INTRODUCCIÓN
El granuloma de central a células gigantes (GCCG) se clasifica como una lesión ósea benigna de los maxilares, aunque es localmente agresivo(1). De etiología no definida, fue descrito por primera vez por Jaffe en 1953(2). EL GCCG es más frecuente en mujeres con proporción 2:1(3,4), en menores de 20 años(1,5), con una proporción 2:3 en maxilar con respecto a mandíbula(6). El GCCG es indoloro y de crecimiento lento, por lo que suele ser un hallazgo imagenológico(2). Radiográficamente, el GCCG se presenta como una lesión radiolúcida solitaria, de aspecto quístico, y a medida aumenta de tamaño puede convertirse en una lesión multilocular(3). Histológicamente, el GCCG se compone principalmente por células gigantes multinucleadas con un estroma de tejido fibroso, con múltiples focos hemorrágicos y ocasionalmente trabeculado óseo(1,7). De acuerdo con la presentación clínica- imagenológica- histológica del GCCG, se ha propuesto un tipo agresivo caracterizado por crecimiento rápido, dolor, parestesia, expansión o perforación de corticales, reabsorción radicular y alta tasa de recidiva(5,8).
Con relación al diagnóstico diferencial del GCCG, deben realizarse pruebas bioquímicas para descartar la lesión de células gigantes del hiperparatiroidismo(9). Otros diagnósticos diferenciales son querubismo y quiste óseo aneurismático(1). El tratamiento de elección del GCCG es enucleación y curetaje. Se observa una recidiva de 12-49%, lo que sugiere seguimiento a largo plazo(4). Se ha reportado como tratamiento las inyecciones intralesionales de corticoides y las inyecciones subcutáneas de calcitonina humana(8,10).
CASO CLÍNICO
Hombre de 56 años, consulta por movilidad dentaria en sector maxilar anterior. Al examen clínico intraoral se observa un aumento de volumen vestibular, de consistencia firme, y movilidad de dientes 1.3, 1.2 y 1.1. Se solicitó radiografías periapicales de la zona, en las que se observó una extensa lesión osteolítica de contorno irregular y límites difusos (Figura 1). Debido a la dificultad para determinar los límites de la lesión, se solicitó una tomografía computarizada de haz cónico (TCHC) (Figura 2). Se realizó biopsia excisional, con un diagnóstico histológico de lesión a células gigantes compatible con GCCG agresivo (Figura 3).
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Fig. 1. Radiografías periapicales zona dientes 1.3, 1.2, 1.1. Se observa extensa lesión osteolítica, de contorno irregular y límites difusos, que se extiende desde mesial de diente 1.4 a distal de diente 1.1, con rizalisis de dientes 1.3 y 1.2.
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Fig. 2. Tomografía computarizada de haz cónico. Se observa extensa lesión hipodensa, de límites parcialmente definidos, con perforación de cortical ósea vestibular y palatina (cortes transversales 2 a 8, cortes axiales 1 a 4). Se observa desplazamiento de diente 1.2 (imagen panorámica) y rizalisis marcada de dientes 1.3 (cortes transversales 2 a 4) y 1.2 (cortes transversales 6 a 7).
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Fig. 3. Análisis histopatológico. Se observa: proliferación de abundantes células gigantes multinucleadas (8 a 20 núcleos); estroma de células mesenquimatosas, de formas fusadas y estrelladas, de uniones intercelulares débiles y mitosis atípica por campo; abundantes eritrocitos extravasados; escaso depósito de hemosiderina; poca fibrosis del estroma; nulo tejido osteoide; y ausencia de pseudo-cápsula periférica.
DISCUSIÓN
El GCCG es una lesión intraósea benigna, pero su comportamiento clínico es variable, pudiendo ser localmente destructivo, como en el presente caso(1). Si bien el GCCG es más prevalente en mujeres, menores de 20 años, en mandíbula, en zona anterior a molar(1,3), el presente caso es atípico, ya que el paciente es hombre de 56 años y la lesión se ubica en zona anterior maxilar. Cerca del 30% de los casos de GCCG tiene comportamiento agresivo, generando dolor, reabsorción y desplazamiento de dientes, perforación de corticales e invasión de tejidos adyacentes (1). El presente caso, si bien se mostró movilidad dentaria, reabsorción radicular y perforación de corticales óseas vestibular y palatina, el paciente no manifestaba dolor.
Los GCCG agresivos tienen mayor tasa de recidiva, entre 37,5 al 70%, por lo que se debe realizar un seguimiento a largo plazo (8,9). Histológicamente, en el GCCG agresivo puede observarse mayor contenido y tamaño de células gigantes(4), que se corresponde con el presente caso.
En el presente caso, las características radiográficas en primera instancia podrían interpretarse como quiste radicular con características de sobreinfección. Sin embargo, en las imágenes de TCHC se observaron características de mayor agresividad, las que fueron determinantes para indicar un estudio histopatológico para definir la naturaleza de la lesión. Para realizar diagnóstico diferencial con lesión de células gigantes del hiperparatiroidismo, se deben realizar pruebas bioquímicas de calcio, fósforo y fosfatasa alcalina(9). En el presente caso, las pruebas bioquímicas estaban dentro de rangos normales, descartando este tipo de lesión.
En conclusión, el GCCG puede presentarse de forma atípica, con características de mayor agresividad. Por lo tanto, es imprescindible realizar un acabado análisis clínico, imagenológico e histológico para obtener un diagnóstico certero.