INTRODUCCIÓN
El virus del herpes simple (VHS) es un virus humano que se encuentra con alta prevalencia en la población, y es causante de entidades desde frecuentes y leves hasta graves y con alta morbimortalidad. El herpes genital es una infección de transmisión sexual y ante su hallazgo en un niño debemos descartar la existencia de abuso sexual. Pero ¿es en todos los niños secundario a un abuso sexual? ¿Hay algún factor que nos indique mayor o menor probabilidad para pensar en ello?
CASO CLÍNICO
Lactante varón de 11 meses que acude a la consulta de Atención Primaria por presentar lesiones ulcerosas y vesiculosas en el glande. Se observa una lesión ulcerosa de 6 mm y dos de 3 mm y una serie de lesiones vesiculosas en el borde balano-prepucial.
Ante la sospecha de posible VHS, se deriva a Urgencias para ser valorado en Dermatología. Se le toman muestras para cultivo y reacción en cadena de la polimerasa (PCR), se inicia tratamiento con aciclovir oral y una pomada antibiótica local con resolución de las lesiones a los 30 días. La PCR viral es negativa, pero la impresión clínica del dermatólogo es que el caso corresponde a un VHS. Posteriormente nuestro paciente ha presentado lesiones similares en dos ocasiones más, con respuesta adecuada al tratamiento con aciclovir oral. Las PCR han sido negativas en todo momento, pero en el estudio serológico se detecta en los meses posteriores positividad para IgG de VHS-1.
DISCUSIÓN Y COMENTARIOS
Históricamente, el herpes genital se consideraba debido al VHS-2, pero en los últimos años han aumentado los casos por VHS-1. Ante el hallazgo de una posible enfermedad de transmisión sexual, está recomendado que, en menores de 11 años con lesiones de VHS, se descarte la existencia de abusos sexuales. Cuando los pacientes son menores de un año y las infecciones son por VHS-1, y alguno de los convivientes tiene una lesión activa de herpes, la posibilidad de existir abuso sexual es menor, ya que en estos casos puede ser que el contacto se realice mediante maniobras de higiene infantil.
En nuestro caso, se estudió la situación social y los antecedentes del paciente, así como posibles vías de transmisión. Ante la ausencia de una vía clara de contagio, a pesar de no tener un diagnóstico viral específico, debido a la clínica y el entorno social del paciente, se comunicó el caso a los servicios sociales para que se realizara una investigación de otros posibles indicadores de riesgo infantil.