Introducción
La Organización Internacional para el Trabajo (OIT) informa de que cada día mueren 6300 personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con su trabajo. Además, anualmente ocurren más de 317 millones de accidentes en el trabajo, generando un coste anual aproximado del 4% del producto interior bruto global1. En el Perú, ocurrieron 14854 accidentes de trabajo entre los años 2011 y 2015, de acuerdo al Plan de Seguridad y Salud en el Trabajo publicado en el 20172; cifra que representa solo una parte de la morbi-mortalidad que padecen los trabajadores en diversas regiones y empresas3. Todo esto sugiere que aún debemos fortalecer la notificación de los accidentes de trabajo, ya que aún se tienen sub-registros, al igual que los demás países de Latinoamérica4.
Los accidentes de trabajo pueden ser causados por numerosos factores ambientales y/o humanos5. Los trabajadores, el lugar de trabajo, los equipos, el ambiente físico y psicosocial, todos estos forman parte de un sistema multifactorial que determinan los accidentes de trabajo5,6. La interacción de estos elementos es dinámica en el transcurso del tiempo. El enfoque más difundido en la investigación de accidentes establece que las causas inmediatas de un accidente son solo síntomas de causas administrativas más complejas7. Las causas inmediatas comprenden las condiciones de trabajo peligrosas y el comportamiento inseguro. Por último, las causas básicas comprenden los factores del propio trabajo y los factores humanos. En relación a los factores humanos, están considerados los relacionados a la capacidad psicofísica de los trabajadores para el puesto de trabajo además de los factores de riesgo psicosocial8,9.
Para evitar un accidente, el trabajador debe estar entrenado y atento para reconocer el peligro, decidir sobre su acción y actuar con juicio y rapidez, requiriendo, además, un adecuado estado físico10. Es por ello, que las evaluaciones médicas ocupacionales podrían jugar un rol en la prevención de accidentes, sin embargo, no se ha encontrado estudios que analicen la relación entre parámetros bioquímicos de salud como factores de riesgo de los accidentes de trabajo, por lo que se constituye un análisis interesante y novedoso. Es por esto que se realizó el estudio para comparar algunos parámetros de salud de trabajadores accidentados y no accidentados en una población minera peruana entre los años 2009 y 2014.
Material y Métodos
El presente es un estudio caso control retrospectivo. La población estudiada fueron los trabajadores que laboraron en una empresa minera peruana ubicada a 4100 msnm, entre los años 2009 y 2014. La información fue recolectada de los reportes de investigación de accidentes, exámenes médicos ocupacionales y el registro de la fuerza laboral.
Se elaboró una base de datos que incluyó la información de los trabajadores que tuvieron algún accidente de trabajo: fecha de la ocurrencia, edad, estado civil, lugar de nacimiento, lugar de procedencia, género, causa inmediata, causa básica, diagnóstico médico. Esto se complementó con la ficha médica ocupacional del último examen médico ocupacional del accidentado, para obtener información sobre la valoración musculo-esquelética, enfermedades concomitantes, IMC, uso de medicación, glicemia, perfil lipídico y pruebas de descarte de alcohol y drogas. No hubo exclusiones debido a que se contaba con la totalidad de la información de los trabajadores.
Se representó las variables cuantitativas por medidas de tendencia central (media o mediana) y medidas de dispersión (desviación estándar o rango intercuartílico), previa evaluación de la normalidad de los valores. Para las variables cualitativas se usó las medidas de distribución de frecuencia y los porcentajes. Se realizó el análisis multivariado con los modelos lineales generalizados (GLM), ajustando la variable dependiente con distintas variables. Se obtuvo modelos robustos para asemejar los resultados a los que puedan darse en otros escenarios (errores estándar más adecuados). Con todo esto se obtuvo los riesgos relativos (RR), los intervalos de confianza al 95% (IC95%) y los valores p. Se trabajó con un 95% de nivel confianza y se consideró que se tenía significancia estadística cuando los valores p<0,05.
La realización del presente trabajo de investigación se adecua a las recomendaciones para investigación biomédica de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial. Así mismo, está en conformidad con el título XV, artículo 25 inciso c y artículo 28 de la Ley Nº 26842 “Ley General de Salud” donde se establece los objetivos y las indicaciones sobre la investigación científica
Resultados
De los 3638 registros evaluados, el 7,6% (278) pertenecían a trabajadores que habían sufrido un accidente laboral; según el año de ocurrencia, el porcentaje de los accidentes varió entre 4 y 11%. La mediana de edades fue 35 años (rango intercuartílico: 31-41 años de edad) entre los que no habían sufrido un accidente y 38 años (rango intercuartílico: 34-45 años de edad) entre los que si habían sufrido un accidente. Los valores descriptivos se muestran en la Tabla 1.
La tabla 2 nos muestra los valores de los parámetros bioquímicos séricos según si el trabajador tuvo un accidente laboral, donde se puede apreciar que aquellos que presentaron mayores diferencias fueron en los valores del colesterol LDL (14,5 unidades de diferencia), colesterol HDL (2,5 unidades de diferencia) y la glucosa (3,0 unidades de diferencia). El IMC y la hemoglobina fueron similares según el haber sufrido un accidente.
Cuando se realizó la estadística multivariada, se encontró diferencia estadísticamente significativa en tres de los valores bioquímicos séricos según el haberse accidentado. Tabla 3.
La figura 1 nos muestra los gráficos de cajas y bigotes de los valores de glucosa (A), colesterol LDL (B) y HDL (C) según el haber tenido un accidente laboral.
Discusión
Los accidentes constituyen una de las principales causas de muerte en muchos países. Aunque la ciencia médica ha logrado controlar muchas enfermedades en el mundo, los accidentes han adquirido importancia sanitaria, que obliga a realizar esfuerzos dentro de las estrategias de la salud pública10. La realización de los exámenes médicos ocupacionales debería identificar condiciones clínicas o preclínicas para la prevención de los accidentes, sin embargo, la evidencia científica aún no es concluyente y estaría orientada a la prevención de accidentes para tareas específicas11.
En los trabajadores accidentados se pudo observar que tuvieron menor glicemia y HDL-colesterol y mayor LDL-colesterol. Otros parámetros como el índice de masa corporal, la hemoglobina, el colesterol total y los triglicéridos no tuvieron diferencias estadísticas.
En cuanto a la glicemia, existen reportes sobre la hipoglicemia y su relación con los accidentes12,13. Un meta análisis de 15 estudios sugirió que el riesgo relativo para que un conductor diabético tenga un accidente con un vehículo motorizado comparado con la población general fue de entre 12 y 19%, respectivamente14. Benton y colaboradores (2010) señalaron que la hipoglicemia causa una disrupción cognitiva que deviene en síntomas físicos y psicológicos, pudiendo ocurrir por debajo de valores de 70 mg%, aunque puede variar de persona a persona15,16. En nuestro estudio, el promedio de glicemia en los trabajadores accidentados fue 76.9 mg%, casi 3 puntos menos al promedio de los trabajadores no accidentados, sin embargo, debe considerarse un eventual efecto de la altitud donde laboraban nuestros trabajadores y su efecto sobre el metabolismo de la glucosa16,17. Esto debe ser corroborado en investigaciones que estén diseñadas para dicho fin, ya que, se sabe que pueden existir otros factores que se relacionen a esta ocurrencia. En Reino Unido, la Driver & Vehicle Licensing Agency recomienda el control de glucosa -al menos dos horas antes de iniciar su rutina- en conductores usuarios de insulina18; lo que muestra que este parámetro bioquímico puede usarse para la vigilancia y prevención de accidentes.
Sobre el LDL-colesterol incrementado en los trabajadores accidentados de nuestro estudio, consideramos que puede estar relacionado a la edad y a una eventual mayor exposición al estrés emocional. Según McCann y col. (1990), el incremento de la percepción del estrés por sobrecarga laboral está asociada al incremento en el colesterol sanguíneo y la ingesta de alimentos con colesterol. O´Donell y col. (1987), afirmaron que el estrés psicológico crónico incrementa el colesterol en estudiantes de medicina, similar a la investigación de Yoo y col. (2011) en mujeres policías19. Además, la literatura refiere que el incremento de los lípidos sanguíneos es una respuesta adaptativa al estrés el cual debe regresar a valores normales luego que el estresor desaparece, sin embargo, cuando éste persiste como laborar en altitud, podría mantener los valores y contribuir al desarrollo de otras condiciones como la resistencia a la insulina18,20. Por lo expuesto, el accidente puede ser el evento desencadenado de trabajadores con incremento del estrés y que un incremento del LDL-colesterol podría estar relacionado con la probabilidad de sufrir un accidente.
En la población de accidentados también se identificó menor HDL-colesterol, que podríamos asociarlo a un mayor sedentarismo que la población no accidentada, suponiendo una menor capacidad física en altitud, la edad o los efectos propios de la altitud. Estos valores deben tomarse en cuenta, ya que algunas investigaciones locales han mostrado que la edad20 y otras variables laborales están asociadas al cambio en el metabolismo de los trabajadores21.
Similar a una publicación de Wearing y col. (2006), el índice de masa corporal no estuvo relacionado a los accidentes, sin embargo, las investigaciones de Adams y col. (2006), Bogers y col. (2007), Whilock y col. (2009) y Gregg y col. (2005) encontraron un mayor riesgo relativo para sufrir un accidente en individuos con IMC mayor a 30 kg/m2(22. Además, una investigación de Finkelstein y col. (2007) publicaron la asociación significativa entre el índice de masa corporal y la probabilidad de sufrir un accidente en una base de datos nacionales representativa, lo que genera la necesidad de considerar este parámetro para la prevención de accidentes23.
Para el presente estudio se tuvo la recopilación de información, ya que solo se estudiaron las variables recogidas a través de los exámenes médicos ocupacionales, establecidos bajo normativa peruana. Es necesario desarrollar futuras investigaciones considerando parámetros bioquímicos, clínicos y psicosociales para un mayor entendimiento de la acción de los factores de riesgo y la predictibilidad de los accidentes de trabajo.
Concluimos que existen diferencias significativas en los parámetros de la glicemia, el colesterol HDL y LDL entre los trabajadores con y sin accidente laboral. Por lo tanto, resulta válido proponer la investigación como factores de riesgo predictivos.