INTRODUCCIÓN
La influencia de elementos externos como la música o la práctica de deporte acompañado sobre el rendimiento, han sido objetivo de investigación desde hace años. En cuanto a la música, la mayoría de los estudios coinciden en que ésta puede modificar la sensación de fatiga a través del desvío de la atención, puede estimular o relajar el organismo, y aumentar el rendimiento en determinadas condiciones (Hardy y Rejeski, 1989; Leman et al., 2013; Lopes, Lima, Bertuzzi y Silva-Calvacante, 2015). Otros estudios como el de Mohammadzadeh, Tartibiyan y Ahmadi (2008), señalan que es una herramienta útil en entrenamientos, incrementando el rendimiento independientemente de la condición física en la que se encuentre el deportista. De forma concreta, el uso de la música está asociado a mejoras de rendimiento en ejercicios de resistencia de intensidad baja y moderada (Yamashita, Iwai, Akimoto, Sugawara y Kono, 2006). Así, el aumento del rendimiento encontrado alude de forma clara a aspectos psicológicos como la motivación, la percepción del esfuerzo y el estado de ánimo (Karageorghis, 2008).
En cuanto a la utilidad de la música en el aprendizaje deportivo, algunos autores indican su posible relación con habilidades motoras, facilitando la focalización de la atención, minimizando la interferencia de otros estímulos y disminuyendo la sensación de fatiga mediante la reducción de la conciencia de las sensaciones corporales (Hardy y Rejeski, 1989). Además, el ser humano tiene una predisposición a responder al ritmo de la música sincronizando los patrones de movimiento con la misma (Orozco, 2016; Wilson y Davey, 2002), sincronización que puede producir una reducción del coste metabólico de la actividad al ser más eficiente a nivel neuromuscular y metabólico (Lucas, 2015; Roerdink, 2008). Esta sincronización puede ser más efectiva en tareas relacionadas con el ejercicio aeróbico (Karageorghis y Jones, 2000).
En relación a la música y al momento en el que se utiliza, las investigaciones diferencian la utilización pre-tarea, durante la tarea y post-tarea. La utilización de música antes de la tarea persigue el objetivo de provocar un nivel de activación determinado, y es habitual antes de tareas de alta intensidad (Crust y Clough, 2006; Priest y Karageorghis, 2008). Durante la realización de la tarea, existe una tendencia a elegir una música relacionada con la intensidad del ejercicio y con el nivel de activación exigido (Rendi, Szabo, y Szabó, 2008), en relación sobre todo a la elección del tempo y volumen (North y Hargreaves, 2008). De esta forma, los deportistas que acompañaron las sesiones de bicicleta con música clásica, recorren más kilómetros y son los que perciben menor esfuerzo, mientras que los que escuchan música con un tempo rápido y continuo muestran una mayor frecuencia de pedaleo (Guillén y Ruiz-Alfonso, 2015; Szabo, Small y Leigh, 1999). Scheneider, Askew, Abel y Strüder (2010) también encuentran coincidencias entre la frecuencia de movimiento durante el ejercicio y el tiempo de la música, reflejadas a través de la realización de electroencefalogramas. Finalmente, el uso de la música después del ejercicio puede incrementar la recuperación del esfuerzo realizado (Karageorghis et al., 2009). Se observa una menor frecuencia cardíaca y sensación de fatiga al utilizar música con un tempo lento (Karageorghis y Priest, 2012). La utilización de música durante la realización de ejercicio físico puede tener impacto sobre el estado de ánimo a través del recuerdo (Janata, 2009; Levitin, 2011), incrementando el vigor, reduciendo la ira y depresión (Edworthy y Waring, 2006) e influyendo de manera clara sobre el comportamiento (North y Hargreaves, 2008). Juslin y Lukka (2004) aluden a la relación entre música y emoción al sugerir que las personas eligen un tipo de música en función del contexto vital y necesidad emocional. En este sentido, un aspecto que destaca la importancia de la música en el rendimiento es la prohibición del uso de la misma en deportes como el atletismo, al considerarla una ayuda externa al deportista (Arqued, 2015; Brooks y Brooks, 2010). En los últimos años, aparece también literatura científica sobre la utilidad de la musicoterapia en el contexto de la actividad física y el deporte (Kachanathu, Verna y Khanna, 2012; Lucas, 2015; Verna y Khanna, 2010).
Otro elemento externo a considerar por su influencia en el rendimiento a través de aspectos psicológicos es la presencia de otras personas haciendo una misma tarea. Allport (1924) acuñó el término de “facilitación social” para hacer referencia a que la tarea de un sujeto se puede ver influida por la presencia de otros individuos. Posteriormente Zajonc (1965) indicó que frente a tareas bien aprendidas, la presencia de otros puede facilitar el rendimiento, mientras que en tareas complejas o que el sujeto aún no domina, dicha presencia puede ser negativa debido a que las personas pueden sentirse evaluadas o distraerse de su ejecución, perjudicando así el rendimiento. La influencia de la presencia de otros se basan en la existencia de público (Page y Page, 2010), padres (Bois, Lalane y Delforge, 2009) y en definitiva, personas que de alguna manera puedan evaluar la conducta del deportista. En el contexto de la actividad física y el deporte, se observa un efecto motivacional positivo de la realización de ejercicio en compañía y su repercusión sobre la adherencia a un programa de ejercicio físico por parte de sujetos post-infartados (De la Calle, Barriopedro y Aznar, 2004).
Dada la relevancia de estas variables y su influencia sobre el rendimiento y la adherencia al ejercicio físico, el objetivo de este trabajo fue analizar la influencia de la utilización de música y la realización de ejercicio físico en compañía sobre el estado de ánimo y la percepción subjetiva de esfuerzo en corredores amateur.
MATERIAL Y MÉTODOS
Participantes
Se utilizó una muestra de 12 sujetos adultos (6 hombres y 6 mujeres), con una edad de 19,33±1,21 y 21,16±4,36 años, y que entrenaban un promedio de 4,33±0,82 y 4,17±0,98 días en semana, respectivamente. La muestra se seleccionó de forma incidental en base al criterio de días de entrenamiento en carrera por semana para asegurar una muestra de sujetos entrenados. Los sujetos fueron previamente informados del procedimiento a desarrollar, firmando un consentimiento y participando finalmente de forma voluntaria.
Se empleó un diseño cuasi-experimental de grupos no equivalentes a partir de la variable independiente tipo de actividad: correr sólo, con música o acompañado. Se analizó la influencia sobre las variables dependientes de: (a) estado de ánimo (POMS): vigor, tensión, fatiga, cólera y depresión; (b) percepción subjetiva del esfuerzo (escala Borg); y (c) frecuencia cardiaca (FC): valor medio de las pulsaciones por minuto registradas durante cada sesión y modalidad de carrera.
Instrumentos
Para la carrera se utilizaron dos cintas de correr RAM 770 CE., tensiómetro digital, pulsómetro Onrhythm 310 Geonaute y una hoja de registro de datos diseñada ad hoc. Para la evaluación de los estados de ánimo se administró el cuestionario POMS en su versión reducida (McNair, Lorr y Droppleman, 1992), validado por Fuentes, Balaguer, Meliá y García-Mérita (1995). El cuestionario estuvo compuesto por 29 ítems en una escala Likert con valores de entre 0 y 4 y evalúa los estados de tensión, depresión, fatiga, cólera y vigor. Esta versión del cuestionario ha sido ampliamente utilizada en el contexto de la actividad física y el deporte (De la Vega el al, 2008; Moya, Sarabia y Torres-Luque, 2016).
Finalmente, la percepción subjetiva del esfuerzo fue medida a través del Test Borg en su versión CR-10 (Borg, 1998). Esta versión de la escala, distingue diez grados de intensidad en el esfuerzo percibido. La percepción de esfuerzo percibido se considera un indicador psicológico y es reconocido como índice valido de intensidad de ejercicio, indicado en numerosas investigaciones (Calahorro, Torres-Luque y Lara-Sánchez, 2014; Sinclair, Kerr, Spinks y Leicht, 2009; Weston, Bird, Helsen, Nevill y Castagna, 2006).
La música empleada durante la carrera fue administrada a través de auriculares y de forma libre según preferencias del corredor. En la situación de correr acompañado no había uso de la música, pero sí de conversación libre entre los dos participantes.
Procedimiento
El ejercicio físico planteado representaba un tipo de entrenamiento ligero y sin riesgo de lesión para sujetos entrenados. Fueron analizadas 30 carreras (12 sin música, 12 con música y 6 acompañados en parejas donde ambos sujetos corren en cinta), realizadas en tres semanas siguiendo el orden indicado, de manera que se establece un periodo de una semana para cada prueba y sujeto. Al comienzo de la prueba cada sujeto rellenó el cuestionario de estados de ánimo. A continuación, se le colocaba un pulsómetro y se procedía a la explicación de las normas y protocolos a llevar a cabo durante el test. La prueba de carrera se realizó durante 21 minutos, a una velocidad de 10 km/h y a temperatura y humedad constantes. Cada sujeto desarrolló las tres modalidades de carrera en días distintos y en condiciones similares de horario y laboratorio. En el caso de la prueba con música, esta fue elegida por cada sujeto y se escuchó de manera individual. Los datos de percepción subjetiva del esfuerzo se recogieron cada siete minutos (tres recogidas en cada actividad) y la frecuencia cardíaca fue almacenada cada minuto en el pulsómetro con el fin de controlar cualquier variación durante el protocolo.
Para el registro de la escala de Borg, el investigador preguntaba al sujeto su percepción de esfuerzo y le ofrecía una tabla donde el sujeto que corría indicaba su percepción de fatiga. Al finalizar la prueba, el sujeto cumplimentó de nuevo el cuestionario de estados de ánimo. El investigador principal del trabajo realizó la toma de datos previo entrenamiento en el manejo de los instrumentos. Finalmente, tanto la frecuencia cardiaca como el estado de ánimo fueron analizados a partir de sus valores medios durante toda la prueba. Destacar que durante el tiempo de carrera, el sujeto no recibió ningún feedback aumentado relacionado con su rendimiento.
Análisis estadístico
Los datos obtenidos se presentaron a nivel descriptivo (media y desviación típica) e inferencial. Se realizó la prueba de normalidad Shapiro-Wilk, seguida de una prueba T para muestras relacionadas o de un test de Wilcoxon (según la distribución normal -t- o no normal -z- de las variables contrastadas) para comparar las diferencias entre cada modalidad de carrera, y dentro de una misma modalidad (diferencias pre-test y pos-test). En todas las pruebas se estableció un nivel de significación de p < 0.05. Finalmente, se calculó el tamaño del efecto con un intervalo de confianza del 90% en relación a las diferencias de medias estandarizadas entre cada variable y modalidad de carrera. El umbral de magnitud se fijó en: 0-0.2 (diferencia trivial), > 0.2-0.6 (diferencia pequeña), > 0.6-1.2 (diferencia moderada), > 1.2-2 (diferencia amplia), y > 2 (diferencia muy amplia) (Holpkins, Marshall, Batterham y Hanin, 2009). Los datos fueron analizados con SPSS v.21.0. (Statistical Package for the Social Sciences, SPSS Inc) y Prism 7.0a (GraphPad Software, Inc., San Diego, CA).
RESULTADOS
En la Tabla 1 se presentan los resultados del estudio en función de la modalidad de carrera y las variables analizadas. Se observó una distribución normal sólo para las variables de vigor previo, vigor posterior y frecuencia cardiaca en todas las modalidades de carrera, la tensión previa en la carrera en solitario, la tensión y fatiga posterior en la carrera con música, y el estado de ánimo en la carrera en solitario y con música. El resto de variables no presentaron una distribución normal. Se observaron diferencias estadísticamente significativas entre pre-test y post-test para la variable vigor en la modalidad de correr con música (t(1,12)=-2.69, p=.021) y acompañado (t(1,12)=-3.29, p=.007), aprenciándose un incremento del vigor al final de la prueba en ambas situaciones. También se encontró un incremento de la tensión posterior en la modalidad de correr acompañado (z(1,12)=-2.03, p=.042). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas para ninguna otra variable al comparar el pre-test con el post-test.
Nota. *p < .05 entre pre-test y pos-test dentro de una modalidad de carrera;
**p < .01 entre pre-test y post-test dentro de una modalidad de carrera;
adiferencia significativa en relación a “correr solo” (p < .05);
bdiferencia significativa en relación a “correr con música” (p < .05);
cdiferencia significativa en relación a “correr acompañado” (p < .05).
Al comparar las modalidades de carrera entre sí (Tabla 1), entre correr sólo y con música se mostró un aumento estadísticamente significativo del cólera previo (z(1,12)=-2.04, p=.041), y un descenso estadísticamente significativo del vigor previo (t(1,12)=2.32, p=.041), percepción subjetiva del esfuerzo (t(1,12)=4.40, p=.001) y frecuencia cardiaca (t(1,12)=4.68, p=.001). Asimismo, se encontró un descenso estadísticamente significativas entre correr sólo y acompañado, y entre correr con música y acompañado, en las variables de tensión previa (z(1,12)=-2.82, p=.005; z(1,12)=-2.68, p=.007, respectivamente), fatiga posterior (z(1,12)=-2.33, p=.020; z(1,12)=-2.53, p=.011, respectivamente) y percepción subjetiva del esfuerzo (z(1,12)=-2.81, p=.005; z(1,12)=-2.41, p=.016, respectivamente).
En cuanto a las diferencias de medias estandarizadas, en la Figura 1 se muestran todas las comparaciones posibles en función de la modalidad de carrera. Al comparar la carrera en solitario con la carrera con música (Figura 1a), no se observaron diferencias consistentes entre las variables. No obstante, se observó un tamaño del efecto pequeño de la percepción subjetiva de esfuerzo (-0,60±0,62) y un valor moderado del vigor previo (-0,80±0,94) cuando se corría sólo, aunque su intervalo de confianza fue superior al valor del tamaño del efecto. Al comparar la carrera solitario con la carrera acompañado (Figura 1b), se apreció un incremento pequeño de la fatiga previa (-0,54±0,52) y depresión posterior (-0,40±0,39); un incremento moderado en la percepción subjetiva del esfuerzo (-1,13±0,60) y fatiga posterior (-0,80±0,50); y un aumento amplio de la tensión previa (-1,42±0,61) cuando se corría en solitario. Finalmente, al comparar la carrera con música y la carrera acompañado (Figura 1c), sólo se encontraron diferencias moderadas en fatiga posterior (-1,16±0,51) y tensión previa (-0,93±0,54) cuando se corría con música.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
El presente estudio analiza la influencia de la música y la compañía sobre aspectos psicológicos como el estado de ánimo y la percepción subjetiva de esfuerzo en un ejercicio de carrera continua en tapiz rodante. Se aprecian numerosos cambios que indican la influencia del contexto (música o compañía) sobre el estado de ánimo y la percepción subjetiva del esfuerzo, principalmente.
En cuanto a la comparación entre correr en solitario o con música, los resultados indican un ligero aumento en cuanto al vigor previo y la percepción subjetiva de esfuerzo en la modalidad de correr en solitario. Por otro lado, también se observa un leve aumento de la fatiga posterior en la modalidad de correr con música (el mayor valor de todas las modalidades de carrera analizadas). Este último resultado, aunque no fue significativo, contradice la disminución de la fatiga tras el ejercicio con música a través del desvío atencional que ésta facilita (Leman et al., 2013; Lopes et al., 2015). En el estudio señalado de Lopes et al. (2015), los sujetos mostraron un aumento de pensamientos no relacionados con la actividad y fatiga, pero esto no supuso una mejora del rendimiento. Así, Szabo et al. (1999), indican que la música puede proporcionar un efecto de distracción temporal sobre algunas de las señales del cuerpo asociadas a la fatiga. Cabe destacar que la mayoría de los estudios hacen referencia a la fatiga física, pues incluyen dentro del estudio un ejercicio moderado e intenso de cara al análisis de la influencia de la música sobre el esfuerzo y su percepción. Sin embargo, otros estudios una asociación entre el uso de la música y una mejora en el rendimiento, especialmente en ejercicios de moderada y baja intensidad (Yamashita et al., 2006).
En relación a la comparación entre correr en solitario y acompañado, los resultados indican un aumento de la percepción subjetiva de esfuerzo al correr en solitario, así como la fatiga y depresión posteriores, y de la fatiga y tensión previas a la realización de la prueba. Estos resultados coinciden con algunos estudios que señalan el efecto facilitador de la presencia de otras personas en la realización de una tarea, y en consecuencia, en su rendimiento a través del compromiso, la cohesión y otros aspectos psicológicos presentes en la actividad física y el deporte (González y Garcés de los Fayos, 2009; González y Ortín, 2010). En esta línea, existen numerosos eventos deportivos en los que se fomenta la carrera en equipo o en compañía, y en los que la música juega en ocasiones un papel importante desde el punto de vista de la motivación y la emoción (Copelands y Franks, 1991). A pesar de esto, es importante tener en cuenta las diferencias personales, pues en ocasiones la realización de carrera es utilizada como una oportunidad para estar solo, reflexionar, y como posible escape de situaciones de tensión relacionadas con la rutina diaria. Cabe destacar el aumento de la tensión previa, fatiga previa y percepción subjetiva del esfuerzo en la carrera en solitario. En este sentido, el estrés vivido los días anteriores o el mismo día de la prueba puede influir tanto en el afrontamiento de la prueba como en los efectos de la misma. Asimismo, la menor fatiga y depresión posterior cuando se corre acompañado podrían asociarse al efecto facilitador de la practica de actividad física vinculada a la presencia de otras personas (González y Ortín, 2010). Otros estudios han destacado el papel de la música para la disminución de los niveles de depresión (Edworthy y Waring, 2006), pero en este estudio, esta variable se diferencia de correr en solitario sólo cuando se compara con la carrera en compañía.
Por último, en relación a la comparación entre correr acompañado y con música, destaca los elevados valores de tensión previa y fatiga posterior al correr con música. Aunque algunos autores han indicado una mayor recuperación tras el ejercicio a través del uso de la música (Karageorghis et al., 2009), la carrera en compañía aparece como una variable a tener en cuenta en programas de ejercicio físico. La comparación entre estas dos modalidades es menos frecuente en la literatura científica, que se ha ceñido tradicionalmente al efecto de la presencia externa y en todo caso, a la comparación entre realizar deporte en solitario o con música. Además, algunos estudios se centran en la importancia de la música, habitualmente utilizada en eventos deportivos multitudinarios con el objetivo de agregar emoción a la atmósfera de dicho evento (Copelands y Franks, 1991).
Los resultados del presente estudio muestran un incremento en la frecuencia cardíaca cuando los sujetos corren solos, respecto a las demás modalidades de carrera. Hernández y Aragón (2001), ya indicaron que la influencia de la música sobre la frecuencia cardíaca está determinada tanto por el tipo de música como por el tipo de ejercicio. Así, Copeland y Franks (1991), encontraron valores significativamente más bajos en la frecuencia cardíaca cuando los sujetos se ejercitaron con música a baja intensidad, e Iwanaga (1995) mostró una correlación positiva entre frecuencia cardíaca y el ritmo musical.
Se puede concluir que, aunque no aparecen grandes diferencias en algunos de los aspectos analizados, éstos pueden ser importantes de cara a la continuación de los estudios sobre la influencia de elementos externos en los aspectos psicológicos de los practicantes de actividad física y deporte, sobre todo si se trata de elementos con una clara carga emocional como la música o la presencia de compañía. El análisis individual de las preferencias de los sujetos y del efecto que sobre ellos producen diferentes variaciones en su práctica deportiva puede influir de manera positiva en aspectos tan importantes como su motivación y su adherencia a la propia práctica deportiva. En definitiva, es clara la influencia de la música en aspectos anímicos y del rendimiento, pero con resultados contradictorios. Así, en una revisión de Brooks y Brooks (2016) se indica que la música puede producir aumentos ergogénicos. La precisión de la influencia de la música en todas las variables psicológicas relacionadas con el rendimiento y la salud en actividad física y deporte ha de seguir siendo objetivo de investigaciones en este contexto. Además, otros trabajos incluyen variables como el agotamiento percibido, la presión arterial, o los efectos múltiples asociados (Karageorghis Drew y Terry, 1996) e incluso constructos más cercanos a la psicología clínica como la ansiedad (Pacheco y Manrique, 2015).
A pesar de lo expuesto, este estudio presenta limitaciones en cuanto al número de sujetos analizados, al número de pruebas realizadas, así como a la duración e intensidad de la misma. No obstante, este estudio ofrece datos útiles para la aplicación de estas metodologías de carrera en personas que se inician dentro de una práctica de actividad física saludable. Serán necesarios futuros estudios acerca de las posibles diferencias por sexo o experiencia deportiva.
APLICACIONES PRÁCTICAS
Este estudio ofrece una reflexión sobre la influencia de aspectos externos y sociales como la música y la compañía, sobre el rendimiento fisiológico y psicológico en personas que practican ejercicio físico dentro de entornos saludables. Estos resultados pueden facilitar las condiciones de práctica de sujetos con el fin de realizar prácticas satisfactorias que aseguren la adherencia al ejercicio, y que en definitiva repercutan en un bienestar relacionado con la salud de los individuos en sus vertientes física, psicológica y social. El conocimiento de los aspectos analizados en este trabajo puede servir para que los usuarios de actividad física conozcan los motivos por los que los elementos externos pueden ayudar en el inicio y mantenimiento de la actividad física. Por otro lado, este tipo de estudios puede aportar información interesante para los entrenadores o monitores que dirigen actividades relacionadas con el deporte, pues profundizan en aspectos como el estado de ánimo y su relación con del propio deporte.