Introducción
Siguiendo las directrices marcadas por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) en el programa DOCENTIA, la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) aprobó en diciembre de 2009 el programa DOCENTIAZ como la herramienta de evaluación de la actividad docente del profesorado [1]. Este programa, que actualmente tiene carácter voluntario, ha sido acreditado por la ANECA y por UNIBASQ-Agencia de Calidad del Sistema Universitario Vasco en enero de 2019 [2].
Los objetivos de este programa son, en primer lugar, reconocer, premiar, reforzar las buenas prácticas docentes y mejorar la actividad docente del profesorado con el fin de impulsar la calidad docente en educación superior y, en concreto, en la UPV/EHU.
En segundo lugar, el programa proporciona una retroalimentación constructiva sobre la labor docente, orientando los programas de formación y de desarrollo profesional e impulsando un foro docente para intercambiar experiencias docentes.
En tercer lugar, el programa permite disponer de un procedimiento institucional reconocido, fiable y contrastado para la evaluación docente y para la toma decisiones.
El programa DOCENTIAZ se basa en el modelo educativo de enseñanza-aprendizaje cooperativo y dinámico (IKD), que es la propuesta para el desarrollo curricular de las enseñanzas en la UPV/EHU [3]. En este modelo, el alumnado se convierte en protagonista de su propio aprendizaje a través de metodologías activas con una evaluación continua y formativa. Por otra parte, se promueve que el alumnado participe en programas de movilidad y cooperación.
El programa consta de tres dimensiones a las que se les atribuye un peso y un valor máximos y que evalúan diferentes aspectos sobre la docencia siguiendo criterios definidos [4].
La dimensión 0 valora el grado de dificultad del desempeño docente según diversos factores, como el número de alumnado por grupo, la docencia impartida en otros centros, la docencia impartida en distintos idiomas, el número de asignaturas impartidas o el profesorado novel no permanente (con menos de cinco años de antigüedad). Esta dimensión constituye un factor multiplicador de la calificación final obtenida.
La dimensión 1 valora la calidad de la planificación docente y la consonancia del desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje con las directrices establecidas en el título y con el modelo IKD. Esta dimensión representa la mitad del peso (50%) en la calificación final. Las subdimensiones que se evalúan son, por un lado, la planificación docente de la materia (por ejemplo, guía docente estructurada, clara, coherente, innovadora…), y, por otro lado, el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje (por ejemplo, método coherente con IKD, evaluación continuada y formativa).
La dimensión 2 valora las tasas de éxito y el nivel de satisfacción del alumnado con la actividad docente recogidos en la encuesta de opinión al alumnado sobre la docencia de su profesorado. El peso de esta dimensión es del 20% en la calificación final.
La dimensión 3 valora el grado de orientación a la innovación docente y a la mejora constante del profesorado, con el fin de conseguir una docencia de excelencia, lo que supone un 30% de la calificación final. Las subdimensiones que se evalúan son la participación en cargos de liderazgo docente, el fomento de la autonomía con la supervisión y dirección de trabajos académicamente dirigidos o supervisados, la formación continua del profesorado con objeto de mejorar la planificación y el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, la innovación y las publicaciones relacionadas con la docencia en educación superior, y la proyección a través de la divulgación en la sociedad de los resultados de la actividad docente.
La evaluación final que recibe el profesorado incluye tanto una valoración cuantitativa de cada una de las dimensiones como una valoración cualitativa sobre su actividad docente, en la que se destacan las prácticas que son merecedoras de reconocimiento y se indican las posibles actuaciones de mejora en su práctica docente.
Material y métodos
En este trabajo se analizó la participación del profesorado de la Facultad de Medicina y Enfermería en el programa DOCENTIAZ de la UPV/EHU a lo largo de nueve convocatorias, desde su implantación en el curso académico 2009/10 hasta el 2017/18.
El profesorado que se incluyó en el análisis cumplía los criterios para la participación en el programa DOCENTIAZ, que son:
- Profesorado funcionario y laboral permanente: tener una relación contractual con la UPV/EHU mínima de cinco años y haber impartido un encargo docente mínimo en el período de evaluación de 22,5 créditos para el profesorado que ejerce su docencia a dedicación completa o 15 créditos para el profesorado que ejerce su docencia a dedicación parcial o para los/as que están exentos de docencia por motivos de dedicación a cargo académico o licencia.
- Profesorado contratado no permanente (adjunto, colaborador, laboral interino, asociado): tener una relación contractual con la UPV/EHU mínima de tres años y un encargo docente mínimo en el período de evaluación de 15 créditos.
La Facultad de Medicina y Enfermería tiene un porcentaje muy alto de profesorado asociado, que, dado el carácter experimental de este programa, inicialmente no se incluyó como evaluable.
La valoración cuantitativa incluye las siguientes categorías: desfavorable (<50 puntos), aceptable (entre ≥50 puntos y <70 puntos), notable (≥70 puntos), sobresaliente (≥90) y excelente (≥90 de la puntuación máxima en cada una de las dimensiones).
Se calculó el porcentaje de profesorado que cumplía los criterios mencionados con respecto a su categoría profesional a lo largo de los nueve cursos académicos, así como el porcentaje de profesorado que obtuvo la calificación de aceptable, notable y excelente. Los datos fueron procesados con el programa Excel.
Resultados
De los 297 profesores/as de la Facultad de Medicina y Enfermería que cumplían la condición para poder presentarse a la evaluación del programa DOCENTIAZ a lo largo de los nueve cursos académicos, participaron 98, lo que supone el 33% del total del profesorado de la facultad. En el caso de la UPV/EHU, el porcentaje de profesorado evaluado en las distintas facultades oscilaba entre el 73,03% en la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa y el 17,42% en la Facultad de Bellas Artes, con una media del 45,4%.
Del profesorado que se presentó a la evaluación, el 90% correspondía a la categoría de colaborador/a de escuela universitaria; el 58,3%, a la categoría de agregado/a; el 45%, a la de adjunto/a; el 44,4%, a la de titular de escuela universitaria; el 33,3%, a la de ayudante de universidad; el 30,2%, a la de titular de universidad; el 18,5%, a la de laboral interino/a de universidad; el 18,2%, a la de catedrático/a de universidad; y el 15,4%, a la de laboral interino/a de escuela universitaria.
Los resultados obtenidos por el profesorado en las distintas dimensiones evaluadas en el programa fueron de 40,1 puntos sobre un total de 50 en la dimensión 1, de 18,4 puntos sobre 20 en la dimensión 2 y de 20 puntos sobre 30 en la dimensión 3, con una puntuación media de todas las dimensiones de 84,4 puntos sobre un total de 100. La totalidad del profesorado evaluado superó la evaluación, y el 7,1% de ellos obtuvo la calificación de excelente.
Atendiendo al número de profesorado de un departamento universitario que ha sido evaluado positivamente en este programa, se observó que, de los 15 departamentos con sede en la facultad, tres (20%) obtuvieron la excelencia.
Discusión
El programa DOCENTIAZ de la UPV/EHU pretende revalorizar la función docente del profesorado a través de una visión integral de la enseñanza impartida. En este sentido, en la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU se ha realizado un análisis con el fin de conocer la participación y la categoría del profesorado evaluado en este programa. Un tercio del profesorado evaluable solicitó ser evaluado en este programa, lo que indica que todavía el profesorado no percibe que estas acciones sean imprescindibles para la mejora de su actividad docente.
Las evaluaciones de estos programas se tienen en cuenta a la hora de acreditar las distintas figuras de personal universitario, y este hecho hizo que el profesorado más novel y con categorías profesionales no permanentes fuera el que mayoritariamente accedió al programa para ser evaluado.
Si bien todo el profesorado evaluado superó la evaluación, las dimensiones que mostraron una menor calificación fueron, por un lado, la dimensión 1, relacionada con la calidad de la planificación docente y la consonancia del desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje con las directrices establecidas en el título y con el modelo IKD de la universidad; por otro lado, la dimensión 3, relacionada con el grado de orientación a la innovación docente y a la mejora constante del profesorado. Este hecho indica que hay que aunar esfuerzos para conseguir programas de formación e innovación docente adecuados a las necesidades del profesorado.
En resumen, los programas de evaluación de la actividad docente aportan información fiable y contrastada que facilita el desarrollo de la carrera académica y la acreditación de las titulaciones. Conseguir aumentar el porcentaje de participación en estos programas es un reto en el que toda la universidad debe implicarse.