante somos conscientes que algunos autores recomiendan introducir modificaciones según usos más o menos extendidos: si el primer apellido es poco común puede prescindirse del segundo (Rosa Panduro), si no es así lo recomendable es poner los dos apellidos unidos con un guión (Begoña Martín-Muñoz).24,25
Cuando la autoría es compartida, el orden de mención debe ceñirse al grado de contribución de los distintos autores a la investigación y elaboración del manuscrito.
3. Filiación institucional. Es importante dejar reflejada la categoría profesional así como la institución a la que pertenece cada autor indicando unidad, departamento, ciudad y país. Esto permite elaborar determinados indicadores bibliométricos además de proporcionar información sobre los investigadores.
4. Dirección para correspondencia. En ocasiones, los lectores desean contactar con el autor principal para aclarar algún aspecto dudoso o profundizar sobre algún punto. Con este fin se deja reflejada la dirección postal y la electrónica. En cuanto a la primera, es recomendable la institucional en lugar de la personal para proteger la privacidad.
5. Resumen. Este apartado es de gran importancia ya que es otra parte esencial del manuscrito indexada en las bases de datos bibliográficas, la leerán un gran número de consultores y será determinante para decidir si acceden o no al artículo completo. Constituye la versión abreviada del artículo, por lo que debe contener la información principal de éste. El resumen debe ser autónomo y autoexplicativo, es decir, el texto por si solo permitirá comprender los aspectos básicos de la investigación.
En los RB se aconseja un resumen narrativo, en lugar de estructurado, de no más de 250 palabras, con, al menos, el siguiente contenido: temática general del estudio, justificación del diseño, descripción breve del informante, y contenidos principales del texto biográfico.
El resumen ha de redactarse una vez finalizada la redacción del cuerpo del artículo, ya que solo así se tendrá una visión global que permita extraer la información esencial y relevante.24,26 En su escritura se tendrá en cuenta que se redacta en pasado y que no debe contener siglas ni referencias bibliográficas.18
6. Palabras claves. Se anotan entre 3 y 10 palabras o descriptores que identifican los principales temas del artículo.23,26 Su importancia estriba en que se emplean en los sistemas de búsqueda automatizada, facilitando la recuperación del documento. Preferiblemente deben seleccionarse de entre los términos incluidos en el tesauro Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS) (http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm), equivalente en español del Medical Subject Headings (MeSH). Se colocan tras el resumen, ordenadas alfabéticamente.
7. Introducción. En un RB, la Introducción recoge todo lo que el investigador tiene que decir sobre el texto biográfico que le secunda, sin superarle. Eso quiere decir que el texto de la Introducción (seguido de la bibliografía) debe ser proporcionado, evitando restar protagonismo al texto literal del informante, que en una investigación de tipo biográfico y descriptiva debe ocupar un espacio preeminente (el texto es el monumento, no las palabras del investigador). En términos cuantitativos recomendamos que la introducción no supere la cuarta parte del contenido total del artículo.
Aunque la Introducción no suele estructurarse en subapartados, debe contener datos suficientes para que el lector conozca todo el proceso investigador. En este sentido sigue un paralelismo con la lógica del formato IMRYD (Introducción, Metodología, Resultados y Discusión),27 aunque con algunas adaptaciones que anotamos a continuación:
Temática del estudio. Se trata de centrar al lector sobre el tema abordado, justificando su elección, señalando su importancia y la perspectiva desde la que se trata. Para ello debe incluirse el resultado de la búsqueda bibliográfica, aportando de forma crítica referencias que aseguren un texto interesante avalado con documentos significativos y actuales.
Objetivo del estudio. Expresado en términos de obtención de un conocimiento nuevo a partir de la pregunta de investigación que motivó el estudio.
Metodología empleada. Esta parte describe de manera exhaustiva la forma en que se ha realizado el trabajo. Se debe informar sobre los siguientes aspectos:
- Diseño del estudio, señalando que se trata de un relato biográfico y justificando su elección.
- Selección del informante. Clarificar los motivos que llevaron al investigador a elegir al informante, el proceso de selección, la relación que pudiera haber entre informante e investigador, las circunstancias en que se le propuso participar y otros datos que se consideren relevantes.
- Descripción del informante. El texto biográfico, es decir la narración de la experiencia vivida, no se entenderá adecuadamente si no se contextualiza. Es preciso conocer las características del informante, aportando información sobre la edad, sexo, profesión, procedencia, así como otros aspectos personales, en relación con la temática de estudio, que sean pertinentes y enriquezcan esta descripción. Lo que no debe hacerse es desvelar la identidad del informante, para lo cual es preferible utilizar un nombre simulado.
- Técnica de recogida de información. Aunque no el único, el método más usado es la entrevista cualitativa o en profundidad. Además de señalar el tipo de entrevista, se debe entrar en mayor nivel de concreción aclarando la estrategia metodológica seguida en su desarrollo: categorías temáticas introducidas por el investigador, grabación u otro sistema de registro, control de la reactividad (posibilidad de que el resultado se vea alterado por el procedimiento de grabación, la presencia del investigador u otras personas, etc.), entorno o contexto en el que se llevó a cabo, duración y número de encuentros, etc. Así mismo, es interesante reflejar el discurrir de la entrevista, la actitud del informante durante el encuentro.
- Método de análisis empleado. Mientras que el análisis en la investigación cuantitativa está estandarizado, en los estudios cualitativos no sucede lo mismo, habiendo distintas corrientes analíticas y gran diversidad de propuestas prácticas.28 La elección del tipo de análisis dependerá de la orientación teórico-metodológica del trabajo y de la naturaleza de los datos.29 Amezcua y Hueso7 proponen una sistemática en el análisis de textos biográficos, sustentada en el enfoque de análisis de contenido, que toma como referencia la metodología de Taylor-Bogdan.19 La mayoría de los Relatos Biográficos publicados en Archivos de la Memoria se ciñen a esta propuesta por adaptarse perfectamente a las características de la investigación. El autor, al margen de su elección, en esta parte del manuscrito debe especificar el tipo de análisis cualitativo seguido.
- Principios éticos. Hay que constatar que se han respetado los principios éticos que rigen la investigación con seres humanos en Bio-Medicina (Declaración de Helsinki).30 Al menos hay que reflejar la voluntariedad (obtención del consentimiento informado) y la confidencialidad de los datos. Lo que importa del texto biográfico son los acontecimientos narrados y las reflexiones y abstracciones procuradas por el informante, pero, salvo raras excepciones, hay datos que carecen de interés, como la identidad de las personas y lugares que aparecen en el mismo. Por otra parte estos datos podrían ocasionar malestar a terceros, que no han autorizado su presencia allí. Por esta razón, lo adecuado es ocultar estos datos, simplemente obviándolos o sustituyéndolos por denominaciones simuladas.
Categorías temáticas encontradas. Se trata de exponer los principales temas que emergen del relato. No debe limitarse a la mera enumeración de las categorías temáticas descubiertas en el análisis, la comprensión profunda de la experiencia vivida por el informante exige un texto reflexivo, crítico e interpretativo.
Esta parte deriva directamente de la interacción del investigador con los datos, del conocimiento profundo de éstos y de un adecuado análisis cualitativo. En la sistemática propuesta por Amezcua y Hueso,7 la fase de "interpretación de resultados" arroja un discurso explicativo, una línea argumental estructurada y coherente, construida a partir de las categorías de análisis, en la que se exponen las interpretaciones que el investigador hace de los datos. Es este discurso el que permite ir más allá de la simple lectura del texto biográfico, de la anécdota, para ahondar en sus significados y trascendencia. Todo esto facilita al lector un entendimiento en profundidad de las vivencias del informante, pudiéndose ilustrar con palabras literales de éste.
Conclusión principal. El carácter exploratorio del RB no busca establecer inferencias, pero es esperable que el autor aproveche su inmersión en el texto biográfico y su análisis para realizar alguna afirmación concluyente que dé respuesta a la pregunta de la que se partió.
8. Bibliografía. Este apartado contiene el listado de documentos que han servido para plantear la investigación y documentar el artículo. Su escritura debe estar guiada por las instrucciones para los autores de la revista elegida para publicar. En ciencias de la salud, la mayoría han adoptado las llamadas normas Vancouver, en las que se sigue el sistema de orden de mención en el texto. En él las citas se incluyen de forma correlativa, según su aparición en el texto, con números arábigos volados, mientras que las referencias se organizan según el orden numérico en que aparecen citadas.
El número de citas también suele estar acotado por las normas de la revista. Para un RB, sería adecuado incluir no menos de cinco documentos y no más de doce. Por otra parte, deben ser actuales. A diferencia de la investigación biomédica, en la que se aconseja incluir artículos publicados en los últimos cinco años, en trabajos cualitativos podría considerarse actual la producción científica de los últimos diez años.
9. Texto Biográfico. Esta es la parte esencial del RB, el "corazón" del manuscrito. En ella se expone la narrativa del informante, no como se produjo en la entrevista, sino estructurada en las distintas categorías temáticas resultantes del análisis.
Para escribir correctamente el texto biográfico, y volviendo a la propuesta de Amezcua y col.,7 el investigador ha debido previamente preparar los datos, descubrir temas emergentes y seguir un proceso de codificación y estructuración del texto. La preparación de datos exige: a) transcribir literalmente la entrevista siguiendo unos criterios normalizados; b) depurar el texto suprimiendo los pasajes no afines con la temática del estudio, reiteraciones y expresiones carentes de significado (muletillas); c) puntuarlo de forma que permita una lectura fluida y comprensiva; y d) enriquecerlo incorporando el lenguaje no verbal y aclaraciones del investigador.7
Para descubrir temas emergentes ha habido que familiarizarse con los datos, leerlos repetidamente, interrogarles (¿de qué habla el informante?), identificando así diversidad de temas que una vez agrupados dieron lugar a conceptos más amplios denominados categorías temáticas. Cada categoría tiene un significado muy concreto que se explica o define a partir de los datos. Las categorías temáticas se utilizaron para codificar los datos originales (el texto transcrito de la entrevista o entrevistas), lo que produjo un nuevo texto con una ordenación diferente, más acorde con los intereses investigadores, que es el que se incluye en este apartado.
10. Anexos. Se trata de una sección opcional que puede contener diversidad de materiales que por su especial configuración no encajan en los apartados anteriores:
- Vocabulario: algunos informantes pueden utilizar vocablos procedentes de lenguaje dialectal, extranjerismos, jergas, tecnicismos, etc., cuyos significados no son de dominio común. Ante ello procede elaborar un vocabulario que explicite los significados de estas palabras, que será colocado al final del texto biográfico. Al lector se le debe indicar la existencia de este recurso, anotando en cursiva las palabras del texto biográfico que se incluyen en el Vocabulario final.
- Esquemas y diagramas: pueden ser mapas o guías conceptuales que ayuden a comprender la estructura temática del discurso del informante, así como también esquemas biográficos en caso de mostrar trayectorias biográficas relevantes, y otros recursos que ayuden a clarificar los contenidos del RB.
- Materiales personales: fotografías, dibujos, documentos como cartas o diarios, etc., que serán reproducidos facsimilarmente como ilustraciones. Dado el valor personal que puede tener este tipo de materiales, los investigadores deberían digitalizados y trabajar con copias, evitando así que pudieran perderse o deteriorarse durante el proceso de edición.
Otros aspectos relevantes y dilemas en el RB
La experiencia en la gestión de la publicación de Relatos Biográficos en la última década nos ha permitido afrontar una serie de problemas que aparecen en este tipo de investigaciones cuando se aplican a un contexto tan particular como es la salud. A continuación describiremos los más comunes para que sirvan de orientación o al menos de reflexión a quienes enfrentan la necesidad de escribir este tipo de artículos.
- La autoría compartida. ¿Quién debe firmar el RB: el investigador, el informante, o ambos? Es indudable que en términos de número de palabras, la contribución del autor parece descompensada respecto a la aportación que hace el informante, lo cual motiva que algunos se cuestionen si no sería más adecuado que ambos aparezcan como autores. En este sentido debemos matizar la contribución de cada cual. Es cierto que el informante presta su discurso, que constituye la mayor parte del texto, en el que narra su experiencia vivida (y como tal intransferible) ante un fenómeno o acontecimiento singular. Pero el investigador realiza la transcripción, la selección y ordenación del texto, además de aportar el componente crítico, resultado de un proceso que se inicia mucho antes de contactar con el informante. Podría plantearse que ambos, investigador e informante, asuman la autoría, pero por otra parte eso supondría atentar contra uno de los principios que rigen los derechos del informante, el de la confidencialidad. Sin duda estamos ante un dilema ético propio de los diseños biográficos, y como tal será el propio investigador quien decida el mejor proceder en cada caso.
- La confidencialidad. La mayor parte de los informantes no tendrían problema en que su nombre apareciera identificado en el RB. Sin embargo se nos han presentado algunos dilemas cuando el informante no ha ejercicio su derecho a la confidencialidad: reclamaciones por parte de terceras personas y entidades que van ligadas a la historia narrada y que son claramente identificados a través de la identidad del informante, o bien éste ha mostrado su arrepentimiento ante algunos efectos que ha producido la publicación del RB, o bien familiares directos del informante han mostrado su malestar por el hecho de haber socializado intimidades que afectan a la familia. Son solo algunos ejemplos que recomiendan extremar las medidas para garantizar la confidencialidad de las personas e instituciones mencionadas por el informante, comenzando por su propia identidad. Cuando esto no sea posible (como en el caso de trayectorias profesionales relevantes), el investigador debería adjuntar al manuscrito el consentimiento del informante para que su nombre sea utilizado en la publicación, circunstancia que hará constar en la introducción.
- La exaltación personal. Algunos investigadores (especialmente investigadores noveles) quedan atrapados por la personalidad del informante, hasta el punto de sentirse obligados a mostrar su admiración utilizando adjetivos que exaltan determinados rasgos o valores personales. El texto cobra entonces ciertos tintes hagiográficos que es preciso evitar en aras del rigor de la investigación. Dejemos que sean las palabras del informante las que provoquen emociones en el lector, el autor solo actuará como facilitador, mostrándose en el análisis lo más neutral y objetivo posible.
El RB ha irrumpido en el panorama investigador en salud de la mano de los diseños cualitativos, compartiendo los dilemas y oportunidades de los métodos y técnicas que les son propios. Por su brevedad y sencillez de ejecución, el RB muestra un gran potencial para contribuir a la investigación de naturaleza humanística, trascendiendo así del discurso de lo deseable al discurso de lo posible. La estructuración metodológica de estos diseños contribuye de manera fehaciente a su adopción por la comunidad científica y facilita la comprensión de unos materiales que rompen con la tradición racional-tecnológica que caracteriza la investigación en salud y nos acerca hacia paradigmas más críticos e interpretativos. La correcta escritura del RB hace más creíble la incuestionable verdad del discurso de los ciudadanos cuando hablan de su salud.
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Dirección para correspondencia:
Begoña Martín Muñoz
HRU Carlos Haya
UCG de Cirugía Plástica (1a planta, pabellón B)
Avda. Carlos Haya 82
29010. Málaga, España
martinmb29@hotmail.com
Manuscrito recibido el 25.11.2012
Manuscrito aceptado el 17.1.2013