INTRODUCCIÓN
Las quemaduras por productos químicos son infrecuentes, aunque ha aumentado su prevalencia hasta el 7,9% en las últimas tres décadas, sobre todo debido a accidentes en el ámbito doméstico1. Las sustancias implicadas incluyen ácidos orgánicos e inorgánicos, combustibles o álcalis, presentes en productos de limpieza domésticos, industriales y productos empleados en cosmética y en medicina alternativa2. La medicina alternativa y los productos naturales con fines terapéuticos han experimentado un incremento en las últimas dos décadas gracias a la proliferación de foros al respecto en internet y a la falta de regulación en la venta de estos productos en el mercado electrónico. La Sanguinaria canadensis es una planta que contiene sustancias alcaloides que por sus propiedades cateréticas ha sido empleada desde hace siglos en el tratamiento de lesiones cutáneas. Actualmente su comercialización es para uso veterinario en el tratamiento de lesiones y tumores de la piel en animales. Su aplicación en humanos con estos fines no ha demostrado efectividad y, por el contrario, puede tener efectos perniciosos, que abarcan desde daños locales superficiales a lesiones profundas y sistémicas, condicionando una alta morbilidad y letalidad3.
CASO CLÍNICO
Acudió a nuestra consulta un hombre de 19 años, sin antecedentes personales de interés, que presentaba en la pared abdominal anterior dos heridas induradas de 3,5 cm de diámetro, con bordes eritematosos sobreelevados, costra verdosa y exudado amarillento en una de ellas (figura 1). El paciente refería dolor intenso de las lesiones, así como febrícula desde hacía 48 horas.
Según nos refirió, comenzó a aplicarse por su cuenta y de forma diaria durante 1 mes una crema comercializada como Bloodroot paste®, cuyo compuesto principal es Sanguinaria canadensis, que había comprado por internet con la intención de eliminar dos nevus cutáneos del abdomen.
Ante la profundidad de las heridas que afectaban a la piel y el tejido celular subcutáneo, se derivó de forma urgente al hospital para valoración por cirugía plástica, donde se realizó desbridamiento quirúrgico (figura 2). Se pautó antibioterapia con amoxicilina-ácido clavulánico 875/125 mg/8 horas durante 1 semana, analgesia con ibuprofeno 400 mg/8 horas y metamizol 575 mg si precisaba, y se indicó que se hicieran curas por segunda intención con sulfadiazina de plata (Silvederma®) tópica, que se realizaron durante 10 días en nuestro centro. La evolución de las lesiones fue favorable y las heridas se cerraron en esos 10 días (figura 3).
Tres semanas después de finalizar las curas, el paciente consultó por aparición de cicatrices hipertróficas antiestéticas (figura 4), y actualmente está recibiendo tratamiento con infiltraciones de corticoides intralesionales y parches de silicona.
DISCUSIÓN
La medicina ha empleado desde sus inicios sustancias naturales en la preparación de compuestos con fines terapéuticos, y parte de los medicamentos usados hoy en día son derivados de sustancias de origen natural que han sido sometidos a procesos de evaluación de su efectividad y seguridad para su aplicación en humanos.
En las últimas décadas han surgido corrientes en favor de la medicina alternativa que han propiciado el uso de preparados naturales de venta en herbolarios o en internet para tratar enfermedades de distinta índole y no comercializados con ese propósito. Esto supone un riesgo para la salud de quienes los consumen, dado que estos productos no han sido sometidos o, en algunos casos, no han superado los mecanismos de control de las agencias nacionales e internacionales del medicamento4.
La Sanguinaria canadensis es una planta originaria de Norteamérica que contiene sustancias alcaloides como la sanguinaria. Esta planta fue usada durante generaciones por los indios nativos americanos en el tratamiento de dolencias digestivas (vómitos, cólicos abdominales), respiratorias (catarro, congestión nasal), como coagulante en las hemorragias digestivas y uterinas, como agente antibacteriano en las infecciones de las heridas o en el tratamiento de lesiones de la piel (incluidas lesiones cancerosas) por su efecto caterético5. Su aplicación como terapia alternativa en el tratamiento de tumores, principalmente de la piel, ha cobrado fuerza en los últimos años, basada en estudios de laboratorio que han descrito un efecto antiproliferativo por la apoptosis inducida por la unión de la sanguinaria a los telómeros, así como por la unión a los oncogenes c-Myc, KRAS y C-kit, finalizando el ciclo celular5,6.
Por otra parte, los efectos secundarios derivados de su uso tópico también son conocidos desde hace siglos5, e incluyen la destrucción tisular, la escarificación y la formación de cicatrices queloides7,8, con importantes secuelas funcionales y estéticas como resultado.
El diagnóstico diferencial que nos planteamos en este caso no creó dudas debido al uso referido por el paciente de esta sustancia, cuyos efectos irritantes y ulcerativos sobre la piel están bien descritos en la literatura7,8 y concordaban con la herida ulcerante penetrante que presentaba. En cuanto al tratamiento, fue el de cualquier quemadura química erosiva, intentado tratar la infección, facilitando la cicatrización y tratando de minimizar las posibles secuelas funcionales y antiestéticas.
Cabe señalar que los efectos por el uso de productos químicos similares al descrito (álcalis y ácidos) pueden tener consecuencias muy variables, no solo con efectos superficiales, como en el caso de nuestro paciente, sino también sobreinfección de la herida, graves lesiones localmente irreversibles, como la fascitis necrotizante, cuadros de sepsis e incluso la muerte2.
Desde el punto de vista de la Atención Primaria, es importante tener en consideración el uso de la medicina alternativa (productos de herbolario, productos de venta sin receta o de venta por internet) por parte de nuestros pacientes, conocer sus efectos secundarios y no minimizar su peligrosidad, ya que, al no existir regulación en su producción y venta, se puede generar la falsa percepción de inocuidad en la población7,9,10. Las autoras queremos resaltar la importancia de la educación sanitaria de la población en el consumo de sustancias naturales con fines médicos o cosméticos, cuyo uso inadecuado puede ocasionar lesiones y secuelas imprevisibles.