Introducción
Los trastornos musculoesqueléticos (TME) representan una carga de enfermedad y económica considerable en el mundo, siendo el dolor lumbar una de las principales causas de discapacidad en la mayoría de los países1. En Chile los TME son el grupo de enfermedades más prevalentes en la población laboral, el año 2019 representaron el 43% de las enfermedades profesionales2.Sin embargo, se desconoce cuántas corresponden a lesiones de zona lumbares y cervical1,3.Además, el MMC es una de las principales causas de lesiones graves en las industrias que genera importantes costos de atención médica y discapacidad1,3.
Los factores de riesgo de TME son clasificados según el tipo de actividad de trabajo que se realiza. El trabajo repetitivo tiene como principal factor de riesgo la alta frecuencia de movimientos de las extremidades superiores, a lo cual se agrega la postura, la fuerza y la falta de pausas, en ciclos de trabajos que son breves y repetidos durante la jornada laboral (4. Por otra parte, trabajos donde los operadores deben pasar largos periodos en posturas de trabajo estáticas con posturas forzadas mantenidas es otro tipo de exposición a riesgo de TME4. En ese sentido la International Organization for Standardization (ISO) define normas específicas para el trabajo repetitivo en la ISO 11.228-3, para el MMC especifica el levantamiento/descenso y transporte manual de cargas en la ISO 11.228-1, el empuje y arrastre de cargas en la ISO 11.228-2 y el trabajo postural estático en la ISO 11.226. Estas normas han sido adaptadas en Chile y forman parte de la regulación vigente en Seguridad y Salud del Trabajo (SST) siendo obligatoria su implementación por las empresas tanto en la identificación, como en la evaluación y gestión del riesgo de TME. Además, en los últimos años, Chile ha adoptado las recomendaciones de la ISO-TR 12.295- 20144) donde el énfasis es la identificación de condiciones aceptables “sin riesgos” o condiciones críticas “intolerables”, estas últimas para ser intervenidas de manera inmediata.
El MMC de grandes animales, particularmente de cuartos de vacuno, expone a los trabajadores a riesgos de lesiones por accidentes de trabajo y TME5-8. Los riesgos conciernen al conjunto de la cadena de producción, incluidas las plantas faenadoras, las líneas de desposte, la cadena de distribución, el transporte e incluso en las carnicerías5,7. En ese sentido, el trabajo de los operadores que realizan la carga y descarga de los camiones de reparto los enfrenta a dificultades y exigencias muy variables dependiendo del contexto5. Este tipo de trabajo, predominantemente manual con importante esfuerzo físico, es característico de trabajadores de cuello azul (trabajadores manuales), con altas demandas físicas ocupacionales, tiempo prolongado de pie alternando trabajo estático y dinámico (combinados con sostener o manipular cargas), con flexión de la espalda y elevación reiterada de los brazos sobre el nivel de los hombros, entre otros factores de riesgo a la salud9. Los altos niveles de demanda de trabajo físico en estos grupos ocupacionales generan mayor incidencia de riesgo TME, enfermedad cardiovascular10,11 y mortalidad12-14, capacidad de trabajo reducida15,16, ausentismo por enfermedad (17 y abandono prematuro del mercado laboral18,19.
En Chile, no hay antecedentes de estudios sobre los riesgos a los cuales se exponen los trabajadores que manipulan grandes animales ya que se han centrado más en los rubros de minería, otros tipos de industria y servicios20. El presente estudio busca identificar los factores de riesgo de TME lumbares asociados al MMC, en las actividades de carga y descarga de productos cárnicos para el despacho a carnicerías.
Métodos
Diseño: Estudio de caso de tipo observacional descriptivo de corte transversal, con aproximación mixta. El estudio ergonómico se centra en el análisis de la actividad de trabajo21,22 de los operadores de carga y descarga en el reparto de productos cárnicos a carnicerías en una empresa faenadora de grandes animales en el sur de Chile el año 2019.
Participantes: 4 empleados hombres de 30 a 46 años (38 ± 7.3), 3.9 (± 1.3) años trabajando en la empresa, peso 84.8 kg (± 11.6), talla 1.70 m (± 1.5) e índice de masa corporal (IMC) de 29.3 (± 3.7) participaron voluntariamente previo consentimiento oral y escrito, respetando los principios de la Declaración de Helsinki, respecto a la privacidad y confidencialidad durante todo el proceso.
Observaciones y verbalizaciones: Se realizaron observaciones durante 3 jornadas laborales completas, filmación con dos cámaras marca Cannon VIXIA® modelo HFR800, obteniendo siempre dos planos de cada registro. Los que fueron analizados con el Software Captiv® v. L 2100, para determinar los tiempos de cada actividad y tipo de exposición a riesgo por cada operación. La velocidad de análisis de cada video fue a 0.125X. Se realizaron verbalizaciones directas con los trabajadores durante su actividad para conocer su apreciación respecto a la carga de trabajo y las posibilidades de mejoras.
Carga de trabajo biomecánico: Se utilizó software Kinovea® versión 0.8.15 para determinar el desplazamiento angular de segmentos corporales durante las operaciones de MMC y luego el Software 3D SSPP™ v7.0.5 University of Michigan® para valorar la fuerza de compresión y cizallamiento en la zona lumbar baja23,24, tomando como referencia los valores límites establecidos para compresión por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) de Estados Unidos25, así como otros de consenso para las fuerzas de cizallamiento26. El análisis cinemático se realizó a partir de las secuencias de video obtenidas para cada trabajador del estudio y sus resultados se expresan en valores promedios.
Para el empuje y arrastre de cargas se midió la fuerza inicial con un dinamómetro SHIMPO®, modelo FGV-XY 500, luego se comparó el valor obtenido con el de las Tablas de Liberty Mutual27, considerando la condición desplazamiento de 2.1 m, para 8h de trabajo, una altura de aplicación de la fuerza de 144 cm para hombres y con criterio de protección del 90% de los trabajadores, teniendo presente que este método cuantitativo para empuje o arrastre de cargas está incluido en la norma chilena28. Además, se cuantificó el peso de las cargas con una balanza industrial modelo 14191-489F. Se demandó también la percepción del esfuerzo por medio de la Escala de Borg modificada de 10 puntos.
Los datos obtenidos se ingresaron a planillas Excel® v.2019 y luego se utilizó para el análisis estadístico descriptivo el Software SigmaPlot® versión 12.
Resultados
Descripción de la Actividad de Trabajo: En ambas tareas de carga y descarga del camión, tanto el cargador como el conductor realizan MMC al transportar los Cuartos Anterior Vacuno (73 kg), Cuarto posterior (81 kg), Cabeza (16 kg), Cordero (16 kg), Caja con vísceras (60 kg), Gancho (3 kg), más herramientas ganchos y cajas vacías.
Durante la carga del camión, ambos trabajadores del turno (conductor y cargador) realizan las mismas tareas. El trabajo se desarrolla en un espacio circunscrito a las líneas de despacho, donde existe un desnivel de 1.5 m de altura entre la plataforma que está a la altura del camión y la zona de carga con los rieles desde el frigorífico. Ambos trabajadores, deben manipular las piezas de carne (Figura 1A), empujándolas por los rieles y/o transportándolas manualmente sobre un hombro (Figura 1A -1), además de cortar cada mitad del vacuno colgado en el riel, a la altura de la novena o décima costilla con un serrucho y un cuchillo, mientras lo sostiene con un brazo y hombro (Figura 1A -2 y 3). Luego debe empujar el cuarto anterior del vacuno para levantarlo, ponerlo sobre sus hombros y cortar, y luego caminar cargando los cuartos de vacuno que pesan entre 73 y 81 kg, subiendo una pendiente (3 m de longitud y 18° de inclinación) hacia el camión (Figura 1A - 4 y 5), donde deposita el cuarto sobre un gancho en el riel dentro del camión. Esto en pisos húmedos por los fluidos y la limpieza con agua, para lo cual se dispone de un tapiz de goma en la rampa.
Los cuartos posteriores del vacuno que permanecen en los rieles se empujan para que queden cerca del camión, luego lo desenganchan sosteniéndolo y lo transportan sobre sus hombros hasta engancharlo al interior del camión.
En la segunda tarea que es la descarga del camión en el despacho a las carnicerías, ambos trabajadores deben manipular manualmente nuevamente las piezas cárnicas (Figura 1B), no obstante, los roles de ambos son diferentes. Respecto de los vacunos, el conductor empuja las piezas cárnicas en los rieles del camión para acercarlas a la puerta donde espera el cargador (Figura 1B-1). Para esto el conductor desengancha la pieza desde el riel y la sostiene manualmente con los ganchos para depositarla suavemente sobre el hombro del cargador (Figura 1B-1). Es un esfuerzo que ambos conductores califican como “muy duro” con 8 puntos en la escala de Borg e implica un esfuerzo muscular estático al sostener la carga por algunos segundos. Luego el cargador levanta y transporta manualmente el cuarto de vacuno desde el camión a la zona de descarga de cada carnicería en la ruta prevista (Figura 1B-2 y 3), en ese lugar desciende la carga de sus hombros y la engancha donde le señala el comprador, habitualmente en un frigorífico con rieles y ganchos (Figura 1B-4).El contexto es en extremo variable, considerando el estacionamiento del camión, las condiciones climáticas, la presencia de animales callejeros (perros) y obstáculos que se presentan durante la marcha a pie que realiza el trabajador (Figura 1B-3).
Por otra parte, las cajas con vísceras que pesan 60 kg, son transportadas en equipo por ambos trabajadores, mientras que las cabezas las transportan ambos, pero de manera individual (Figura 1B-5).
A las actividades manuales antes descritas en la tarea de descarga, se agrega la actividad cognitiva asociada al control de la orden de despacho respecto de lo que se está entregando y en algunos casos la recepción de dinero en efectivo por pagos pendientes.
Número y Tiempo promedio de las operaciones de MMC en Carga y Descarga: En la Tabla 1, se observa la duración unitaria de cada operación en el MMC, siendo levantar, transportar y descender, de mayor duración en la descarga del camión, comparativamente con la carga del camión en la planta, mientras que las operaciones de empuje y arrastre fueron siempre de mayor duración en la carga del camión. Levantar las cargas tuvo una duración de 1.3 s (± 0.1s) en la carga del camión y 1,9s (± 0.5s) en la descarga; transportar manualmente 7.1s (0.5s) en la carga y 11.2s (± 2,1s) en la descarga; descender la carga 2.7s (± 1.3s). Las operaciones de empujar y arrastrar fueron de mayor duración promedio en la carga del camión con 2.6s (± 0.7s) y 2.2s (± 0.9s) respectivamente. No se constató una diferencia estadísticamente significativa (P = 0,841) con el T-test.
Operaciones | Tarea | Valor p | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Carga Camión | Descarga Camión | ||||||
N° | Promedio Tiempo (s) | Desviación Estándar Tiempo (s) | N° | Promedio Tiempo (s) | Desviación Estándar Tiempo (s) | ||
Levantar | 60 | 1.3 | 0.0 | 102 | 1.9 | 0.5 | 0.841 |
Transportar | 84 | 7.1 | 0.5 | 83 | 11 | 2.1 | 0.841 |
Descender | 55 | 1.6 | 0.3 | 95 | 2.7 | 1.3 | 0.841 |
Empujar | 112 | 2.6 | 0.7 | 2 | 1.4 | 0.0 | 0.730 |
Arrastrar | 23 | 2.2 | 0.9 | 4 | 1.7 | 0.4 | 0.730 |
También en la Tabla 1, se observa que en la descarga del camión el número de levantamientos (n=102) y descensos (n=95) es considerablemente mayor a los que se realizan en la carga del camión. Esto se debe a que en reiteradas ocasiones se comenten errores en la entrega de los productos donde la orden de despacho no coincide con lo que pidió el cliente, por lo cual el trabajador debe volver con la carga al camión. También se debe a que las cajas con vísceras y las cabezas de vacuno, cuando se carga el camión en la planta son arrastradas en contenedores, sin embargo, en el reparto, se sacan según el pedido del cliente de manera unitaria.
Por contraparte, se observa un número mayor de operaciones de empuje (112) y arrastre (23) en la carga del camión. Esto porque en la planta, los cuartos posteriores cuelgan de los rieles y los trabajadores los empujan hasta las cercanías del camión. Sin embargo, en terreno esta actividad no está presente. No se constató una diferencia estadísticamente significativa en el número de operaciones de carga y descarga con el T-test (p=0,730).
Volumen de carga de una jornada de trabajo: El volumen obtenido a partir del peso estimado para cada pieza cárnica y objetos manipulados, multiplicado por la cantidad de veces que es transportado en la carga y descarga del camión. Esto se obtiene con la observación directa y se contrasta con las guías de despacho. La carga transportada representó un volumen total de 6844 kg, que se dividen en 3422 kg en la fase de carga del camión y luego 3422 kg en la descarga en las carnicerías, representando desplazamientos mayores a los 20m entre la distancia del camión y la zona de descarga de las carnicerías.
Análisis Cinemático y Momento de Fuerza Lumbar: Se realizó a partir de las secuencias de video obtenidas para cada trabajador del estudio en las tareas de levantamiento, descenso y transporte de cargas. Se utilizó el software Kinovea® para obtener los ángulos absolutos de movimiento de cada segmento (Figura 2A). Estos se ingresan junto a los datos antropométricos y las cargas manipuladas al Software 3D SSPP™, con una imagen de referencia de la operación en análisis (Figura 2B). Con esto se determinan las fuerzas de compresión y cizallamiento en la zona lumbar baja, para cada tarea.
En la Tabla 2 se puede constatar que en promedio las cargas superan los 3440 N que es el límite del NIOSH25, con un promedio de 4177N (± 1130 N) como fuerza de compresión en el nivel lumbar L4-L5 y 4007 N (± 714 N) en L5-S1, lo que representa un riesgo significativo de daño de los discos intervertebrales de los trabajadores. En el caso de las fuerzas de cizallamiento, estas presentaron valores por debajo del límite de 1000 N recomendado26.
Tarea Levantamiento | Peso Unitario (kg) | Fuerza de Compresión (N) | Fuerza de Cizallamiento (N) | ||
---|---|---|---|---|---|
L4-L5 | L5-S1 | L4-L5 | L5-S1 | ||
Cuarto Vacuno Posterior | 81 | 58448a | 4612a | 39 | 923 |
Cuarto Vacuno Anterior | 73 | 4143a | 4041a | 253 | 816 |
Coderos | 16 | 4323a | 4557a | 387 | 598 |
Cabezas | 16 | 2687 | 2838 | 278 | 551 |
Caja con Vísceras | 60 | 3886a | 3988a | 137 | 499 |
Promedio | 49.2 | 4177a | 4007a | 219 | 677 |
Desviación Estándar | ± 31 | ± 1130 | ± 714 | ± 134 | ± 183 |
aSupera el límite de compresión de 3400 N recomendado por NIOSH25
Las operaciones que generan mayor compresión es el levantamiento del cuarto posterior de vacuno (81 kg) con 5844N para L4-L5 y 4612N para L5-S1; luego el levantamiento de 2 corderos simultáneamente (30 kg) con una compresión de 4557N en L5-S1 y con 4323N en L4-L5 y el levantamiento del Cuarto Anterior de Vacuno (76 kg) con 4143N para L4-L5 y 4041N para L5-S1.
Empuje y arrastre de cargas: Los resultados de las fuerzas iniciales de empuje y arrastre medidas con dinamómetro, permitieron evidenciar que los trabajadores al empujar con ambas manos, sobre el nivel de la cabeza, la mitad de un vacuno colgado en el riel (160 kg), es de 51.2 kg*f, superando los 31 kg*f que es el límite aceptable27,28. En el arrastre de la caja de vísceras (60 kg), la fuerza inicial es de 27.3 kg*f siendo el límite de 23 kg*f por lo cual en ambos casos se sobrepasa el máximo aceptable para una jornada de trabajo. Los resultados se expresan en kg*f dado que en las tablas de Liberty Mutual en la norma chilena se expresan en esas unidades28.
Discusión
En el estudio se evidenció una importante exposición a riesgo de los trabajadores, tanto conductores como cargadores, ya que ambos realizan constantemente MMC durante la jornada laboral. Las fuerzas de compresión lumbar y las exigencias en empuje y arrastre de cargas muestran la magnitud de la exigencia musculoesquelética. Los resultados de este estudio coinciden con la evidencia previa disponible en América del Norte y Europa5-9, en cuanto a la carga de trabajo físico5-8 y el elevado riesgo de TME13,29, sobre todo a nivel lumbar21-26 y en extremidades superiores9,11. Esto puede ser reducido con mecanización o automatización de rieles, cambio de canales de tubular a bi-riel, un brazo hidráulico de carga de camión, carros de transporte de ¼ de vacuno y corderos para descarga, o incluso el uso de exoesqueletos, entre otros5,6,30,31 y al centrar la intervención ergonómica en determinantes de la organización del trabajo tales como los ciclos de trabajo y descanso3-6.
Entre las limitaciones del estudio se encuentran el peso de la carga que sobrepasa el límite máximo de 25 kg para hombres28, ya que muchos de los métodos para evaluar el riesgo referidos en la norma chilena28 no son aplicables a este tipo de condiciones más complejas, como la Ecuación de NIOSH25 por el peso que no puede exceder los 23 kg25 y el método MAC y V-MAC de la HSE28, por la manipulación que debe ser con ambas manos28, lo que deja fuera una gran cantidad de situaciones de trabajo cuyo riesgo debe ser demostrado y cuantificado de algún modo para hacerlo visible y gestionado. Por esta razón se recurrió al análisis de momento de fuerza para determinar las fuerzas de compresión y cizallamiento lumbar, método que es reconocido en el campo de la biomecánica ocupacional21,24 y la ergonomía21,22, aun cuando existen limitaciones como la exactitud del plano utilizado por la cámara durante una actividad dinámica o las bases antropométricas en el modelo biomecánico que se utiliza, en este caso el Software de la Universidad de Michigan24. Otra limitación fue la cantidad de unidades de análisis (4 trabajadores), aunque si bien representan al 100% de trabajadores que realizan estas tareas en la empresa estudiada, no hace posible extrapolar la realidad de este centro de trabajo a otros, pero si expresa una realidad que puede ser cercana, sobre todo en empresas de menor tamaño, donde al igual que en este caso la polifuncionalidad de los operadores de descarga y los conductores es común. Por otra parte, el IMC promedio de los trabajadores de 29.3 kg/m2, es una variable importante en las fuerzas de carga espinal, dado que se encuentra en el límite del sobrepeso. Los cambios en el peso corporal influyen en las cargas espinales, un mayor peso corporal produce cargas espinales más grandes y acumulación de grasa en la parte superior del tronco en comparación con más peso alrededor y debajo de la cintura pueden predisponer a las personas a un mayor riesgo de trastornos de la espalda32. Esta variable no fue parte de los análisis, dado que no se conoce cuales son las diferencias en la composición corporal de cada uno de los trabajadores (composición de masa grasa o masa magra), lo cual representa una limitante del estudio. Los individuos obesos con una circunferencia de cintura más grande (es decir, obesidad abdominal) experimentan mayores cargas, a aquellos solo tienen mayor peso por aumento de su masa muscular, por lo cual el papel de la forma del cuerpo (la forma de obesidad o somatotipos)33 debe ser considerada en futuros estudios. Esto no resta importancia a la magnitud de la exposición a factores de riesgo biomecánico en las condiciones de trabajo manual analizada.
Es necesario realizar investigaciones complementarias de mayor alcance en número de trabajadores y empresas en futuras investigaciones. Los hallazgos del presente trabajo contribuyen en aportar información sobre las condiciones de trabajo y el esfuerzo físico en el MMC de cuartos de bovinos, lo que permite alertar de su riesgo y de la falta de gestión preventiva en este sector de actividad.
Finalmente, considerar que la competencia de precios y la búsqueda continua de las ganancias de productividad que acompañan a este tipo de trabajos, tienen efectos directos sobre las condiciones de trabajo y la salud de los trabajadores5,6. El problema de los TME en los establecimientos de procesamiento de carne no es nuevo y las acciones de prevención de los riesgos deben ser prioritarias5-8, tal como hoy se relevan en esta industria las condiciones de inocuidad alimentaria, debieran relevarse también las condiciones de trabajo y particularmente las de MMC. Mejorar estas condiciones de trabajo y la regulación de estos aspectos en el momento de autorizar el funcionamiento de las carnicerías y las plantas faenadoras, representa un desafío de política pública sanitaria y para quienes se dedican a la prevención de riesgos, la ergonomía y a la producción.