INTRODUCCIÓN
La costilla cervical, también llamada “costilla de Eva” es un apéndice fibro-óseo que se origina por lo general a partir de la séptima vertebra cervical, soliendo ser asintomática [1, 2]. La forma de presentación más grave es el síndrome del opérculo torácico cuya sintomatología es consecuencia de la compresión de la arteria subclavia y del plexo braquial [3]. Infrecuentemente, tras un esfuerzo físico o pérdida de peso significativa, el paciente se nota una tumoración supraclavicular, por la que consulta habitualmente de urgencia. Los antecedentes, la clínica y la exploración, son fundamentales en su abordaje diagnóstico, evitando pruebas que, en el caso de la costilla cervical, son poco esclarecedoras.
DESCRIPCIÓN
Se presentan tres casos,
El primero es una mujer de 43 años, sin antecedentes de interés que consulta porque tras realizar un esfuerzo físico puntual al intentar abrir una olla, comienza con dolor en el área supraclavicular izquierda. Tras tratamiento con AINES mejora la sintomatología, pero al tocarse el área dolorosa nota un bulto en la parte medial del hueco supraclavicular izquierdo. La exploración ORL fue normal, salvo la palpación de la tumoración de dureza pétrea, adherida y moderadamente dolorosa. Se realiza una radiografía cervical simple AP, donde se visualiza una apófisis transversa elongada en el lado derecho, y una costilla cervical en el lado izquierdo que se articula con la cara superior de la primera costilla y que además presenta una posible fisura (Figura 1).
El segundo caso trata de un varón de 25 años, que acude a urgencias por un bulto doloroso a la palpación, que ha notado en la región supraclavicular izquierda tras realizar un esfuerzo físico continuado, limpiando su casa. El paciente está sano y la exploración endoscópica ORL es negativa. A la palpación cervical destaca la tumoración supraclavicular izquierda que es de dureza pétrea, fija y dolorosa al tacto. En el caso de este paciente se solicitó una tomografía computarizada (TC), con reconstrucción tridimensional que muestra dos costillas cervicales fusionadas, en el lado izquierdo (Figura 2).
Finalmente, el tercer caso que presentamos se trata de un varón sano de 37 años, que consulta por una tumoración en la región supraclavicular derecha de tres años de evolución con la sospecha de haber ido creciendo progresivamente. La exploración endoscópica ORL es normal. En el área supraclavicular derecha se palpa una masa pétrea, ubicada detrás de la clavícula y que parece fijarse a la primera costilla. Este paciente refería, además, un calambre en la axila derecha al presionar la tumoración (Figura 3).
El motivo de consulta fue la aparición de una masa dura supraclavicular, que finalmente resultó ser una costilla cervical. En la Tabla 1 y en las Figuras 1, 2 y 3 se muestran las características de estos pacientes.
Edad |
Sexo |
Desenca-denante |
Clínica |
Antece-dentes |
Exploración ORL |
Localiza-ción |
Pruebas de imagen |
Diagnóstico |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
43 años |
Mujer |
Esfuerzo físico puntual (abrir una olla) |
Dolor intenso en área supraclavicular izquierda. Tras mejoría con AINES nota un bulto. |
Ninguno de interés. |
Exploración endoscópica normal. En la parte postero-medial del hueco supraclavicular izquierdo se palpa una tumoración fija, pétrea y moderadamente dolorosa. |
Fosa supra-clavicular izquierda. |
Radiografía simple cervical antero-posterior (Figura 1) |
Apófisis transversa elongada en el lado derecho, En el hueco izquierdo, hay una costilla cervical, con probable fisura, que se articula con la cara superior de la primera costilla. |
25 años |
Varón |
Esfuerzo físico continuado (limpieza en casa) |
Refiere un bulto en región supraclavicular izquierda, doloroso a la palpación. |
Ninguno de interés. |
Exploración endoscópica normal. Palpación en hueco supraclavicular izquierdo de tumoración fija, de consistencia pétrea, dolorosa a la presión. |
Fosa supra-clavicular izquierda. |
TC con reconstruc-ción tridimen-sional. (Figura 2) |
Dos costillas cervicales fusionadas en el lado izquierdo. |
37 años |
Varón |
Descubri-miento casual |
Tumoración en región supraclavicular derecha de tres años de evolución con la sospecha de crecimiento progresivo. |
Ninguno de interés |
Exploración endoscópica normal. Se palpa masa pétrea por detrás de la clavícula y posiblemente fija a la primera costilla. Al presionar, el paciente refiere un calambre en la axila. |
Fosa supra-clavicular derecha. |
TC cérvico-torácico. (Figura 3) |
Fusión/articulación entre primer y segundo arco costal derecho y articulación en arco lateral de la octava costilla derecha. |
DISCUSIÓN
En una revisión previa resumimos la literatura publicada sobre el diagnóstico de la costilla cervical cuando su forma de presentación es la de un tumor supraclavicular. Aunque esta patología suele cursar de forma asintomática, en un 10% se manifiesta con dolor cervical o como una masa supraclavicular sin signos inflamatorios, como en los casos presentados. La clínica suele iniciarse a partir de un esfuerzo físico, tal y como ocurrió en los dos primeros pacientes, o tras una pérdida importante de peso. Tiene mayor incidencia en las mujeres [4], y es más frecuente en la segunda y tercera décadas de la vida. Predomina en el lado izquierdo, y hasta en un 70% de los casos, se desarrolla de forma bilateral. Como ejemplifican los casos clínicos presentados, el desarrollo de la costilla cervical puede ser variable, desde un apéndice fibro-óseo hasta una costilla completamente formada que articule con la primera costilla torácica (caso clínico 1 y Figura 1) [5]. La sospecha clínica de esta entidad es parte del diagnóstico. Si tenemos en mente la posibilidad de una costilla cervical supraclavicular, la conclusión puede ser inmediata.
CONCLUSIONES
El hallazgo de una masa dura supraclavicular conlleva la sospecha clínica de malignidad, implicando la realización de pruebas complementarias que demoran el diagnóstico e incrementan la angustia del paciente. Si ante una tumoración supraclavicular, se sospecha la posibilidad de una costilla cervical, un estudio radiológico simple permitirá rápidamente el diagnóstico diferencial, ofreciendo al paciente un pronóstico benigno [6].